'Pero' en la Biblia
- 1.Gé 2:6-Gé 45:3
- 2.Gé 45:22-Levítico 1:9
- 3.Levítico 1:13-Números 11:26
- 4.Números 11:29-Deuteronomio 7:23
- 5.Deuteronomio 9:19-Jueces 6:31
- 6.Jueces 6:33-1 Samuel 11:2
- 7.1 Samuel 11:13-2 Samuel 7:2
- 8.2 Samuel 7:15-1 Reyes 12:17
- 9.1 Reyes 12:18-2 Reyes 18:36
- 10.2 Reyes 19:3-2 Crónicas 28:21
- 11.2 Crónicas 28:23-Job 23:10
- 12.Job 23:13-Salmos 119:69
- 13.Salmos 119:70-Proverbios 14:25
- 14.Proverbios 14:28-Eclesiastés 7:28
- 15.Eclesiastés 7:29-Isaías 65:18
- 16.Isaías 66:2-Jeremías 40:4
- 17.Jeremías 40:10-Ezequiel 41:9
- 18.Ezequiel 44:15-Amós 4:11
- 19.Amós 5:5-Mateo 11:9
- 20.Mateo 11:16-Mateo 24:22
- 21.Mateo 24:29-Marcos 13:7
- 22.Marcos 13:9-Lucas 10:2
- 23.Lucas 10:6-Lucas 24:24
- 24.Lucas 24:31-Juan 13:36
- 25.Juan 14:17-Hechos 14:2
- 26.Hechos 14:4-Romanos 8:9
- 27.Romanos 8:11-1 Corintios 14:1
- 28.1 Corintios 14:3-Efesios 4:26
- 29.Efesios 5:3-Hebreos 10:12
- 30.Hebreos 10:32-Apocalipsis 21:8
Pero la multitud de la ciudad estaba dividida, y unos estaban con los judíos y otros con los apóstoles.
Pero cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus ropas y se lanzaron en medio de la multitud, gritando
Pero vinieron {algunos} judíos de Antioquía y de Iconio, y habiendo persuadido a la multitud, apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, pensando que estaba muerto.
Pero mientras los discípulos lo rodeaban, él se levantó y entró en la ciudad. Y al día siguiente partió con Bernabé a Derbe.
Pero algunos de la secta de los fariseos que habían creído, se levantaron diciendo: Es necesario circuncidarlos y mandarles que guarden la ley de Moisés.
pero Pablo consideraba que no debían llevar consigo a quien los había desertado en Panfilia y no los había acompañado en la obra.
Llegó también a Derbe y a Listra. Y estaba allí cierto discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego,
y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo permitió.
Pero cuando sus amos vieron que se les había ido la esperanza de su ganancia, prendieron a Pablo y a Silas, y {los} arrastraron hasta la plaza, ante las autoridades;
Pero los judíos, llenos de envidia, llevaron algunos hombres malvados de la plaza pública, organizaron una turba y alborotaron la ciudad; y asaltando la casa de Jasón, procuraban sacarlos al pueblo.
Pero después de recibir una fianza de Jasón y de los otros, los soltaron.
Pero cuando los judíos de Tesalónica supieron que la palabra de Dios había sido proclamada por Pablo también en Berea, fueron también allá para agitar y alborotar a las multitudes.
Entonces los hermanos inmediatamente enviaron a Pablo para que fuera hasta el mar; pero Silas y Timoteo se quedaron allí.
Y cuando oyeron de la resurrección de los muertos, algunos se burlaban, pero otros dijeron: Te escucharemos otra vez acerca de esto.
Pero algunos se unieron a él y creyeron, entre los cuales estaban Dionisio el areopagita, una mujer llamada Dámaris y otros con ellos.
Pero cuando ellos se le opusieron y blasfemaron, él sacudió sus ropas y les dijo: Vuestra sangre {sea} sobre vuestras cabezas; yo soy limpio; desde ahora me iré a los gentiles.
Pero siendo Galión procónsul de Acaya, los judíos se levantaron a una contra Pablo y lo trajeron ante el tribunal,
Pero si son cuestiones de palabras y nombres, y de vuestra propia ley, allá vosotros; no estoy dispuesto a ser juez de estas cosas.
Entonces todos ellos le echaron mano a Sóstenes, el oficial de la sinagoga, y lo golpeaban frente al tribunal, pero Galión no hacía caso de nada de esto.
Y comenzó a hablar con denuedo en la sinagoga. Pero cuando Priscila y Aquila lo oyeron, lo llevaron aparte y le explicaron con mayor exactitud el camino de Dios.
Pero cuando algunos se endurecieron y se volvieron desobedientes hablando mal del Camino ante la multitud, {Pablo} se apartó de ellos llevándose a los discípulos, y discutía diariamente en la escuela de Tirano.
Pero también algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, trataron de invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os ordeno por Jesús, a quien Pablo predica.
Pero el espíritu malo respondió, y les dijo: A Jesús conozco, y sé quién es Pablo, pero vosotros, ¿quiénes sois?
Pero si demandáis algo más que esto, se decidirá en asamblea legítima.
Pero éstos se habían adelantado y nos esperaban en Troas.
Pero Pablo bajó y se tendió sobre él, y después de abrazarlo, dijo: No os alarméis, porque está vivo.
Pero en ninguna manera estimo mi vida como valiosa para mí mismo, a fin de poder terminar mi carrera y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio solemnemente del evangelio de la gracia de Dios.
Pero en cuanto a los gentiles que han creído, nosotros {les} hemos escrito, habiendo decidido que deben abstenerse de lo sacrificado a los ídolos, de sangre, de lo estrangulado y de fornicación.
Pero entre la muchedumbre unos gritaban una cosa {y} otros otra, y como él no pudo averiguar con certeza {los hechos,} debido al tumulto, ordenó que lo llevaran al cuartel.
Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero criado en esta ciudad, educado bajo Gamaliel en estricta conformidad a la ley de nuestros padres, siendo {tan} celoso de Dios como todos vosotros lo sois hoy.
Y los que estaban conmigo vieron la luz, ciertamente, pero no comprendieron la voz del que me hablaba.
Pero como yo no veía por causa del resplandor de aquella luz, los que estaban conmigo me llevaron de la mano y entré a Damasco.
Pero El me dijo: ``Ve, porque te voy a enviar lejos, a los gentiles."
Y el comandante respondió: Yo adquirí esta ciudadanía por una gran cantidad de dinero. Y Pablo dijo: Pero yo soy {ciudadano} de nacimiento.
Se produjo entonces un gran alboroto; y levantándose algunos de los escribas del grupo de los fariseos, discutían acaloradamente, diciendo: No encontramos nada malo en este hombre; pero ¿y si un espíritu o un ángel le ha hablado?
Pero el hijo de la hermana de Pablo se enteró de la emboscada, y fue y entró al cuartel, y dio aviso a Pablo.
Pero no les prestes atención, porque más de cuarenta hombres de ellos, que se han comprometido bajo juramento a no comer ni beber hasta que lo hayan matado, esperan emboscados; ya están listos esperando promesa de parte tuya.
y hallé que lo acusaban sobre cuestiones de su ley, pero no de ningún cargo que mereciera muerte o prisión.
Pero para no importunarte más, te suplico que, con tu {habitual} bondad, nos concedas una breve audiencia.
Pero interviniendo el comandante Lisias, con gran violencia lo quitó de nuestras manos,
Pero esto admito ante ti, que según el Camino que ellos llaman secta, yo sirvo al Dios de nuestros padres, creyendo todo lo que es conforme a la ley y que está escrito en los profetas;
haciendo lo cual me encontraron en el templo, después de haberme purificado, no con multitud ni con alboroto. Pero {estaban allí} ciertos judíos de Asia,
Y dio órdenes al centurión de que guardara a Pablo bajo custodia, pero con {alguna medida} de libertad, y que no impidiera a ninguno de sus amigos que lo sirvieran.
Pero pocos días más tarde, llegó Félix con Drusila su mujer, que era judía, y mandó traer a Pablo y lo oyó {hablar} acerca de la fe en Cristo Jesús.
Y al disertar Pablo sobre la justicia, el dominio propio y el juicio venidero, Félix, atemorizado dijo: Vete por ahora, pero cuando tenga tiempo te mandaré llamar.
Pero transcurridos dos años, Porcio Festo llegó como sucesor de Félix, y deseando hacer un favor a los judíos, Félix dejó preso a Pablo.
Pero Festo respondió que Pablo estaba bajo custodia en Cesarea, y que en breve él mismo partiría {para allá.}
Pero Festo, queriendo hacer un favor a los judíos, respondió a Pablo, y dijo: ¿Estás dispuesto a subir a Jerusalén y a ser juzgado delante de mí por estas {acusaciones}?
Si soy, pues, un malhechor y he hecho algo digno de muerte, no rehúso morir; pero si ninguna de esas cosas de que éstos me acusan es {verdad,} nadie puede entregarme a ellos. Apelo al César.
Y levantándose los acusadores, presentaban acusaciones contra él, {pero} no de la clase de crímenes que yo suponía,
Pero estando yo perplejo cómo investigar estas cuestiones, le pregunté si estaba dispuesto a ir a Jerusalén y ser juzgado de estas cosas allá.
Pero como Pablo apeló que se lo tuviera bajo custodia para que el emperador {diera} el fallo, ordené que continuase bajo custodia hasta que yo lo enviara al César.
Pero yo encontré que no había hecho nada digno de muerte; y como él mismo apeló al emperador, he decidido enviarlo.
Pero no tengo nada definido sobre él para escribirle a mi señor. Por eso lo he traído ante vosotros, y especialmente ante ti, rey Agripa, para que después de que se le interrogue, yo tenga algo que escribir.
``Pero levántate y ponte en pie; porque te he aparecido con el fin de designarte como ministro y testigo, no sólo de las cosas que has visto, sino también de aquellas en que me apareceré a ti;
Pero el centurión se persuadió más {por lo dicho} por el piloto y el capitán del barco, que por lo que Pablo decía.
Pero no mucho después, desde tierra comenzó a soplar un viento huracanado que se llama Euroclidón,
Pero ahora os exhorto a tener buen ánimo, porque no habrá pérdida de vida entre vosotros, sino {sólo} del barco.
Cuando se hizo de día, no reconocían la tierra, pero podían distinguir una bahía que tenía playa, y decidieron lanzar la nave hacia ella, si les era posible.
Pero chocando contra un escollo donde se encuentran dos corrientes, encallaron la nave; la proa se clavó y quedó inmóvil, pero la popa se rompía por la fuerza {de las olas.}
pero el centurión, queriendo salvar a Pablo, impidió su propósito, y ordenó que los que pudieran nadar se arrojaran primero por la borda y llegaran a tierra,
Pero cuando Pablo recogió una brazada de leña y la echó al fuego, una víbora salió huyendo del calor y se le prendió en la mano.
Y ellos esperaban que comenzara a hincharse, o que súbitamente cayera muerto. Pero después de esperar por largo rato, y de no observar nada anormal en él, cambiaron de parecer y decían que era un dios.
Cuando entramos en Roma, el centurión entregó los presos al prefecto militar, pero a Pablo se le permitió vivir aparte, con el soldado que lo custodiaba.
Pero cuando los judíos se opusieron, me vi obligado a apelar al César, {pero} no porque tuviera acusación alguna contra mi pueblo.
Pero deseamos oír de ti lo que enseñas, porque lo que sabemos de esta secta es que en todas partes se habla contra ella.
Algunos eran persuadidos con lo que se decía, pero otros no creían.
pero a los que son ambiciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia: ira e indignación.
pero gloria y honor y paz para todo el que hace lo bueno, al judío primeramente, y también al griego.
Pero si tú, que llevas el nombre de judío y te apoyas en la ley; que te glorías en Dios,
Pues ciertamente la circuncisión es de valor si tú practicas la ley, pero si eres transgresor de la ley, tu circuncisión se ha vuelto incircuncisión.
Pero si por mi mentira la verdad de Dios abundó para su gloria, ¿por qué también soy yo aún juzgado como pecador?
Pero ahora, aparte de la ley, la justicia de Dios ha sido manifestada, atestiguada por la ley y los profetas;
Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué jactarse, pero no para con Dios.
mas al que no trabaja, pero cree en aquel que justifica al impío, su fe se le cuenta por justicia.
porque la ley produce ira, pero donde no hay ley, tampoco hay transgresión.
Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
pues antes de la ley había pecado en el mundo, pero el pecado no se imputa cuando no hay ley.
Pero no sucede con la dádiva como con la transgresión. Porque si por la transgresión de uno murieron los muchos, mucho más, la gracia de Dios y el don por la gracia de un hombre, Jesucristo, abundaron para los muchos.
Tampoco sucede con el don como con {lo que vino} por medio de aquel que pecó; porque ciertamente el juicio {surgió a causa} de una {transgresión,} resultando en condenación; pero la dádiva {surgió a causa} de muchas transgresiones resultando en justificación.
Y la ley se introdujo para que abundara la transgresión, pero donde el pecado abundó, sobreabundó la gracia,
Porque en cuanto El murió, murió al pecado de una vez para siempre; pero en cuanto vive, vive para Dios.
Así también vosotros, consideraos muertos para el pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús.
Pero gracias a Dios, que {aunque} erais esclavos del pecado, os hicisteis obedientes de corazón a aquella forma de enseñanza a la que fuisteis entregados;
Pero ahora, habiendo sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como resultado la vida eterna.
Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Pues la mujer casada está ligada por la ley a su marido mientras él vive; pero si su marido muere, queda libre de la ley en cuanto al marido.
Así que, mientras vive su marido, será llamada adúltera si ella se une a otro hombre; pero si su marido muere, está libre de la ley, de modo que no es adúltera aunque se una a otro hombre.
Pero ahora hemos quedado libres de la ley, habiendo muerto a lo que nos ataba, de modo que sirvamos en la novedad del Espíritu y no en el arcaísmo de la letra.
Pero el pecado, aprovechándose del mandamiento, produjo en mí toda clase de codicia; porque aparte de la ley el pecado {está} muerto.
Y en un tiempo yo vivía sin la ley, pero al venir el mandamiento, el pecado revivió, y yo morí;
Porque sabemos que la ley es espiritual, pero yo soy carnal, vendido a la esclavitud del pecado.
Porque yo sé que en mí, es decir, en mi carne, no habita nada bueno; porque el querer está presente en mí, pero el hacer el bien, no.
pero veo otra ley en los miembros de mi cuerpo que hace guerra contra la ley de mi mente, y me hace prisionero de la ley del pecado que está en mis miembros.
Gracias a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que yo mismo, por un lado, con la mente sirvo a la ley de Dios, pero por el otro, con la carne, a la ley del pecado.
Porque los que viven conforme a la carne, ponen la mente en las cosas de la carne, pero los que {viven} conforme al Espíritu, en las cosas del Espíritu.
Porque la mente puesta en la carne es muerte, pero la mente puesta en el Espíritu es vida y paz;
Sin embargo, vosotros no estáis en la carne sino en el Espíritu, si en verdad el Espíritu de Dios habita en vosotros. Pero si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de El.
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