'Que' en la Biblia
A los santos y hermanos fieles en Cristo que están en Colosas: Gracia y paz á vosotros de Dios Padre nuestro, y del Señor Jesucristo.
Habiendo oído vuestra fe en Cristo Jesús, y el amor que tenéis á todos los santos,
A causa de la esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual habéis oído ya por la palabra verdadera del evangelio:
El cual ha llegado hasta vosotros, como por todo el mundo; y fructifica y crece, como también en vosotros, desde el día que oísteis y conocisteis la gracia de Dios en verdad,
Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad, en toda sabiduría y espiritual inteligencia;
Para que andéis como es digno del Señor, agradándo le en todo, fructificando en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios:
Dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la suerte de los santos en luz:
Que nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo;
Porque por él fueron criadas todas las cosas que están en los cielos, y que están en la tierra, visibles é invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fué criado por él y para él.
Y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia; él que es el principio, el primogénito de los muertos, para que en todo tenga el primado.
Por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud,
Y por él reconciliar todas las cosas á sí, pacificando por la sangre de su cruz, así lo que está en la tierra como lo que está en los cielos.
A vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos de ánimo en malas obras, ahora empero os ha reconciliado
Si empero permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído; el cual es predicado á toda criatura que está debajo del cielo; del cual yo Pablo soy hecho ministro.
Que ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia;
De la cual soy hecho ministro, según la dispensación de Dios que me fué dada en orden á vosotros, para que cumpla la palabra de Dios;
A saber, el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, mas ahora ha sido manifestado á sus santos:
A los cuales quiso Dios hacer notorias las riquezas de la gloria de este misterio entre los Gentiles; que es Cristo en vosotros la esperanza de gloria:
El cual nosotros anunciamos, amonestando á todo hombre, y enseñando en toda sabiduría, para que presentemos á todo hombre perfecto en Cristo Jesús:
PORQUE quiero que sepáis cuán gran solicitud tengo por vosotros, y por los que están en Laodicea, y por todos los que nunca vieron mi rostro en carne;
Para que sean confortados sus corazones, unidos en amor, y en todas riquezas de cumplido entendimiento para conocer el misterio de Dios, y del Padre, y de Cristo;
Y esto digo, para que nadie os engañe con palabras persuasivas.
Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él:
Mirad que ninguno os engañe por filosofías y vanas sustilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme á los elementos del mundo, y no según Cristo:
Sepultados juntamente con él en la bautismo, en el cual también resucitasteis con él, por la fe de la operación de Dios que le levantó de los muertos.
Rayendo la cédula de los ritos que nos era contraria, que era contra nosotros, quitándola de en medio y enclavándola en la cruz;
Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto á los ángeles, metiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado en el sentido de su propia carne,
Pues si sois muertos con Cristo cuanto á los rudimentos del mundo, ¿por qué como si vivieseis al mundo, os sometéis á ordenanzas,
Amortiguad, pues, vuestros miembros que están sobre la tierra: fornicación, inmundicia, molicie, mala concupiscencia, y avaricia, que es idolatría:
Y revestídoos del nuevo, el cual por el conocimiento es renovado conforme á la imagen del que lo crió;
Sufriéndoos los unos á los otros, y perdonándoos los unos á los otros si alguno tuviere queja del otro: de la manera que Crito os perdonó, así también hacedlo vosotros.
Y todo lo que hacéis, sea de palabra, ó de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias á Dios Padre por él.
Siervos, obedeced en todo á vuestros amos carnales, no sirviendo al ojo, como los que agradan á los hombres, sino con sencillez de corazón, temiendo á Dios:
Y todo lo que hagáis, hacedlo de ánimo, como al Señor, y no á los hombres;
Sabiendo que del Señor recibiréis la compensación de la herencia: porque al Señor Cristo servís.
Mas el que hace injuria, recibirá la injuria que hiciere; que no hay acepción de personas.
AMOS, haced lo que es justo y derecho con vuestros siervos, sabiendo que también vosotros tenéis amo en los cielos.
Orando también juntamente por nosotros, que el Señor nos abra la puerta de la palabra, para hablar el misterio de Cristo, por el cual aun estoy preso,
Para que lo manifieste como me conviene hablar.
Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal; para que sepáis cómo os conviene responder á cada uno.
El cual os he enviado á esto mismo, para que entienda vuestros negocios, y consuele vuestros corazones;
Con Onésimo, amado y fiel hermano, el cual es de vosotros. Todo lo que acá pasa, os harán saber.
Y Jesús, el que se llama Justo; los cuales son de la circuncisión: éstos solos son los que me ayudan en el reino de Dios, y me han sido consuelo.
Os saluda Epafras, el cual es de vosotros, siervo de Cristo, siempre solícito por vosotros en oraciones, para que estéis firmes, perfectos y cumplidos en todo lo que Dios quiere.
Porque le doy testimonio, que tiene gran celo por vosotros, y por los que están en Laodicea, y los que en Hierápolis.
Saludad á los hermanos que están en Laodicea, y á Nimfas, y á la iglesia que está en su casa.
Y cuando esta carta fuere leída entre vosotros, haced que también sea leída en la iglesia de los Laodicenses; y la de Laodicea que la leáis también vosotros.
Y decid á Archîpo: Mira que cumplas el ministerio que has recibido del Señor.
Resultados de Búsqueda por Versiones
- J2000 (49)
- LBDA (52)
- NBLH (53)
- RV (51)
- SEV (49)
- RV1909 (48)
Resultados de Búsqueda por Libro
- Génesis (681)
- Éxodo (462)
- Levítico (377)
- Números (426)
- Deuteronomio (559)
- Josué (290)
- Jueces (318)
- Rut (54)
- 1 Samuel (460)
- 2 Samuel (365)
- 1 Reyes (410)
- 2 Reyes (384)
- 1 Crónicas (212)
- 2 Crónicas (374)
- Esdras (103)
- Nehemías (139)
- Ester (104)
- Job (358)
- Salmos (670)
- Proverbios (301)
- Eclesiastés (140)
- Cantares (49)
- Isaías (568)
- Jeremías (722)
- Lamentaciones (50)
- Ezequiel (526)
- Daniel (181)
- Oseas (46)
- Joel (19)
- Amós (52)
- Abdías (9)
- Jonás (23)
- Miqueas (41)
- Nahúm (18)
- Habacuc (23)
- Sofonías (18)
- Hageo (12)
- Zacarías (99)
- Malaquías (33)
- Mateo (543)
- Marcos (365)
- Lucas (650)
- Juan (520)
- Hechos (575)
- Romanos (270)
- 1 Corintios (240)
- 2 Corintios (153)
- Gálatas (90)
- Efesios (77)
- Filipenses (65)
- Colosenses (48)
- 1 Tesalonicenses (53)
- 2 Tesalonicenses (32)
- 1 Timoteo (64)
- 2 Timoteo (47)
- Tito (31)
- Filemón (13)
- Hebreos (177)
- Santiago (56)
- 1 Pedro (64)
- 2 Pedro (34)
- 1 Juan (88)
- 2 Juan (10)
- 3 Juan (9)
- Judas (15)
- Apocalipsis (258)