'Pero' en la Biblia
- 1.Gé 2:6-Gé 45:3
- 2.Gé 45:22-Levítico 1:9
- 3.Levítico 1:13-Números 11:26
- 4.Números 11:29-Deuteronomio 7:23
- 5.Deuteronomio 9:19-Jueces 6:31
- 6.Jueces 6:33-1 Samuel 11:2
- 7.1 Samuel 11:13-2 Samuel 7:2
- 8.2 Samuel 7:15-1 Reyes 12:17
- 9.1 Reyes 12:18-2 Reyes 18:36
- 10.2 Reyes 19:3-2 Crónicas 28:21
- 11.2 Crónicas 28:23-Job 23:10
- 12.Job 23:13-Salmos 119:69
- 13.Salmos 119:70-Proverbios 14:25
- 14.Proverbios 14:28-Eclesiastés 7:28
- 15.Eclesiastés 7:29-Isaías 65:18
- 16.Isaías 66:2-Jeremías 40:4
- 17.Jeremías 40:10-Ezequiel 41:9
- 18.Ezequiel 44:15-Amós 4:11
- 19.Amós 5:5-Mateo 11:9
- 20.Mateo 11:16-Mateo 24:22
- 21.Mateo 24:29-Marcos 13:7
- 22.Marcos 13:9-Lucas 10:2
- 23.Lucas 10:6-Lucas 24:24
- 24.Lucas 24:31-Juan 13:36
- 25.Juan 14:17-Hechos 14:2
- 26.Hechos 14:4-Romanos 8:9
- 27.Romanos 8:11-1 Corintios 14:1
- 28.1 Corintios 14:3-Efesios 4:26
- 29.Efesios 5:3-Hebreos 10:12
- 30.Hebreos 10:32-Apocalipsis 21:8
Pero estad alerta; porque os entregarán a los tribunales y seréis azotados en las sinagogas, y compareceréis delante de gobernadores y reyes por mi causa, para testimonio a ellos.
Pero primero el evangelio debe ser predicado a todas las naciones.
Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre, pero el que persevere hasta el fin, ése será salvo.
Pero, ¡ay de las que estén encinta y de las que estén criando en aquellos días!
Y si el Señor no hubiera acortado aquellos días, nadie se salvaría; pero por causa de los escogidos que El eligió, acortó los días.
Pero en aquellos días, después de esa tribulación, EL SOL SE OSCURECERA Y LA LUNA NO DARA SU LUZ,
Pero de aquel día o de {aquella} hora nadie sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino {sólo} el Padre.
Pero algunos estaban indignados {y se decían} unos a otros: ¿Para qué se ha hecho este desperdicio de perfume?
Pero Jesús dijo: Dejadla; ¿por qué la molestáis? Buena obra ha hecho conmigo.
Porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros; y cuando queráis les podréis hacer bien; pero a mí no siempre me tendréis.
Porque el Hijo del Hombre se va tal y como está escrito de El; pero ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Mejor {le fuera} a ese hombre no haber nacido.
Pero después de que yo haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea.
Pero {Pedro} con insistencia repetía: Aunque tenga que morir contigo, no te negaré. Y todos decían también lo mismo.
Y decía: ¿Abba, Padre! Para ti todas las cosas son posibles; aparta de mí esta copa, pero no sea lo que yo quiero, sino lo que tú {quieras}.
Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.
Pero uno de los que estaban allí, sacando la espada, hirió al siervo del sumo sacerdote y le cortó la oreja.
Cada día estaba con vosotros en el templo enseñando, y no me prendisteis; pero {esto ha sucedido} para que se cumplan las Escrituras.
pero él, dejando la sábana, escapó desnudo.
Y los principales sacerdotes y todo el concilio, procuraban obtener testimonio contra Jesús para darle muerte, pero no lo hallaban.
Porque muchos daban falso testimonio contra El, pero sus testimonios no coincidían.
Pero él {lo} negó, diciendo: Ni sé, ni entiendo de qué hablas. Y salió al portal, y un gallo cantó.
Pero él lo negó otra vez. Y poco después los que estaban allí volvieron a decirle a Pedro: Seguro que tú eres {uno} de ellos, pues también eres galileo.
Pero él comenzó a maldecir y a jurar: ¡Yo no conozco a este hombre de quien habláis!
Pero Jesús no respondió nada más; de modo que Pilato estaba asombrado.
Pero los principales sacerdotes incitaron a la multitud para {que le pidiera} que en vez {de Jesús} les soltara a Barrabás.
Y trataron de darle vino mezclado con mirra, pero El no lo tomó.
Pero él les dijo*: No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el crucificado. Ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar donde le pusieron.
Pero id, decid a sus discípulos y a Pedro: ``El va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis, tal como os dijo."
Y éstos fueron y se lo comunicaron a los demás, pero a ellos tampoco les creyeron.
El que crea y sea bautizado será salvo; pero el que no crea será condenado.
Pero aconteció que mientras Zacarías ejercía su ministerio sacerdotal delante de Dios según el orden {indicado} a su grupo,
Pero el ángel le dijo: No temas, Zacarías, porque tu petición ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y lo llamarás Juan.
Pero cuando salió, no podía hablarles, y se dieron cuenta de que había visto una visión en el templo; y él les hablaba por señas, y permanecía mudo.
Pero ella se turbó mucho por estas palabras, y se preguntaba qué clase de saludo sería éste.
Pero la madre respondió, y dijo: No, sino que se llamará Juan.
Pero María atesoraba todas estas cosas, reflexionando sobre ellas en su corazón.
Pero ellos no entendieron las palabras que El les había dicho.
Juan respondió, diciendo a todos: Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más poderoso que yo; a quien no soy digno de desatar la correa de sus sandalias; El os bautizará con el Espíritu Santo y fuego.
El bieldo está en su mano para limpiar completamente su era y recoger el trigo en su granero; pero quemará la paja en fuego inextinguible.
Pero Herodes el tetrarca, siendo reprendido por él por causa de Herodías, mujer de su hermano, y por todas las maldades que Herodes había hecho,
Pero en verdad os digo: muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses {y} cuando hubo gran hambre sobre toda la tierra;
Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue limpiado, sino Naamán el sirio.
Pero El, pasando por en medio de ellos, se fue.
También de muchos salían demonios, gritando y diciendo: ¡Tú eres el Hijo de Dios! Pero, reprendiéndolos, no les permitía hablar, porque sabían que El era el Cristo.
Pero El les dijo: También a las otras ciudades debo anunciar las buenas nuevas del reino de Dios, porque para esto yo he sido enviado.
vio dos barcas que estaban a la orilla del lago, pero los pescadores habían bajado de ellas y lavaban las redes.
Respondiendo Simón, dijo: Maestro, hemos estado trabajando toda la noche y no hemos pescado nada, pero porque tú lo pides, echaré las redes.
Y El le mandó que no se lo dijera a nadie. Pero anda --{le dijo}--, muéstrate al sacerdote y da una ofrenda por tu purificación según lo ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio.
Pero {con frecuencia} El se retiraba a lugares solitarios y oraba.
Y ellos le dijeron: Los discípulos de Juan ayunan con frecuencia y hacen oraciones; los de los fariseos también hacen lo mismo, pero los tuyos comen y beben.
Pero vendrán días cuando el novio les será quitado, entonces ayunarán en aquellos días.
Pero algunos de los fariseos dijeron: ¿Por qué hacéis lo que no es lícito en el día de reposo?
Pero El sabía lo que ellos estaban pensando, y dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ven acá. Y él, levantándose, se le acercó.
Pero ellos se llenaron de ira, y discutían entre sí qué podrían hacerle a Jesús.
Pero ¡ay de vosotros los ricos!, porque ya estáis recibiendo todo vuestro consuelo.
Pero a vosotros los que oís, os digo: amad a vuestros enemigos; haced bien a los que os aborrecen;
es semejante a un hombre que al edificar una casa, cavó hondo y echó cimiento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el torrente dio con fuerza contra aquella casa, pero no pudo moverla porque había sido bien construida.
Pero el que ha oído y no ha hecho {nada,} es semejante a un hombre que edificó una casa sobre tierra, sin {echar} cimiento; y el torrente dio con fuerza contra ella y al instante se desplomó, y fue grande la ruina de aquella casa.
Jesús iba con ellos, pero cuando ya no estaba lejos de la casa, el centurión envió a unos amigos, diciéndole: Señor, no te molestes más, porque no soy digno de que entres bajo mi techo;
Pero, ¿qué salisteis a ver? ¿Un profeta? Sí, os digo, y uno que es más que un profeta.
Pero los fariseos y los intérpretes de la ley rechazaron los propósitos de Dios para con ellos, al no ser bautizados por Juan.
Pero la sabiduría es justificada por todos sus hijos.
Pero al ver {esto} el fariseo que le había invitado, dijo para sí: Si éste fuera un profeta, sabría quién y qué clase de mujer es la que le está tocando, que es una pecadora.
Y volviéndose hacia la mujer, le dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Yo entré a tu casa {y} no me diste agua para los pies, pero ella ha regado mis pies con sus lágrimas y {los} ha secado con sus cabellos.
No me diste beso, pero ella, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies.
No ungiste mi cabeza con aceite, pero ella ungió mis pies con perfume.
Por lo cual te digo que sus pecados, que son muchos, han sido perdonados, porque amó mucho; pero a quien poco se le perdona, poco ama.
Pero {Jesús} dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, vete en paz.
y El dijo: A vosotros se os ha concedido conocer los misterios del reino de Dios, pero a los demás {les hablo} en parábolas, para que VIENDO, NO VEAN; Y OYENDO, NO ENTIENDAN.
Y aquéllos a lo largo del camino son los que han oído, {pero} después viene el diablo y arrebata la palabra de sus corazones, para que no crean y se salven.
Y aquéllos sobre la roca son los que, cuando oyen, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíz {profunda;} creen por algún tiempo, y en el momento de la tentación sucumben.
Pero la {semilla} en la tierra buena, éstos son los que han oído la palabra con corazón recto y bueno, y la retienen, y dan fruto con {su} perseverancia.
Entonces su madre y sus hermanos llegaron a {donde} El {estaba,} pero no podían acercarse a El debido al gentío.
Pero respondiendo El, les dijo: Mi madre y mis hermanos son estos que oyen la palabra de Dios y {la} hacen.
Pero mientras ellos navegaban, El se durmió; y una violenta tempestad descendió sobre el lago, y comenzaron a anegarse y corrían peligro.
Y El les dijo: ¿Dónde está vuestra fe? Pero ellos estaban atemorizados y asombrados, diciéndose unos a otros: ¿Quién, pues, es éste que aun a los vientos y al agua manda y le obedecen?
Pero el hombre de quien habían salido los demonios le rogaba que le permitiera acompañarle; mas El lo despidió, diciendo:
porque tenía una hija única, como de doce años, que estaba al borde de la muerte. Pero mientras El iba, la muchedumbre le apretaba.
Pero Jesús dijo: Alguien me tocó, porque me di cuenta que de mí había salido poder.
Pero cuando Jesús {lo} oyó, le respondió: No temas; cree solamente, y ella será sanada.
Todos la lloraban y se lamentaban; pero El dijo: No lloréis, porque no ha muerto, sino que duerme.
Pero El, tomándola de la mano, clamó, diciendo: ¿Niña, levántate!
Y sus padres estaban asombrados; pero El les encargó que no dijeran a nadie lo que había sucedido.
Pero cuando la gente se dio cuenta de esto, le siguió; y {Jesús,} recibiéndolos, les hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que tenían necesidad de ser curados.
Pero El les dijo: Dadles vosotros de comer. Y ellos dijeron: No tenemos más que cinco panes y dos peces, a no ser que vayamos y compremos alimentos para toda esta gente.
Pero El, advirtiéndoles severamente, {les} mandó que no dijeran esto a nadie,
Porque el que quiera salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por causa de mí, ése la salvará.
Pero en verdad os digo que hay algunos de los que están aquí, que no probarán la muerte hasta que vean el reino de Dios.
Pedro y sus compañeros habían sido vencidos por el sueño, pero cuando estuvieron bien despiertos, vieron la gloria de Jesús y a los dos varones que estaban con El.
Cuando éste se acercaba, el demonio lo derribó y lo hizo caer con convulsiones. Pero Jesús reprendió al espíritu inmundo, y sanó al muchacho y se lo devolvió a su padre.
Pero ellos no entendían estas palabras, y les estaban veladas para que no las comprendieran; y temían preguntarle acerca de ellas.
Pero Jesús le dijo: No {se lo} impidáis; porque el que no está contra vosotros, está con vosotros.
Pero no le recibieron, porque sabían que había determinado ir a Jerusalén.
Pero El, volviéndose, los reprendió, y dijo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois,
Y Jesús le dijo: Las zorras tienen madrigueras y las aves del cielo nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza.
A otro dijo: Sígueme. Pero él dijo: Señor, permíteme que vaya primero a enterrar a mi padre.
Mas El le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; pero tú, ve y anuncia por todas partes el reino de Dios.
También otro dijo: Te seguiré, Señor; pero primero permíteme despedirme de los de mi casa.
Pero Jesús le dijo: Nadie, que después de poner la mano en el arado mira atrás, es apto para el reino de Dios.
Y les decía: La mies es mucha, pero los obreros pocos; rogad, por tanto, al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.
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- 5.Deuteronomio 9:19-Jueces 6:31
- 6.Jueces 6:33-1 Samuel 11:2
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- 12.Job 23:13-Salmos 119:69
- 13.Salmos 119:70-Proverbios 14:25
- 14.Proverbios 14:28-Eclesiastés 7:28
- 15.Eclesiastés 7:29-Isaías 65:18
- 16.Isaías 66:2-Jeremías 40:4
- 17.Jeremías 40:10-Ezequiel 41:9
- 18.Ezequiel 44:15-Amós 4:11
- 19.Amós 5:5-Mateo 11:9
- 20.Mateo 11:16-Mateo 24:22
- 21.Mateo 24:29-Marcos 13:7
- 22.Marcos 13:9-Lucas 10:2
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- 24.Lucas 24:31-Juan 13:36
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- 26.Hechos 14:4-Romanos 8:9
- 27.Romanos 8:11-1 Corintios 14:1
- 28.1 Corintios 14:3-Efesios 4:26
- 29.Efesios 5:3-Hebreos 10:12
- 30.Hebreos 10:32-Apocalipsis 21:8