'Pero' en la Biblia
- 1.Gé 2:6-Gé 45:3
- 2.Gé 45:22-Levítico 1:9
- 3.Levítico 1:13-Números 11:26
- 4.Números 11:29-Deuteronomio 7:23
- 5.Deuteronomio 9:19-Jueces 6:31
- 6.Jueces 6:33-1 Samuel 11:2
- 7.1 Samuel 11:13-2 Samuel 7:2
- 8.2 Samuel 7:15-1 Reyes 12:17
- 9.1 Reyes 12:18-2 Reyes 18:36
- 10.2 Reyes 19:3-2 Crónicas 28:21
- 11.2 Crónicas 28:23-Job 23:10
- 12.Job 23:13-Salmos 119:69
- 13.Salmos 119:70-Proverbios 14:25
- 14.Proverbios 14:28-Eclesiastés 7:28
- 15.Eclesiastés 7:29-Isaías 65:18
- 16.Isaías 66:2-Jeremías 40:4
- 17.Jeremías 40:10-Ezequiel 41:9
- 18.Ezequiel 44:15-Amós 4:11
- 19.Amós 5:5-Mateo 11:9
- 20.Mateo 11:16-Mateo 24:22
- 21.Mateo 24:29-Marcos 13:7
- 22.Marcos 13:9-Lucas 10:2
- 23.Lucas 10:6-Lucas 24:24
- 24.Lucas 24:31-Juan 13:36
- 25.Juan 14:17-Hechos 14:2
- 26.Hechos 14:4-Romanos 8:9
- 27.Romanos 8:11-1 Corintios 14:1
- 28.1 Corintios 14:3-Efesios 4:26
- 29.Efesios 5:3-Hebreos 10:12
- 30.Hebreos 10:32-Apocalipsis 21:8
Y ellos le dijeron: Así dice Ezequías: ``Este día es día de angustia, de reprensión y de desprecio, pues hijos están para nacer, pero no hay fuerzas para dar a luz.
``Pero conozco tu sentarte, tu salir y tu entrar, y tu furor contra mí.
Y Ezequías respondió: Es fácil que la sombra decline diez grados; {pero} no que la sombra vuelva atrás diez grados.
Pero ellos no escucharon, y Manasés los hizo extraviar para que hicieran lo malo más que las naciones que el SEÑOR había destruido delante de los hijos de Israel.
Pero el pueblo de la tierra mató a todos los que habían conspirado contra el rey Amón, y en su lugar el pueblo de la tierra hizo rey a su hijo Josías.
Pero no se les pedirá cuenta del dinero entregado en sus manos porque obran con fidelidad.
Pero al rey de Judá que os envió a consultar al SEÑOR, así le diréis: ``Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: `{En cuanto} a las palabras que has oído,
En sus días subió Faraón Necao, rey de Egipto, contra el rey de Asiria junto al río Eufrates. Y el rey Josías fue a su encuentro, pero {Faraón Necao} lo mató en Meguido en cuanto lo vio.
Faraón Necao hizo rey a Eliaquim, hijo de Josías, en lugar de Josías su padre, y cambió su nombre por el de Joacim. Pero tomó a Joacaz y {lo} llevó a Egipto, y allí murió.
Pero el ejército de los caldeos persiguió al rey y lo alcanzó en los llanos de Jericó, y todo su ejército se dispersó de su lado.
Pero el capitán de la guardia dejó a algunos de los más pobres del país para {que fueran} viñadores y labradores.
Pero sucedió que en el séptimo mes, Ismael, hijo de Netanías, hijo de Elisama, de la familia real, vino con diez hombres e hirió a Gedalías, y éste murió junto con los judíos y los caldeos que estaban con él en Mizpa.
Pero Gesur y Aram les tomaron las aldeas de Jair, con Kenat y sus aldeas, sesenta ciudades. Todos estos {fueron} los hijos de Maquir, padre de Galaad.
Y Simei tuvo dieciséis hijos y seis hijas, pero sus hermanos no tuvieron muchos hijos, ni se multiplicaron todas sus familias como los hijos de Judá.
Pero traicionaron al Dios de sus padres, y se prostituyeron con los dioses de los pueblos de la tierra, los cuales Dios había destruido delante de ellos.
pero dieron los campos de la ciudad y sus aldeas a Caleb, hijo de Jefone.
Entonces Saúl dijo a su escudero: Saca tu espada y traspásame con ella, no sea que vengan estos incircuncisos y hagan burla de mí. Pero su escudero no quiso, porque tenía mucho miedo. Por lo cual Saúl tomó su espada y se echó sobre ella.
Y los habitantes de Jebús dijeron a David: No entrarás aquí. Pero David capturó la fortaleza de Sion, es decir, la ciudad de David.
Entonces los tres se abrieron paso por el campamento de los filisteos, y sacando agua del pozo de Belén que {estaba} junto a la puerta, {se la} llevaron y {la} trajeron a David; pero David no quiso beberla, sino que la derramó para el SEÑOR,
De los treinta en el segundo {grupo,} él fue el más distinguido y llegó a ser capitán de ellos; pero no igualó a los tres {primeros.}
También mató a un egipcio, un hombre grande de cinco codos de estatura; y en la mano del egipcio {había} una lanza como un rodillo de tejedor, pero {Benaía} descendió a él con un palo, y arrebatando la lanza de la mano del egipcio, lo mató con su propia lanza.
He aquí, fue el más distinguido entre los treinta, pero no igualó a los tres; y David lo puso sobre su guardia.
Y salió David a su encuentro, y les habló, diciendo: Si venís a mí en paz para ayudarme, mi corazón se unirá con vosotros; pero si {venís} para entregarme a mis enemigos, ya que no hay maldad en mis manos, que el Dios de nuestros padres {lo} vea y decida.
Algunos de Manasés se pasaron también a David, cuando éste iba con los filisteos a la batalla contra Saúl. Pero {éstos} no les ayudaron, porque los príncipes de los filisteos, después de tomar consejo, lo despidieron, diciendo: A costa de nuestras cabezas se pasará a su señor Saúl.
Pero cuando llegaron a la era de Quidón, Uza extendió su mano para sostener el arca, porque los bueyes casi {la} volcaron.
Sucedió que cuando David {ya} moraba en su casa, dijo David al profeta Natán: He aquí, yo habito en una casa de cedro, pero el arca del pacto del SEÑOR está debajo de una tienda.
David le tomó mil carros y siete mil hombres de a caballo y veinte mil soldados de a pie; David desjarretó todos los caballos de los carros, pero dejó {suficientes} de ellos para cien carros.
Y David dijo: Seré bondadoso con Hanún, hijo de Nahas, porque su padre fue bondadoso conmigo. Envió, pues, David mensajeros para consolarlo por {la muerte de} su padre. Pero cuando los siervos de David llegaron a la tierra de los amonitas a {ver a} Hanún para consolarlo,
Pero los arameos huyeron delante de Israel, y David mató de los arameos a siete mil {hombres} de los carros y cuarenta mil hombres de a pie, también dio muerte a Sofac, comandante del ejército.
Y aconteció que en la primavera, en el tiempo en que los reyes salen {a la guerra,} Joab sacó el ejército y devastó la tierra de los hijos de Amón, y fue y puso sitio a Rabá; pero David se quedó en Jerusalén. Y Joab hirió a Rabá y la destruyó.
Pero Joab dijo: Añada el SEÑOR a su pueblo cien veces más de lo que son. Mas, oh rey, señor mío, ¿no son todos ellos siervos de mi señor? ¿Por qué procura esto mi señor? ¿Por qué ha de ser él motivo de culpa para Israel?
Pero entre ellos no hizo un censo de Leví ni de Benjamín, porque la orden del rey era detestable para Joab.
Entonces dijo David a Dios: He pecado gravemente al hacer esto. Pero ahora te ruego que quites la iniquidad de tu siervo, porque he obrado muy neciamente.
Respondió David a Gad: Estoy muy angustiado. Te ruego que me dejes caer en manos del SEÑOR, porque muy grandes son sus misericordias; pero no caiga yo en manos de hombre.
Y envió Dios un ángel a Jerusalén para destruirla; pero cuando estaba a punto de destruir{la,} miró el SEÑOR y sintió pesar por la calamidad, y dijo al ángel destructor: Basta, detén ahora tu mano. Y el ángel del SEÑOR estaba junto a la era de Ornán jebuseo.
Y David dijo a Dios: ¿No soy yo el que ordenó enumerar al pueblo? Ciertamente yo soy el que ha pecado y obrado muy perversamente, pero estas ovejas, ¿qué han hecho? Oh SEÑOR, Dios mío, te ruego que tu mano sea contra mí y contra la casa de mi padre, pero no contra tu pueblo, para que no haya plaga entre ellos.
Pero el rey David dijo a Ornán: No, sino que ciertamente {lo} compraré por su justo precio; porque no tomaré para el SEÑOR lo que es tuyo, ni ofreceré un holocausto que no me cueste nada.
Pero David no pudo ir {allá,} delante de él, para consultar a Dios, porque estaba aterrado a causa de la espada del ángel del SEÑOR.
Pero vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: ``Tú has derramado sangre en abundancia, y has emprendido grandes guerras; no edificarás una casa a mi nombre, porque has derramado mucha sangre en la tierra delante de mí.
Jahat fue el primero y Zina el segundo; pero Jeús y Bería no tuvieron muchos hijos, por lo cual constituyeron una casa paterna, un grupo.
Y el hijo de Eliezer fue Rehabías el jefe; y Eliezer no tuvo más hijos, pero los hijos de Rehabías fueron muchos.
Pero Nadab y Abiú murieron antes que su padre y no tuvieron hijos. De modo que Eleazar e Itamar sirvieron como sacerdotes.
Pero David no enumeró a los de veinte años para abajo, porque el SEÑOR había dicho que El multiplicaría a Israel como las estrellas del cielo.
Joab, hijo de Sarvia, había comenzado a contar{los,} pero no acabó; y debido a esto, la ira cayó sobre Israel, y el número no fue incluido en el registro de las crónicas del rey David.
Pero Dios me dijo: ``No edificarás casa a mi nombre, porque eres hombre de guerra y has derramado mucha sangre."
En cuanto a ti, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele de todo corazón y con ánimo dispuesto; porque el SEÑOR escudriña todos los corazones, y entiende todo intento de los pensamientos. Si le buscas, El te dejará encontrarle; pero si le abandonas, El te rechazará para siempre.
Pero ¿quién soy yo y quién es mi pueblo para que podamos ofrecer tan generosamente todo esto? Porque de ti {proceden} todas las cosas, y de lo {recibido} de tu mano te damos.
Pero David había traído el arca de Dios de Quiriat-jearim al lugar que había preparado para ella, porque le había levantado una tienda en Jerusalén.
Pero ¿quién será capaz de edificarle una casa, cuando los cielos y los cielos de los cielos no pueden contenerle? ¿Quién soy yo para que le edifique una casa, aunque sólo sea para quemar {incienso} delante de El?
Hizo también diez pilas para lavar, y puso cinco a la derecha y cinco a la izquierda para lavar las cosas para el holocausto; pero el mar {era} para que los sacerdotes se lavaran en él.
Pero las barras eran tan largas que los extremos de las barras del arca se podían ver delante del santuario interior, mas no se podían ver {desde} afuera; y allí están hasta hoy.
Pero el SEÑOR dijo a mi padre David: ``Por cuanto tuviste en tu corazón edificar una casa a mi nombre, bien hiciste en desearlo en tu corazón.
Pero, ¿morará verdaderamente Dios con los hombres en la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener, cuánto menos esta casa que yo he edificado.
Pero si vosotros os apartáis y abandonáis mis estatutos y mis mandamientos que he puesto delante de vosotros, y vais y servís a otros dioses y los adoráis,
Pero yo no creía lo que me decían, hasta que he venido y mis ojos lo han visto. Y he aquí, no se me había contado ni la mitad de la grandeza de tu sabiduría. Tú superas todo lo que había oído.
Pero él abandonó el consejo que le habían dado los ancianos, y pidió consejo a los jóvenes que se habían criado con él y le servían.
Y los jóvenes que se habían criado con él le respondieron, diciendo: Así dirás al pueblo que te ha hablado, diciendo: ``Tu padre hizo pesado nuestro yugo, pero tú hazlo más ligero para nosotros." Así les dirás: ``Mi dedo meñique es más grueso que los lomos de mi padre.
``Por cuanto mi padre os cargó con un pesado yugo, yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con látigos, pero yo {os castigaré} con escorpiones."
y les habló conforme al consejo de los jóvenes, diciendo: Mi padre hizo pesado vuestro yugo, pero yo lo haré más {pesado;} mi padre os castigó con látigos, pero yo {os castigaré} con escorpiones.
Pero en cuanto a los hijos de Israel que habitaban en las ciudades de Judá, Roboam reinó sobre ellos.
Entonces el rey Roboam envió a Adoram, que {estaba} a cargo de los trabajos forzados, pero los hijos de Israel lo mataron a pedradas; y el rey Roboam se apresuró a subir a {su} carro para huir a Jerusalén.
Pero la palabra del SEÑOR vino a Semaías, hombre de Dios, diciendo:
Pero serán sus siervos para que aprendan {la diferencia entre} servirme a mí y servir a los reinos de los países.
Pero Jeroboam, hijo de Nabat, siervo de Salomón, hijo de David, se alzó y se rebeló contra su señor,
Y cada mañana y cada tarde queman holocaustos e incienso aromático al SEÑOR; y el pan está colocado sobre la mesa limpia, y el candelabro de oro con sus lámparas para ser encendidas cada tarde; porque nosotros guardamos la ordenanza del SEÑOR nuestro Dios, pero vosotros le habéis abandonado.
Pero Jeroboam había puesto una emboscada para llegar a ellos por detrás, de manera que {Israel} estaba frente a Judá, y la emboscada estaba detrás de éstos.
y salió al encuentro de Asa y le dijo: Oídme, Asa y todo Judá y Benjamín: el SEÑOR estará con vosotros mientras vosotros estéis con El. Y si le buscáis, se dejará encontrar por vosotros; pero si le abandonáis, os abandonará.
Pero en su angustia se volvieron al SEÑOR, Dios de Israel, y le buscaron, y El se dejó encontrar por ellos.
Pero los lugares altos no fueron quitados de Israel; sin embargo, el corazón de Asa fue intachable todos sus días.
En el año treinta y nueve de su reinado, Asa se enfermó de los pies. Su enfermedad era grave, pero aun en su enfermedad no buscó al SEÑOR, sino a los médicos.
Pero Josafat dijo: ¿No queda aún aquí {algún} profeta del SEÑOR para que le consultemos?
Y el rey de Israel dijo a Josafat: Todavía queda un hombre por medio de quien podemos consultar al SEÑOR, pero lo aborrezco, porque nunca profetiza lo bueno en cuanto a mí, sino siempre lo malo. Es Micaías, hijo de Imla. Pero Josafat dijo: No hable el rey así.
Pero Micaías dijo: Vive el SEÑOR, que lo que mi Dios {me} diga, eso hablaré.
Y el rey de Israel dijo a Josafat: Yo me disfrazaré para entrar en la batalla, pero tú ponte tus ropas {reales.} Y el rey de Israel se disfrazó y entraron en la batalla.
Pero el rey de Aram había ordenado a los capitanes de sus carros, diciendo: No peleéis contra chico ni contra grande, sino sólo contra el rey de Israel.
Y sucedió que cuando los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron: Este es el rey de Israel; y se desviaron para pelear contra él. Pero Josafat clamó, y el SEÑOR vino en su ayuda, y Dios los apartó de él,
Pero la batalla arreció aquel día, y el rey de Israel fue sostenido en el carro frente a los arameos hasta la tarde; y murió al ponerse el sol.
Oh Dios nuestro, ¿no los juzgarás? Porque no tenemos fuerza alguna delante de esta gran multitud que viene contra nosotros, y no sabemos qué hacer; pero nuestros ojos están vueltos hacia ti.
Su padre les había dado muchos presentes de plata, oro y cosas preciosas, y ciudades fortificadas en Judá, pero dio el reino a Joram porque era el primogénito.
Tenía treinta y dos años cuando comenzó a reinar, y reinó ocho años en Jerusalén; y murió sin que nadie lo lamentara, y lo sepultaron en la ciudad de David, pero no en los sepulcros de los reyes.
También buscó a Ocozías, y lo prendieron cuando estaba escondido en Samaria; lo llevaron a Jehú y lo mataron, pero le dieron sepultura, pues decían: Es hijo de Josafat, que buscó al SEÑOR con todo su corazón. Y no quedó nadie de la casa de Ocozías para retener el poder del reino.
Pero Josabet, hija del rey, tomó a Joás, hijo de Ocozías, y lo sacó furtivamente de entre los hijos del rey a quienes estaban dando muerte, y lo puso a él y a su nodriza en la alcoba. Así Josabet, hija del rey Joram, mujer del sacerdote Joiada (pues era hermana de Ocozías), lo escondió de Atalía para que no le diera muerte.
Pero que nadie entre en la casa del SEÑOR sino los sacerdotes y los levitas que ministran; éstos pueden entrar porque son santos. Y que todo el pueblo guarde el precepto del SEÑOR.
Pero el sacerdote Joiada sacó a los capitanes de centenas que estaban al mando del ejército, y les dijo: Sacadla de entre las filas; y al que la siga, matadlo a espada. Porque el sacerdote había dicho: No la matéis en la casa del SEÑOR.
Reunió, pues, a los sacerdotes y a los levitas, y les dijo: Salid a las ciudades de Judá, y recoged dinero de todo Israel para reparar anualmente la casa de vuestro Dios; y daos prisa en esto, pero los levitas no se apresuraron.
Pero después de la muerte de Joiada vinieron los oficiales de Judá y se inclinaron ante el rey, y el rey los escuchó.
Y cuando ellos se alejaron de él (dejándolo muy herido), sus mismos siervos conspiraron contra él a causa de la sangre del hijo del sacerdote Joiada, y lo mataron en su cama. Y murió, y lo sepultaron en la ciudad de David, pero no lo sepultaron en los sepulcros de los reyes.
Pero a sus hijos no les dio muerte, sino que {hizo} conforme a lo que está escrito en la ley en el libro de Moisés, tal como el SEÑOR ordenó, diciendo: No se dará muerte a los padres por los hijos, ni se dará muerte a los hijos por los padres, sino que a cada uno se le dará muerte por su propio pecado.
Pero un hombre de Dios vino a él, diciendo: Oh rey, no dejes que el ejército de Israel vaya contigo, porque el SEÑOR no está con Israel {ni con} ninguno de los hijos de Efraín.
Pero si tú vas, haz{lo,} esfuérzate para la batalla; {sin embargo} Dios te derribará delante del enemigo, porque Dios tiene poder para ayudar y para derribar.
Pero las tropas que Amasías había hecho volver para que no fueran con él a la batalla, saquearon las ciudades de Judá desde Samaria hasta Bet-horón, mataron a tres mil de ellos y tomaron mucho botín.
Y Joás, rey de Israel, envió {mensaje} a Amasías, rey de Judá, diciendo: El cardo que estaba en el Líbano, envió a decir al cedro que estaba en el Líbano, diciendo: ``Da tu hija por mujer a mi hijo." Pero pasó una fiera que estaba en el Líbano, y pisoteó el cardo.
Pero Amasías no quiso escuchar, porque esto {venía} de Dios, para entregarlos en mano {de Joás,} pues ellos habían buscado los dioses de Edom.
Y desde el día en que Amasías se apartó de seguir al SEÑOR, conspiraron contra él en Jerusalén, y él huyó a Laquis; pero lo persiguieron hasta Laquis y allí lo mataron.
Pero cuando llegó a ser fuerte, su corazón se hizo tan orgulloso que obró corruptamente, y fue infiel al SEÑOR su Dios, pues entró al templo del SEÑOR para quemar incienso sobre el altar del incienso.
Pero Uzías, con un incensario en su mano para quemar incienso, se llenó de ira; y mientras estaba airado contra los sacerdotes, la lepra le brotó en la frente, delante de los sacerdotes en la casa del SEÑOR, junto al altar del incienso.
E hizo lo recto ante los ojos del SEÑOR, conforme a todo lo que su padre Uzías había hecho; pero no entró en el templo del SEÑOR. Y el pueblo seguía corrompiéndose.
Acaz {tenía} veinte años cuando comenzó a reinar, y reinó dieciséis años en Jerusalén; pero no hizo lo recto ante los ojos del SEÑOR como su padre David {había hecho,}
Pero había allí un profeta del SEÑOR llamado Oded, y {éste} salió al encuentro del ejército que venía a Samaria, y les dijo: He aquí, porque el SEÑOR, Dios de vuestros padres, estaba airado con Judá, los ha entregado en vuestras manos, y los habéis matado con una furia {que} ha llegado hasta el cielo.
Pues Acaz había tomado una porción {del tesoro} de la casa del SEÑOR, del palacio del rey y de los príncipes, y {la} había dado al rey de Asiria; pero no le sirvió de nada.
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- 1.Gé 2:6-Gé 45:3
- 2.Gé 45:22-Levítico 1:9
- 3.Levítico 1:13-Números 11:26
- 4.Números 11:29-Deuteronomio 7:23
- 5.Deuteronomio 9:19-Jueces 6:31
- 6.Jueces 6:33-1 Samuel 11:2
- 7.1 Samuel 11:13-2 Samuel 7:2
- 8.2 Samuel 7:15-1 Reyes 12:17
- 9.1 Reyes 12:18-2 Reyes 18:36
- 10.2 Reyes 19:3-2 Crónicas 28:21
- 11.2 Crónicas 28:23-Job 23:10
- 12.Job 23:13-Salmos 119:69
- 13.Salmos 119:70-Proverbios 14:25
- 14.Proverbios 14:28-Eclesiastés 7:28
- 15.Eclesiastés 7:29-Isaías 65:18
- 16.Isaías 66:2-Jeremías 40:4
- 17.Jeremías 40:10-Ezequiel 41:9
- 18.Ezequiel 44:15-Amós 4:11
- 19.Amós 5:5-Mateo 11:9
- 20.Mateo 11:16-Mateo 24:22
- 21.Mateo 24:29-Marcos 13:7
- 22.Marcos 13:9-Lucas 10:2
- 23.Lucas 10:6-Lucas 24:24
- 24.Lucas 24:31-Juan 13:36
- 25.Juan 14:17-Hechos 14:2
- 26.Hechos 14:4-Romanos 8:9
- 27.Romanos 8:11-1 Corintios 14:1
- 28.1 Corintios 14:3-Efesios 4:26
- 29.Efesios 5:3-Hebreos 10:12
- 30.Hebreos 10:32-Apocalipsis 21:8