2217 casos

'Yo' en la Biblia

En cuanto a mí, me ha sido revelado este misterio, no porque yo tenga más sabiduría que cualquier {otro} viviente, sino con el fin de dar a conocer al rey la interpretación, y para que tú entiendas los pensamientos de tu corazón.

Pero al fin vino ante mí Daniel, cuyo nombre es Beltsasar, como el nombre de mi dios, en quien está el espíritu de los dioses santos, y yo le conté el sueño, {diciendo:}

``Este es el sueño {que} yo, el rey Nabucodonosor, he tenido. Y tú, Beltsasar, di{me} su interpretación, ya que ninguno de los sabios de mi reino ha podido darme a conocer su interpretación; pero tú puedes, porque el espíritu de los dioses santos está en ti."

el rey reflexionó, y dijo: `` ¿No es ésta la gran Babilonia que yo he edificado como residencia real con la fuerza de mi poder y para gloria de mi majestad?"

Pero al fin de los días, yo, Nabucodonosor, alcé mis ojos al cielo, y recobré mi razón, y bendije al Altísimo y alabé y glorifiqué al que vive para siempre; porque su dominio es un dominio eterno, y su reino {permanece} de generación en generación.

Mas yo he oído decir de ti que puedes dar interpretaciones y resolver problemas difíciles. Ahora, si puedes leer la inscripción y darme a conocer su interpretación, serás vestido de púrpura y {llevarás} un collar de oro al cuello, y tendrás autoridad como tercero en el reino.

Entonces Daniel respondió, y dijo delante del rey: Sean para ti tus regalos y da tus recompensas a otro. Yo leeré, sin embargo, la inscripción al rey y le daré a conocer {su} interpretación.

Habló Daniel, y dijo: Miraba yo en mi visión nocturna, y he aquí, los cuatro vientos del cielo agitaban el gran mar;

La primera {era} como un león y tenía alas de águila. Mientras yo miraba, sus alas le fueron arrancadas, fue levantada del suelo y puesta sobre dos pies, como un hombre, y le fue dado corazón de hombre.

Mientras yo contemplaba los cuernos, he aquí, otro cuerno, uno pequeño, surgió entre ellos, y tres de los primeros cuernos fueron arrancados delante de él; y he aquí, este cuerno tenía ojos como los ojos de un hombre, y una boca que hablaba con mucha arrogancia.

Entonces yo seguí mirando a causa del ruido de las palabras arrogantes que el cuerno decía; seguí mirando hasta que mataron a la bestia, destrozaron su cuerpo y {lo} echaron a las llamas del fuego.

Mientras yo miraba, este cuerno hacía guerra contra los santos y prevalecía sobre ellos,

Cuando miré en la visión, sucedió que al mirar, yo {me encontraba} en la ciudadela de Susa, que {está} en la provincia de Elam, y vi en la visión que yo estaba junto al río Ulai.

Estando yo observando, he aquí, un macho cabrío venía del occidente sobre la superficie de toda la tierra sin tocar el suelo; el macho cabrío {tenía} un cuerno prominente entre los ojos.

Se dirigió al carnero que tenía los dos cuernos, que yo había visto parado delante del río, y lo acometió con la furia de su poder.

Y sucedió que después que yo, Daniel, había visto la visión, y trataba de comprenderla, he aquí, {vi} de pie, ante mí, uno con apariencia de hombre.

El se acercó adonde yo estaba, y cuando llegó, me aterroricé y caí sobre mi rostro, pero él me dijo: Entiende, hijo de hombre, que la visión se refiere al tiempo del fin.

Mientras él hablaba conmigo, caí en un sueño profundo con mi rostro en tierra; él me tocó y me hizo incorporar donde yo estaba.

Yo, Daniel, me sentí agotado y enfermo algunos días. Después me levanté y atendí los asuntos del rey; pero yo estaba espantado a causa de la visión, y no había nadie que {la} interpretara.

en el año primero de su reinado, yo, Daniel, pude entender en los libros el número de los años en que, por palabra del SEÑOR que fue {revelada} al profeta Jeremías, debían cumplirse las desolaciones de Jerusalén: setenta años.

Aún estaba yo hablando, orando y confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo Israel, y presentando mi súplica delante del Señor mi Dios por el santo monte de mi Dios,

todavía estaba yo hablando en oración, cuando Gabriel, el hombre a quien había visto en la visión al principio, se me acercó, estando yo muy cansado, como a la hora de la ofrenda de la tarde.

En aquellos días, yo, Daniel, había estado en duelo durante tres semanas completas.

Y el día veinticuatro del primer mes, estando yo junto a la orilla del gran río, es decir, el Tigris,

Y sólo yo, Daniel, vi la visión; los hombres que estaban conmigo no vieron la visión, pero un gran terror cayó sobre ellos y huyeron a esconderse.

Me quedé solo viendo esta gran visión; no me quedaron fuerzas, y mi rostro se demudó, desfigurándose, sin retener yo fuerza alguna.

Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso por veintiún días, pero he aquí, Miguel, uno de los primeros príncipes, vino en mi ayuda, ya que yo había sido dejado allí con los reyes de Persia.

Entonces él dijo: ¿Sabes por qué he venido a ti? Ahora vuelvo para luchar contra el príncipe de Persia, y cuando yo termine, he aquí, el príncipe de Grecia vendrá.

Y en el año primero de Darío el medo, yo mismo me levanté para serle fortalecedor y protector.

Entonces yo, Daniel, miré, y he aquí otros dos estaban de pie, uno a este lado del río, y el otro al otro lado del río.

Yo oí, pero no pude entender. Entonces dije: Señor mío, ¿cuál {será} el resultado de estas cosas?

Y el {Señor} dijo: Ponle por nombre Lo-ammí, porque vosotros no sois mi pueblo y yo no soy vuestro Dios.

Contended con vuestra madre, contended, porque ella no es mi mujer, y yo no soy su marido; que quite, pues, de su rostro sus prostituciones, y sus adulterios de entre sus pechos;

no sea que yo la desnude completamente y la deje como el día en que nació, y la ponga como un desierto, la reduzca a tierra seca y la mate de sed.

Y sucederá que en aquel día yo responderé --declara el SEÑOR--, responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra,

Y le dije: Te quedarás conmigo por muchos días. No te prostituirás, ni serás de {otro} hombre, y yo también seré para ti.

Y los rebeldes se han ahondado en la perversión; pero yo los castigaré a todos ellos.

Yo conozco a Efraín, e Israel no se me oculta; porque ahora te has prostituido, Efraín, se ha contaminado Israel.

Efraín será una desolación en el día de la reprensión; en las tribus de Israel yo hago saber lo que es cierto.

Yo, pues, soy como polilla para Efraín, y como carcoma para la casa de Judá.

Porque yo {seré} como león para Efraín, y como leoncillo para la casa de Judá. Yo, yo mismo, desgarraré y me iré, arrebataré y no habrá quien libre.

Para ti también, oh Judá, hay preparada una cosecha, cuando yo restaure el bienestar de mi pueblo.

Cuando yo quería curar a Israel, se descubrió la iniquidad de Efraín y las maldades de Samaria, porque practican el engaño; el ladrón entra, los bandidos despojan por fuera,

¿Ay de ellos, pues de mí se han alejado! Sobre ellos vendrá la destrucción, porque contra mí se han rebelado; yo los redimiría, pero ellos hablan mentiras contra mí.

Ellos han puesto reyes, pero no {escogidos} por mí; han nombrado príncipes, pero sin saber{lo} yo. Con su plata y su oro se han hecho ídolos, para su propia destrucción.

Pues Israel se ha olvidado de su Hacedor y ha edificado palacios, y Judá ha multiplicado ciudades fortificadas; pero yo enviaré fuego a sus ciudades que consumirá sus fortalezas.

Efraín está herido, su raíz está seca; no darán más fruto. Aunque den a luz, yo mataré el fruto de su vientre.

Cuando yo lo desee, los castigaré; y se juntarán pueblos contra ellos cuando sean castigados por su doble iniquidad.

Efraín es una novilla domesticada que le gusta trillar, pero yo pasaré {un yugo} sobre su hermosa cerviz; unciré a Efraín, arará Judá, rastrillará Jacob por sí mismo.

Sin embargo yo enseñé a andar a Efraín, yo lo llevé en mis brazos; pero ellos no comprendieron que yo los sanaba.

¿Cómo podré abandonarte, Efraín? ¿{Cómo} podré entregarte, Israel? ¿Cómo podré yo hacerte como a Adma? ¿{Cómo} podré tratarte como a Zeboim? Mi corazón se conmueve dentro de mí, se enciende toda mi compasión.

No ejecutaré el furor de mi ira; no volveré a destruir a Efraín. Porque yo soy Dios y no hombre, el Santo en medio de ti, y no vendré con furor.

De Egipto vendrán temblando como aves, y de la tierra de Asiria como palomas, y yo los estableceré en sus casas --declara el SEÑOR.

Pero yo {he sido} el SEÑOR tu Dios desde la tierra de Egipto; de nuevo te haré habitar en tiendas, como en los días de la fiesta señalada.

Mas yo {he sido} el SEÑOR tu Dios desde la tierra de Egipto; no reconocerás a otro dios fuera de mí, pues no hay más salvador que yo.

Efraín, ¿qué tengo yo que ver ya con los ídolos? Yo respondo y te cuido. Yo soy como un frondoso ciprés; de mí procede tu fruto.

El SEÑOR responderá, y dirá a su pueblo: He aquí, yo os enviaré grano, mosto y aceite, y os saciaréis de ello, y nunca más os entregaré al oprobio entre las naciones.

Y sabréis que en medio de Israel estoy yo, y que yo soy el SEÑOR vuestro Dios y no hay otro; nunca jamás será avergonzado mi pueblo.

Porque he aquí que en aquellos días y en aquel tiempo, cuando yo restaure el bienestar de Judá y Jerusalén,

he aquí, yo los levantaré del lugar donde los vendisteis, y devolveré vuestra venganza sobre vuestra cabeza.

Entonces sabréis que yo soy el SEÑOR vuestro Dios, que habito en Sion, mi santo monte. Y Jerusalén será santa, y los extranjeros no pasarán más por ella.

Y yo vengaré su sangre, {que aún} no he vengado, pues el SEÑOR habita en Sion.

Yo destruí al amorreo delante de ellos, cuya altura {era} como la altura de los cedros, y {era} fuerte como las encinas; yo destruí su fruto por arriba y su raíz por abajo.

Y a vosotros yo os hice subir de la tierra de Egipto, y os conduje por el desierto cuarenta años para que tomarais posesión de la tierra del amorreo.

He aquí, yo estoy oprimido debajo de vosotros como está oprimida una carreta llena de gavillas.

Porque el día que yo castigue las transgresiones de Israel, castigaré también los altares de Betel; los cuernos del altar serán cortados y caerán a tierra.

Yo también os he dado dientes limpios en todas vuestras ciudades, y falta de pan en todos vuestros lugares; pero os no habéis vuelto a mí --declara el SEÑOR.

Oíd esta palabra que yo pronuncio como lamentación sobre vosotros, casa de Israel.

Yo os haré, pues, deportar más allá de Damasco --dice el SEÑOR, cuyo nombre es Dios de los ejércitos.

Y sucedió que cuando habían terminado de devorar la hierba de la tierra, yo dije: Señor DIOS, perdona, te ruego. ¿Cómo podrá resistir Jacob si es tan pequeño?

Los lugares altos de Isaac serán asolados y los santuarios de Israel destruidos; y yo me levantaré con espada contra la casa de Jeroboam.

Entonces respondió Amós y dijo a Amasías: Yo no soy profeta, ni hijo de profeta, sino que soy boyero y cultivador de sicómoros.

¿No sois vosotros para mí como hijos de Etiopía, oh hijos de Israel? --declara el SEÑOR. ¿No hice yo subir a Israel de la tierra de Egipto y a los filisteos de Caftor y a los arameos de Kir?

He aquí, los ojos del Señor DIOS están sobre el reino pecador, y yo lo destruiré de sobre la faz de la tierra; sin embargo, no destruiré totalmente a la casa de Jacob --declara el SEÑOR.

Porque he aquí, yo daré un mandato, y zarandearé a la casa de Israel entre todas las naciones, como se zarandea {el grano} en la criba, sin que caiga ni un grano en tierra.

Y él les dijo: Tomadme y lanzadme al mar, y el mar se calmará en torno vuestro, pues yo sé que por mi causa {ha venido} esta gran tempestad sobre vosotros.

Levántate, ve a Nínive, la gran ciudad, y proclama en ella el mensaje que yo te diré.

Y oró al SEÑOR, y dijo: ¡Ah SEÑOR! ¿No era esto lo que yo decía cuando aún estaba en mi tierra? Por eso me anticipé a huir a Tarsis, porque sabía yo que tú eres un Dios clemente y compasivo lento para la ira y rico en misericordia, y que te arrepientes del mal {con que amenazas}.

En aquel día --declara el SEÑOR-- reuniré a la coja y recogeré a la perseguida, a las que yo había maltratado.

Levántate y trilla, hija de Sion, pues yo haré tu cuerno de hierro y haré tus pezuñas de bronce, para que desmenuces a muchos pueblos, para que consagres al SEÑOR su injusta ganancia, y sus riquezas al Señor de toda la tierra.

Por eso yo también {te} haré enfermar, hiriéndote, asolándo{te} por tus pecados.

La indignación del SEÑOR soportaré, porque he pecado contra El, hasta que defienda mi causa y establezca mi derecho. El me sacará a la luz, {y} yo veré su justicia.

El SEÑOR ha dado una orden en cuanto a ti: No se perpetuará más tu nombre. De la casa de tus dioses arrancaré los ídolos y las imágenes de fundición. Yo prepararé tu sepultura, porque eres vil.

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Las citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso