2 Por la rebelión de la tierra sus príncipes son muchos: Mas por el hombre entendido y sabio permanecerá estable.
4 Los que abandonan la ley, alaban a los impíos; mas los que la guardan, contenderán con ellos.
5 Los hombres malos no entienden el juicio; mas los que buscan a Jehová, entienden todas las cosas.
7 El que guarda la ley es hijo prudente; mas el que es compañero de glotones, avergüenza a su padre.
8 El que aumenta sus riquezas con usura y crecido interés, para el que se compadece de los pobres las aumenta.
10 El que hace errar a los rectos por el mal camino, él caerá en su misma fosa; mas los íntegros heredarán el bien.
12 Cuando los justos se alegran, grande es la gloria; mas cuando los impíos se levantan, los hombres se esconden.
13 El que encubre sus pecados, no prosperará: Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.
16 El príncipe falto de entendimiento multiplicará los agravios; mas el que aborrece la avaricia, prolongará sus días.
17 El hombre que hace violencia con sangre de persona, huirá hasta la fosa, y nadie le detendrá.
19 El que labra su tierra, se saciará de pan; mas el que sigue a los ociosos, se hartará de pobreza.
20 El hombre de verdad tendrá muchas bendiciones; mas el que se apresura a enriquecerse, no será sin culpa.
24 El que roba a su padre o a su madre, y dice que no es maldad, compañero es del hombre destruidor.
27 El que da al pobre, no tendrá pobreza; mas el que aparta sus ojos, tendrá muchas maldiciones.