'Todos' en la Biblia
- 1.Gé 3:1-Éx 16:22
- 2.Éx 18:8-Números 3:43
- 3.Números 3:45-Deuteronomio 7:6
- 4.Deuteronomio 7:7-Josué 21:44
- 5.Josué 22:5-1 Samuel 26:12
- 6.1 Samuel 27:1-1 Reyes 10:15
- 7.1 Reyes 10:21-1 Crónicas 9:29
- 8.1 Crónicas 10:7-2 Crónicas 29:18
- 9.2 Crónicas 29:19-Ester 9:30
- 10.Ester 10:2-Salmos 74:17
- 11.Salmos 75:8-Proverbios 30:30
- 12.Proverbios 31:5-Isaías 55:12
- 13.Isaías 56:6-Jeremías 35:8
- 14.Jeremías 35:15-Ezequiel 20:43
- 15.Ezequiel 20:47-Oseas 9:4
- 16.Oseas 9:8-Mateo 27:22
- 17.Mateo 28:20-Lucas 20:32
- 18.Lucas 20:38-Hechos 18:23
- 19.Hechos 19:7-1 Corintios 15:51
- 20.1 Corintios 16:16-Hebreos 1:11
- 21.Hebreos 1:14-Apocalipsis 22:21
Porque Él no es Dios de muertos, sino de vivos; porque todos viven para Él.
Y dijo: En verdad os digo que esta viuda pobre echó más que todos.
Porque todos éstos, de lo que les sobra echaron para las ofrendas de Dios; pero ésta de su pobreza echó todo el sustento que tenía.
Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre.
Y les dijo una parábola: Mirad la higuera y todos los árboles:
Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra.
Y habiendo encendido fuego en medio de la sala, y sentándose todos alrededor, se sentó también Pedro entre ellos.
Entonces todos dijeron: ¿Luego eres tú el Hijo de Dios? Y Él les dijo: Vosotros decís que lo soy.
Y todos sus conocidos, y las mujeres que le habían seguido desde Galilea, estaban lejos mirando estas cosas.
Y regresando del sepulcro, dijeron todas estas cosas a los once, y a todos los demás.
Y comenzando desde Moisés, y de todos los profetas, les declaró en todas las Escrituras lo concerniente a Él.
Éste vino por testimonio, para que diese testimonio de la Luz, para que todos creyesen por él.
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.
Y de su plenitud tomamos todos, y gracia por gracia.
Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y desparramó el dinero de los cambistas, y trastornó las mesas;
Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque los conocía a todos.
Y vinieron a Juan y le dijeron: Rabí, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú diste testimonio, he aquí Él bautiza, y todos vienen a Él.
El que viene de arriba, sobre todos es; el que es de la tierra, es terrenal, y cosas terrenales habla; el que viene del cielo, sobre todos es.
para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.
No os maravilléis de esto; porque viene la hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz;
Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó y aprendió del Padre, viene a mí.
Respondió Jesús y les dijo: Una obra hice, y todos os maravilláis.
Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas.
Mi Padre que me las dio, mayor que todos es, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.
Si le dejamos así, todos creerán en Él; y vendrán los romanos y nos quitarán nuestro lugar y nuestra nación.
Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo.
Le dijo Jesús: El que ha sido lavado, no necesita sino que lave sus pies, porque está todo limpio; y vosotros sois limpios, aunque no todos.
Pues Él sabía quién le iba a entregar, por eso dijo: No sois limpios todos.
No hablo de todos vosotros; yo conozco a los que he escogido; mas para que se cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar.
En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.
Como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste.
Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.
Entonces todos dieron voces otra vez, diciendo: No a Éste, sino a Barrabás. Y Barrabás era ladrón.
Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.
Y fue notorio a todos los moradores de Jerusalén; de tal manera que aquel campo es llamado en su propia lengua, Acéldama, que significa, campo de sangre.
Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has escogido
Y cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes en un mismo lugar.
Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
Y estaban atónitos y maravillados, diciéndose unos a otros: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan?
Y estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros: ¿Qué significa esto?
Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó su voz, y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras.
A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.
Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.
Y todos los que habían creído estaban juntos; y tenían en común todas las cosas;
y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos, según cada uno tenía necesidad.
Y por la fe en su nombre, a éste, que vosotros veis y conocéis, en su nombre le ha confirmado: Así que, la fe que por Él es, le ha dado esta completa sanidad en presencia de todos vosotros.
Pero Dios ha cumplido así lo que había antes anunciado por boca de todos sus profetas, que Cristo había de padecer.
a quien ciertamente es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de todos sus santos profetas que han sido desde el principio del mundo.
Sí, y todos los profetas desde Samuel y en adelante, cuantos han hablado, también han predicho estos días.
y Anás, el sumo sacerdote, y Caifás y Juan y Alejandro, y todos los que eran del linaje sacerdotal;
sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que por el nombre de Jesucristo de Nazaret, al que vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de los muertos, por Él este hombre está en vuestra presencia sano.
diciendo: ¿Qué haremos con estos hombres? Porque de cierto, un milagro notable ha sido hecho por ellos, manifiesto a todos los que moran en Jerusalén, y no lo podemos negar.
y después de amenazarles más, y no hallando nada de qué castigarles, les dejaron ir por causa del pueblo; porque todos glorificaban a Dios por lo que había sido hecho.
Y cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaron la palabra de Dios con denuedo.
Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús; y abundante gracia había sobre todos ellos.
Y ningún necesitado había entre ellos; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido,
Entonces Ananías, oyendo estas palabras, cayó y expiró. Y vino gran temor sobre todos los que lo oyeron.
Y vino gran temor sobre toda la iglesia, y sobre todos los que oyeron estas cosas.
Y por mano de los apóstoles eran hechos muchos milagros y prodigios en el pueblo; y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón.
Y aun de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; y todos eran sanados.
Entonces se levantó el sumo sacerdote y todos los que estaban con él, que es la secta de los saduceos, y se llenaron de celos;
Y habiendo oído esto, entraron de mañana en el templo, y enseñaban. Entre tanto, vinieron el sumo sacerdote y los que estaban con él, y convocaron al concilio y a todos los ancianos de los hijos de Israel, y enviaron a la cárcel para que fuesen traídos.
Porque antes de estos días se levantó Teudas, diciendo que era alguien; al que se agregó un número de como cuatrocientos hombres; el cual fue muerto, y todos los que le obedecían fueron dispersados y reducidos a nada.
Después de éste, se levantó Judas el galileo, en los días del empadronamiento, y llevó en pos de sí a mucho pueblo. Éste también pereció; y todos los que le obedecían fueron dispersados.
Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo.
Entonces todos los que estaban sentados en el concilio, puestos los ojos en él, vieron su rostro como el rostro de un ángel.
Y Saulo consentía en su muerte. Y en aquel tiempo fue hecha una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles.
A éste oían atentamente todos, desde el más pequeño hasta el más grande, diciendo: Éste es el gran poder de Dios.
Entonces él se levantó, y fue. Y he aquí un etíope, eunuco, hombre de gran autoridad bajo Candace reina de los etíopes, el cual estaba a cargo de todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar,
y aun aquí tiene autoridad de los príncipes de los sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre.
Y todos los que le oían estaban atónitos, y decían: ¿No es éste el que asolaba en Jerusalén a los que invocaban este nombre, y a eso vino acá, para llevarlos presos ante los príncipes de los sacerdotes?
Y cuando Saulo vino a Jerusalén, intentó juntarse con los discípulos; pero todos le tenían miedo, no creyendo que él era discípulo.
Y aconteció que Pedro, visitando a todos, vino también a los santos que habitaban en Lida.
Y le vieron todos los que habitaban en Lida y en Sarón, los cuales se convirtieron al Señor.
Entonces, sacando a todos, Pedro se puso de rodillas y oró; y volviéndose al cuerpo, dijo: Tabita, levántate. Y ella abrió sus ojos, y viendo a Pedro, se incorporó.
Así que en seguida envié por ti; y tú has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí en la presencia de Dios, para oír todo lo que Dios te ha encomendado.
La palabra que Dios envió a los hijos de Israel, predicando la paz por Jesucristo; Éste es Señor de todos.
cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder; el cual anduvo haciendo el bien, y sanando a todos los oprimidos del diablo; porque Dios estaba con Él.
De Éste dan testimonio todos los profetas, de que todos los que en Él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre.
Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían la palabra.
El cual, cuando llegó y vio la gracia de Dios, se regocijó, y exhortó a todos a que con propósito de corazón permaneciesen en el Señor.
Pues los que habitaban en Jerusalén, y sus príncipes, no conociendo a Éste, ni las palabras de los profetas que se leen todos los sábados, al condenarle, las cumplieron.
y por Él, todos los que creen, son justificados de todas las cosas que no pudieron ser justificados por la ley de Moisés.
Y los gentiles oyendo esto, se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor; y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna.
Ellos, pues, siendo encaminados por la iglesia, pasaron por Fenicia y Samaria, contando la conversión de los gentiles; y causaban gran gozo a todos los hermanos.
Para que el resto de los hombres busque al Señor, y todos los gentiles sobre los cuales es invocado mi nombre, dice el Señor, que hace todas estas cosas.
Éste quiso Pablo que fuese con él; y tomándole, le circuncidó por causa de los judíos que había en aquellos lugares; porque todos sabían que su padre era griego.
Y repentinamente hubo un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel fueron sacudidos; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron.
Mas Pablo clamó a gran voz, diciendo: No te hagas ningún daño, pues todos estamos aquí.
Y le hablaron la palabra del Señor, y a todos los que estaban en su casa.
Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y enseguida fue bautizado él, y todos los suyos.
a los cuales Jasón ha recibido; y todos éstos, hacen contrario a los decretos de César, diciendo que hay otro rey, Jesús.
(Porque todos los atenienses y los extranjeros que estaban allí, no se interesaban en ninguna otra cosa, sino en decir o en oír algo nuevo.)
ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase algo; pues Él a todos da vida y aliento, y todas las cosas.
Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora demanda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan;
por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien Él designó; dando fe a todos con haberle resucitado de los muertos.
Y halló a un judío llamado Aquila, natural del Ponto, que recién había venido de Italia con Priscila su esposa (porque Claudio había mandado que todos los judíos saliesen de Roma), y vino a ellos.
Y disputaba en la sinagoga todos los sábados, y persuadía a judíos y a griegos.
Entonces todos los griegos, tomando a Sóstenes, principal de la sinagoga, le golpeaban delante del tribunal; mas a Galión nada se le daba de ello.
Y después de pasar allí algún tiempo, partió, andando por orden la provincia de Galacia y de Frigia, confirmando a todos los discípulos.
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- 1.Gé 3:1-Éx 16:22
- 2.Éx 18:8-Números 3:43
- 3.Números 3:45-Deuteronomio 7:6
- 4.Deuteronomio 7:7-Josué 21:44
- 5.Josué 22:5-1 Samuel 26:12
- 6.1 Samuel 27:1-1 Reyes 10:15
- 7.1 Reyes 10:21-1 Crónicas 9:29
- 8.1 Crónicas 10:7-2 Crónicas 29:18
- 9.2 Crónicas 29:19-Ester 9:30
- 10.Ester 10:2-Salmos 74:17
- 11.Salmos 75:8-Proverbios 30:30
- 12.Proverbios 31:5-Isaías 55:12
- 13.Isaías 56:6-Jeremías 35:8
- 14.Jeremías 35:15-Ezequiel 20:43
- 15.Ezequiel 20:47-Oseas 9:4
- 16.Oseas 9:8-Mateo 27:22
- 17.Mateo 28:20-Lucas 20:32
- 18.Lucas 20:38-Hechos 18:23
- 19.Hechos 19:7-1 Corintios 15:51
- 20.1 Corintios 16:16-Hebreos 1:11
- 21.Hebreos 1:14-Apocalipsis 22:21
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