'Algunos' en la Biblia
Y he aquí, algunos de los escribas decían dentro de sí: Este blasfema.
Entonces respondiendo algunos de los escribas y de los fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal.
Entonces se acercaron* a Jesús {algunos} escribas y fariseos de Jerusalén, diciendo:
De cierto os digo: hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del hombre viniendo en su Reino.
Y se acercaron a El {algunos} fariseos para probarle, diciendo: ¿Es lícito a un hombre divorciarse de su mujer por cualquier motivo?
Entonces le trajeron {algunos} niños para que pusiera las manos sobre ellos y orara; y los discípulos los reprendieron.
Y los Fariseos enviaron algunos de sus discípulos junto con los partidarios de Herodes (Antipas), diciendo: ``Maestro, sabemos que eres veraz y que enseñas el camino de Dios con verdad, y no buscas el favor de nadie, porque eres imparcial.
Ese día se le acercaron {algunos} saduceos (los que dicen que no hay resurrección), y le preguntaron,
"Por tanto, miren, Yo les envío profetas, sabios y escribas. A algunos de ellos, ustedes los matarán y crucificarán, y a otros los azotarán en sus sinagogas y los perseguirán de ciudad en ciudad,
Y algunos de los que estaban allí, oyéndolo, decían: A Elías llama éste.
Y mientras ellas iban, he aquí, algunos de la guardia fueron a la ciudad e informaron a los principales sacerdotes de todo lo que había sucedido.
Cuando le vieron, le adoraron; mas algunos dudaban.
Y entró otra vez en Capernaum después de algunos días, y se oyó que estaba en casa.
Y estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales pensando en sus corazones,
Y se juntaron a él fariseos, y algunos de los escribas, que habían venido de Jerusalén;
los cuales, viendo a algunos de sus discípulos comer pan con manos comunes, es a decir, no lavadas, los condenaban.
Si los envío en ayunas a sus casas, desmayarán en el camino; porque algunos de ellos han venido de lejos.
También les dijo: De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que hayan visto el Reino de Dios que viene con potencia.
Y se le acercaron {algunos} fariseos, {y} para ponerle a prueba, le preguntaban si era lícito a un hombre divorciarse de su mujer.
Y algunos de los que estaban allí les dijeron: ¿Qué hacéis desatando el pollino?
Y envían a él algunos de los fariseos y de los herodianos, para que le sorprendieran en su palabra.
Y {algunos} saduceos (los que dicen que no hay resurrección) se le acercaron*, y le preguntaban, diciendo:
Y hubo algunos que se enojaron dentro de sí, y dijeron: ¿Para qué se ha hecho este desperdicio de ungüento?
Y algunos, levantándose, daban falso testimonio contra El, diciendo:
Y algunos comenzaron a escupir en él, y cubrir su rostro, y a darle bofetadas, y decirle: Profetiza. Y los servidores le herían de bofetadas.
Algunos de los que estaban allí, al oír{lo,} decían: Mirad, a Elías llama.
También {algunos} soldados le preguntaban, diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y él les dijo: A nadie extorsionéis, ni {a nadie} acuséis falsamente, y contentaos con vuestro salario.
Y un día que El estaba enseñando, había {allí} sentados {algunos} fariseos y maestros de la ley que habían venido de todas las aldeas de Galilea y Judea, y {de} Jerusalén; y el poder del Señor estaba con El para sanar.
Y algunos de los fariseos les dijeron: ¿Por qué hacéis lo que no es lícito hacer en los sábados?
Y si algunos no os recibieren, saliendo de aquella ciudad, aun el polvo sacudid de vuestros pies en testimonio contra ellos.
Y oyó Herodes el tetrarca todas las cosas que hacía; y estaba en duda, porque decían algunos: Juan ha resucitado de los muertos;
Y os digo en verdad, que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que vean el Reino de Dios.
Y algunos de ellos decían: En Beelzebú, príncipe de los demonios, echa fuera los demonios.
Por eso la sabiduría de Dios también dijo: ``Les enviaré profetas y apóstoles, y de ellos, matarán {a algunos} y perseguirán {a otros,}
En esa misma ocasión había allí algunos que le contaron acerca de los galileos cuya sangre Pilato había mezclado con la de sus sacrificios.
~`Ya sé lo que haré, para que cuando se me destituya de la administración algunos me reciban en sus casas.'
Entonces algunos de los fariseos de la multitud, le dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos.
Y acercándose {a El} algunos de los saduceos (los que dicen que no hay resurrección), le preguntaron,
Y algunos de los escribas respondieron, y dijeron: Maestro, bien has hablado.
Y mientras algunos estaban hablando del templo, de cómo estaba adornado con hermosas piedras y ofrendas votivas, {Jesús} dijo:
Mas seréis entregados aun de vuestros padres, y hermanos, y parientes, y amigos; y matarán a algunos de vosotros.
Y fueron algunos de los nuestros al sepulcro, y hallaron así como las mujeres habían dicho; más a él no le vieron.
Mas hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús desde el principio sabía quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar.
Entonces algunos de Jerusalén decían: ¿No es éste al que procuran matar?
Entonces algunos de la multitud, oyendo este dicho, decían: Verdaderamente éste es el profeta.
Otros decían: Este es el Cristo. Algunos sin embargo decían: ¿De Galilea ha de venir el Cristo?
Y algunos de ellos querían prenderle; mas ninguno echó sobre él manos.
Por eso algunos de los fariseos decían: Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el día de reposo. Pero otros decían: ¿Cómo puede un hombre pecador hacer tales señales? Y había división entre ellos.
Y oyeron esto algunos de los fariseos que estaban con él, y le dijeron: ¿Somos nosotros también ciegos?
Y algunos de ellos dijeron: ¿No podía éste que abrió los ojos al ciego, hacer que éste no muriera?
Mas algunos de ellos fueron á los Fariseos, y dijéronles lo que Jesús había hecho.
Porque algunos pensaban que como Judas tenía la bolsa del dinero, Jesús le decía: Compra lo que necesitamos para la fiesta, o que diera algo a los pobres.
Entonces dijeron algunos de sus discípulos unos a otros: ¿Qué es esto que nos dice: Aún un poquito, y no me veréis después; y otra vez un poquito, y me veréis; y, porque yo voy al Padre?
Jesús les dijo*: Traed algunos de los peces que habéis pescado ahora.
Pero se levantaron algunos de la sinagoga llamada de los Libertos, {incluyendo} tanto cireneos como alejandrinos, y algunos de Cilicia y de Asia, y discutían con Esteban.
Entonces, en secreto persuadieron a {algunos} hombres para que dijeran: Le hemos oído hablar palabras blasfemas contra Moisés y {contra} Dios.
Y {algunos} hombres piadosos sepultaron a Esteban, y lloraron a gran voz por él.
y demandó de él letras para Damasco a las sinagogas, para que si hallara algunos hombres o mujeres de este camino, los trajera presos a Jerusalén.
Y cuando comió, fue confortado. Y estuvo Saulo por algunos días con los discípulos que estaban en Damasco.
Despacha ahora {algunos} hombres a Jope, y manda traer a un {hombre llamado} Simón, que también se llama Pedro.
Entonces metiéndolos dentro, los hospedó. Y al día siguiente, levantándose, se fue con ellos; y le acompañaron algunos de los hermanos de Jope.
Y les mandó bautizar en el Nombre del Señor Jesús. Y le rogaron que se quedara por algunos días.
Pero había algunos de ellos, hombres de Chipre y de Cirene, los cuales al llegar a Antioquía, hablaban también a los griegos, predicando al Señor Jesús.
Y en el mismo tiempo el rey Herodes envió compañías de soldados para maltratar a algunos de la Iglesia.
Pero vinieron {algunos} judíos de Antioquía y de Iconio, y habiendo persuadido a la multitud, apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, pensando que estaba muerto.
Entonces algunos que venían de Judea enseñaban a los hermanos: Que si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos.
Así que, suscitada una disensión y contienda no pequeña a Pablo y a Bernabé contra ellos, determinaron que subieran Pablo y Bernabé a Jerusalén, y algunos otros de ellos, a los apóstoles y a los ancianos, sobre esta cuestión.
Ellos, pues, habiendo sido acompañados de algunos de la Iglesia, pasaron por Fenicia y Samaria, contando la conversión de los gentiles; y daban gran gozo a todos los hermanos.
Mas algunos de la secta de los fariseos, que habían creído, se levantaron, diciendo: Que es necesario circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés.
Entonces pareció bien a los apóstoles y a los ancianos, con toda la iglesia, escoger de entre ellos {algunos} hombres para enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé: a Judas, llamado Barsabás, y a Silas, hombres prominentes entre los hermanos,
Por cuanto hemos oído que algunos que han salido de nosotros, os han inquietado con palabras, trastornando vuestras almas, mandando circunci-daros y guardar la ley, a los cuales no mandamos;
nos pareció bien, habiendo llegado a un común acuerdo, escoger {algunos} hombres para enviarlos a vosotros con nuestros amados Bernabé y Pablo,
Y después de algunos días, Pablo dijo a Bernabé: Volvamos a visitar a los hermanos por todas las ciudades en las cuales hemos anunciado la palabra del Señor, para ver cómo están.
y de allí a Filipos, que es la primera ciudad de la parte de Macedonia, y una colonia; y estuvimos en aquella ciudad algunos días.
Y algunos de ellos creyeron, y se juntaron con Pablo y con Silas; y de los griegos que adoraban grande multitud, y mujeres nobles no pocas.
Entonces los judíos que eran desobedientes, teniendo celos, tomaron consigo a algunos ociosos, hombres malos, y juntando compañía, alborotaron la ciudad; y acometiendo a la casa de Jasón, procuraban sacarlos al pueblo.
Mas no hallándolos, trajeron a Jasón y a algunos hermanos a los gobernadores de la ciudad, dando voces: Que éstos son los que alborotan el mundo, y han venido acá;
Y algunos filósofos de los epicúreos y de los estoicos, disputaban con él; y unos decían: ¿Qué quiere decir este palabrero? Y otros: Parece que es predicador de nuevos dioses; porque les predicaba a Jesús y la resurrección.
porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como también algunos de vuestros poetas dijeron: Porque linaje de éste somos también.
Y cuando oyeron de la resurrección de los muertos, algunos se burlaban, pero otros dijeron: Te escucharemos otra vez acerca de esto.
Mas algunos creyeron, juntándose con él; entre los cuales también fue Dionisio el del Areópago, y una mujer llamada Dámaris, y otros con ellos.
Y aconteció que mientras Apolos estaba en Corinto, Pablo, habiendo recorrido las regiones superiores, llegó a Efeso y encontró a algunos discípulos,
Mas endureciéndose algunos desobedientes, maldiciendo el Camino delante de la multitud, Pablo se apartó de ellos y separó a los discípulos, disputando cada día en la escuela de un cierto Tiranno.
Y algunos de los Judíos, exorcistas vagabundos, tentaron a invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os conjuramos por Jesús, el que Pablo predica.
También algunos de los principales de Asia, que eran sus amigos, enviaron a él rogando que no se presentara en el teatro.
Y algunos de la multitud dedujeron {que se trataba de} Alejandro, puesto que los judíos lo habían empujado hacia adelante. Entonces Alejandro, haciendo señal {de silencio} con la mano, quería hacer su defensa ante la asamblea.
y que de entre vosotros mismos se levantarán algunos hablando cosas perversas para arrastrar a los discípulos tras ellos.
Y vinieron también con nosotros de Cesarea algunos de los discípulos, trayendo consigo a un Mnasón, cipriano, discípulo antiguo, con el cual posáremos.
Inmediatamente tomó consigo {algunos} soldados y centuriones, y corrió hacia ellos; cuando vieron al comandante y a los soldados, dejaron de golpear a Pablo.
Se produjo entonces un gran alboroto; y levantándose algunos de los escribas del grupo de los fariseos, discutían acaloradamente, diciendo: No encontramos nada malo en este hombre; pero ¿y si un espíritu o un ángel le ha hablado?
Y venido el día, algunos de los judíos se juntaron, e hicieron voto bajo maldición, diciendo que ni comerían ni beberían hasta que hubieran matado a Pablo.
Y cinco días después descendió el príncipe de los sacerdotes, Ananías, con algunos de los ancianos, y un cierto Tértulo, orador; y comparecieron delante del gobernador contra Pablo.
Y algunos días después, viniendo Félix con Drusila, su mujer, la cual era judía, llamó a Pablo, y oyó de él la fe que es en el Cristo.
Y pasados algunos días, el rey Agripa y Berenice vinieron a Cesarea a saludar a Festo.
Por esta causa, {algunos} judíos me prendieron en el templo y trataron de matarme.
Mas como fue determinado que habíamos de navegar para Italia, entregaron a Pablo y algunos otros presos a un centurión, llamado Julio, de la compañía Augusta.
y que los demás {siguieran,} algunos en tablones, y otros en diferentes objetos de la nave. Y así sucedió que todos llegaron salvos a tierra.
Entonces Pablo habiendo recogido algunos sarmientos, y puéstolos en el fuego, una víbora, huyendo del calor, le acometió a la mano.
Allí encontramos {algunos} hermanos, que nos invitaron a permanecer con ellos por siete días. Y así llegamos a Roma.
Y algunos asentían a lo que se decía, mas algunos no creían.