'Aborrece' en la Biblia
Si vieres el asno del que te aborrece caído debajo de su carga, ¿le dejarás entonces desamparado? Sin falta le ayudarás a levantarlo.
y que da el pago en su cara al que le aborrece, destruyéndolo; ni lo dilatará al que le aborrece, en su cara le dará el pago.
No harás así al SEÑOR tu Dios; porque todo lo que el SEÑOR aborrece, hicieron ellos a sus dioses; pues aun a sus hijos e hijas quemaban en el fuego a sus dioses.
Ni te levantarás estatua; lo cual aborrece el SEÑOR tu Dios.
Y dirá el padre de la moza a los ancianos: Yo di mi hija a este hombre por mujer, y él la aborrece;
Y dijo David aquel día: ¿Quién llegará hasta los canales, y herirá al jebuseo, y a los cojos y ciegos, a los cuales el alma de David aborrece? Por esto se dijo: Ciego ni cojo no entrará en casa.
He aquí, Dios no aborrece al perfecto, ni toma la mano de los malignos.
¿Por ventura se enseñoreará el que aborrece el juicio? ¿Y condenarás tú al poderoso siendo justo?
He aquí que Dios es grande, y no aborrece; fuerte es en virtud de corazón.
El SEÑOR prueba al justo; pero al malo y al que ama la rapiña, su alma aborrece.
Iniquidad piensa sobre su cama; está en camino no bueno, no aborrece el mal.
Seis cosas aborrece el SEÑOR, y aun siete abomina su alma:
El que ama el castigo ama la sabiduría; mas el que aborrece la reprensión, es carnal.
El justo aborrece la palabra de mentira; mas el impío se hace odioso y abominable.
El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; mas el que lo ama, madruga a castigarlo.
Alborota su casa el codicioso; mas el que aborrece las dádivas vivirá.
Si el que te aborrece tuviere hambre, dale de comer pan; y si tuviere sed, dale de beber agua;
La falsa lengua aborrece al que atormenta; y la boca lisonjera hace resbaladero.
Fieles son las heridas del que ama; pero importunos los besos del que aborrece.
El príncipe falto de inteligencia multiplicará los agravios; mas el que aborrece la avaricia, prolongará sus días.
El cómplice del ladrón aborrece su vida; oirá maldiciones, y no lo denunciará.
El que camina en justicia, el que habla rectitud, el que aborrece la ganancia de violencias, el que sacude sus manos de recibir soborno; el que tapa su oreja, por no oír sangre; el que aprieta sus ojos, por no ver cosa mala;
El que la aborrece enviándola, dijo el SEÑOR Dios de Israel, cubre la violencia con su vestido, dijo el SEÑOR de los ejércitos. Guardaos pues en vuestro espíritu, y no seáis desleales.
Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su vida, no puede ser mi discípulo.
Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece a la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean redargüidas.
No puede el mundo aborreceros a vosotros; mas a mí me aborrece, porque yo doy testimonio de él, que sus obras son malas.
El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.
Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me aborreció antes que a vosotros.
Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo que es suyo; mas porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso os aborrece el mundo.
El que me aborrece, también a mi Padre aborrece.
El que dice que está en la luz; y aborrece a su Hermano, el tal aún está en tinieblas.
Mas el que aborrece a su Hermano, está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe adónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.
Hermanos míos, no os maravilléis si el mundo os aborrece.
Cualquiera que aborrece a su Hermano, es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en sí.
Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su Hermano, es mentiroso. Porque el que no ama a su Hermano al cual ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?