33 Versículo de la Biblia sobre la salud y la sanación
Versículos Más Relevantes
He aquí que yo le hago subir sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad.
Mas yo haré venir sanidad para ti, y te sanaré de tus heridas, dice Jehová; porque Arrojada te llamaron, diciendo: Esta es Sión, á la que nadie busca.
Porque será medicina á tu ombligo, Y tuétano á tus huesos.
Porque son vida á los que las hallan, Y medicina á toda su carne.
Y junto al arroyo, en su ribera de una parte y de otra, crecerá todo árbol de comer: su hoja nunca caerá, ni faltará su fruto: á sus meses madurará, porque sus aguas salen del santuario: y su fruto será para comer, y su hoja para medicina.
El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias;
Sáname, oh Jehová, y seré sano; sálvame, y seré salvo: porque tú eres mi alabanza.
Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si estuviere en pecados, le serán perdonados.
Panal de miel son los dichos suaves. Suavidad al alma y medicina á los huesos.
El corazón alegre produce buena disposición: Mas el espíritu triste seca los huesos.
Esperamos paz, y no hubo bien; día de cura, y he aquí turbación.
Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salud se dejará ver presto; é irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia.
No hay quien juzgue tu causa para salud: no hay para ti eficaces medicamentos.
Jehová lo sustentará sobre el lecho del dolor: Mullirás toda su cama en su enfermedad.
¿No hay bálsamo en Galaad? ¿no hay allí médico? ¿Por qué pues no hubo medicina para la hija de mi pueblo?
VENID y volvámonos á Jehová: que él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará.
Tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar;
Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; sea hecho contigo como quieres. Y fué sana su hija desde aquella hora.
Mas á vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salud: y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada.
Para que sea conocido en la tierra tu camino, En todas las gentes tu salud.
Porque el hombre en quien había sido hecho este milagro de sanidad, era de más de cuarenta años.
Yo dije: Jehová, ten misericordia de mí; Sana mi alma, porque contra ti he pecado.
¿Está alguno enfermo entre vosotros? llame á los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor.
El mal mensajero caerá en mal: Mas el mensajero fiel es medicina.
Y le rogaba mucho, diciendo: Mi hija está á la muerte: ven y pondrás las manos sobre ella para que sea salva, y vivirá.
Enterneceráse su carne más que de niño, Volverá á los días de su mocedad.
No dirá el morador: Estoy enfermo: el pueblo que morare en ella será absuelto de pecado.
Y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, é hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído á sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié á los Egipcios te enviaré á ti; porque yo soy Jehová tu
Y una mujer, que tenía flujo de sangre hacía ya doce años, la cual había gastado en médicos toda su hacienda, y por ninguno había podido ser curada,
Y cuando en la carne, en su piel, hubiere apostema, y se sanare,
El corazón apacible es vida de las carnes: Mas la envidia, pudrimiento de huesos.
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