'Ve' en la Biblia
deja tu ofrenda allí delante del altar, y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.
Y cualquiera que te obligue a ir una milla, ve con él dos.
para que tu limosna sea en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cuando hayas cerrado la puerta, ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
para no hacer ver a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Entonces Jesús le dijo*: Mira, no se lo digas a nadie, sino ve, muéstrate al sacerdote y presenta la ofrenda que ordenó Moisés, para {que les sirva de} testimonio a ellos.
Porque yo también soy hombre bajo autoridad, con soldados a mis órdenes; y digo a éste: ``Ve", y va; y al otro: ``Ven", y viene; y a mi siervo: ``Haz esto", y {lo} hace.
Sin embargo, para que no los escandalicemos, ve al mar, echa el anzuelo, y toma el primer pez que salga; y cuando le abras la boca hallarás un estáter; tómalo y dáselo por ti y por mí.
Y si tu hermano peca, ve y repréndelo a solas; si te escucha, has ganado a tu hermano.
Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, ve {y} vende lo que posees y da a los pobres, y tendrás tesoro en los cielos; y ven, sígueme.
Pero, ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y llegándose al primero, {le} dijo: ``Hijo, ve, trabaja hoy en la viña."
y le dijo*: Mira, no digas nada a nadie, sino ve, muéstrate al sacerdote y ofrece por tu limpieza lo que Moisés ordenó, para testimonio a ellos.
Jesús, mirándolo, lo amó y le dijo: Una cosa te falta: ve {y} vende cuanto tienes y da a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.
Pues yo también soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes; y digo a éste: ``Ve", y va; y a otro: ``Ven", y viene; y a mi siervo: ``Haz esto", y lo hace.
Mas El le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; pero tú, ve y anuncia por todas partes el reino de Dios.
Y él dijo: El que tuvo misericordia de él. Y Jesús le dijo: Ve y haz tú lo mismo.
Sino que cuando seas invitado, ve y siéntate en el último lugar, para que cuando llegue el que te invitó, te diga: ``Amigo, ven más adelante"; entonces serás honrado delante de todos los que se sientan {a la mesa} contigo.
Y Natanael le dijo: ¿Puede algo bueno salir de Nazaret? Felipe le dijo*: Ven, y ve.
El le dijo*: Ve, llama a tu marido y ven acá.
Por eso Jesús, respondiendo, les decía: En verdad, en verdad os digo que el Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que hace el Padre, eso también hace el Hijo de igual manera.
Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo aquel que ve al Hijo y cree en El, tenga vida eterna, y yo mismo lo resucitaré en el día final.
y le dijo: Ve {y} lávate en el estanque de Siloé (que quiere decir, Enviado). El fue, pues, y se lavó y regresó viendo.
El respondió: El hombre que se llama Jesús hizo barro, {lo} untó {sobre} mis ojos y me dijo: ``Ve al Siloé y lávate." Así que fui, me lavé y recibí la vista.
y les preguntaron, diciendo: ¿Es éste vuestro hijo, el que vosotros decís que nació ciego? ¿Cómo es que ahora ve?
pero cómo es que ahora ve, no lo sabemos; o quién le abrió los ojos, nosotros no lo sabemos. Preguntadle a él; edad tiene, él hablará por sí mismo.
{Pero} el que es un asalariado y no un pastor, que no es el dueño de las ovejas, ve venir al lobo, y abandona las ovejas y huye, y el lobo las arrebata y {las} dispersa.
Jesús respondió: ¿No hay doce horas en el día? Si alguno anda de día no tropieza, porque ve la luz de este mundo.
{es decir,} el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque ni le ve ni le conoce, {pero} vosotros sí le conocéis porque mora con vosotros y estará en vosotros.
Jesús le dijo*: Suéltame porque todavía no he subido al Padre; pero ve a mis hermanos, y diles: ``Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios."
y le dijo: ``SAL DE TU TIERRA Y DE TU PARENTELA, Y VE A LA TIERRA QUE YO TE MOSTRARE."
Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, al camino que desciende de Jerusalén a Gaza. (Este es un {camino} desierto.)
Y el Espíritu dijo a Felipe: Ve y júntate a ese carruaje.
Y el Señor le {dijo:} Levántate y ve a la calle que se llama Derecha, y pregunta en la casa de Judas por un hombre de Tarso llamado Saulo, porque, he aquí, está orando,
Pero el Señor le dijo: Ve, porque él me es un instrumento escogido, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, de los reyes y de los hijos de Israel;
Pero El me dijo: ``Ve, porque te voy a enviar lejos, a los gentiles."
diciendo: VE A ESTE PUEBLO Y DI: ``AL OIR OIREIS, Y NO ENTENDEREIS; Y VIENDO VEREIS, Y NO PERCIBIREIS;
Porque en esperanza hemos sido salvos, pero la esperanza que se ve no es esperanza, pues, ¿por qué esperar lo que uno ve?quién espera lo que ve?}>>
Porque si alguno te ve a ti, que tienes conocimiento, sentado {a la mesa} en un templo de ídolos, ¿no será estimulada su conciencia, si él es débil, a comer lo sacrificado a los ídolos?
Porque si quisiera gloriarme, no sería insensato, pues diría la verdad; mas me abstengo {de hacerlo} para que nadie piense de mí más de lo que ve {en} mí, u oye de mí.
Ahora bien, la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
Por la fe entendemos que el universo fue preparado por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve no fue hecho de cosas visibles.
Pero si alguno de vosotros se ve falto de sabiduría, que {la} pida a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.
Pero el que tiene bienes de este mundo, y ve a su hermano en necesidad y cierra su corazón contra él, ¿cómo puede morar el amor de Dios en él?
Si alguno ve a su hermano cometiendo un pecado {que} no {lleva} a la muerte, pedirá, y por él {Dios} dará vida a los que cometen pecado {que} no {lleva} a la muerte. Hay un pecado {que lleva} a la muerte; yo no digo que deba pedir por ése.
Y la voz que yo había oído del cielo, la {oí} de nuevo hablando conmigo, y diciendo: Ve, toma el libro que está abierto en la mano del ángel que está de pie sobre el mar y sobre la tierra.