37 casos

'Mano' en la Biblia

Mas extiende ahora tu mano, y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu rostro.

Mas extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no te maldice en tu rostro.

Mas Él libra de la espada al pobre, de la boca de los impíos, y de la mano violenta;

y que agradara a Dios destruirme; que desatara su mano, y acabara conmigo!

libradme de la mano del opresor, y redimidme del poder de los violentos?

Ni hay entre nosotros árbitro, que ponga su mano sobre ambos.

Tú sabes que no soy impío, y que no hay quien libre de tu mano.

si alguna iniquidad hubiere en tu mano, y la echares de ti, y no consintieres que more maldad en tus habitaciones;

¿Qué cosa de todas éstas no entiende que la mano de Jehová la hizo?

¿Por qué quitaré yo mi carne con mis dientes, y pondré mi alma en mi mano?

Por cuanto él extendió su mano contra Dios, y se ensoberbeció contra el Todopoderoso,

En la plenitud de su prosperidad, tendrá estrechez; la mano de todos los malvados vendrá sobre él.

Miradme, y espantaos, y poned la mano sobre la boca.

Yo os enseñaré por la mano de Dios; no esconderé lo que hay para con el Omnipotente.

Dios, pues, descargará sobre él, y no perdonará; hará él por huir de su mano.

Los príncipes detenían sus palabras, ponían la mano sobre su boca;

A la mano derecha se levantaron los jóvenes; Empujaron mis pies, y prepararon contra mí los caminos de su destrucción.

Te has vuelto cruel para mí; con el poder de tu mano me persigues.

Sin embargo Él no extenderá su mano contra el sepulcro; ¿Clamarán los sepultados cuando Él los quebrante?

si alcé contra el huérfano mi mano, porque vi que me ayudarían en la puerta;

Si me alegré de que mi riqueza era grande, y de que mi mano había adquirido mucho;

y mi corazón se engañó en secreto, y mi boca besó mi mano:

He aquí que mi terror no te espantará, ni mi mano se agravará sobre ti.

En un momento morirán, y a medianoche se alborotarán los pueblos, y pasarán, y sin mano será quitado el poderoso.

Si fueres justo, ¿qué le darás a Él? ¿O qué recibirá de tu mano?

Él sella la mano de todo hombre, para que los hombres todos reconozcan su obra.

He aquí que yo soy vil, ¿qué te responderé? Mi mano pongo sobre mi boca.

Pon tu mano sobre él; te acordarás de la batalla, y no lo volverás a hacer.

Reina Valera Gómez (© 2010)