'En Mí' en la Biblia
Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.
Aquel día vosotros conoceréis que yo soy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.
Mas el Consolador, el Espíritu Santo, al cual el Padre enviará en mi nombre, aquel os enseñará todas las cosas, y os recordará todas las cosas que os he dicho.
Ya no hablaré mucho con vosotros, porque viene el príncipe de este mundo; mas no tiene nada en mí.
Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.
Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto de sí mismo, si no permaneciere en la vid; así vosotros, si no estuviereis en mí.
YO SOY la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque sin mí nada podéis hacer.
El que no permanece en mí, será echado fuera como mal pámpano, y se secará; y los cogen, y los echan en el fuego, y arden.
Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, todo lo que quisiereis pediréis, y os será hecho.
Como el Padre me amó, también yo os he amado; permaneced en mi amor.
Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; como yo también he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.
No me elegisteis vosotros a mí, mas yo os elegí a vosotros; y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis del Padre en mi nombre, él os lo dé.
De pecado ciertamente, por cuanto no creen en mí;
Y aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis a mi Padre en mi nombre, os lo dará.
Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.
En aquel día pediréis en mi nombre; y no os digo, que yo rogaré al Padre por vosotros;
Estas cosas os he hablado, para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis apretura; mas confiad, yo he vencido al mundo.
Mas no ruego solamente por ellos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos.
Para que todos sean una cosa; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean en nosotros una cosa; para que el mundo crea que tú me enviaste.
Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en una cosa; y que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado, como también a mí me has amado.
Luego dice a Tomás: Mete tu dedo aquí, y ve mis manos; y alarga acá tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino fiel.
Porque David dice de El: VEIA SIEMPRE AL SEÑOR EN MI PRESENCIA; PUES ESTA A MI DIESTRA PARA QUE YO NO SEA CONMOVIDO.
Entonces Cornelio dijo: Hace cuatro días hasta esta hora yo estaba en ayuno; y a la hora novena mientras oraba en mi casa, he aquí un varón se puso delante de mí en vestido resplandeciente.
Y dije: Señor, no; porque ninguna cosa común o inmunda entró jamás en mi boca.
Y cuando fue bautizada, con su casa, nos rogó, diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad; y nos constriñó.
``Hermanos y padres, escuchen mi defensa que ahora {presento} ante ustedes," decía Pablo.
O digan estos mismos si hallaron en mí alguna cosa mal hecha, cuando yo estuve en el concilio,
Mi vida, pues, desde mi juventud, la cual desde el principio fue en mi nación, en Jerusalén, todos los judíos la saben;
en mitad del día, oh rey, vi en el camino una luz del cielo, que sobrepujaba al resplandor del sol, la cual me rodeó y a los que iban conmigo.
para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, remisión de pecados y herencia entre los santificados.
Porque esta noche estuvo en mi presencia un ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo,
los cuales, habiéndome examinado, me querían soltar; por no haber en mí ninguna causa de muerte.
Porque testigo me es Dios, al cual sirvo en mi espíritu en el Evangelio de su Hijo, que sin cesar me acuerdo de vosotros siempre en mis oraciones,
siempre en mis oraciones, implorando que ahora, al fin, por la voluntad de Dios, logre ir a vosotros.
Entonces el pecado, cuando hubo ocasión, obró en mí por el mandamiento toda concupiscencia. Porque sin la ley el pecado estaba como adormecido.
¿Entonces lo que es bueno, vino a ser muerte para mí? ¡En ninguna manera! Pero el pecado, para mostrarse pecado, obró muerte en mí por lo que es bueno, a fin de que por el mandamiento, el pecado llegase a ser sobremanera pecaminoso.
De manera que ya yo no obro aquello, sino el pecado que mora en mí.
Y yo sé que en mí (es a saber, en mi carne) no mora el bien, porque tengo el querer, mas efectuar el bien no lo alcanzo.
Y si hago lo que no quiero, ya no obro yo, sino el pecado que mora en mí.
Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: Que el mal está en mí.
mas veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.
que tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazón.
así también éstos ahora no han creído, para que, por la misericordia para con vosotros, ellos también alcancen misericordia.
o si ministerio, usémoslo en ministrar; el que enseña, en la enseñanza;
cuando partiere para España, iré a vosotros, porque espero veros en mi jornada, y que seré encaminado por vosotros hacia allá, si en parte primero hubiere disfrutado de vuestra compañía.
para que ninguno diga que habéis sido bautizados en mi nombre.
sino hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría ocultada; la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria;
Pero esto, hermanos, he pasado por ejemplo en mí y en Apolos, por amor de vosotros; para que en nosotros no aprendáis más allá de lo que está escrito, no sea que por causa de uno, os envanezcáis unos contra otros.
En mi carta os escribí que no anduvierais en compañía de personas inmorales;
Pero en mi opinión, será más feliz si se queda como está; y creo que yo también tengo el Espíritu de Dios.
Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el Nuevo Testamento en mi sangre; haced esto todas las veces que bebiereis, en memoria de mí.
Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia para conmigo no resultó vana; antes bien he trabajado mucho más que todos ellos, aunque no yo, sino la gracia de Dios en mí.
es decir, {quería} visitaros de paso a Macedonia, y de Macedonia ir de nuevo a vosotros y ser encaminado por vosotros en mi viaje a Judea.
Así que, pretendiendo esto, ¿usé quizá de liviandad? ó lo que pienso hacer, ¿piénsolo según la carne, para que haya en mí Sí y No?
Esto he determinado en mí, no venir otra vez a vosotros con tristeza.
no tuve reposo en mi espíritu, por no haber hallado a Tito, mi hermano; y así, despidiéndome de ellos, partí para Macedonia.
Es la verdad del Cristo en mí, que esta gloria no me será sellada en las partes de Acaya.
Si es necesario gloriarme, me gloriaré en mis flaquezas.
De éste tal me gloriaré, mas de mí mismo en nada me gloriaré, sino en mis flaquezas.
Por lo cual si quisiera gloriarme (de estas cosas,) no sería loco, porque diré la verdad; pero lo dejo, para que nadie piense de mí más de lo que en mí ve, u oye.
Y para que la grandeza de las revelaciones no me exalte descomedidamente, me es dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera.
Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque (mi) potencia en la flaqueza se perfecciona. Por tanto, de buena gana me gloriaré de mis flaquezas, para que habite en mí la potencia de Cristo.
pues buscáis una prueba de Cristo que habla en mí, el cual no es flaco para con vosotros, antes es poderoso en vosotros.
y aprovechaba en el Judaísmo sobre muchos de mis iguales en mi nación, siendo mucho más celoso que todos de las tradiciones de mis padres.
revelar a su Hijo en mí, para que le predicara entre los gentiles, luego no consulté con carne y sangre;
(porque el que obró en Pedro para el apostolado de la circuncisión, obró también en mí para con los gentiles);
Con Cristo estoy juntamente colgado en el madero, y vivo, no ya yo, sino vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo por la fe del Hijo de Dios, el cual me amó, y se entregó a sí mismo por mí.
y no desechasteis ni menospreciasteis mi aflicción que estaba en mi carne; antes me recibisteis como a un ángel de Dios, como al mismo Cristo Jesús.
De aquí en adelante nadie me sea molesto; porque yo traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús.
no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones,
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su mucha caridad con que nos amó,
como me es justo sentir esto de todos vosotros, por cuanto os tengo en el corazón; y en mis prisiones, y en la defensa y confirmación del Evangelio, sois todos vosotros compañeros de mi gracia.
aquéllos proclaman a Cristo por ambición personal, no con sinceridad, pensando causarme angustia en mis prisiones.
Porque sé que esto resultará en mi liberación mediante vuestras oraciones y la suministración del Espíritu de Jesucristo,
conforme a mi deseo y esperanza, que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será engrandecido el Cristo en mi cuerpo, o por vida, o por muerte.
Teniendo el mismo conflicto que habéis visto en mí, y ahora oís estar en mí.
Por tanto, amados míos, como siempre habéis oído, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, obrad vuestra salud con temor y temblor;
porque por la obra del Cristo estuvo cercano a la muerte, poniendo su vida para suplir vuestra falta en mi servicio.
Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.
Sin embargo, habéis hecho bien en compartir {conmigo} en mi aflicción.
Que ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las tribulaciones del Cristo por su cuerpo, que es la Iglesia;
en lo cual aun trabajo, combatiendo por la operación de él, la cual él obra en mí poderosamente.
Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Cristo Jesús mostrara primero en mí, toda su clemencia, para ejemplo de los que habían de creer en él para vida eterna.
Porque los que bien ministraren, ganan para sí buen grado, y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús.
Si esto propusieres a los hermanos, serás buen ministro de Jesús el Cristo, criado en las palabras de la fe y de la buena doctrina, la cual has alcanzado.
Doy gracias a Dios, al cual sirvo desde mis mayores con limpia conciencia, de que sin cesar tengo memoria de ti en mis oraciones noche y día;
En mi primera defensa ninguno me ayudó, antes me desampararon todos; no les sea imputado.
Erasto se quedó en Corinto; y a Trófimo dejé enfermo en Mileto.
Doy gracias a mi Dios, haciendo siempre memoria de ti en mis oraciones.
lo que ruego es por mi hijo Onésimo, que he engendrado en mi prisión,
a quien hubiera querido retener conmigo, para que me sirviera en lugar tuyo en mis prisiones por el evangelio;
el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo hecho la expiación de nuestros pecados por sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,
Y les juré en mi ira: No entrarán en mi Reposo.
(Pero entramos en el Reposo los que hemos creído,) de la manera que dijo: Así que les juré en mi ira, no entrarán en mi Reposo, aun acabadas las obras desde el principio del mundo.
Y otra vez aquí: No entrarán en mi Reposo.
no como el testamento que hice a vuestros padres el día que los tomé por la mano que los sacaría de la tierra de Egipto; porque ellos no permanecieron en mi testamento, y yo los menosprecié a ellos, dice el Señor;
PORQUE la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos á los que se allegan.
Y os compadecisteis de mí en mis cadenas, y el despojo de vuestros bienes padecisteis con gozo, sabiendo en vosotros que tenéis una mejor y perdurable sustancia en los cielos.
Así obedeció Sara a Abraham, llamándolo señor, y ustedes han llegado a ser hijas de ella, si hacen el bien y no tienen miedo de nada que pueda aterrorizarlas.
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