50 Versículo de la Biblia sobre no estar solo
Versículos Más Relevantes
Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; haréle ayuda idónea para él.
Así también la fe, si no tuviere obras, es muerta en sí misma.
Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí.
Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de obra y en verdad.
Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de particular interpretación;
También si dos durmieren juntos, se calentarán; mas ¿cómo se calentará uno solo?
Porque así dijo Jehová, que crió los cielos, él es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo y la compuso; no la crió en vano, para que fuese habitada la crió: Yo Jehová, y ninguno más que yo.
Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, los más miserables somos de todos los hombres.
Digo pues á los solteros y á las viudas, que bueno les es si se quedaren como yo.
Alma mía, en Dios solamente reposa; Porque de él es mi esperanza.
Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre; porque yo, lo que á él agrada, hago siempre.
Y no teniendo la cabeza, de la cual todo el cuerpo, alimentado y conjunto por las ligaduras y conjunturas, crece en aumento de Dios.
El solamente es mi fuerte y mi salud: Es mi refugio, no resbalaré.
Porque tú eres grande, y hacedor de maravillas: Tú solo eres Dios.
Uno es el dador de la ley, que puede salvar y perder: ¿quién eres tú que juzgas á otro?
El solamente es mi fuerte, y mi salud; Es mi refugio, no resbalaré mucho.
Y conozcan que tu nombre es JEHOVA; Tú solo Altísimo sobre toda la tierra.
No hay semejante á tí, oh Jehová; grande tú, y grande tu nombre en fortaleza.
Porque por gracia sois salvos por la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios:
Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza: Seguridad mía desde mi juventud.
Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para que fuésemos justificados por la fe de Cristo, y no por las obras de la ley; por cuanto por las obras de la l
Y fué cumplida la Escritura que dice: Abraham creyó á Dios, y le fué imputado á justicia, y fué llamado amigo de Dios.
Mas él respondiendo, dijo: Escrito está: No con solo el pan vivirá el hombre, mas con toda palabra que sale de la boca de Dios.
Porque si cayeren, el uno levantará á su compañero: mas ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante.
¿Cómo podéis vosotros creer, pues tomáis la gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que de sólo Dios viene?
A los que son sin ley, como si yo fuera sin ley, (no estando yo sin ley de Dios, mas en la ley de Cristo) por ganar á los que estaban sin ley.
Porque tampoco el varón fué criado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón.
Para que vuestra fe no esté fundada en sabiduría de hombres, mas en poder de Dios.
He aquí, la hora viene, y ha venido, que seréis esparcidos cada uno por su parte, y me dejaréis solo: mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo.
Porque Dios es el Rey de toda la tierra: Cantad con inteligencia.
Y respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: A tu Señor Dios adorarás, y á él solo servirás.
E irán errantes de mar á mar: desde el norte hasta el oriente discurrirán buscando palabra de Jehová, y no la hallarán.
Mas tú, cuando oras, éntrate en tu cámara, y cerrada tu puerta, ora á tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en secreto, te recompensará en público.
Y ser hallado en él, no teniendo mi justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe;
Reconoced que Jehová él es Dios: El nos hizo, y no nosotros á nosotros mismos. Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.
¿No es esto lo que te hablamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir á los Egipcios? Que mejor nos fuera servir á los Egipcios, que morir nosotros en el desierto.
Y yo os hablé entonces, diciendo: Yo no puedo llevaros solo:
Sino según fuimos aprobados de Dios para que se nos encargase el evangelio, así hablamos; no como los que agradan á los hombres, sino á Dios, el cual prueba nuestros corazones.
Y Elías tornó á decir al pueblo: Sólo yo he quedado profeta de Jehová; mas de los profetas de Baal hay cuatrocientos y cincuenta hombres.
Mejor es morar en tierra del desierto, Que con la mujer rencillosa é iracunda.
El entonces respondiendo, le dijo: Señor, déjala aún este año, hasta que la excave, y estercole.
No puedo yo solo soportar á todo este pueblo, que me es pesado en demasía.
Ni el ojo puede decir á la mano: No te he menester: ni asimismo la cabeza á los pies: No tengo necesidad de vosotros.
Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo.