'Para' en la Biblia
Besad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino, cuando se encendiere de aquí a poco su furor. Bienaventurados todos los que en él confían.
Muchos dicen de mi alma: No hay para él salud en Dios. (Selah.)
Sabed pues, que el SEÑOR hizo apartar al pío para sí; el SEÑOR oirá cuando yo a él clamare.
Y se alegrarán todos los que esperan en ti; para siempre jubilarán, y los cubrirás; y se alegrarán en ti los que aman tu nombre.
Asimismo ha aparejado para él armas de muerte; ha labrado sus saetas para los que persiguen.
De la boca de los chiquitos y de los que maman, fundaste la fortaleza a causa de tus enemigos, para hacer cesar al enemigo, y al que se venga.
¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?
Reprendiste los gentiles, destruiste al malo, raíste el nombre de ellos para siempre y eternalmente.
Oh enemigo, acabados son para siempre los asolamientos; y las ciudades que derribaste, su memoria pereció con ellas.
Mas el SEÑOR permanecerá para siempre; ha dispuesto su trono para juicio.
Y será el SEÑOR refugio al humilde, refugio para el tiempo de angustia.
para que cuente yo todas tus alabanzas en las puertas de la hija de Sion, y me goce en tu salud.
El SEÑOR fue conocido en el juicio que hizo; en la obra de sus manos fue enlazado el malo. (Meditación para siempre. Selah.)
Porque no para siempre será olvidado el humilde; ni la esperanza de los pobres perecerá para siempre.
Acecha de encubierto, como el león desde su cama; acecha para arrebatar al pobre; arrebata al pobre trayéndolo en su red.
Tú has visto; porque tú miras el trabajo, y el enojo, para dar justicia en tus manos; a ti se acoge el pobre, tú eres el amparo del huérfano.
para juzgar al huérfano y al pobre; no volverá más a hacer violencia el hombre de la tierra.
Porque he aquí, los malos entesaron el arco, apercibieron sus saetas sobre la cuerda para asaetear en oculto a los rectos de corazón.
Tú, SEÑOR, los guardarás; guárdalos para siempre de esta generación.
¿Hasta cuándo, SEÑOR? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí?
Mira, óyeme, SEÑOR Dios mío: Alumbra mis ojos, para que no duerma en muerte;
para que no diga mi enemigo: Lo vencí; mis enemigos se alegrarán, si yo resbalare.
Quien su dinero no dio a usura, ni contra el inocente tomó soborno. El que hace estas cosas, no resbalará para siempre.
Porque no dejarás mi alma en el Seol; ni darás tu Misericordioso para que vea corrupción.
Me harás saber la senda de la vida; plenitud de alegrías hay con tu rostro; deleites en tu diestra para siempre.
Para las obras humanas, por la palabra de tus labios yo observé los caminos del violento.
Sustenta mis pasos en tus caminos, para que mis pies no resbalen.
Nuestros pasos nos han cercado ahora; puestos tienen sus ojos para echarnos por tierra.
Y fui perfecto para con él, y me he guardado de mi iniquidad.
Quien enseña mis manos para la batalla, y el arco de bronce será quebrado con mis brazos.
Y me ceñiste de fortaleza para la pelea; has agobiado mis enemigos debajo de mí.
El cual engrandece las saludes de su rey, y hace misericordia a su ungido David, y a su simiente, para siempre.
En toda la tierra salió su hilo, y al cabo del mundo sus palabras. En ellos puso tabernáculo para el sol.
Y él, como un novio que sale de su tálamo; se alegra, como un gigante, para correr el camino.
El temor del SEÑOR es limpio, que permanece para siempre; los derechos del SEÑOR son verdad, todos justos.
Porque lo has bendecido para siempre; lo llenaste de alegría con tu rostro.
Mas tú, SEÑOR, no te alejes; fortaleza mía, apresúrate para mi ayuda.
Comerán los humildes, y serán saciados; alabarán al SEÑOR los que le buscan; vivirá vuestro corazón para siempre.
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida; y en la Casa del SEÑOR reposaré para siempre.
Yod Todas las sendas del SEÑOR son misericordia y verdad, para los que guardan su pacto y sus testimonios.
Nun El secreto del SEÑOR es para los que le temen; y a ellos hará conocer su pacto.
Para exclamar con voz de acción de gracias, y para contar todas tus maravillas.
Cuando se allegaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.
Una cosa he demandado al SEÑOR, ésta buscaré; que esté yo en la Casa del SEÑOR todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del SEÑOR, y para inquirir en su templo.
A ti llamaré, oh SEÑOR, fuerza mía; no te desentiendas de mí; para que no sea yo, dejándome tú, semejante a los que descienden al sepulcro.
Salva a tu pueblo, y bendice a tu heredad; y pastoréalos y ensálzalos para siempre.
El SEÑOR preside en el diluvio, y se asentó el SEÑOR por rey para siempre.
Por tanto a ti canté gloria, y no callé; SEÑOR Dios mío, te alabaré para siempre.
En ti, oh SEÑOR, he esperado; no sea yo avergonzado para siempre; líbrame en tu justicia.
Inclina a mí tu oído, líbrame presto; seme por roca de fortaleza, por casa fuerte para salvarme.
Me sacarás de la red que han escondido para mí; porque tú eres mi fortaleza.
Porque he oído afrenta de muchos, cerrado de temores; cuando consultaban juntos contra mí, e ideaban para prenderme el alma.
SEÑOR, no sea yo confundido, porque te he invocado; sean confusos los impíos, sean cortados para el Seol.
¡Cuán grande es tu bien, que has guardado para los que te temen, que has obrado para los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres!
Bendito el SEÑOR, porque ha hecho maravillosa su misericordia para conmigo en ciudad fuerte.
Muchos dolores para el impío; mas el que espera en el SEÑOR, lo cercará la misericordia.
El consejo del SEÑOR permanecerá para siempre; los pensamientos de su corazón por todas las generaciones.
Bienaventurada la gente de que el SEÑOR es su Dios; el pueblo a quien escogió por heredad para sí.
Vanidad es el caballo para la salvación; con la grandeza de su fuerza no librará.
para librar sus almas de la muerte, y para darles vida en el hambre.
Tet Temed al SEÑOR, vosotros sus santos; porque no hay falta para los que le temen.
Lámed ¿Quién es el hombre que desea vida, que ama muchos días para ver el bien?
Ayin La ira del SEÑOR contra los que mal hacen, para cortar de la tierra la memoria de ellos.
Porque sin causa escondieron para mí el hoyo de su red; sin causa hicieron hoyo para mi alma.
Recuerda y despierta para mi juicio, para mi causa, Dios mío y Señor mío.
Las palabras de su boca son iniquidad y fraude; no quiso entender para bien hacer.
He Déjate de la ira, y depón el enojo; no te enojes en manera alguna para hacerte malo.
He Los impíos desenvainaron espada, y entesaron su arco, para arruinar al pobre y al menesteroso; para degollar a los de recto proceder.
Yod Conoce el SEÑOR los días de los perfectos; y su heredad será para siempre.
En todo tiempo tiene misericordia, y presta; y su simiente es para bendición.
Sámec Apártate del mal, y haz el bien, y vivirás para siempre.
Porque el SEÑOR ama la rectitud, y no desamparará a sus misericordiosos, para siempre serán guardados; mas la simiente de los impíos será talada.
Ayin Los justos heredarán la tierra, y vivirán para siempre sobre ella.
Cof Espera al SEÑOR, y guarda su camino, y él te ensalzará para heredar la tierra; cuando los pecadores sean talados, lo verás.
Yo dije: Miraré por mis caminos, para no pecar con mi lengua; guardaré mi boca con freno, entre tanto que el impío fuere contra mí.
Aumentado has tú, oh SEÑOR Dios mío, tus maravillas; y tus pensamientos para con nosotros, no te los podremos contar, anunciar, ni hablar; no pueden ser narrados.
Sean avergonzados y confusos a una los que buscan mi vida para cortarla; vuelvan atrás y avergüéncense los que mi mal desean.
En cuanto a mí, en mi integridad me has sustentado, y me has asentado delante de ti para siempre.
En Dios nos alabamos todo el tiempo, y para siempre loaremos tu Nombre. (Selah.)
Nos hiciste retroceder del enemigo, y nos saquearon para sí los que nos aborrecieron.
Nos pusiste como a ovejas para comida, y nos esparciste entre los gentiles.
Antes por tu causa nos matan cada día; somos tenidos como ovejas para el degolladero.
Despierta; ¿por qué duermes, Señor? Despierta, no nos deseches para siempre.
Levántate para ayudarnos, y redímenos por tu misericordia.
Te has hermoseado más que los hijos de los hombres; la gracia se derramó en tus labios; por tanto Dios te ha bendecido para siempre.
Tu trono, oh Dios, eterno y para siempre; vara de justicia, la vara de tu reino.
Haré perpetua la memoria de tu nombre en todas las generaciones; por lo cual pueblos te alabarán eternamente y para siempre.
Como lo oímos, así lo hemos visto en la ciudad del SEÑOR de los ejércitos, en la ciudad de nuestro Dios; la afirmará Dios para siempre. (Selah.)
Considerad bien su antemuro, mirad sus palacios; para que lo contéis a la generación venidera.
Porque este Dios es Dios nuestro eternalmente y para siempre; El nos capitaneará hasta la muerte.
que viva adelante para siempre, y nunca vea la sepultura.
En su interior piensan que sus casas son eternas, y sus habitaciones para generación y generación; llamaron sus tierras de sus nombres.
Entrará a la generación de sus padres; no verán luz para siempre.
Convocará a los cielos de arriba, y a la tierra, para juzgar a su pueblo.
Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos; para que seas reconocido justo en tu palabra, y puro en tu juicio.
He aquí, el dolor de mi iniquidad me ha hecho revolcar; mi madre me concibió para que el pecado fuera removido de mí.
Por tanto Dios te derribará para siempre; te cortará y te arrancará de tu morada, y te desarraigará de la tierra de los vivientes. (Selah.)
Te alabaré para siempre porque obraste; y esperaré a tu Nombre, porque es bueno, delante de tus misericordiosos.
Todos los días me contristan mis negocios; contra mí son todos sus pensamientos para mal.
Porque has librado mi vida de la muerte, ciertamente mis pies de caída, para que ande delante de Dios en la luz de los que viven.
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