'Del' en la Biblia
Gracia y paz a ustedes de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Sino que Dios ha escogido lo necio del mundo para avergonzar a los sabios; y Dios ha escogido lo débil del mundo para avergonzar a lo que es fuerte.
También Dios ha escogido lo vil y despreciado del mundo: lo que no es, para anular lo que es,
y mi mensaje (mi palabra) y mi predicación no fueron con palabras persuasivas de sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder,
sino como está escrito: ``COSAS QUE OJO NO VIO, NI OIDO OYO, NI HAN ENTRADO AL CORAZON DEL HOMBRE, {son} LAS COSAS QUE DIOS HA PREPARADO PARA LOS QUE LO AMAN."
Pero Dios nos {las} reveló por medio del Espíritu, porque el Espíritu todo lo escudriña, aun las profundidades de Dios.
Porque entre los hombres, ¿quién conoce los {pensamientos} de un hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Asimismo, nadie conoce los {pensamientos} de Dios, sino el Espíritu de Dios.
Y nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado gratuitamente,
Pero el hombre natural no acepta las cosas del Espíritu de Dios, porque para él son necedad; y no las puede entender, porque {son cosas que} se disciernen (se examinan) espiritualmente.
Porque ¿QUIEN HA CONOCIDO LA MENTE DEL SEÑOR, PARA QUE LO INSTRUYA? Pero nosotros tenemos la mente de Cristo.
porque todavía son carnales. Pues habiendo celos y discusiones entre ustedes, ¿no son carnales y andan como hombres {del mundo}?
Porque cuando uno dice: ``Yo soy de Pablo," y otro: ``Yo soy de Apolos," ¿no son {como} hombres {del mundo}?
Si la obra de alguien es consumida {por el fuego,} sufrirá pérdida; sin embargo, él será salvo, aunque así como a través del fuego.
Esto, hermanos, lo he aplicado en sentido figurado a mí mismo y a Apolos por amor a ustedes, para que en nosotros aprendan a no sobrepasar lo que está escrito, para que ninguno de ustedes se vuelva arrogante a favor del uno contra el otro.
Cuando hablan mal de nosotros, tratamos de reconciliar. Hemos llegado a ser, hasta ahora, la basura del mundo, el desecho de todo.
Porque aunque ustedes tengan innumerables maestros (tutores) en Cristo, sin embargo no {tienen} muchos padres; pues en Cristo Jesús yo los engendré por medio del evangelio.
entreguen a ese tal a Satanás para la destrucción de su carne, a fin de que su espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús.
No {me refería a} la gente inmoral de este mundo, o a los codiciosos y estafadores, o a los idólatras, porque entonces tendrían ustedes que salirse del mundo.
Y esto eran algunos de ustedes; pero fueron lavados, pero fueron santificados, pero fueron justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios.
Huyan de la fornicación. Todos {los demás} pecados que un hombre comete están fuera del cuerpo, pero el fornicario peca contra su propio cuerpo.
¿O no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que está en ustedes, el cual tienen de Dios, y que ustedes no se pertenecen a sí mismos?
No se priven el uno del otro, excepto de común acuerdo {y} por cierto tiempo, para dedicarse a la oración. Vuelvan después a juntarse, a fin de que Satanás no los tiente por causa de falta de dominio propio.
A los casados instruyo, no yo, sino el Señor: que la mujer no debe dejar al (separarse del) marido.
Porque el que fue llamado por el Señor siendo esclavo, hombre libre es del Señor. De la misma manera, el que fue llamado siendo libre, esclavo es de Cristo.
En cuanto a las vírgenes no tengo mandamiento del Señor, pero doy mi opinión como el que habiendo recibido la misericordia del Señor es digno de confianza.
Sin embargo, quiero que estén libres de preocupación. El soltero se preocupa por las cosas del Señor, cómo puede agradar al Señor.
Pero el casado se preocupa por las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer,
y {sus intereses} están divididos. La mujer que no está casada y la virgen se preocupan por las cosas del Señor, para ser santas tanto en cuerpo como en espíritu; pero la casada se preocupa por las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido.
¿No tenemos derecho a llevar con nosotros una esposa creyente, así como los demás apóstoles y los hermanos del Señor y Cefas (Pedro)?
¿Quién ha servido alguna vez como soldado a sus propias expensas? ¿Quién planta una viña y no come de su fruto? ¿O quién cuida un rebaño y no bebe de la leche del rebaño?
¿No saben que los que desempeñan los servicios sagrados comen la {comida} del templo, {y} los que regularmente sirven al altar, del altar reciben su parte?
Así también ordenó el Señor que los que proclaman el evangelio, vivan del evangelio.
¿Cuál es, entonces, mi recompensa? Que al predicar el evangelio (anunciar las buenas nuevas), pueda ofrecerlo gratuitamente sin hacer pleno uso de mi derecho {como predicador} del evangelio.
Y todo lo hago por amor del evangelio, para ser partícipe de él.
Consideren al pueblo de Israel: los que comen los sacrificios, ¿no participan del altar?
Ustedes no pueden beber la copa del Señor y la copa de los demonios; no pueden participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios.
PORQUE DEL SEÑOR ES LA TIERRA Y TODO LO QUE EN ELLA HAY.
Pero si alguien les dice: ``Esto ha sido sacrificado a los ídolos," no {lo} coman, por causa del que {se} lo dijo, y por motivos de conciencia, PORQUE DEL SEÑOR ES LA TIERRA Y TODO LO QUE EN ELLA HAY.
Quiero decir, no la conciencia de ustedes, sino la del otro. Pues ¿por qué ha de ser juzgada mi libertad por la conciencia ajena?
Pues el hombre no debe cubrirse la cabeza, ya que él es la imagen y gloria de Dios, pero la mujer es la gloria del hombre.
Porque el hombre no procede de la mujer, sino la mujer del hombre.
En verdad el hombre no fue creado a causa de la mujer, sino la mujer a causa del hombre.
Sin embargo, en el Señor, ni la mujer es independiente del hombre, ni el hombre independiente de la mujer.
Porque así como la mujer procede del hombre, también el hombre {nace} de la mujer; y todas las cosas proceden de Dios.
Por tanto, cuando se reúnen, esto {ya} no es comer la Cena del Señor.
Porque yo recibí del Señor lo mismo que les he enseñado: que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan,
Porque todas las veces que coman este pan y beban {esta} copa, proclaman la muerte del Señor hasta que El venga.
De manera que el que coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será culpable del cuerpo y de la sangre del Señor.
Por tanto, examínese cada uno a sí mismo, y entonces coma del pan y beba de la copa.
Porque el que come y bebe sin discernir correctamente el cuerpo {del Señor,} come y bebe juicio para sí.
Pero a cada uno se le da la manifestación del Espíritu para el bien común.
Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero, todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, constituyen un solo cuerpo, así también es Cristo.
Pues por un mismo Espíritu todos fuimos bautizados en un solo cuerpo, ya Judíos o Griegos, ya esclavos o libres. A todos se nos dio a beber del mismo Espíritu.
Si el pie dijera: ``Porque no soy mano, no soy {parte} del cuerpo," no por eso deja de ser {parte} del cuerpo.
Y si el oído dijera: ``Porque no soy ojo, no soy {parte} del cuerpo," no por eso deja de ser {parte} del cuerpo.
Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿qué sería del oído? Si todo fuera oído, ¿qué sería del olfato?
Y si todos fueran un solo miembro, ¿qué sería del cuerpo?
Por el contrario, la verdad es que los miembros del cuerpo que parecen ser {los} más débiles, son {los más} necesarios;
y las {partes} del cuerpo que estimamos menos honrosas, a éstas las vestimos con más honra. {Así que} las {partes que consideramos} más íntimas, reciben un trato más honroso,
De otra manera, si bendices {sólo} en el espíritu, ¿cómo dirá el ``Amén" a tu acción de gracias el que ocupa el lugar del que no tiene {ese} don, puesto que no sabe lo que dices?
Si alguien piensa que es profeta o espiritual, reconozca que lo que les escribo es mandamiento del Señor.
Hay, asimismo, cuerpos celestiales y cuerpos terrestres, pero la gloria del celestial es una, y la del terrestre es otra.
Hay una gloria del sol, y otra gloria de la luna, y otra gloria de las estrellas; pues {una} estrella es distinta de {otra} estrella en gloria.
El primer hombre es de la tierra, terrenal (hecho del polvo); el segundo hombre es del cielo.
Y tal como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial.
El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley;
Por tanto, mis amados hermanos, estén firmes, constantes, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que su trabajo en el Señor no es {en} vano.
Si llega Timoteo, vean que esté entre ustedes sin temor, pues él hace la obra del Señor lo mismo que yo.
La gracia del Señor Jesús {sea} con ustedes.
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