'Nación' en la Biblia
y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.
Mas también a la nación a quien servirán, juzgaré yo; y después de esto saldrán con grande riqueza.
Y en cuanto a Ismael, también te he oído; he aquí que le bendeciré, y le haré fructificar y le multiplicaré mucho en gran manera; doce príncipes engendrará, y haré de él una nación grande.
habiendo de ser Abraham una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas las naciones de la tierra?
Y también del hijo de la sierva haré una nación, porque es tu simiente.
Levántate, alza al muchacho, y tómalo en tus manos, porque haré de él una gran nación.
Y le dijo Dios: Yo soy Dios Omnipotente; crece y multiplícate; una nación y conjunto de naciones procederán de ti, y reyes saldrán de tus lomos.
Y dijo: Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas de descender a Egipto, porque yo haré de ti una gran nación.
Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y nación santa. Éstas son las palabras que dirás a los hijos de Israel.
Y Él dijo: He aquí, yo hago pacto delante de todo tu pueblo: haré maravillas que no han sido hechas en toda la tierra, ni en nación alguna; y verá todo el pueblo en medio del cual estás tú, la obra de Jehová; porque será cosa terrible la que yo haré contigo.
Yo le heriré de mortandad, y lo destruiré, y a ti te pondré sobre una nación más grande y más fuerte que ellos.
Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque ésta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es ésta.
Porque ¿qué nación grande hay que tenga a Dios tan cerca a sí, como lo está Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos?
Y ¿qué nación grande hay que tenga estatutos y derechos tan justos como toda esta ley que hoy pongo delante de vosotros?
¿O ha intentado Dios venir a tomar para sí una nación de en medio de otra nación, con pruebas, con señales, con milagros y con guerra, y mano fuerte y brazo extendido, y grandes terrores, como todo lo que hizo con vosotros Jehová vuestro Dios en Egipto ante tus ojos?
Déjame que los destruya, y raiga su nombre de debajo del cielo; que yo haré de ti una nación más poderosa y más grande que ellos.
Entonces hablarás y dirás delante de Jehová tu Dios: Un arameo a punto de perecer fue mi padre, el cual descendió a Egipto y peregrinó allá con pocos hombres, y allí llegó a ser una nación grande, fuerte y numerosa.
Jehová te llevará a ti y a tu rey, al que hubieres puesto sobre ti, a una nación que ni tú ni tus padres habéis conocido; y allá servirás a dioses ajenos, al palo y a la piedra.
Jehová traerá contra ti una nación de lejos, desde lo último de la tierra, que vuele como águila, nación cuya lengua no entenderás;
Ellos me movieron a celos con lo que no es Dios; me provocaron a ira con sus vanidades: Yo también los moveré a celos con un pueblo que no es pueblo, los provocaré a ira con una nación insensata.
Porque son una nación privada de consejos, y no hay en ellos entendimiento.
¿Y qué nación hay en la tierra como tu pueblo Israel, al cual Dios fue y redimió por pueblo para sí, y para darle nombre, y para hacer por vosotros grandes y temibles obras, por tu tierra, por amor de tu pueblo que tú redimiste de Egipto, de las naciones y de sus dioses?
Vive Jehová tu Dios, que no ha habido nación ni reino adonde mi señor no haya enviado a buscarte; y respondiendo ellos: No está aquí; él ha hecho jurar al reino o nación que no te han hallado.
Mas cada nación se hizo sus dioses, y los pusieron en las casas de los lugares altos que habían hecho los de Samaria; cada nación en su ciudad donde habitaba.
y andaban de nación en nación, y de un reino a otro pueblo.
Y una nación destruía a la otra, y una ciudad a otra ciudad; porque Dios los turbó con toda clase de calamidades.
Y Esther, según le tenía mandado Mardoqueo, aún no había declarado su nación ni su pueblo; porque Esther hacía lo que decía Mardoqueo, como cuando con él se educaba.
Si Él diere reposo, ¿quién inquietará? Si escondiere el rostro, ¿quién lo mirará? Esto sobre una nación, y lo mismo sobre un hombre;
Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová; el pueblo a quien Él escogió como heredad para sí.
Júzgame, oh Dios, y aboga mi causa: Líbrame de nación impía, del hombre de engaño e iniquidad.
Han dicho: Venid, y cortémoslos de ser nación, y no haya más memoria del nombre de Israel.
cuando andaban de nación en nación, de un reino a otro pueblo;
La justicia engrandece a la nación; mas el pecado es afrenta de las naciones.
Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.
Le mandaré contra una nación impía, y contra el pueblo de mi ira le enviaré, para que quite despojos, y arrebate presa, y lo ponga para ser hollado como lodo de las calles.
¿Y qué se responderá a los mensajeros de la nación? Que Jehová fundó a Sión, y que en ella se refugiarán los afligidos de su pueblo.
que envía mensajeros por el mar, en naves de junco sobre las aguas! Andad, veloces mensajeros, a la nación dispersada y raída, al pueblo temible desde su principio y después; nación agredida y pisoteada, cuya tierra destruyeron los ríos.
En aquel tiempo será traído presente a Jehová de los ejércitos, de la nación dispersada y raída, y del pueblo temible desde su principio y después; nación agredida y pisoteada, cuya tierra destruyeron los ríos; al lugar del nombre de Jehová de los ejércitos, al monte de Sión.
Abrid las puertas, y entrará la nación justa que guarda la verdad.
Tú has engrandecido la nación, oh Jehová, tú has engrandecido la nación; te hiciste glorioso; la has extendido hasta todos los términos de la tierra.
Estad atentos a mí, pueblo mío, y oídme, nación mía; porque de mí saldrá la ley, y mi juicio descubriré para luz de pueblos.
Porque la nación o el reino que no te sirviere, perecerá; y esas naciones del todo serán asoladas.
El pequeño vendrá a ser mil, el menor, una nación fuerte. Yo Jehová, a su tiempo lo apresuraré.
¿Quién oyó cosa semejante? ¿Quién vio tal cosa? ¿Dará a luz la tierra en un día? ¿Nacerá una nación de una vez? Pues en cuanto Sión estuvo de parto, dio a luz sus hijos.
¿Acaso alguna nación ha cambiado sus dioses, aunque ellos no son dioses? Pero mi pueblo ha cambiado su gloria por lo que no aprovecha.
¿No he de castigar por esto? dice Jehová; ¿y de tal nación no se vengará mi alma?
Así dice Jehová: He aquí que viene pueblo de la tierra del norte, y una nación grande se levantará de los confines de la tierra.
Les dirás por tanto: Ésta es la nación que no obedeció la voz de Jehová su Dios, ni admitió corrección; pereció la verdad, y de la boca de ellos fue cortada.
Mas si no obedecieren, arrancaré de raíz y destruiré a esta nación, dice Jehová.
En un instante hablaré acerca de una nación, o de un reino, para arrancar, y derribar, y destruir.
Y si esta nación de la cual he hablado se vuelve de su maldad, yo me arrepentiré del mal que había pensado hacerle.
Y en un instante hablaré acerca de una nación y de un reino, para edificar y para plantar.
Y será que, cuando fueren cumplidos los setenta años, castigaré al rey de Babilonia y a aquella nación por su maldad, dice Jehová, y sobre la tierra de los caldeos; y la convertiré en desiertos para siempre.
Así dice Jehová de los ejércitos: He aquí que el mal irá de nación en nación, y grande tempestad se levantará de los fines de la tierra.
Y sucederá, que la nación y el reino que no sirviere a Nabucodonosor rey de Babilonia, y que no pusiere su cuello debajo del yugo del rey de Babilonia, con espada y con hambre y con pestilencia castigaré a la tal gente, dice Jehová, hasta que los acabe yo por su mano.
Si estas leyes faltaren delante de mí, dice Jehová, también la simiente de Israel faltará para no ser nación delante de mí todos los días.
¿No has considerado lo que habla este pueblo, diciendo: Las dos familias que Jehová escogió, las ha desechado? Y han tenido en poco a mi pueblo, hasta no tenerlos más por nación.
Y traeré sobre Elam los cuatro vientos de los cuatro puntos del cielo, y los aventaré a todos estos vientos. No habrá nación adonde no vengan los expulsados de Elam.
Porque una nación del norte subirá contra ella, la cual pondrá su tierra en asolamiento, y no habrá ni hombre ni animal que en ella more; tanto hombres como animales se irán.
He aquí viene un pueblo del norte; y una nación grande, y muchos reyes se levantarán de los extremos de la tierra.
Aun han desfallecido nuestros ojos tras nuestro vano socorro: En nuestra esperanza aguardamos a una nación que no puede salvar.
Así dice Jehová el Señor: Por cuanto dicen de vosotros: Tú has sido devoradora de hombres, y has privado de los hijos a tu nación;
por tanto, ya no devorarás hombres, y nunca más privarás de hijos a tu nación, dice Jehová el Señor.
Y nunca más te haré oír injuria de naciones, ni más llevarás el oprobio de pueblos, ni harás más morir a los hijos de tu nación, dice Jehová el Señor.
y los haré una nación en la tierra, en los montes de Israel; y un rey será a todos ellos por rey; y nunca más serán dos naciones, ni nunca más serán divididos en dos reinos.
Por tanto, yo decreto que todo pueblo, nación, o lengua, que dijere blasfemia contra el Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego, sea descuartizado, y su casa sea puesta por muladar; por cuanto no hay otro Dios que pueda librar como Éste.
Y en cuanto al cuerno que fue quebrado y sucedieron cuatro en su lugar, significa que cuatro reinos se levantarán de esa nación, mas no con la fuerza de él.
En el año primero de Darío hijo de Asuero, de la nación de los medos, el cual fue puesto por rey sobre el reino de los caldeos;
Porque nación fuerte y sin número subió a mi tierra; sus dientes, dientes de león, y sus muelas, de león.
Y venderé vuestros hijos y vuestras hijas en la mano de los hijos de Judá, y ellos los venderán a los sabeos, nación lejana; porque Jehová ha hablado.
Y juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a naciones poderosas hasta muy lejos; y martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.
Y haré un remanente de la que cojea, y de la descarriada una nación poderosa; y Jehová reinará sobre ellos en el monte de Sión desde ahora para siempre.
Y respondió Hageo y dijo: Así es este pueblo, y esta nación delante de mí, dice Jehová; y así es toda obra de sus manos; y todo lo que aquí ofrecen es inmundo.
Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado.
Por tanto os digo: El reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a una nación que produzca los frutos de él.
Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá hambres, y pestilencias, y terremotos en muchos lugares.
Y la mujer era griega, sirofenicia de nación; y le rogaba que echase fuera de su hija al demonio.
Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos en diversos lugares, y habrá hambres y alborotos; principios de dolores son estos.
porque ama a nuestra nación, y él nos edificó una sinagoga.
Entonces les dijo: Se levantará nación contra nación, y reino contra reino;
Y comenzaron a acusarle, diciendo: Hemos hallado que Éste pervierte la nación; y que prohíbe dar tributo a César, diciendo que Él mismo es Cristo; un Rey.
Si le dejamos así, todos creerán en Él; y vendrán los romanos y nos quitarán nuestro lugar y nuestra nación.
ni consideráis que nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación perezca.
Y esto no lo dijo de sí mismo; sino que como era el sumo sacerdote aquel año, profetizó que Jesús había de morir por la nación;
y no solamente por aquella nación, sino también para reunir en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos.
Pilato respondió: ¿Soy yo judío? Tu nación misma, y los principales sacerdotes, te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?
Mas yo juzgaré, dijo Dios, a la nación a la cual serán siervos; y después de esto saldrán y me servirán en este lugar.
Y ellos dijeron: Cornelio, el centurión, varón justo y temeroso de Dios, y de buen testimonio en toda la nación de los judíos, fue avisado de Dios por un santo Ángel, de hacerte venir a su casa, y oír de ti palabras.
sino que en toda nación, del que le teme y hace justicia, Él se agrada.
Y cuando éste fue llamado, Tértulo comenzó a acusarle, diciendo: Debido a ti gozamos de gran quietud, y muchas cosas son bien gobernadas en la nación por tu providencia;
Y habiéndole hecho señal el gobernador para que hablase, Pablo respondió: Porque sé que desde hace muchos años eres juez de esta nación, de buen ánimo haré mi defensa.
Mas pasados muchos años, vine a hacer limosnas a mi nación, y ofrendas.
Mi vida, pues, desde mi juventud, la cual desde el principio pasé en mi nación, en Jerusalén, la conocen todos los judíos;
Pero oponiéndose los judíos, me vi obligado a apelar a César; no que tenga de qué acusar a mi nación.
en jornadas muchas veces; peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros entre los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos;
y que adelantaba en el judaísmo sobre muchos de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones de mis padres.
Porque vosotros, hermanos, habéis seguido el ejemplo de las iglesias de Dios en Cristo Jesús que están en Judea; pues vosotros también habéis padecido las mismas cosas de los de vuestra propia nación, como también ellos de los judíos;
Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido; para que anunciéis las virtudes de Aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.
Y cantaban un cántico nuevo, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y nos has redimido para Dios con tu sangre, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;
Y le fue dado hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También le fue dado poder sobre toda tribu, y lengua y nación.
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