'David' en la Biblia
- 1.Rut 4:17-1 Samuel 20:41
- 2.1 Samuel 20:42-1 Samuel 27:10
- 3.1 Samuel 27:11-2 Samuel 6:8
- 4.2 Samuel 6:9-2 Samuel 16:16
- 5.2 Samuel 16:23-1 Reyes 8:66
- 6.1 Reyes 9:4-1 Crónicas 14:12
- 7.1 Crónicas 14:14-1 Crónicas 28:19
- 8.1 Crónicas 28:20-Salmos 18:50
- 9.Salmos 19:1-Ezequiel 34:24
- 10.Ezequiel 37:24-Apocalipsis 22:16
Al Vencedor: Salmo de David. Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el extendimiento denuncia la obra de sus manos.
Al Vencedor: Salmo de David. El SEÑOR te oiga en el día de la angustia; te ensalce el nombre del Dios de Jacob.
Al Vencedor: Salmo de David. SEÑOR, en tu fortaleza se alegrará el Rey y en tu salud se gozará mucho.
Al Vencedor, sobre Ajelet-sahar el lucero de la mañana . Salmo de David. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has dejado? ¿Por qué estás lejos de mi salud, y de las palabras de mi clamor?
Salmo de David. El SEÑOR es mi pastor; no desfalleceré.
Salmo de David. Del SEÑOR es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan.
Salmo de David. Alef A ti, oh SEÑOR, levantaré mi alma.
De David. Júzgame, oh SEÑOR, porque yo en mi integridad he andado; y en el SEÑOR he confiado; no vacilaré.
De David. El SEÑOR es mi luz y mi salvación, ¿de quién temeré? El SEÑOR es la fortaleza de mi vida, ¿de quién he de atemorizarme?
De David. A ti llamaré, oh SEÑOR, fuerza mía; no te desentiendas de mí; para que no sea yo , dejándome tú , semejante a los que descienden al sepulcro.
Salmo de David. Dad al SEÑOR, oh hijos de fuertes, dad al SEÑOR la gloria y la fortaleza.
Salmo de canción al estrenar la casa de David: Te ensalzaré, oh SEÑOR; porque me has ensalzado; y no hiciste alegrar mis enemigos de mí.
Al Vencedor: Salmo de David. En ti, oh SEÑOR, he esperado; no sea yo avergonzado para siempre; líbrame en tu justicia.
De David: Masquil. Bienaventurado el perdonado de rebelión, el encubierto de pecado.
De David, cuando mudó su semblante delante de Abimelec, y él lo echó, y se fue. Alef Bendeciré al SEÑOR en todo tiempo; su alabanza será siempre en mi boca.
De David. Disputa, oh SEÑOR, con los que contra mí contienden; pelea con los que me combaten.
Al Vencedor: del siervo del SEÑOR, de David. La rebelión del impío me dice al corazón: No hay temor de Dios delante de sus ojos.
De David. Alef No te enojes con los malignos, ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.
Salmo de David, digno de memoria. SEÑOR, no me reprendas en tu furor, ni me castigues en tu ira.
Al Vencedor, a Jedutún: Salmo de David. Yo dije: Miraré por mis caminos, para no pecar con mi lengua; guardaré mi boca con freno, entre tanto que el impío fuere contra mí.
Al Vencedor: Salmo de David. Pacientemente esperé al SEÑOR, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.
Al Vencedor: Salmo de David. Bienaventurado el que entiende sobre el pobre; en el día malo lo librará el SEÑOR.
Al Vencedor: Salmo de David, cuando después que entró a Betsabé, vino a él Natán el profeta. Ten misericordia de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus piedades rae mis rebeliones.
Al Vencedor: Masquil de David, cuando vino Doeg el edomita y dio cuenta a Saúl, diciéndole: David ha venido a casa de Ahimelec. ¿Por qué te glorías de maldad, oh ilustre? La misericordia de Dios es cada día.
Al Vencedor: sobre Mahalat: Masquil de David. Dijo el loco en su corazón: No hay Dios. Se corrompieron e hicieron abominable maldad; no hay quien haga bien.
Al Vencedor: en Neginot: Masquil de David, cuando vinieron los zifeos y dijeron a Saúl: ¿No está David escondido en nuestra tierra? Oh Dios, sálvame en tu Nombre, y con tu valentía defiéndeme.
Al Vencedor: en Neginot: Masquil de David. Escucha, oh Dios, mi oración, y no te escondas de mi súplica.
Al Vencedor: sobre la paloma silenciosa en paraje muy distante. Mictam de David, cuando los filisteos le prendieron en Gat. Ten misericordia de mí, oh Dios, porque me devoraría el hombre; me oprime combatiéndome cada día.
Al Vencedor: sobre No destruyas: Mictam de David, cuando huyó de delante de Saúl a la cueva. Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí; porque en ti ha confiado mi alma, y en la sombra de tus alas me ampararé, hasta que pasen los quebrantos.
Al Vencedor: sobre No destruyas: Mictam de David. Por ventura oh congregación, ¿pronunciáis en verdad justicia? ¿Juzgáis rectamente, hijos de Adán?
Al Vencedor: sobre No destruyas: Mictam de David, cuando envió Saúl, y guardaron la casa para matarlo. Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío; ponme a salvo de los que se levantan contra mí.
Al Vencedor: sobre Susan-Hedut: Mictam de David, para enseñar. Cuando tuvo guerra contra Aram-Naharaim y contra Aram Sobat, y volvió Joab, e hirió a Edom en el valle de las salinas, matando doce mil. Oh Dios, tú nos has desechado, nos disipaste; te has airado: vuélvete a nosotros.
Al Vencedor; sobre Neginot: Salmo de David. Oye, oh Dios, mi clamor; a mi oración atiende.
Al Vencedor: a Jedutún: Salmo de David. En Dios solamente se reposa mi alma; de él es mi salud.
Salmo de David, estando en el desierto de Judá. Dios, Dios mío eres tú; a ti madrugaré; mi alma tuvo sed de ti, mi carne te desea en tierra de sequedad y transida sin aguas.
Al Vencedor: Salmo de David. Escucha, oh Dios, mi voz en mi oración; guarda mi vida del miedo del enemigo.
Al Vencedor: Salmo de David, Canción. En ti reposa la alabanza, oh Dios, en Sión; y a ti se pagará el voto.
Al Vencedor: de David: Salmo de Canción. Levántese Dios, sean esparcidos sus enemigos, y huyan delante de El los que le aborrecen.
Al Vencedor: sobre Sosanim: Salmo de David. Sálvame, oh Dios, porque las aguas han entrado hasta el alma.
Al Vencedor: de David, para acordar. Oh Dios, acude a librarme; apresúrate, oh Dios, a socorrerme.
Aquí terminan las oraciones de David, hijo de Isaí.
Y eligió a David su siervo, y lo tomó de las majadas de las ovejas;
Oración de David. Inclina, oh SEÑOR, tu oído, y óyeme; porque estoy pobre y menesteroso.
Hice alianza con mi escogido; juré a David mi siervo, diciendo :
Hallé a David mi siervo; lo ungí con el aceite de mi santidad.
Una vez he jurado por mi santidad, no mentiré a David.
Señor, ¿dónde están tus antiguas misericordias? Has jurado a David por tu verdad.
De David: Salmo. Misericordia y juicio cantaré; a ti, SEÑOR, diré salmos.
De David. Bendice, alma mía al SEÑOR; y todas mis entrañas al Nombre de su santidad.
Canción de Salmo: de David. Mi corazón está firme, oh Dios; cantaré y diré salmos; esta es mi gloria.
Al Vencedor: de David: Salmo. Oh Dios de mi alabanza, no calles;
Salmo de David. El SEÑOR dijo a mi Señor; siéntate a mi diestra, entretanto que pongo tus enemigos por estrado de tus pies.
Canción de las gradas: de David. Yo me alegré con los que me decían: A la Casa del SEÑOR iremos.
Porque allá están los tronos del juicio, los tronos de la casa de David.
Canción de las gradas: de David. Al no haber estado el SEÑOR por nosotros, diga ahora Israel:
Canción de las gradas: de David. SEÑOR, mi corazón no se ha envanecido, ni mis ojos se enaltecieron; ni anduve en grandezas, ni en cosas maravillosas más de lo que me pertenecía.
Canción de las gradas. Acuérdate, oh SEÑOR, de David, de toda su aflicción;
Por amor de David tu siervo no vuelvas de tu ungido el rostro.
Juró el SEÑOR verdad a David, no se apartará de ella; del fruto de tu vientre pondré sobre tu trono.
Allí haré reverdecer el cuerno de David; yo he aparejado lámpara a mi ungido.
Canción de las gradas: de David. ¡Mirad cuán bueno y cuán suave es habitar los hermanos igualmente en uno!
De David. Te Alabaré con todo mi corazón; delante de los dioses te cantaré salmos.
Al Vencedor: de David: Salmo. SEÑOR, tú me has examinado y conocido.
Al Vencedor: Salmo de David. Líbrame, oh SEÑOR, del hombre malo; de varón de violencia me guarde.
Salmo de David. SEÑOR, a ti he llamado; apresúrate a mí; escucha mi voz, cuando te llamare.
Masquil de David: Oración que hizo cuando estaba en la cueva. Con mi voz clamaré al SEÑOR, con mi voz pediré misericordia al SEÑOR.
Salmo de David. Oh SEÑOR, oye mi oración, escucha mis ruegos por tu verdad; respóndeme por tu justicia.
Salmo de David. Bendito sea el SEÑOR, mi roca, que enseña mis manos a la batalla, y mis dedos a la guerra.
Tú , el que da salud a los reyes, el que redime a David su siervo de maligna espada.
Salmo de alabanza: de David. Alef Te ensalzaré, mi Dios, mi Rey; y bendeciré tu Nombre por el siglo y para siempre.
Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel:
Tu cuello, como la torre de David, edificada para enseñar; mil escudos están colgados de ella, todos escudos de valientes.
Y vino la nueva a la casa de David, diciendo: Siria se ha confederado con Efraín. Y se le estremeció el corazón, y el corazón de su pueblo, como se estremecen los árboles del monte a causa del viento.
Dijo entonces Isaías : Oíd ahora, casa de David. ¿No os basta ser molestos a los hombres, sino que también lo seáis a mi Dios?
La multitud del señorío, y la paz, no tendrán término sobre el trono de David, y sobre su Reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo del SEÑOR de los ejércitos hará esto.
Y se dispondrá trono en misericordia; y sobre él se sentará firmemente, en el tabernáculo de David, quien juzgue, y busque el juicio, y apresure la justicia.
Y visteis las roturas de la ciudad de David, que se multiplicaron; y recogisteis las aguas de la pesquera de abajo.
Y pondré la llave de la casa de David sobre su hombro; y abrirá, y nadie cerrará; cerrará, y nadie abrirá.
¡Ay de Ariel, ciudad donde habitó David! Añadid un año a otro, los corderos cesarán.
Y yo ampararé a esta ciudad para salvarla por amor de mí, y por amor de David mi siervo.
Ve, y di a Ezequías: El SEÑOR Dios de David tu padre dice así: Tu oración he oído, y tus lágrimas he visto; he aquí que yo añado a tus días quince años.
Inclinad vuestros oídos, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma. Y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David.
Entonces les has de decir: Así dijo el SEÑOR: He aquí que yo lleno de embriaguez a todos los moradores de esta tierra, y a los reyes que están sentados por David sobre su trono, y a los sacerdotes y los profetas, y todos a los moradores de Jerusalén;
Entrarán por las puertas de esta ciudad, los reyes y los príncipes, que se sientan sobre el trono de David, en carros y en caballos, ellos y sus príncipes, los varones de Judá, y los moradores de Jerusalén; y esta ciudad será habitada para siempre.
Casa de David, así dijo el SEÑOR: Juzgad de mañana juicio, y librad al oprimido de mano del opresor; para que mi ira no salga como fuego, y se encienda, y no haya quien apague, por la maldad de vuestras obras.
Y di: Oye palabra del SEÑOR, oh rey de Judá que estás sentado sobre el trono de David, tú, y tus criados, y tu pueblo que entran por estas puertas.
Porque si efectivamente obedeciereis esta palabra, entrarán por las puertas de esta Casa los reyes sentados por David sobre su trono, montados en carros y en caballos, él, y sus criados, y su pueblo.
Así dijo el SEÑOR: Escribid que será este varón privado de generación, hombre a quien nada sucederá prósperamente en todos los días de su vida; porque ningún hombre de su simiente que se sentare sobre el trono de David, y que se enseñoreare sobre Judá, será jamás dichoso.
He aquí que vienen los días, dice el SEÑOR, y despertaré a David renuevo justo, y reinará Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra.
Pero así dijo el SEÑOR, del rey que está sentado sobre el trono de David, y de todo el pueblo que mora en esta ciudad, de vuestros hermanos que no salieron con vosotros en cautiverio;
sino que servirán al SEÑOR su Dios, y a David su rey, el cual les levantaré.
En aquellos días y en aquel tiempo haré producir a David un Renuevo de justicia, y hará juicio y justicia en la tierra.
Porque así dijo el SEÑOR: No faltará a David varón que se siente sobre el trono de la Casa de Israel;
se podrá también invalidar mi Pacto con mi siervo David, para que deje de tener hijo que reine sobre su trono, y con los levitas y sacerdotes, mis ministros.
Como no puede ser contado el ejército del cielo, ni la arena del mar se puede medir, así multiplicaré la simiente de David mi siervo, y los levitas que a mí ministran.
también desecharé la simiente de Jacob, y de David mi siervo, para no tomar de su simiente quien sea Señor sobre la simiente de Abraham, de Isaac, y de Jacob. Porque haré volver su cautividad, y tendré de ellos misericordia.
Por tanto, así dijo el SEÑOR a Joacim rey de Judá: No tendrá quien se siente sobre el trono de David; y su cuerpo será echado al calor del día y al hielo de la noche.
Y despertaré sobre ellas un pastor, y él las apacentará; a mi siervo David: él las apacentará, y él les será por pastor.
Yo, el SEÑOR, les seré por Dios, y mi siervo David, príncipe en medio de ellos. Yo, el SEÑOR, he hablado.
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