'Os' en la Biblia
Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os es dada en Cristo Jesús;
de tal manera que nada os falte en ningún don, esperando la manifestación del Señor nuestro, Jesús el Cristo;
el cual también os confirmará que permanezcáis sin pecado hasta el fin, hasta en el día de nuestro Señor, Jesucristo.
Todavía, hermanos, os ruego por el Nombre del Señor nuestro, Jesús el Cristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, antes seáis perfectos, unidos en un mismo entendimiento y en un mismo parecer.
Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no podíais, ni aún podéis ahora;
Pero esto, hermanos, he pasado por ejemplo en mí y en Apolos, por amor de vosotros; para que en nosotros no aprendáis más allá de lo que está escrito, no sea que por causa de uno, os envanezcáis unos contra otros.
Ya estáis saciados, ya os habéis hecho ricos, {ya} habéis llegado a reinar sin {necesidad de} nosotros; y ojalá hubierais llegado a reinar, para que nosotros reinásemos también con vosotros.
No escribo esto para avergonzaros, sino que os amonesto como a hijos míos amados.
Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres; que en Cristo Jesús yo os engendré por el Evangelio.
Por tanto, os ruego que me imitéis.
Por lo cual os he enviado a Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os amonestará de cuáles sean mis caminos en Cristo, de la manera que enseño en todas partes en todas las Iglesias.
Y os habéis vuelto arrogantes en lugar de haberos entristecido, para que el que de entre vosotros ha cometido esta acción fuera expulsado de en medio de vosotros.
Os he escrito por carta, que no os envolváis con los fornicarios;
no del todo con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con los ladrones, o idólatras; pues en tal caso os sería necesario salir del mundo.
Mas ahora os he escrito, que no os envolváis, es a saber, que si alguno llamándose hermano fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón, con el tal ni aun comáis.
¿O no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os dejéis engañar: ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales,
No os defraudéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos en ayuno y oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia.
Por precio sois comprados; no os hagáis siervos de los hombres.
Mas también si tomares mujer, no pecaste; y si la virgen se casare, no peca; pero aflicción de carne tendrán los tales; mas yo os dejo.
Esto, sin embargo, digo para vuestro provecho; no para echaros lazo, sino para lo honorable, y para que sin impedimento os sirváis al Señor.
Si nosotros os sembramos lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos de vosotros lo material?
No os ha tomado tentación, sino la humana; mas fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis llevar; antes dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis aguantar.
{Os} hablo como a sabios; juzgad vosotros lo que digo.
Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios.
Y si algún incrédulo os llama, y queréis ir, de todo lo que se os ponga delante comed, sin preguntar nada por causa de la conciencia.
Mas si alguien os dijere: Esto fue sacrificado a los ídolos, no lo comáis, por causa de aquel que lo declaró, y por causa de la conciencia; porque del Señor es la tierra y su plenitud.
Y os alabo, hermanos, que en todo os acordáis de mí, y retenéis las instrucciones mías, de la manera que os hablé.
La misma naturaleza ¿no os enseña que al hombre sea deshonesto criar cabello?
Pero esto os denuncio, que no os alabo, que no para mejor sino para peor os juntáis.
Porque lo primero, cuando os juntáis en la Iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo.
De manera que cuando os juntáis en uno, esto no es comer la Cena del Señor.
A la verdad, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la Iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo.
Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó el pan;
Así que, hermanos míos, cuando os juntéis a comer, esperaos unos a otros.
Y si alguno tuviere hambre, coma en su casa, para que no os juntéis para juicio. Las demás cosas ordenaré cuando llegue.
Sabéis que vosotros erais gentiles, llevados, como se os llevaba, a los ídolos mudos.
Por tanto os hago saber, que nadie que hable por el Espíritu de Dios, llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo.
Y el ojo no puede decir a la mano: No te necesito; ni tampoco la cabeza a los pies: No os necesito.
Procurad pues, los mejores dones; mas aun yo os enseño el camino más excelente.
Ahora pues, hermanos, si yo fuere a vosotros hablando lenguas, ¿qué os aprovechará, si no os hablare, o con revelación, o con ciencia, o con profecía, o con doctrina?
¿Qué hay pues, hermanos? Cuando os juntáis, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación; hágase todo para edificación.
Si alguno, a su parecer, es profeta, o espiritual, reconozca lo que os escribo, porque son mandamientos del Señor.
Además os declaro, hermanos, el Evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también están firmes;
por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, estáis siendo salvos, si no creisteis en vano.
Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo yo aprendí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;
Os aseguro, hermanos, por la satisfacción que siento por vosotros en Cristo Jesús nuestro Señor, que cada día estoy en peligro de muerte.
No os dejéis engañar: ``Las malas compañías corrompen las buenas costumbres."
He aquí, os digo un misterio: Todos ciertamente resucitaremos, mas no todos seremos transformados.
Porque no os quiero ahora ver de paso; porque espero estar con vosotros algún tiempo, si el Señor lo permitiere.
Y os ruego, hermanos, (ya sabéis que la casa de Estéfanas es las primicias de Acaya, y que se han dedicado al ministerio de los santos,)
que vosotros os sujetéis a los tales, y a todos los que ayudan y trabajan.
Las Iglesias de Asia os saludan. Os saludan mucho en el Señor Aquila y Priscila, con la Iglesia que está en su casa.
Os saludan todos los hermanos. Saludaos los unos a los otros con ósculo santo.
Resultados de Búsqueda por Versiones
Resultados de Búsqueda por Libro
- Génesis (39)
- Éxodo (55)
- Levítico (76)
- Números (52)
- Deuteronomio (95)
- Josué (52)
- Jueces (29)
- Rut (1)
- 1 Samuel (29)
- 2 Samuel (13)
- 1 Reyes (4)
- 2 Reyes (18)
- 1 Crónicas (3)
- 2 Crónicas (25)
- Esdras (6)
- Nehemías (10)
- Ester (1)
- Job (19)
- Salmos (11)
- Proverbios (4)
- Cantares (5)
- Isaías (61)
- Jeremías (88)
- Lamentaciones (1)
- Ezequiel (53)
- Daniel (6)
- Oseas (3)
- Joel (7)
- Amós (16)
- Jonás (1)
- Miqueas (5)
- Habacuc (1)
- Sofonías (2)
- Hageo (4)
- Zacarías (8)
- Malaquías (13)
- Mateo (119)
- Marcos (44)
- Lucas (100)
- Juan (103)
- Hechos (46)
- Romanos (28)
- 1 Corintios (53)
- 2 Corintios (43)
- Gálatas (28)
- Efesios (13)
- Filipenses (16)
- Colosenses (18)
- 1 Tesalonicenses (25)
- 2 Tesalonicenses (17)
- Filemón (1)
- Hebreos (22)
- Santiago (12)
- 1 Pedro (24)
- 2 Pedro (7)
- 1 Juan (16)
- Judas (4)
- Apocalipsis (4)