'Mío' en la Biblia
¿Quién me ha dado {algo} para que yo {se lo} restituya? {Cuanto existe} debajo de todo el cielo es mío.
Mas tú, oh SEÑOR, eres escudo en derredor mío, mi gloria, y el que levanta mi cabeza.
¿Levántate, SEÑOR! ¡Sálvame, Dios mío! Porque tú hieres a todos mis enemigos en la mejilla; rompes los dientes de los impíos.
Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, porque {es} a ti {a quien} oro.
Sigaión de David, que cantó al SEÑOR acerca de Cus, el Benjamita.Oh SEÑOR, Dios mío, en ti me refugio; sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame,
Oh SEÑOR, Dios mío, si yo he hecho esto, si hay en mis manos injusticia,
Levántate, oh SEÑOR, en tu ira; álzate contra la furia de mis adversarios, y despiértate en favor mío; tú has establecido juicio.
Considera {y} respóndeme, oh SEÑOR, Dios mío; ilumina mis ojos, no sea que duerma {el sueño de} la muerte;
Sean gratas las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, oh SEÑOR, roca mía y redentor mío.
Para el director del coro; sobre ajelet-hasahar. Salmo de David.Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¿{Por qué estás tan} lejos de mi salvación {y} de las palabras de mi clamor?
Dios mío, de día clamo y no respondes; y de noche, pero no hay para mí reposo.
Dios mío, en ti confío; no sea yo avergonzado, que no se regocijen sobre mí mis enemigos.
Oh SEÑOR, Dios mío, a ti pedí auxilio y me sanaste.
para que {mi} alma te cante alabanzas y no esté callada. Oh SEÑOR, Dios mío, te alabaré por siempre.
Despierta y levántate para mi defensa y para mi causa, Dios mío y Señor mío.
Júzgame conforme a tu justicia, oh SEÑOR, Dios mío; que no se rían de mí.
Porque en ti espero, oh SEÑOR; tú responderás, Señor, Dios mío.
No me abandones, oh SEÑOR; Dios mío, no estés lejos de mí.
Muchas son, SEÑOR, Dios mío, las maravillas que tú has hecho, y {muchos} tus designios para con nosotros; nadie hay que se compare contigo; si {los} anunciara, y hablara de ellos, no podrían ser enumerados.
me deleito en hacer tu voluntad, Dios mío; tu ley está dentro de mi corazón.
Por cuanto yo estoy afligido y necesitado, el Señor me tiene en cuenta. Tú eres mi socorro y mi libertador; Dios mío, no te tardes.
Dios mío, mi alma está en mí deprimida; por eso me acuerdo de ti desde la tierra del Jordán, y {desde} las cumbres del Hermón, desde el monte Mizar.
Entonces llegaré al altar de Dios, a Dios, mi supremo gozo; y al son de la lira te alabaré, oh Dios, Dios mío.
Oye, pueblo mío, y hablaré; Israel, yo testificaré contra ti. Yo soy Dios, tu Dios.
Porque mío es todo animal del bosque, {y} el ganado sobre mil colinas.
Toda ave de los montes conozco, y mío es todo lo que en el campo se mueve.
Si yo tuviera hambre, no te lo diría a ti; porque mío es el mundo y todo lo que en él hay.
Entonces mis enemigos retrocederán el día en que yo {te} invoque. Esto sé: que Dios está a favor mío.
Para el director del coro; {según tonada de} No destruyas. Mictam de David, cuando Saúl envió {hombres} y vigilaron la casa para matarlo.Líbrame de mis enemigos, Dios mío; ponme {a salvo} en lo alto, lejos de los que se levantan contra mí.
Mío es Galaad, mío es Manasés, Efraín es el yelmo de mi cabeza, Judá es mi cetro.
Dios mío, rescátame de la mano del impío, de la mano del malhechor y del implacable,
Oh Dios, no estés lejos de mí; Dios mío, apresúrate a socorrerme.
Y yo te daré gracias con el arpa, {cantaré} tu verdad, Dios mío; a ti cantaré alabanzas con la lira, oh Santo de Israel.
Masquil de Asaf.Escucha, pueblo mío, mi enseñanza; inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca.
Oye, pueblo mío, y te amonestaré. ¿Oh Israel, si tú me oyeras!
Oh Dios mío, ponlos como polvo en remolino; como paja ante el viento.
Aun el ave ha hallado casa, y la golondrina nido para sí donde poner sus polluelos: ¿tus altares, oh SEÑOR de los ejércitos, Rey mío y Dios mío!
Diré yo al SEÑOR: Refugio mío y fortaleza mía, mi Dios, en quien confío.
Dije: Dios mío, no me lleves en la mitad de mis días; tus años son por todas las generaciones.
Bendice, alma mía, al SEÑOR. SEÑOR, Dios mío, cuán grande eres; te has vestido de esplendor y de majestad,
Mío es Galaad, mío es Manasés, Efraín es el yelmo de mi cabeza, Judá es mi cetro.
Ayúdame, SEÑOR, Dios mío, sálvame conforme a tu misericordia;
Sea ahora tu misericordia para consuelo mío, conforme a tu promesa {dada} a tu siervo.
Si digo: Ciertamente las tinieblas me envolverán, y la luz en torno mío será noche;
Misericordia mía y fortaleza mía, mi baluarte y mi libertador, escudo mío en quien me he refugiado, el que sujeta a mi pueblo debajo de mí.
Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no abandones la enseñanza de tu madre;
Hijo mío, si los pecadores te quieren seducir, no consientas.
hijo mío, no andes en el camino con ellos, aparta tu pie de su senda,
habéis desatendido todo consejo mío, y no habéis deseado mi reprensión;
Hijo mío, si recibes mis palabras, y atesoras mis mandamientos dentro de ti,
Hijo mío, no te olvides de mi enseñanza, y tu corazón guarde mis mandamientos,
Hijo mío, no rechaces la disciplina del SEÑOR ni aborrezcas su reprensión,
Hijo mío, no se aparten {estas cosas} de tus ojos, guarda la prudencia y la discreción,
Oye, hijo mío, recibe mis palabras, y muchos serán los años de tu vida.
Hijo mío, presta atención a mis palabras, inclina tu oído a mis razones;
Hijo mío, presta atención a mi sabiduría, inclina tu oído a mi prudencia,
¿Por qué has de embriagarte, hijo mío, con una extraña, y abrazar el seno de una desconocida?
Hijo mío, si has salido fiador por tu prójimo, {si} has dado promesa a un extraño,
haz esto ahora, hijo mío, y líbrate, ya que has caído en la mano de tu prójimo: ve, humíllate e importuna a tu prójimo;
Hijo mío, guarda el mandamiento de tu padre, y no abandones la enseñanza de tu madre;
Hijo mío, guarda mis palabras, y atesora mis mandamientos contigo.
Mío es el consejo y la prudencia, yo soy la inteligencia, el poder es mío.
Cesa, hijo mío, de escuchar la instrucción, {y} te desviarás de las palabras de sabiduría.
Hijo mío, si tu corazón es sabio, mi corazón también se me alegrará;
Escucha, hijo mío, y sé sabio, y dirige tu corazón por el {buen} camino.
Dame, hijo mío, tu corazón, y que tus ojos se deleiten en mis caminos.
Come miel, hijo mío, porque es buena; sí, la miel del panal es dulce a tu paladar.
Hijo mío, teme al SEÑOR y al rey, no te asocies con los que son inestables;
Sé sabio, hijo mío, y alegra mi corazón, para que yo responda al que me afrenta.
¿Qué, hijo mío? ¿Qué, hijo de mis entrañas? ¿Qué, hijo de mis votos?
Pero además de esto, hijo mío, estate prevenido: el hacer muchos libros no tiene fin, y demasiada dedicación {a ellos} es fatiga del cuerpo.
Cuán hermoso eres, amado mío, {y} tan placentero. Ciertamente nuestro lecho es de exuberante verdor.
Mi amado es mío, y yo soy suya; él apacienta {su rebaño} entre los lirios.
Hasta que sople {la brisa} del día y huyan las sombras, vuelve, amado mío, y sé semejante a una gacela o a un cervatillo sobre los montes de Beter.
Yo soy de mi amado y mi amado es mío, él apacienta entre los lirios.
¿Qué hermosa y qué encantadora eres, amor {mío}, con {todos} tus encantos!
Ven, amado mío, salgamos al campo, pasemos la noche en las aldeas.
Las mandrágoras han exhalado su fragancia, y a nuestras puertas hay toda clase de {frutas} escogidas, tanto nuevas como añejas, que he guardado, amado mío, para ti.
Apresúrate, amado mío, y sé como una gacela o un cervatillo sobre los montes de los aromas.
¿Oh pueblo mío! Sus opresores son muchachos, y mujeres lo dominan. Pueblo mío, los que te guían {te} hacen desviar y confunden el curso de tus sendas.
porque antes que el niño sepa clamar ``padre mío" o ``madre mía", la riqueza de Damasco y el botín de Samaria serán llevados ante el rey de Asiria.
Por tanto, así dice el Señor, DIOS de los ejércitos: Pueblo mío que moras en Sion, no temas al asirio que te hiere con vara y levanta su báculo contra ti a la manera de Egipto.
Ven, pueblo mío, entra en tus aposentos y cierra tras ti tus puertas; escóndete por corto tiempo hasta que pase la indignación.
Pero tú, Israel, siervo mío, Jacob, a quien he escogido, descendiente de Abraham, mi amigo;
Mas ahora, así dice el SEÑOR tu Creador, oh Jacob, y el que te formó, oh Israel: No temas, porque yo te he redimido, te he llamado por tu nombre; mío eres tú.
Mas ahora escucha, Jacob, siervo mío, Israel, a quien yo he escogido.
Así dice el SEÑOR que te creó, que te formó desde el seno materno, y que te ayudará: ``No temas, Jacob, siervo mío, ni tú, Jesurún, a quien he escogido.
Recuerda estas cosas, Jacob, y {tú} Israel, porque mi siervo eres. Yo te he formado, siervo mío eres; Israel, no me olvidaré de ti.
Por amor mío, por amor mío, lo haré, porque ¿cómo podría ser profanado {mi nombre?} Mi gloria, pues, no la daré a otro.
Prestadme atención, pueblo mío, y oídme, nación mía; porque de mí saldrá una ley, y estableceré mi justicia para luz de los pueblos.
De la manera que muchos se asombraron de ti, {pueblo mío,} así fue desfigurada su apariencia más que la de {cualquier} hombre, y su aspecto más que el de los hijos de los hombres.
¿No acabas de llamarme: ``Padre mío, tú eres el amigo de mi juventud", {pensando:}
Yo había dicho: `` ¿Cómo quisiera ponerte entre mis hijos, y darte una tierra deseable, la más hermosa heredad de las naciones!" Y decía: ``Padre mío me llamaréis, y no os apartaréis de seguirme."
¿Alma mía, alma mía! Estoy angustiado, ¡oh corazón mío! Mi corazón se agita dentro de mí; no callaré, porque has oído, alma mía, el sonido de la trompeta, el pregón de guerra.
¿Oh SEÑOR, fuerza mía y fortaleza mía, refugio mío en el día de angustia! A ti vendrán las naciones desde los términos de la tierra y dirán: Nuestros padres heredaron sólo mentira, vanidad y cosas sin provecho.
Por tanto, así dice el SEÑOR acerca de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá: No llorarán por él: `` ¿Ay, hermano mío!" o `` ¿Ay, hermana!" No llorarán por él: `` ¿Ay, señor!" o `` ¿Ay, su gloria!"
he aquí, mandaré a buscar a todas las familias del norte --declara el SEÑOR-- y a Nabucodonosor, rey de Babilonia, siervo mío, y los traeré contra esta tierra, contra sus habitantes y contra todas estas naciones de alrededor; los destruiré por completo y los haré objeto de horror, de burla y de eterna desolación.
`Y ahora yo he puesto todas estas tierras en manos de mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia, siervo mío, y también las bestias del campo le he dado para que le sirvan.
``Así que tú no temas, siervo mío Jacob" --declara el SEÑOR-- ``ni te atemorices, Israel; porque he aquí, te salvaré de lugar remoto, y a tu descendencia de la tierra de su cautiverio. Y volverá Jacob, y estará tranquilo y seguro, y nadie {lo} atemorizará.
Ve, pues, y lee en el rollo que has escrito al dictado mío, las palabras del SEÑOR a oídos del pueblo, en la casa del SEÑOR un día de ayuno. Y también las leerás a oídos de todos {los de} Judá que vienen de sus ciudades.