'No' en la Biblia
No tenían hijos, porque Elisabet era estéril, y ambos eran de edad avanzada.
Pero el ángel le dijo: ``No temas, Zacarías, porque tu petición ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y lo llamarás Juan.
porque él será grande delante del Señor. No beberá vino ni licor, y será lleno del Espíritu Santo aun desde el vientre de su madre,
"Así que te quedarás mudo, y no podrás hablar hasta el día en que todo esto acontezca, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su debido tiempo."
Pero cuando salió, no podía hablarles, y se dieron cuenta de que había visto una visión en el templo. El les hablaba por señas y permanecía mudo.
Y el ángel le dijo: ``No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios.
y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y Su reino no tendrá fin."
``No, sino que se llamará Juan," respondió la madre.
Y le dijeron: ``No hay nadie en tu familia que tenga ese nombre."
Y dio a luz a su Hijo primogénito; Lo envolvió en pañales y Lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.
Pero el ángel les dijo: ``No teman, porque les traigo buenas nuevas de gran gozo que serán para todo el pueblo;
Y por el Espíritu Santo se le había revelado que no vería la muerte sin antes ver al Cristo (al Mesías) del Señor.
Cuando no Lo encontraron, volvieron y Lo buscaron en Jerusalén.
Entonces El les dijo: `` ¿Por qué Me buscaban? ¿Acaso no sabían que Me era necesario estar en la casa (en las cosas) de Mi Padre?"
Pero ellos no entendieron las palabras que El les había dicho.
"Por tanto, den frutos dignos de arrepentimiento; y no comiencen a decirse a ustedes mismos: `Tenemos a Abraham por padre,' porque les digo que Dios puede levantar hijos a Abraham de estas piedras.
"El hacha ya está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado al fuego."
Juan les respondía: ``El que tiene dos túnicas, comparta con el que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo."
``No exijan (No colecten) más de lo que se les ha ordenado," les respondió Juan.
Como el pueblo estaba a la expectativa, y todos se preguntaban en sus corazones acerca de Juan, si no sería él el Cristo (el Mesías),
Juan les habló a todos: ``Yo los bautizo con agua; pero viene Uno que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar la correa de Sus sandalias. El los bautizará con el Espíritu Santo y fuego.
"El bieldo está en Su mano para limpiar completamente Su era y recoger el trigo en Su granero; pero quemará la paja en un fuego que no se apaga."
por cuarenta días, siendo tentado por el diablo. Y no comió nada durante esos días, pasados los cuales tuvo hambre.
Jesús le respondió: ``Escrito está: `NO SOLO DE PAN VIVIRA EL HOMBRE.'"
y: `EN LAS MANOS TE LLEVARAN, PARA QUE TU PIE NO TROPIECE EN PIEDRA.'"
Jesús le respondió: ``Se ha dicho: `NO TENTARAS AL SEÑOR TU DIOS.'"
Todos hablaban bien de El y se maravillaban de las palabras llenas de gracia que salían de Su boca, y decían: `` ¿No es éste el hijo de José?"
También de muchos salían demonios, gritando: `` ¡Tú eres el Hijo de Dios!" Pero, reprendiéndolos, no les permitía hablar, porque sabían que El era el Cristo (el Mesías).
Cuando se hizo de día, Jesús salió y se fue a un lugar solitario. Las multitudes Lo buscaban, y llegaron adonde El {estaba} y procuraban detener a Jesús para que no se separara de ellos.
Simón Le contestó: ``Maestro, hemos estado trabajando toda la noche y no hemos pescado nada, pero porque Tú lo pides (a Tu palabra), echaré las redes."
y lo mismo {les sucedió} también a Jacobo (Santiago) y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran socios de Simón. Y Jesús dijo a Simón: ``No temas; desde ahora serás pescador de hombres."
Y El le mandó que no se lo dijera a nadie. ``Pero anda," {le dijo,} ``muéstrate al sacerdote y da una ofrenda por tu purificación según lo ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio."
No hallando cómo introducirlo debido a la multitud, subieron a la azotea y lo bajaron con la camilla a través del techo, poniéndolo en medio, delante de Jesús.
Jesús les respondió: ``Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos.
"No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento."
También les dijo una parábola: ``Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo y lo pone en un vestido viejo; porque entonces romperá el nuevo, y el pedazo del nuevo no armonizará con el viejo.
Pero algunos de los Fariseos dijeron: `` ¿Por qué hacen ustedes lo que no es lícito en el día de reposo?"
"Al que te hiera en la mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, no le niegues tampoco la túnica.
"A todo el que te pida, dale, y al que te quite lo que es tuyo, no {se lo} reclames.
"Antes bien, amen a sus enemigos, y hagan bien, y presten no esperando nada a cambio, y su recompensa será grande, y serán hijos del Altísimo; porque El es bondadoso para con los ingratos y perversos.
``No juzguen, y no serán juzgados; no condenen, y no serán condenados; perdonen, y serán perdonados.
Les dijo también una parábola: `` ¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en un hoyo?
"Un discípulo no está por encima de su maestro; pero todo {discípulo,} después de que se ha preparado bien, será como su maestro.
" ¿Y por qué miras la mota que está en el ojo de tu hermano, y no te das cuenta de la viga que está en tu propio ojo?
" ¿O cómo puedes decir a tu hermano: `Hermano, déjame sacarte la mota que está en tu ojo,' cuando tú mismo no ves la viga que está en tu ojo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu ojo y entonces verás con claridad para sacar la mota que está en el ojo de tu hermano.
"Porque no hay árbol bueno que produzca fruto malo, ni a la inversa, árbol malo que produzca fruto bueno.
"Pues cada árbol por su fruto se conoce. Porque {los hombres} no recogen higos de los espinos, ni vendimian uvas de una zarza.
`` ¿Por qué ustedes Me llaman: `Señor, Señor,' y no hacen lo que Yo digo?
es semejante a un hombre que al edificar una casa, cavó hondo y echó cimiento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el torrente dio con fuerza contra aquella casa, pero no pudo moverla porque había sido bien construida.
"Pero el que ha oído y no ha hecho {nada,} es semejante a un hombre que edificó una casa sobre tierra, sin {echar} cimiento; y el torrente dio con fuerza contra ella y al instante se desplomó, y fue grande la ruina de aquella casa."
Jesús iba con ellos, pero cuando ya no estaba lejos de la casa, el centurión envió a unos amigos, diciendo: ``Señor, no te molestes más, porque no soy digno de que Tú entres bajo mi techo;
Al verla, el Señor tuvo compasión de ella, y le dijo: ``No llores."
"Y bienaventurado es el que no se escandaliza de Mí."
"Les digo que entre los nacidos de mujer, no hay nadie mayor que Juan; sin embargo, el más pequeño en el reino de Dios es mayor que él."
Pero los Fariseos y los intérpretes de la ley (expertos en la Ley de Moisés) rechazaron los propósitos de Dios para con ellos, al no ser bautizados por Juan.
"Son semejantes a los muchachos que se sientan en la plaza y se llaman unos a otros, y dicen: `Les tocamos la flauta, y no bailaron; entonamos endechas, y no lloraron.'
"Porque ha venido Juan el Bautista, que no come pan, ni bebe vino, y ustedes dicen: `Tiene un demonio.'
"{y} no teniendo ellos con qué pagar, perdonó generosamente a los dos. ¿Cuál de ellos, entonces, lo amará más?"
Y volviéndose hacia la mujer, le dijo a Simón: `` ¿Ves esta mujer? Yo entré a tu casa {y} no Me diste agua para Mis pies, pero ella ha regado Mis pies con sus lágrimas y {los} ha secado con sus cabellos.
"No Me diste beso, pero ella, desde que entré, no ha cesado de besar Mis pies.
"No ungiste Mi cabeza con aceite, pero ella ungió Mis pies con perfume.
"Otra {parte} cayó sobre la roca, y tan pronto como creció, se secó, porque no tenía humedad.
y El respondió: ``A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del reino de Dios, pero a los demás {les hablo} en parábolas, para que VIENDO, NO VEAN; Y OYENDO, NO ENTIENDAN.
"Aquéllos a lo largo del camino son los que han oído, {pero} después viene el diablo y arrebata la palabra de sus corazones, para que no crean y se salven.
"Aquéllos sobre la roca son los que, cuando oyen, reciben la palabra con gozo; pero no tienen raíz {profunda;} creen por algún tiempo, y en el momento de la tentación sucumben.
"La {semilla} que cayó entre los espinos, son los que han oído, y al continuar su camino son ahogados por las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, y su fruto no madura.
"Pues no hay nada oculto que no haya de ser manifiesto, ni secreto que no haya de ser conocido y salga a la luz.
"Por tanto, tengan cuidado de cómo oyen; porque al que tiene, {más} le será dado; y al que no tiene, aun lo que cree que tiene se le quitará."
Entonces la madre y los hermanos de Jesús llegaron a {donde} El {estaba,} pero no podían acercarse a El debido al gentío.
Cuando Jesús bajó a tierra, Le salió al encuentro un hombre de la ciudad poseído por demonios, y que por mucho tiempo no se había puesto ropa alguna, ni vivía en una casa sino en los sepulcros.
Al ver a Jesús, gritó y cayó delante de El, y dijo en alta voz: `` ¿Qué tienes Tú que ver conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes."
Y Le rogaban que no les ordenara irse al abismo.
Al ver la mujer que ella no había pasado inadvertida, se acercó temblando, y cayendo delante de El, declaró en presencia de todo el pueblo la razón por la cual Lo había tocado, y cómo al instante había sido sanada.
Mientras Jesús estaba todavía hablando, vino alguien de {la casa de Jairo,} oficial de la sinagoga, diciendo: ``Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro."
Pero cuando Jesús { lo} oyó, le respondió: ``No temas; cree solamente, y ella será sanada."
Al llegar Jesús a la casa, no permitió que nadie entrara con El sino {sólo} Pedro, Juan y Jacobo (Santiago), y el padre y la madre de la muchacha.
Todos la lloraban y se lamentaban; pero El dijo: ``No lloren, porque no ha muerto, sino que duerme."
Sus padres estaban asombrados, pero El les encargó que no dijeran a nadie lo que había sucedido.
Y les dijo: ``No tomen nada para el camino, ni bordón, ni alforja (bolsa), ni pan, ni dinero; ni tengan dos túnicas cada uno.
"En cuanto a los que no los reciban, al salir de esa ciudad, sacudan el polvo de sus pies en testimonio contra ellos."
``Denles ustedes de comer," les dijo Jesús. Y ellos dijeron: ``No tenemos más que cinco panes y dos peces, a no ser que vayamos y compremos alimentos para toda esta gente."
Pero Jesús, advirtiéndoles severamente, {les} mandó que no dijeran esto a nadie,
"Pero en verdad les digo que hay algunos de los que están aquí, que no probarán la muerte hasta que vean el reino de Dios."
Y al retirarse ellos de El, Pedro dijo a Jesús: ``Maestro, es bueno quedarnos aquí; hagamos tres enramadas, una para Ti, otra para Moisés y otra para Elías." Pero Pedro no sabía lo que decía.
Después de oírse la voz, Jesús quedó solo. Ellos mantuvieron esto en secreto; por aquellos días no contaron nada de lo que habían visto.
"Entonces rogué a Tus discípulos que echaran fuera ese espíritu, y no pudieron."
Pero ellos no entendían estas palabras, y les estaban veladas para que no las comprendieran; y temían preguntar a Jesús acerca de ellas.
Y Juan respondió: ``Maestro, vimos a uno echando fuera demonios en Tu nombre, y tratamos de impedírselo porque no anda con nosotros."
Pero Jesús le dijo: ``No {se lo} impidan; porque el que no está contra ustedes, está con ustedes."
Pero no Lo recibieron, porque sabían que había determinado ir a Jerusalén.
Pero El, volviéndose, los reprendió, y dijo: ``Ustedes no saben de qué espíritu son,
porque el Hijo del Hombre no ha venido para destruir las almas de los hombres, sino para salvarlas." Y se fueron a otra aldea.
``Las zorras tienen madrigueras (cuevas) y las aves del cielo nidos," le dijo Jesús, ``pero el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza."
"No lleven bolsa, ni alforja, ni sandalias; y a nadie saluden por el camino.
"Y si hay allí un hijo de paz, la paz de ustedes reposará sobre él; pero si no, se volverá a ustedes.
"Permanezcan entonces en esa casa, comiendo y bebiendo lo que les den; porque el obrero es digno de su salario. No se pasen de casa en casa.
"Pero en cualquier ciudad donde entren, y no los reciban, salgan a sus calles, y digan:
"Sin embargo, no se regocijen en esto, de que los espíritus se les sometan, sino regocíjense de que sus nombres están escritos en los cielos."
porque les digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que ustedes ven, y no {lo} vieron, y oír lo que ustedes oyen, y no {lo} oyeron."
Pero Marta se preocupaba con todos los preparativos. Y acercándose {a El, le} dijo: ``Señor, ¿no Te importa que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude."