'Vez' en la Biblia
Otra vez el diablo le llevó* a un monte muy alto, y le mostró* todos los reinos del mundo y la gloria de ellos,
Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se ha vuelto insípida, ¿con qué se hará salada {otra vez?} Ya para nada sirve, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres.
Y otra vez os digo que es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el reino de Dios.
Y respondiendo a Jesús, dijeron: No sabemos. El a su vez les dijo: Tampoco yo os diré con qué autoridad hago estas cosas.
Escuchad otra parábola. Había {una vez} un hacendado que PLANTO UNA VIÑA Y LA CERCO CON UN MURO, Y CAVO EN ELLA UN LAGAR Y EDIFICO UNA TORRE, la arrendó a unos labradores y se fue de viaje.
Tomando Jesús la palabra, les habló otra vez en parábolas, diciendo:
Apartándose de nuevo, oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si ésta no puede pasar sin que yo la beba, hágase tu voluntad.
Y vino otra vez y los halló durmiendo, porque sus ojos estaban cargados {de sueño.}
Dejándolos de nuevo, se fue y oró por tercera vez, diciendo otra vez las mismas palabras.
Y otra vez él {lo} negó con juramento: ¡Yo no conozco a ese hombre!
Entonces Jesús, clamando otra vez a gran voz, exhaló el espíritu.
Otra vez entró {Jesús} en una sinagoga; y había allí un hombre que tenía una mano seca.
Cuando Jesús pasó otra vez en la barca al otro lado, se reunió una gran multitud alrededor de El; así que El se quedó junto al mar.
Y dejándolos, se embarcó otra vez y se fue al otro lado.
Entonces {Jesús} puso otra vez las manos sobre sus ojos, y él miró fijamente y fue restaurado; y lo veía todo con claridad.
Levantándose de allí, {Jesús} se fue* a la región de Judea y al otro lado del Jordán; y se reunieron* de nuevo las multitudes junto a El, y una vez más, como acostumbraba, les enseñaba.
Se fue otra vez y oró, diciendo las mismas palabras.
Vino* por tercera vez, y les dijo*: ¿Todavía estáis durmiendo y descansando? Basta ya; ha llegado la hora; he aquí, el Hijo del Hombre es entregado en manos de los pecadores.
Pero él lo negó otra vez. Y poco después los que estaban allí volvieron a decirle a Pedro: Seguro que tú eres {uno} de ellos, pues también eres galileo.
Al instante un gallo cantó por segunda vez. Entonces Pedro recordó lo que Jesús le había dicho: Antes que el gallo cante dos veces, me negarás tres veces. Y se echó a llorar.
Pero los principales sacerdotes incitaron a la multitud para {que le pidiera} que en vez {de Jesús} les soltara a Barrabás.
Y su fama se difundía cada vez más, y grandes multitudes se congregaban para oír{le} y ser sanadas de sus enfermedades.
Y dijo también al que le había convidado: Cuando ofrezcas una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos, no sea que ellos a su vez también te conviden y tengas ya tu recompensa.
pero yo he rogado por ti para que tu fe no falle; y tú, una vez que hayas regresado, fortalece a tus hermanos.
Y él les dijo por tercera vez: ¿Por qué? ¿Qué mal ha hecho éste? No he hallado en El ningún delito {digno de} muerte; por tanto, le castigaré y {le} soltaré.
Al día siguiente Juan estaba otra vez allí con dos de sus discípulos,
Nicodemo le dijo*: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo {ya} viejo? ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer?
Entonces vino otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Y había {allí} cierto oficial del rey cuyo hijo estaba enfermo en Capernaúm.
porque un ángel del Señor descendía de vez en cuando al estanque y agitaba el agua; y el primero que descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba curado de cualquier enfermedad que tuviera.
Por lo que Jesús, dándose cuenta de que iban a venir y llevárselo por la fuerza para hacerle rey, se retiró otra vez al monte El solo.
Y al amanecer, vino otra vez al templo, y todo el pueblo venía a El; y sentándose, les enseñaba.
Jesús les habló otra vez, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
Entonces dijeron* otra vez al ciego: ¿Qué dices tú de El, ya que te abrió los ojos? Y él dijo: Es un profeta.
Por segunda vez llamaron al hombre que había sido ciego y le dijeron: Da gloria a Dios; nosotros sabemos que este hombre es un pecador.
El les contestó: Ya os lo dije y no escuchasteis; ¿por qué queréis oír{lo} otra vez? ¿Es que también vosotros queréis haceros discípulos suyos?
Por eso procuraban otra vez prenderle, pero se les escapó de entre las manos.
Los discípulos le dijeron*: Rabí, hace poco que los judíos procuraban apedrearte, ¿y vas otra vez allá?
Entonces, cuando acabó de lavarles los pies, tomó su manto, y sentándose {a la mesa} otra vez, les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho?
Y si me voy y preparo un lugar para vosotros, vendré otra vez y os tomaré conmigo; para que donde yo estoy, {allí} estéis también vosotros.
Por tanto, ahora vosotros tenéis también aflicción; pero yo os veré otra vez, y vuestro corazón se alegrará, y nadie os quitará vuestro gozo.
Y Pedro {lo} negó otra vez, y al instante cantó un gallo.
Pilato le preguntó*: ¿Qué es la verdad? Y habiendo dicho esto, salió otra vez adonde {estaban} los judíos y les dijo*: Yo no encuentro ningún delito en El.
Pilato salió otra vez, y les dijo*: Mirad, os lo traigo fuera, para que sepáis que no encuentro ningún delito en El.
Jesús entonces les dijo otra vez: Paz a vosotros; como el Padre me ha enviado, {así} también yo os envío.
Ocho días después, sus discípulos estaban otra vez dentro, y Tomás con ellos. Y estando las puertas cerradas, Jesús vino* y se puso en medio de ellos, y dijo: Paz a vosotros.
Después de esto, Jesús se manifestó otra vez a los discípulos junto al mar de Tiberias, y se manifestó de esta manera:
Esta fue la tercera vez que Jesús se manifestó a los discípulos, después de haber resucitado de entre los muertos.
Y volvió a decirle por segunda vez: Simón, {hijo} de Juan, ¿me amas? {Pedro} le dijo*: Sí, Señor, tú sabes que te quiero. {Jesús} le dijo*: Pastorea mis ovejas.
Le dijo* por tercera vez: Simón, {hijo} de Juan, ¿me quieres? Pedro se entristeció porque la tercera vez le dijo: ¿Me quieres? Y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero. Jesús le dijo*: Apacienta mis ovejas.
Y ellos, después de amenazarlos otra vez, los dejaron ir (no hallando la manera de castigarlos) por causa del pueblo, porque todos glorificaban a Dios por lo que había acontecido;
Pero cuando Jacob supo que había grano en Egipto, envió a nuestros padres {allá} la primera vez.
A su vez, habiéndolo recibido, nuestros padres lo introdujeron con Josué al tomar posesión de las naciones que Dios arrojó de delante de nuestros padres, hasta los días de David.
De nuevo, por segunda vez, {llegó} a él una voz: Lo que Dios ha limpiado, no {lo} llames tú impuro.
Pero una voz del cielo respondió por segunda vez: ``Lo que Dios ha limpiado, no lo llames tú impuro."
y cuando lo encontró, lo trajo a Antioquía. Y se reunieron con la iglesia por todo un año, y enseñaban a las multitudes; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía.
Y cuando oyeron de la resurrección de los muertos, algunos se burlaban, pero otros dijeron: Te escucharemos otra vez acerca de esto.
sino que se despidió de ellos, diciendo: Volveré a vosotros otra vez, si Dios quiere. Y zarpó de Efeso.
Una vez saciados, aligeraron la nave arrojando el trigo al mar.
Y una vez que ellos estaban a salvo, nos enteramos de que la isla se llamaba Malta.
Porque a duras penas habrá alguien que muera por un justo, aunque tal vez alguno se atreva a morir por el bueno.
Porque en cuanto El murió, murió al pecado de una vez para siempre; pero en cuanto vive, vive para Dios.
Pues no habéis recibido un espíritu de esclavitud para volver otra vez al temor, sino que habéis recibido un espíritu de adopción como hijos, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
Y a su vez, Isaías dice: RETOÑARA LA RAIZ DE ISAI, EL QUE SE LEVANTA A REGIR A LOS GENTILES; LOS GENTILES PONDRAN EN EL SU ESPERANZA.
Pero os he escrito con atrevimiento sobre algunas cosas, para así hacer que {las} recordéis otra vez, por la gracia que me fue dada por Dios,
¿Quién ha servido alguna vez como soldado a sus propias expensas? ¿Quién planta una viña y no come de su fruto? ¿O quién cuida un rebaño y no bebe de la leche del rebaño?
luego se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, la mayoría de los cuales viven aún, pero algunos ya duermen;
y tal vez me quede con vosotros, o aun pase {allí} el invierno, para que me encaminéis adonde haya de ir.
Pero en mí mismo decidí esto: no ir otra vez a vosotros con tristeza.
¿Comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros mismos? ¿O acaso necesitamos, como algunos, cartas de recomendación para vosotros o de parte de vosotros?
Y hasta el día de hoy, cada vez que se lee a Moisés, un velo está puesto sobre sus corazones;
y una vez vestidos, no seremos hallados desnudos.
No nos recomendamos otra vez a vosotros, sino que os damos oportunidad de estar orgullosos de nosotros, para que tengáis {respuesta} para los que se jactan en las apariencias y no en el corazón.
Vosotros veis las cosas según la apariencia exterior. Si alguno tiene confianza en sí mismo de que es de Cristo, considere esto dentro de sí otra vez: que así como él es de Cristo, también lo somos nosotros.
Otra vez digo: nadie me tenga por insensato; pero si {vosotros lo hacéis,} recibidme aunque sea como insensato, para que yo también me gloríe un poco.
Tres veces he sido golpeado con varas, una vez fui apedreado, tres veces naufragué, y he pasado una noche y un día en lo profundo.
He aquí, esta es la tercera vez que estoy preparado para ir a vosotros, y no os seré una carga, pues no busco lo que es vuestro, sino a vosotros; porque los hijos no tienen la responsabilidad de atesorar para {sus} padres, sino los padres para {sus} hijos.
Esta es la tercera vez que voy a vosotros. POR EL TESTIMONIO DE DOS O TRES TESTIGOS SE JUZGARAN TODOS LOS ASUNTOS.
Dije previamente, cuando {estuve} presente la segunda vez, y aunque ahora estoy ausente, lo digo de antemano a los que pecaron anteriormente y {también} a todos los demás, que si voy otra vez, no seré indulgente,
ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo, sino que fui a Arabia, y regresé otra vez a Damasco.
Entonces, después de catorce años, subí otra vez a Jerusalén con Bernabé, llevando también a Tito.
Hermanos, hablo en términos humanos: un pacto, aunque sea humano, una vez ratificado nadie lo invalida ni le añade condiciones.
Pero ahora que conocéis a Dios, o más bien, que sois conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis otra vez a las cosas débiles, inútiles y elementales, a las cuales deseáis volver a estar esclavizados de nuevo?
pero sabéis que fue por causa de una enfermedad física que os anuncié el evangelio la primera vez;
Para libertad fue que Cristo nos hizo libres; por tanto, permaneced firmes, y no os sometáis otra vez al yugo de esclavitud.
Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a cumplir toda la ley.
para que vuestra profunda satisfacción por mí abunde en Cristo Jesús a causa de mi visita otra vez a vosotros.
Por lo demás, hermanos míos, regocijaos en el Señor. A mí no me es molesto escribiros {otra vez} lo mismo, y para vosotros es motivo de seguridad.
Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez {lo} diré: ¡Regocijaos!
porque aun a Tesalónica enviasteis {dádivas} más de una vez para mis necesidades.
Ya que queríamos ir a vosotros (al menos yo, Pablo, más de una vez) pero Satanás nos lo ha impedido.
ni prestaran atención a mitos y genealogías interminables, lo que da lugar a discusiones inútiles en vez de {hacer avanzar} el plan de Dios que es por fe, {así te encargo ahora.}
traidores, impetuosos, envanecidos, amadores de los placeres en vez de amadores de Dios;
Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: HIJO MIO ERES TU, YO TE HE ENGENDRADO HOY; y otra vez: YO SERE PADRE PARA EL, Y EL SERA HIJO PARA MI?
Y otra vez: YO EN EL CONFIARE. Y otra vez: HE AQUI, YO Y LOS HIJOS QUE DIOS ME HA DADO.
y otra vez en este {pasaje:} NO ENTRARAN EN MI REPOSO.
{Dios} otra vez fija un día: Hoy. Diciendo por medio de David después de mucho tiempo, como se ha dicho antes: SI OIS HOY SU VOZ, NO ENDUREZCAIS VUESTROS CORAZONES.
Pues aunque ya debierais ser maestros, otra vez tenéis necesidad de que alguien os enseñe los principios elementales de los oráculos de Dios, y habéis llegado a tener necesidad de leche y no de alimento sólido.
Por tanto, dejando las enseñanzas elementales acerca de Cristo, avancemos hacia la madurez, no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas y de la fe hacia Dios,
Porque en el caso de los que fueron una vez iluminados, que probaron del don celestial y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo,