'Sus' en la Biblia
Rompamos sus coyundas, y echemos de nosotros sus cuerdas.
Porque no hay en su boca rectitud; sus entrañas son pravedades; sepulcro abierto es su garganta, con su lengua lisonjearán.
Desbaratados, oh Dios; caigan por sus propios consejos; por la multitud de sus rebeliones échalos, porque se rebelaron contra ti.
Asimismo ha aparejado para él armas de muerte; ha labrado sus saetas para los que persiguen.
Le hiciste señorear de las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies:
Cantad al SEÑOR, el que habita en Sion. Noticiad en los pueblos sus obras.
El SEÑOR fue conocido en el juicio que hizo; en la obra de sus manos fue enlazado el malo. (Meditación para siempre. Selah.)
El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios . No está Dios en todos sus pensamientos.
Sus caminos atormentan en todo tiempo; tus juicios son altura delante de él; echa bocanadas en orden a todos sus enemigos.
Está en las guaridas de las aldeas; en los escondrijos mata al inocente; sus ojos están acechando al pobre.
Se encoge, se agacha, y caen en sus fuerzas muchos desdichados.
Porque he aquí, los malos entesaron el arco, apercibieron sus saetas sobre la cuerda para asaetear en oculto a los rectos de corazón.
El SEÑOR está en el templo de su santidad; la silla del SEÑOR está en el cielo; sus ojos ven, sus párpados prueban a los hijos de los hombres.
Multiplicarán sus dolores los que se apresuraren tras otro dios ; no ofreceré yo sus libaciones de sangre, ni en mis labios tomaré sus nombres.
Nuestros pasos nos han cercado ahora; puestos tienen sus ojos para echarnos por tierra.
de los hombres con tu mano, oh SEÑOR, de los hombres de mundo, cuya parte es en esta vida, y cuyo vientre está lleno de tu despensa: sacian a sus hijos, y dejan el resto a su familia.
Al Vencedor: Salmo del siervo del SEÑOR, de David, el cual habló al SEÑOR las palabras de este cántico el día que le libró el SEÑOR de mano de todos sus enemigos, y de mano de Saúl. Entonces dijo: Te amaré, oh SEÑOR, fortaleza mía.
En mi angustia llamé al SEÑOR, y clamé a mi Dios. El oyó mi voz desde su templo, y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos.
Y bajó a los cielos, y descendió; y había oscuridad debajo de sus pies.
Puso tinieblas por su escondedero, en sus alrededores de su tabernáculo oscuridad de aguas, nubes de los cielos.
Por el resplandor delante de él, sus nubes pasaron; granizo y carbones de fuego.
Y envió sus saetas, y los desbarató; y echó relámpagos, y los destruyó.
Porque todos sus juicios estuvieron delante de mí, y no eché de mí sus estatutos.
Y me pagó el SEÑOR conforme a mi justicia; conforme a la limpieza de mis manos delante de sus ojos.
Los hombres extraños se cayeron, y tuvieron miedo desde sus encerramientos.
Al Vencedor: Salmo de David. Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el extendimiento denuncia la obra de sus manos.
En toda la tierra salió su hilo, y al cabo del mundo sus palabras. En ellos puso tabernáculo para el sol.
El deseo de su corazón le diste, y no le negaste lo que sus labios pronunciaron. (Selah.)
Por tanto tú los pondrás aparte; con tu arco apuntarás a sus rostros.
Yod Todas las sendas del SEÑOR son misericordia y verdad, para los que guardan su pacto y sus testimonios.
Dales conforme a su obra, y conforme a la malicia de sus hechos; dales conforme a la obra de sus manos, dales su paga.
Porque no entendieron las obras del SEÑOR, y el hecho de sus manos, los derribará, y no los edificará.
Cantad al SEÑOR sus misericordiosos, y celebrad la memoria de su santidad.
Amad al SEÑOR todos vosotros sus misericordiosos; a los fieles guarda el SEÑOR, y paga abundantemente al que obra con soberbia.
El formó el corazón de todos ellos; el considera todas sus obras.
para librar sus almas de la muerte, y para darles vida en el hambre.
He ¡A él miraron y fueron alumbrados! Y sus rostros no se avergonzaron.
Vau Este pobre llamó, y le oyó el SEÑOR, y lo libró de todas sus angustias.
Tet Temed al SEÑOR, vosotros sus santos; porque no hay falta para los que le temen.
Sámec Los ojos del SEÑOR están sobre los justos, y atentos sus oídos al clamor de ellos.
Pe Clamaron los justos , y el SEÑOR oyó, y los libró de todas sus angustias.
Resh guardando todos sus huesos; ni uno de ellos será quebrantado.
Tau El SEÑOR redime el alma de sus siervos; y no serán asolados cuantos en él confían.
con los lisonjeros escarnecedores truhanes, crujiendo sobre mí sus dientes.
Señor, ¿hasta cuándo verás esto ? Res-taura mi alma de sus quebrantamientos, mi vida de los leones.
Al Vencedor: del siervo del SEÑOR, de David. La rebelión del impío me dice al corazón: No hay temor de Dios delante de sus ojos.
Se lisonjea, por tanto, en sus propios ojos, hasta que su iniquidad sea hallada aborrecible.
Zain Piensa el impío contra el justo, y cruje sobre él sus dientes.
Porque el SEÑOR ama la rectitud, y no desamparará a sus misericordiosos, para siempre serán guardados; mas la simiente de los impíos será talada.
La ley de su Dios está en su corazón; por tanto sus pasos no vacilarán.
El SEÑOR no lo dejará en sus manos, ni lo condenará cuando le juzgaren.
El SEÑOR lo guarde, y le dé vida: sea bienaventurado en la tierra, y no lo entregues a la voluntad de sus enemigos.
Al Vencedor: a los hijos de Coré: Masquil. Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído, nuestros padres nos han contado la obra que hiciste en sus tiempos, en los tiempos antiguos.
Con vestidos bordados será llevada al Rey; vírgenes en pos de ella; sus compañeras serán traídas a ti.
Bramarán, se turbarán sus aguas; temblarán los montes a causa de su braveza. (Selah.)
Del Río sus conductos alegrarán la ciudad de Dios, el santuario de las tiendas del Altísimo.
Dios en sus palacios es conocido por lugar de refugio.
Andad alrededor de Sion, y rodeadla; contad sus torres.
Considerad bien su antemuro, mirad sus palacios; para que lo contéis a la generación venidera.
Los que confían en sus haciendas, y en la muchedumbre de sus riquezas se jactan,
Pues se ve que mueren todos los sabios; el loco y el ignorante perecen, y dejan a otros sus riquezas.
En su interior piensan que sus casas son eternas, y sus habitaciones para generación y generación; llamaron sus tierras de sus nombres.
Este es su camino, su locura; y sus descendientes corren por el dicho de ellos. (Selah.)
Entrará a la generación de sus padres; no verán luz para siempre.
He aquí un varón que no puso a Dios por su fortaleza, sino que confió en la multitud de sus riquezas; se esforzó en su maldad.
Día y noche la rodean sobre sus muros; e iniquidad y trabajo hay en medio de ella.
Agravios hay en medio de ella, y el fraude y engaño no se apartan de sus plazas.
Extendió sus manos contra sus pacíficos; ensució su pacto.
Ablandan más que manteca su boca, pero guerra hay en su corazón; enternecen sus palabras más que el aceite, mas ellos son cuchillos.
Mas tú, oh Dios, los harás descender al pozo de la sepultura; los varones sanguinarios y engañadores no vivirán ni la mitad de sus días; pero yo confiaré en ti.
Todos los días me contristan mis negocios; contra mí son todos sus pensamientos para mal.
Mi vida está entre leones; estoy echado entre hijos de hombres que echan llamas; sus dientes son lanzas y saetas, y su lengua cuchillo agudo.
Oh Dios, quiebra sus dientes en sus bocas; quiebra, oh SEÑOR, las muelas de los leoncillos.
Córranse como aguas que se van de suyo; armen sus saetas como si fuesen cortadas.
Se alegrará el justo cuando viere la venganza; sus pies lavará en la sangre del impío.
He aquí proferirán con su boca; cuchillos están en sus labios, porque dicen : ¿Quién oye?
Por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios; y sean presos por su soberbia, y cuenten con maldición y con debilidad.
Hiciste temblar la tierra, la abriste; sana sus quiebras, porque titubea.
Días sobre días añadirás al Rey; sus años serán de generación a generación.
Solamente consultan de arrojarle de su grandeza; aman la mentira, con su boca bendicen, pero maldicen en sus entrañas. (Selah.)
Mas Dios los herirá con saeta; de repente serán sus plagas.
Y harán caer sobre sí sus mismos consejos y acuerdos; se espantarán todos los que los vieren.
El que amansa el estruendo de los mares, el estruendo de sus ondas, y el alboroto de los gentiles.
Embriagas sus surcos, haces descender el agua en sus regaderas; la ablandas con lluvias, bendices sus renuevos.
El se enseñorea con su fortaleza para siempre; sus ojos atalayan sobre los gentiles; los rebeldes no serán ensalzados. (Selah.)
Al Vencedor: de David: Salmo de Canción. Levántese Dios, sean esparcidos sus enemigos, y huyan delante de El los que le aborrecen.
Aunque seáis echados entre las ollas, seréis como las alas de la paloma cubierta de plata, y sus plumas con amarillez de oro.
Ciertamente Dios herirá la cabeza de sus enemigos, la cabelluda mollera del que camina en sus pecados.
Reprende escuadrón de lanza, escuadrón de fuertes con señores de pueblos hollándolos con sus piezas de plata; destruye los pueblos que quieren guerras.
Vendrán príncipes de Egipto; Etiopía apresurará sus manos a Dios.
Sean oscurecidos sus ojos para ver, y haz siempre titubear sus lomos.
Sea su palacio asolado; en sus tiendas no haya morador.
Porque persiguieron al que tú heriste; y se jactan que les matas sus enemigos.
Porque el SEÑOR oye a los menesterosos, y no menosprecia a sus prisioneros.
Y la simiente de sus siervos la heredará, y los que aman su Nombre habitarán en ella.
Florecerá en sus días justicia, y muchedumbre de paz, hasta que no haya luna.
Delante de él se postrarán los etíopes; y sus enemigos lamerán la tierra.
De engaño y de fraude redimirá sus almas; y la sangre de ellos será preciosa en sus ojos.
Sus ojos están salidos de gruesos; logran con creces los antojos del corazón.