El Espíritu de Dios me ha hecho, Y el aliento del Todopoderoso (Shaddai) me da vida.

Si hay un ángel {que sea} su mediador, Uno entre mil, Para declarar al hombre lo que es bueno para él,

Ciertamente Dios habla una vez, Y otra vez, {pero} nadie se da cuenta de ello.

En un sueño, en una visión nocturna, Cuando un sueño profundo cae sobre los hombres, Mientras dormitan en sus lechos,

Que su carne se vuelva más tierna que en su juventud, Que regrese a los días de su vigor juvenil.

{El hombre} es castigado también con dolor en su lecho, Y con queja continua en sus huesos,

``Por tanto, Job, oye ahora mi discurso, Y presta atención a todas mis palabras.

Y que tenga piedad de él, y diga: `Líbralo de descender a la fosa, He hallado {su} rescate';

Cantará él a los hombres y dirá: `He pecado y pervertido lo que es justo, Y no es apropiado para mí.

Entonces orará a Dios, y El lo aceptará, Para que vea con gozo Su rostro, Y restaure Su justicia al hombre.

Entonces El abre el oído de los hombres, Y sella su instrucción,

Yo, al igual que tú, pertenezco a Dios; Del barro yo también he sido formado.

Pero déjame decirte que no tienes razón en esto, Porque Dios es más grande que el hombre.

El ha redimido mi alma de descender a la fosa, Y mi vida verá la luz.'

¿Por qué te quejas contra El, {Diciendo} que no da cuenta de todas Sus acciones?

Mis palabras {proceden de} la rectitud de mi corazón, Y con sinceridad mis labios hablan lo que saben.

Libra su alma de la fosa Y su vida de pasar al Seol (región de los muertos).

Para que su vida aborrezca el pan, Y su alma el alimento favorito.

Entonces su alma se acerca a la fosa, Y su vida a los que causan la muerte.

`Yo soy limpio, sin transgresión; Soy inocente y en mí no hay culpa.

Dios busca pretextos contra mí; Me tiene como Su enemigo.

Dios hace todo esto con frecuencia a los hombres,

Para rescatar su alma de la fosa, Para que sea iluminado con la luz de la vida.

Para apartar al hombre {de sus} obras, Y del orgullo guardarlo;

Su carne desaparece a la vista, Y sus huesos que no se veían, aparecen.

Ciertamente has hablado a oídos míos, Y el sonido de {tus} palabras he oído:

Pon atención, Job, escúchame; Guarda silencio y déjame hablar.

Ahora abro mi boca, En mi paladar habla mi lengua.

Pone mis pies en el cepo; Vigila todas mis sendas.'

Contradíceme si puedes; Colócate delante de mí, ponte en pie.

Mi temor no te debe espantar, Ni mi mano agravarse sobre ti.

Si algo tienes que decir, respóndeme; Habla, porque deseo justificarte.

Si no, escúchame; Pon atención y te enseñaré sabiduría."