'Tenían' en la Biblia
Y cuando los hombres de aquel lugar reconocieron a Jesús, enviaron {a decirlo} por toda aquella región de alrededor y Le trajeron todos los que tenían {algún} mal.
Y cuando procuraron prender a Jesús, tuvieron miedo de la multitud, porque ellos Lo tenían por profeta.
Tenían entonces un preso famoso, llamado Barrabás.
porque El había sanado a muchos, de manera que todos los que tenían aflicciones, para tocar a Jesús, se echaban sobre El.
Y El les dijo: ``Vengan, apártense de los demás a un lugar solitario y descansen un poco." Porque había muchos que iban y venían, y ellos no tenían tiempo ni siquiera para comer.
También tenían unos pocos pececillos; y después de bendecirlos, mandó que éstos también los sirvieran.
Los discípulos se habían olvidado de tomar panes, y no tenían consigo en la barca sino sólo un pan.
Y ellos discutían entre sí que no tenían panes.
Pero ellos no entendían lo que les decía, y tenían miedo de preguntar a Jesús.
Iban por el camino subiendo a Jerusalén, y Jesús iba delante de ellos. Los discípulos estaban perplejos, y los que Lo seguían tenían miedo. Y tomando aparte de nuevo a los doce, comenzó a decirles lo que Le iba a suceder:
Los principales sacerdotes y los escribas oyeron {esto} y buscaban cómo destruir a Jesús, pero Le tenían miedo, pues toda la multitud estaba admirada de Su enseñanza.
Y saliendo ellas, huyeron del sepulcro, porque un {gran} temblor y espanto se había apoderado de ellas; y no dijeron nada a nadie porque tenían miedo.
No tenían hijos, porque Elisabet era estéril, y ambos eran de edad avanzada.
Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades se los llevaban a El; y poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba.
Pero cuando la gente se dio cuenta de esto, Lo siguió; y Jesús, recibiéndolos, les hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que tenían necesidad de ser curados.
Los hombres que tenían a Jesús bajo custodia, se burlaban de El y Lo golpeaban;
Sus padres dijeron esto porque tenían miedo a los Judíos; porque los Judíos ya se habían puesto de acuerdo en que si alguien confesaba que Jesús era el Cristo (el Mesías), fuera expulsado de la sinagoga.
Todos los que habían creído estaban juntos y tenían todas las cosas en común;
Y viendo de pie junto a ellos al hombre que había sido sanado, no tenían nada que decir en contra.
Porque {de} muchos que tenían espíritus inmundos, {éstos} salían {de ellos} gritando a gran voz; y muchos que habían sido paralíticos y cojos eran sanados.
Al llegar a Salamina, proclamaban la palabra de Dios en las sinagogas de los Judíos; y tenían también a Juan de ayudante.
Pero también algunos de los Judíos, exorcistas ambulantes, trataron de invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: ``Les ordeno {que salgan,} en el Nombre de Jesús a quien Pablo predica."
Así que los soldados, de acuerdo con las órdenes {que tenían,} tomaron a Pablo y lo llevaron de noche a (la ciudad de) Antípatris.
sino que {simplemente} tenían contra él ciertas cuestiones sobre su propia religión, y sobre cierto Jesús, {ya} muerto, de quien Pablo afirmaba que estaba vivo.
Cuando esto sucedió, los demás habitantes de la isla que tenían enfermedades venían {a él} y eran curados.
¿Qué fruto tenían entonces en aquellas cosas de las cuales ahora se avergüenzan? Porque el fin de esas cosas es muerte.
Subí por causa de una revelación y les presenté el evangelio que predico entre los Gentiles, pero {lo hice} en privado a los que tenían {alta} reputación, para asegurarme de que no corría ni había corrido en vano.
Y de aquéllos que tenían reputación de ser algo (lo que eran, nada me importa; Dios no hace acepción de personas); pues bien, los que tenían reputación, nada me enseñaron (contribuyeron).
Como hijos obedientes, no se conformen a los deseos que antes {tenían} en su ignorancia,
Entonces los siete ángeles que tenían las siete trompetas se prepararon para tocarlas.
Y murió la tercera parte de los seres que {estaban} en el mar y que tenían vida. Y la tercera parte de los barcos fue destruida.
El aspecto de las langostas era semejante al de caballos dispuestos para la batalla, y sobre sus cabezas {tenían} como coronas que parecían de oro, y sus caras eran como rostros humanos.
Tenían cabellos como cabellos de mujer, y sus dientes eran como de leones.
También tenían corazas como corazas de hierro. El ruido de sus alas era como el estruendo de carros, de muchos caballos que se lanzan a la batalla.
Así es como vi en la visión los caballos y a los que los montaban: {los jinetes} tenían corazas {color} de fuego, de jacinto y de azufre. Las cabezas de los caballos {eran} como cabezas de leones, y de sus bocas salía fuego, humo, y azufre.
Miré que el Cordero estaba de pie sobre el Monte Sion, y con El 144,000 que tenían el nombre del Cordero y el nombre de Su Padre escrito en la frente.
Entonces vi otra señal en el cielo, grande y maravillosa: siete ángeles que tenían siete plagas, las últimas, porque en ellas se ha consumado (se ha completado) el furor de Dios.
Y salieron del templo los siete ángeles que tenían las siete plagas. Estaban vestidos de lino puro {y} resplandeciente, y ceñidos alrededor del pecho con cintos de oro.
El primer {ángel} fue y derramó su copa en la tierra, y se produjo una llaga repugnante y maligna en los hombres que tenían la marca de la bestia y que adoraban su imagen.
Uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, vino y habló conmigo: ``Ven; te mostraré el juicio de la gran ramera que está sentada sobre muchas aguas.
"Y echaron polvo sobre sus cabezas, y llorando y lamentándose, gritaban: ` ¡Ay, ay, la gran ciudad en la cual todos los que tenían naves en el mar se enriquecieron a costa de sus riquezas!, porque en una hora ha sido asolada.'
Vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las últimas siete plagas, y habló conmigo, diciendo: ``Ven, te mostraré la novia, la esposa del Cordero."