50 Versículos de la Biblia sobre mantenerse fuerte y no rendirse

No nos cansemos, pues, de hacer bien; que á su tiempo segaremos, si no hubiéremos desmayado.

Esforzaos empero vosotros, y no desfallezcan vuestras manos; que salario hay para vuestra obra.

No des á las mujeres tu fuerza, Ni tus caminos á lo que es para destruir los reyes.

Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos.

Porque no nos ha dado Dios el espíritu de temor, sino el de fortaleza, y de amor, y de templanza.

Si fueres flojo en el día de trabajo, Tu fuerza será reducida.

Por tanto, no desmayamos: antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior empero se renueva de día en día.

El hombre sabio es fuerte; Y de pujante vigor el hombre docto.

Los días de nuestra edad son setenta años; Que si en los más robustos son ochenta años, Con todo su fortaleza es molestia y trabajo; Porque es cortado presto, y volamos.

Y como á ellos no les pareció tener á Dios en su noticia, Dios los entregó á una mente depravada, para hacer lo que no conviene,

Ni deis lugar al diablo.

Y díjome: Varón de deseos, no temas: paz á ti; ten buen ánimo, y aliéntate. Y hablando él conmigo cobré yo vigor, y dije: Hable mi señor, porque me has fortalecido.

Y PROPUSOLES también una parábola sobre que es necesario orar siempre, y no desmayar,

El cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis sin falta en el día de nuestro Señor Jesucristo.

El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.

Y no teniendo la cabeza, de la cual todo el cuerpo, alimentado y conjunto por las ligaduras y conjunturas, crece en aumento de Dios.

No dejando nuestra congregación, como algunos tienen por costumbre, mas exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.

PUES tú, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús.

En la multitud de tus caminos te cansaste, mas no dijiste: No hay remedio; hallaste la vida de tu mano, por tanto no te arrepentiste.

Dios es el que me ciñe de fuerza, E hizo perfecto mi camino;

Cuando tomare alguno mujer nueva, no saldrá á la guerra, ni en ninguna cosa se le ocupará; libre estará en su casa por un año, para alegrar á su mujer que tomó.

ASI que, los que somos más firmes debemos sobrellevar las flaquezas de los flacos, y no agradarnos á nosotros mismos.

Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

Tú comerás, y no te hartarás; y tu abatimiento será en medio de ti: tú cogerás, mas no salvarás; y lo que salvares, lo entregaré yo á la espada.

Alma mía, en Dios solamente reposa; Porque de él es mi esperanza.

Os dí á beber leche, y no vianda: porque aun no podíais, ni aun podéis ahora;

La paz os dejo, mi paz os doy: no como el mundo la da, yo os la doy. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.

Y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y hartaos; pero no les diereis las cosas que son necesarias para el cuerpo: ¿qué aprovechará?

Porque debiendo ser ya maestros á causa del tiempo, tenéis necesidad de volver á ser enseñados cuáles sean los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado á ser tales que tengáis necesidad de leche, y no de manjar sólido.

Velad y orad, para que no entréis en tentación: el espíritu á la verdad está presto, mas la carne enferma.

Orando en todo tiempo con toda deprecación y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda instancia y suplicación por todos los santos,

Mas los ojos de los malos se consumirán, Y no tendrán refugio; Y su esperanza será agonía del alma.

A los que son sin ley, como si yo fuera sin ley, (no estando yo sin ley de Dios, mas en la ley de Cristo) por ganar á los que estaban sin ley.

Porque largura de días, y años de vida Y paz te aumentarán.

Dijo más David á Salomón su hijo: Anímate y esfuérzate, y ponlo por obra; no temas, ni desmayes, porque el Dios Jehová, mi Dios, será contigo: él no te dejará, ni te desamparará, hasta que acabes toda la obra para el servicio de la casa de Jehová.

No un neófito, porque inflándose no caiga en juicio del diablo.

Por fe ofreció Abraham á Isaac cuando fué probado, y ofrecía al unigénito el que había recibido las promesas,

Si el espíritu del príncipe se exaltare contra ti, no dejes tu lugar; porque la lenidad hará cesar grandes ofensas.

Estando atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperamos;

Si os quedareis quietos en esta tierra, os edificaré, y no os destruiré; os plantaré, y no os arrancaré: porque arrepentido estoy del mal que os he hecho.

Y ser hallado en él, no teniendo mi justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe;

Mas ahora os amonesto que tengáis buen ánimo; porque ninguna pérdida habrá de persona de vosotros, sino solamente de la nave.

Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de particular interpretación;

Reteniendo la palabra de vida para que yo pueda gloriarme en el día de Cristo, que no he corrido en vano, ni trabajado en vano.

Y Jehová dijo á Josué: No tengas temor de ellos: porque yo los he entregado en tu mano, y ninguno de ellos parará delante de ti.

Dad la cerveza al desfallecido, Y el vino á los de amargo ánimo:

Mantengamos firme la profesión de nuestra fe sin fluctuar; que fiel es el que prometió:

Cuando el fuerte armado guarda su atrio, en paz está lo que posee.

Con Cristo estoy juntamente crucificado, y vivo, no ya yo, mas vive Cristo en mí: y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó, y se entregó á sí mismo por mí.

Así también la fe, si no tuviere obras, es muerta en sí misma.