'Cuanto' en la Biblia
por cuanto no salieron a recibir a los hijos de Israel con pan y agua, antes alquilaron a Balaam contra ellos, para que los maldijese; mas nuestro Dios volvió la maldición en bendición.
Según la ley, ¿qué se ha de hacer con la reina Vasti, por cuanto no ha cumplido la orden del rey Asuero, enviada por medio de los eunucos?
Y respondió el rey Asuero a la reina Esther, y a Mardoqueo el judío: He aquí yo he dado a Esther la casa de Amán, y a él han colgado en la horca, por cuanto extendió su mano contra los judíos.
En cuanto a los otros judíos que estaban en las provincias del rey, también se juntaron y se pusieron en defensa de su vida, y tuvieron reposo de sus enemigos, y mataron de sus contrarios a setenta y cinco mil; mas en el despojo no metieron su mano.
Por cuanto no cerró las puertas del vientre de mi madre, ni escondió de mis ojos la miseria.
¡Cuánto más en los que habitan en casas de barro, cuyo fundamento está en el polvo, y que serán quebrantados por la polilla!
¿Cuánto menos le responderé yo, y hablaré con Él palabras escogidas?
Prosperan las tiendas de los ladrones, y los que provocan a Dios viven seguros; en cuyas manos Él ha puesto cuanto tienen.
¿Cuánto menos el hombre abominable y vil, que bebe la iniquidad como agua?
Por cuanto él extendió su mano contra Dios, y se ensoberbeció contra el Todopoderoso,
Por cuanto quebrantó y desamparó a los pobres, y robó casas que él no edificó.
¿Cuánto menos el hombre que es un gusano, y el hijo de hombre, también gusano?
Y cesaron estos tres varones de responder a Job, por cuanto él era justo a sus propios ojos.
Entonces Eliú hijo de Baraquel, buzita, de la familia de Ram, se encendió en ira contra Job; se encendió en ira por cuanto él se justificaba más a sí mismo que a Dios. 567
¿Cuánto menos a Aquel que no hace acepción de personas de príncipes, ni respeta al rico más que al pobre? Porque todos son obras de sus manos.
Por cuanto así se apartaron de Él, y no consideraron ninguno de sus caminos;
Yo no callaré en cuanto a sus miembros, ni lo de sus fuerzas y la gracia de su disposición.
Ahora pues, tomaos siete becerros y siete carneros, e id a mi siervo Job, y ofreced holocausto por vosotros, y mi siervo Job orará por vosotros; porque de cierto a él atenderé para no trataros con afrenta, por cuanto no habéis hablado de mí con rectitud, como mi siervo Job.
«Salmo de David, cuando huía de adelante de Absalón su hijo» ¡Oh Jehová, cuánto se han multiplicado mis enemigos! Muchos se levantan contra mí.
las aves de los cielos y los peces del mar; todo cuanto pasa por los senderos del mar.
En ti confiarán los que conocen tu nombre; por cuanto tú, oh Jehová, no desamparaste a los que te buscaron.
En cuanto a las obras de los hombres, por la palabra de tus labios yo me he guardado de las sendas de los violentos.
En cuanto a mí, yo en justicia veré tu rostro; quedaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza.
En cuanto a Dios, perfecto es su camino: La palabra de Jehová es acrisolada: Es escudo a todos los que en Él esperan.
Por cuanto el rey confía en Jehová, y en la misericordia del Altísimo, no será conmovido.
Jehová los ayudará, y los librará; los librará de los impíos, y los salvará, por cuanto en Él confiaron.
En cuanto a mí, en mi integridad me has sustentado, y me has hecho estar delante de ti para siempre.
En cuanto a mí, a Dios clamaré; y Jehová me salvará.
Dios oirá, y los quebrantará luego, Él, que desde la antigüedad permanece (Selah); Por cuanto no cambian, ni temen a Dios.
Mi lengua hablará también de tu justicia todo el día; por cuanto fueron avergonzados, porque fueron confundidos los que mi mal procuraban.
En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies; por poco resbalaron mis pasos.
Y en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; he puesto en el Señor Jehová mi esperanza, para contar todas tus obras.
por cuanto no habían creído a Dios, ni habían confiado en su salvación;
Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; lo pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.
Por cuanto me has alegrado, oh Jehová, con tus obras; en las obras de tus manos me gozo.
por cuanto Jehová habrá edificado a Sión, y en su gloria será visto;
Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.
Por cuanto fueron rebeldes a las palabras de Jehová, y aborrecieron el consejo del Altísimo.
Por cuanto no se acordó de hacer misericordia, y persiguió al hombre afligido y menesteroso y quebrantado de corazón, para matarlo.
MEM. ¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.
Porque Jehová juzgará a su pueblo, y se arrepentirá en cuanto a sus siervos.
En cuanto a los que por todas partes me rodean, la maldad de sus propios labios cubrirá su cabeza.
No ha hecho así con ninguna otra de las naciones; y en cuanto a sus juicios, no los conocieron. Aleluya.
por cuanto aborrecieron la sabiduría, y no escogieron el temor de Jehová,
Ciertamente el justo será recompensado en la tierra: ¡Cuánto más el impío y el pecador!
El infierno y la destrucción están delante de Jehová: ¡Cuánto más los corazones de los hombres!
No conviene al necio la altilocuencia: ¡Cuánto menos al príncipe el labio mentiroso!
Todos los hermanos del pobre le aborrecen: ¡Cuánto más sus amigos se alejarán de él! Buscará la palabra, y no la hallará.
No conviene al necio el deleite: ¡Cuánto menos al siervo ser señor de los príncipes!
El sacrificio de los impíos es abominación: ¡Cuánto más ofreciéndolo con maldad!
Aborrecí por tanto la vida, porque la obra que se hace debajo del sol me era fastidiosa; por cuanto todo es vanidad y aflicción de espíritu.
Dije en mi corazón: En cuanto a la condición de los hijos de los hombres, que Dios los pruebe, para que ellos mismos vean que son semejantes a las bestias.
Por cuanto no se ejecuta luego sentencia sobre la mala obra, el corazón de los hijos de los hombres está entregado para hacer el mal.
Pero no le irá bien al impío, ni le serán prolongados sus días, que son como sombra; por cuanto no teme ante la presencia de Dios.
Porque aunque un hombre viviere muchos años, y se alegrase en todos ellos; acuérdese sin embargo, que los días de las tinieblas serán muchos. Todo cuanto viene es vanidad.
Y cuanto más sabio fue el Predicador, tanto más enseñó sabiduría al pueblo; e hizo escuchar, e hizo escudriñar, y compuso muchos proverbios.
¡Cuán hermosos son tus amores, hermana mía, esposa mía! ¡Cuánto mejores que el vino tus amores, y el olor de tus ungüentos que todas las especias aromáticas!
Asimismo dice Jehová: Por cuanto las hijas de Sión se ensoberbecen, y andan con el cuello erguido y ojos coquetos; cuando andan van danzando, y haciendo son con los pies.
Por cuanto este pueblo desechó las aguas de Siloé, que corren mansamente, y se regocijó con Rezín y con el hijo de Remalías,
Naciones, acercaos para oír; y escuchad, pueblos. Oiga la tierra y cuanto hay en ella, el mundo y todo lo que produce.
Cantad a Jehová un nuevo cántico, su alabanza desde el fin de la tierra; los que descendéis al mar y cuanto hay en él, las islas y los moradores de ellas.
Por cuanto yo sabía que eres obstinado, y tendón de hierro tu cerviz, y tu frente de bronce,
Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su alma hasta la muerte, y fue contado con los transgresores; Y llevó Él el pecado de muchos e hizo intercesión por los transgresores.
yo también os destinaré a la espada, y todos vosotros os arrodillaréis al degolladero; por cuanto llamé, y no respondisteis; hablé, y no oísteis; sino que hicisteis lo malo delante de mis ojos, y escogisteis lo que no me agrada.
¿Quién oyó cosa semejante? ¿Quién vio tal cosa? ¿Dará a luz la tierra en un día? ¿Nacerá una nación de una vez? Pues en cuanto Sión estuvo de parto, dio a luz sus hijos.
Y ahora, por cuanto vosotros habéis hecho todas estas obras, dice Jehová, y bien que os hablé, madrugando para hablar, no oísteis, y os llamé, y no respondisteis;
Por tanto, así dice Jehová de los ejércitos: Por cuanto no habéis oído mis palabras,
Así habló Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, diciendo: Por cuanto enviaste cartas en tu nombre a todo el pueblo que está en Jerusalén, y a Sofonías sacerdote hijo de Maasías, y a todos los sacerdotes, diciendo:
En cuanto a la palabra que nos has hablado en nombre de Jehová, no la oiremos de ti;
En cuanto a Egipto; contra el ejército de Faraón Necao rey de Egipto, que estaba cerca del río Éufrates en Carquemis, al cual hirió Nabucodonosor rey de Babilonia el año cuarto de Joacim hijo de Josías, rey de Judá.
Pues por cuanto confiaste en tus haciendas, en tus tesoros, tú también serás tomada: y Quemos saldrá en cautiverio, los sacerdotes y sus príncipes juntamente.
En cuanto a las columnas, la altura de la columna era de dieciocho codos, y un hilo de doce codos la rodeaba; y su grueso era de cuatro dedos, y hueca.
En cuanto a la semejanza de los seres vivientes, su parecer era como de carbones de fuego encendidos, como parecer de hachones encendidos que andaban entre los seres vivientes; y el fuego resplandecía, y del fuego salían relámpagos.
En cuanto a la belleza de su ornamento, Él la puso en majestad; pero ellos hicieron de ella las imágenes de sus detestables ídolos; por eso se lo torné en cosa repugnante.
En cuanto al parecer de ellas, las cuatro eran de una forma, como si una rueda estuviera en medio de otra rueda.
¿No habéis visto visión vana, y no habéis dicho adivinación de mentira, por cuanto decís: Dice Jehová; no habiendo yo hablado?
Por tanto, así dice Jehová el Señor: Por cuanto vosotros habéis hablado vanidad, y habéis visto mentira, por tanto, he aquí yo estoy contra vosotros, dice Jehová el Señor.
Así que, por cuanto engañaron a mi pueblo, diciendo: Paz, no habiendo paz; y uno edificaba la pared, y he aquí que los otros la recubrían con lodo suelto;
Por cuanto entristecisteis con mentira el corazón del justo, al cual yo no entristecí, y esforzasteis las manos del impío, para que no se apartase de su mal camino, infundiéndole ánimo;
Por lo cual así dice Jehová el Señor: ¿Cuánto más, si yo enviare contra Jerusalén mis cuatro juicios terribles, espada, y hambre, y mala bestia, y pestilencia, para cortar de ella hombres y bestias?
He aquí que cuando estaba entero no era para obra alguna: ¿cuánto menos después que el fuego lo hubiere consumido, y fuere quemado? ¿Servirá más para obra alguna?
Y tornaré la tierra en asolamiento, por cuanto cometieron prevaricación, dice Jehová el Señor.
Y en cuanto a tu nacimiento, el día que naciste no fue cortado tu ombligo, ni fuiste lavada con aguas para atemperarte, ni salada con sal, ni fuiste envuelta con fajas.
Así dice Jehová el Señor: Por cuanto fue descubierta tu suciedad, y tu desnudez ha sido manifestada a tus amantes con tus prostituciones, y a todos los ídolos de tus abominaciones, y en la sangre de tus hijos, los cuales les diste;
Por cuanto no te acordaste de los días de tu juventud, y me provocaste a ira en todo esto, por eso, he aquí yo también haré recaer tu camino sobre tu cabeza, dice Jehová el Señor; y no cometerás esta lascivia además de todas tus abominaciones.
Por cuanto menospreció el juramento, para invalidar el pacto cuando he aquí que había dado su mano, e hizo todas estas cosas, no escapará.
Su padre, por cuanto hizo agravio, despojó violentamente al hermano, e hizo en medio de su pueblo lo que no es bueno, he aquí que él morirá por su maldad.
Y por cuanto he de cortar de ti al justo y al impío, por tanto, mi espada saldrá de su vaina contra toda carne, desde el sur hasta el norte.
Por tanto, así dice Jehová el Señor: Por cuanto habéis hecho venir en memoria vuestras maldades, manifestando vuestras traiciones, y descubriendo vuestros pecados en todas vuestras obras; por cuanto habéis venido en memoria, seréis apresados por su mano.
Por tanto, así dice Jehová el Señor: Por cuanto todos vosotros os habéis vuelto en escorias, por tanto, he aquí que yo os juntaré en medio de Jerusalén.
Por tanto, así dice Jehová el Señor: Por cuanto te has olvidado de mí, y me has echado tras tus espaldas, por eso, lleva tú también tu lujuria y tus prostituciones.
Y dirás a los hijos de Amón: Oíd palabra de Jehová el Señor: Así dice Jehová el Señor: Por cuanto dijiste ¡Ea, bien! contra mi santuario cuando fue profanado, y contra la tierra de Israel cuando fue asolada, y contra la casa de Judá, cuando fueron en cautiverio;
Porque así dice Jehová el Señor: Por cuanto tú batiste tus manos, y golpeaste con tus pies, y te regocijaste en tu corazón con todo tu menosprecio contra la tierra de Israel;
Así dice Jehová el Señor: Por cuanto dijo Moab y Seir: He aquí la casa de Judá es como todas las naciones;
Hijo de hombre, por cuanto dijo Tiro sobre Jerusalén: Ea, bien; destruida está la que era puerta de las naciones; a mí se volvió; yo seré llena; y ella desierta;
Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: Así dice Jehová el Señor: Por cuanto se enalteció tu corazón y dijiste: Yo soy Dios; en la silla de Dios estoy sentado en medio de los mares (siendo tú hombre y no Dios), y has puesto tu corazón como corazón de Dios.
Por tanto, así dice Jehová el Señor: Por cuanto pusiste tu corazón como corazón de Dios,
Y sabrán todos los moradores de Egipto que yo soy Jehová, por cuanto fueron bordón de caña a la casa de Israel.
Por tanto, así dice Jehová el Señor: Por cuanto se encumbró en altura, y puso su cumbre entre densas ramas, y su corazón se elevó con su altura,
Vivo yo, dice Jehová el Señor, que por cuanto mi rebaño ha venido a ser por presa, y por falta de pastor mis ovejas han venido a ser por comida a todas las fieras del campo; y mis pastores no buscaron mis ovejas, sino que los pastores se apacentaron a sí mismos, y no apacentaron mis ovejas;