Versículos Más Populares de la Biblia en Salmos 119
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¿Cuán bienaventurados son los de camino perfecto, los que andan en la ley del SEÑOR!
La exposición de tus palabras imparte luz; da entendimiento a los sencillos.
La suma de tu palabra es verdad, y cada una de tus justas ordenanzas es eterna.
La tierra, oh SEÑOR, está llena de tu misericordia; enséñame tus estatutos.
Estoy profundamente afligido; SEÑOR, vivifícame conforme a tu palabra.
Enséñame, oh SEÑOR, el camino de tus estatutos, y lo guardaré hasta el fin.
Me he gozado en el camino de tus testimonios, más que en todas las riquezas.
¿Cuán dulces son a mi paladar tus palabras!, {más} que la miel a mi boca.
Acuérdate de la palabra {dada} a tu siervo, en la cual me has hecho esperar.
Postrada está mi alma en el polvo; vivifícame conforme a tu palabra.
Tus manos me hicieron y me formaron; dame entendimiento para que aprenda tus mandamientos.
Con todo mi corazón te he buscado; no dejes que me desvíe de tus mandamientos.
He escogido el camino de la verdad; he puesto tus ordenanzas {delante de mí.}
Maravillosos son tus testimonios, por lo que los guarda mi alma.
¿Cuán bienaventurados son los que guardan sus testimonios, {y} con todo el corazón le buscan!
Antes que fuera afligido, yo me descarrié, mas ahora guardo tu palabra.
Que cante mi lengua de tu palabra, porque todos tus mandamientos son justicia.
Venga también a mí tu misericordia, oh SEÑOR, tu salvación, conforme a tu palabra.
Este es mi consuelo en la aflicción: que tu palabra me ha vivificado.
Por el camino de tus mandamientos correré, porque tú ensancharás mi corazón.
Príncipes me persiguen sin causa, pero mi corazón teme tus palabras.
He clamado con todo mi corazón; ¡respóndeme, SEÑOR! Guardaré tus estatutos.
De tus preceptos recibo entendimiento, por tanto aborrezco todo camino de mentira.
He practicado el juicio y la justicia; no me abandones a mis opresores.
Compañero soy de todos los que te temen, y de los que guardan tus preceptos.
Tengo más discernimiento que todos mis maestros, porque tus testimonios son mi meditación.
Yo sé, SEÑOR, que tus juicios son justos, y que en tu fidelidad me has afligido.
Por tanto, estimo rectos todos {tus} preceptos acerca de todas las cosas, {y} aborrezco todo camino de mentira.
Desfallecen mis ojos por tu salvación, y por la promesa de tu justicia.
Llegue mi clamor ante ti, SEÑOR; conforme a tu palabra dame entendimiento.
Tus testimonios he tomado como herencia para siempre, porque son el gozo de mi corazón.
Enséñame buen juicio y conocimiento, pues creo en tus mandamientos.
Mira mi aflicción y líbrame, porque no me olvido de tu ley.
Con rectitud de corazón te daré gracias, al aprender tus justos juicios.
Dame entendimiento para que guarde tu ley y la cumpla de todo corazón.
Tus mandamientos me hacen más sabio que mis enemigos, porque son míos para siempre.
Me he descarriado como oveja perdida; busca a tu siervo, porque no me olvido de tus mandamientos.
Mejor es para mí la ley de tu boca que millares {de piezas} de oro y de plata.
También tus testimonios son mi deleite; {ellos son} mis consejeros.
Hazme andar por la senda de tus mandamientos, porque en ella me deleito.
Hazme entender el camino de tus preceptos, y meditaré en tus maravillas.
He visto un límite a toda perfección; tu mandamiento es sumamente amplio.
Tu fidelidad {permanece} por todas las generaciones; tú estableciste la tierra, y ella permanece.
Si tu ley no hubiera sido mi deleite, entonces habría perecido en mi aflicción.
Desde hace tiempo he sabido de tus testimonios, que para siempre los has fundado.
Levantaré mis manos a tus mandamientos, los cuales amo, y meditaré en tus estatutos.
Pronta esté tu mano a socorrerme, porque tus preceptos he escogido.
Mis ojos se anticipan a las vigilias de la noche, para meditar en tu palabra.
Tú has ordenado tus preceptos, para que {los} guardemos con diligencia.
No quites jamás de mi boca la palabra de verdad, porque yo espero {en} tus ordenanzas.
Entonces no seré avergonzado, al considerar todos tus mandamientos.
Jamás me olvidaré de tus preceptos, porque por ellos me has vivificado.
Hablaré también de tus testimonios delante de reyes, y no me avergonzaré.
Y tendré respuesta para el que me afrenta, pues confío en tu palabra.
Has rechazado a todos los que se desvían de tus estatutos, porque su engaño es en vano.
Apartaos de mí, malhechores, para que guarde yo los mandamientos de mi Dios.
Quita de mí el camino de la mentira, y en {tu} bondad concédeme tu ley.
Tú reprendes a los soberbios, los malditos, que se desvían de tus mandamientos.
Quita de mí el oprobio y el desprecio, porque yo guardo tus testimonios.
A medianoche me levantaré para darte gracias por tus justas ordenanzas.
{Como} escoria has quitado de la tierra a todos los impíos, por tanto amo tus testimonios.
Sostenme conforme a tu promesa, para que viva, y no dejes que me avergüence de mi esperanza.
Por tanto, amo tus mandamientos más que el oro, sí, más que el oro fino.
Sea ahora tu misericordia para consuelo mío, conforme a tu promesa {dada} a tu siervo.
Aunque los príncipes se sienten {y} hablen contra mí, tu siervo medita en tus estatutos.
Aunque he llegado a ser como odre al humo, no me olvido de tus estatutos.
Sea íntegro mi corazón en tus estatutos, para que no sea yo avergonzado.
Angustia y aflicción han venido sobre mí, {mas} tus mandamientos son mi deleite.
Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo, y enséñame tus estatutos.
Pequeño soy, y despreciado, {mas} no me olvido de tus preceptos.
Vuélvete a mí y tenme piedad, como acostumbras con los que aman tu nombre.
Que los que te temen, me vean y se alegren, porque espero {en} tu palabra.
Profunda indignación se ha apoderado de mí por causa de los impíos que abandonan tu ley.
Yo soy tu siervo, dame entendimiento para que conozca tus testimonios.
Sean avergonzados los soberbios, porque me agravian con mentira; {pero} yo en tus preceptos meditaré.
Guardo tus preceptos y tus testimonios, porque todos mis caminos están delante de ti.
He inclinado mi corazón para cumplir tus estatutos por siempre, {y} hasta el fin.
Todos tus mandamientos son fieles; con mentira me han perseguido; ¡ayúdame!
Los soberbios me insultaron en gran manera, {sin embargo,} no me he apartado de tu ley.
De mis caminos {te} conté, y tú me has respondido; enséñame tus estatutos.
Por tus ordenanzas permanecen hasta hoy, pues todas las cosas te sirven.
Los soberbios han forjado mentira contra mí, {pero} de todo corazón guardaré tus preceptos.
Venga a mí tu compasión, para que viva, porque tu ley es mi deleite.
Te ruego aceptes las ofrendas voluntarias de mi boca, oh SEÑOR, y enséñame tus ordenanzas.
Tus testimonios son justos para siempre; dame entendimiento para que yo viva.
Supliqué tu favor con todo {mi} corazón; ten piedad de mí conforme a tu promesa.
Mi celo me ha consumido, porque mis adversarios han olvidado tus palabras.
Mira cuánto amo tus preceptos; vivifícame, SEÑOR, conforme a tu misericordia.
Lejos está de los impíos la salvación, porque no buscan tus estatutos.
Vivifícame conforme a tu misericordia, para que guarde el testimonio de tu boca.
Los lazos de los impíos me han rodeado, {mas} no me he olvidado de tu ley.
Quita de mí el oprobio que me causa temor, porque tus juicios son buenos.
Fosas me han cavado los soberbios, los que no están de acuerdo con tu ley.
Mis ojos desfallecen {esperando} tu palabra, mientras digo: ¿Cuándo me consolarás?
Sostenme, para estar seguro, y que continuamente preste atención a tus estatutos.
Rescátame de la opresión del hombre, para que yo guarde tus preceptos.
Muchos son mis perseguidores y mis adversarios, {pero} yo no me aparto de tus testimonios.
Oye mi voz conforme a tu misericordia; vivifícame, oh SEÑOR, conforme a tus ordenanzas.
Los impíos me han tendido lazo, pero no me he desviado de tus preceptos.
En peligro continuo está mi vida, con todo, no me olvido de tu ley.
Muchas son, oh SEÑOR, tus misericordias; vivifícame conforme a tus ordenanzas.
¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo harás juicio contra mis perseguidores?
Los impíos me esperan para destruirme; tus testimonios consideraré.