'Ellos' en la Biblia
a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, siendo visto de ellos por cuarenta días, y hablándoles acerca del reino de Dios.
Y estando reunido con ellos, les mandó que no se fuesen de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí.
Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado; y una nube le recibió y le quitó de sus ojos.
Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él iba, he aquí dos varones se pusieron junto a ellos en vestidos blancos;
y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, que se asentó sobre cada uno de ellos.
Así que, los que recibieron su palabra, fueron bautizados; y fueron añadidas a ellos aquel día como tres mil personas.
alabando a Dios y hallando favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día al número de ellos los que iban siendo salvos.
Entonces él les estuvo atento, esperando recibir de ellos algo.
Y saltando, se puso en pie, y anduvo; y entró con ellos en el Templo, andando, y saltando, y alabando a Dios.
Y teniendo asidos a Pedro y a Juan el cojo que había sido sanado, todo el pueblo, atónito, concurrió a ellos al pórtico que se llama de Salomón.
Y hablando ellos al pueblo, sobrevinieron los sacerdotes, y el magistrado del Templo, y los saduceos,
Y aconteció al día siguiente, que se juntaron en Jerusalén los príncipes de ellos, y los ancianos, y los escribas;
Y habiéndolos puesto en medio {de ellos, les} interrogaban: ¿Con qué poder, o en qué nombre, habéis hecho esto?
Al ver la confianza de Pedro y de Juan, y dándose cuenta de que eran hombres sin letras y sin preparación, se maravillaban, y reconocían que ellos habían estado con Jesús.
Y viendo al hombre que había sido sanado, que estaba con ellos, no podían decir nada en contra.
diciendo: ¿Qué hemos de hacer a estos hombres? Porque de cierto, señal manifiesta ha sido hecha por ellos, notoria a todos los que moran en Jerusalén, y no lo podemos negar.
Ellos entonces los despacharon amenazándolos, no hallando ningún modo de castigarlos, por causa del pueblo; porque todos glorificaban a Dios de lo que había sido hecho.
Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay;
Y los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con gran poder; y gran gracia era sobre todos ellos.
Que ningún necesitado había entre ellos; porque todos los que poseían heredades o casas, vendiéndolas, traían el precio de lo vendido,
Y de los otros, ninguno osaba juntarse con ellos; con todo eso el pueblo los alababa grandemente.
Y más y más creyentes en el Señor, multitud de hombres y de mujeres, se añadían constantemente {al número de ellos},
Tanto que echaban los enfermos por las calles, y los ponían en camas y en lechos, para que viniendo Pedro, a lo menos su sombra tocara a alguno de ellos.
Cuando oyeron estas palabras, el capitán {de la guardia} del templo y los principales sacerdotes se quedaron muy perplejos a causa de ellos, {pensando} en qué terminaría aquello.
Ellos, oyendo esto, regañaban, y consultaban para matarlos.
Ellos aceptaron su consejo, y después de llamar a los apóstoles, {los} azotaron y {les} ordenaron que no hablaran en el nombre de Jesús y {los} soltaron.
Y ellos partieron de delante del concilio, gozosos de que fueran tenidos por dignos de padecer afrenta por el Nombre de Jesús.
a los cuales presentaron ante los apóstoles, y después de orar, pusieron sus manos sobre ellos.
Y al ver que uno {de ellos} era tratado injustamente, lo defendió y vengó al oprimido matando al egipcio.
Pero él pensaba que sus hermanos entendían que Dios les había de dar salud por su mano; mas ellos no lo habían entendido así.
Y al día siguiente, riñendo ellos, se les mostró, y los ponía en paz, diciendo: Varones, hermanos sois, ¿por qué os injuriáis los unos a los otros?
He visto, he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído el gemido de ellos, y he descendido para librarlos. Ahora pues, ven, te enviaré a Egipto.
Este Moisés, a quien ellos rechazaron, diciendo: `` ¿QUIEN TE HA PUESTO POR GOBERNANTE Y JUEZ?" es el {mismo} que Dios envió {para ser} gobernante y libertador con la ayuda del ángel que se le apareció en la zarza.
Pero Dios se apartó {de ellos} y los entregó para que sirvieran al ejército del cielo, como está escrito en el libro de los profetas: ¿ACASO FUE A MI A QUIEN OFRECISTEIS VICTIMAS Y SACRIFICIOS EN EL DESIERTO POR CUARENTA AÑOS, CASA DE ISRAEL?
¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? Ellos mataron a los que antes habían anunciado la venida del Justo, del cual ahora vosotros os hicisteis traidores y asesinos;
Entonces ellos dando grandes voces, se taparon sus oídos, y arremetieron unánimes contra él;
Y Saulo estaba de completo acuerdo con {ellos} en su muerte. En aquel día se desató una gran persecución en contra de la iglesia en Jerusalén, y todos fueron esparcidos por las regiones de Judea y Samaria, excepto los apóstoles.
Porque {de} muchos que tenían espíritus inmundos, {éstos} salían {de ellos} gritando a gran voz; y muchos que habían sido paralíticos y cojos eran sanados.
los cuales venidos, oraron por ellos, para que recibieran el Espíritu Santo;
(porque aún no había descendido en ninguno de ellos, mas solamente eran bautizados en el Nombre de Jesús.)
Y ellos, habiendo testificado y hablado la Palabra de Dios, se volvieron a Jerusalén, y en muchas tierras de los samaritanos anunciaron el Evangelio.
Al salir ellos del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y no lo vio más el eunuco, que continuó su camino gozoso.
mas las asechanzas de ellos fueron entendidas por Saulo. Y ellos guardaban las puertas de día y de noche para matarle.
Y entraba y salía con ellos en Jerusalén;
y hablaba confiadamente en el Nombre del Señor; y disputaba con los griegos; pero ellos procuraban matarle.
Y como Lida estaba cerca de Jope, los discípulos, oyendo que Pedro estaba allí, le enviaron dos hombres, rogándole que no se detuviese en venir a ellos.
Pedro entonces levantándose, fue con ellos; y cuando llegó, le llevaron al cenadero, donde le rodearon todas las viudas, llorando y mostrando las túnicas y los vestidos que Dorcas les hacía cuando estaba con ellas.
Y al día siguiente, yendo ellos su camino, y llegando cerca de la ciudad, Pedro subió a la azotea a orar, cerca de la hora sexta;
y le vino una gran hambre, y quiso comer; pero mientras ellos preparaban, le sobrevino un éxtasis;
Levántate, pues, y desciende, y no dudes de ir con ellos; porque yo los he enviado.
Y ellos dijeron: Cornelio, el centurión, varón justo y temeroso de Dios, y que tiene testimonio de toda la nación de los judíos, ha recibido respuesta por un santo ángel, de hacerte venir a su casa, y oír de ti palabras.
Entonces metiéndolos dentro, los hospedó. Y al día siguiente, levantándose, se fue con ellos; y le acompañaron algunos de los hermanos de Jope.
Y mandó que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo. Entonces le pidieron que se quedara {con ellos} unos días.
diciendo: ¿Por qué has entrado a varones que tienen capullo, y has comido con ellos?
Y el Espíritu me dijo que fuera con ellos sin dudar. Y vinieron también conmigo estos seis hermanos, y entramos en casa de un varón,
Y cuando comencé a hablar, cayó el Espíritu Santo sobre ellos, también como sobre nosotros al principio.
Por tanto, si Dios les dio a ellos el mismo don que también nos {dio} a nosotros después de creer en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para poder estorbar a Dios?
Y de ellos había unos varones ciprianos y cirenences, los cuales cuando entraron en Antioquía, hablaron a los griegos, anunciando el Evangelio del Señor Jesús.
Y la mano del Señor era con ellos; y creyendo, gran número se convirtió al Señor.
Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, señaló por el Espíritu, que había de haber una gran hambre en toda la redondez de la tierra; la cual hubo en tiempo de Claudio César.
Y ellos le dijeron: Estás loca. Mas ella afirmaba que así era. Entonces ellos decían: Su ángel es.
Mas Pedro continuaba llamando; y cuando ellos abrieron, lo vieron y se asombraron.
Y Herodes estaba enojado contra los de Tiro y los de Sidón; pero ellos vinieron concordes a él, y sobornado Blasto, que era el camarero del rey, pedían paz; porque las tierras de ellos eran abastecidas por las del rey.
Entonces habiendo ayunado y orado, y puesto las manos encima de ellos, los despidieron.
Y ellos, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia; y de allí navegaron a Chipre.
Y zarpados de Pafos, Pablo y sus compañeros arribaron a Perge de Panfilia; entonces Juan, apartándose de ellos, se volvió a Jerusalén.
Y ellos pasando de Perge, llegaron a Antioquía de Pisidia, y entrando en la sinagoga un día de sábado, se sentaron.
Y después de la lectura de la ley y de los profetas, los príncipes de la sinagoga enviaron a ellos, diciendo: Varones hermanos, si hay en vosotros alguna palabra de exhortación para el pueblo, hablad.
El Dios de este pueblo de Israel escogió a nuestros padres, y ensalzó al pueblo, siendo ellos extranjeros en la tierra de Egipto, y con brazo levantado los sacó de ella.
Entonces ellos pidieron un rey, y Dios les dio a Saúl, hijo de Cis, varón de la tribu de Benjamín, durante cuarenta años.
la cual Dios ha cumplido a los hijos de ellos, a nosotros, resucitando a Jesús; como también en el salmo segundo está escrito: Mi hijo eres tú, yo te engendré hoy.
Y saliendo ellos de la sinagoga de los judíos, los gentiles les rogaron que el sábado siguiente les hablaran estas palabras.
Entonces sacudiendo en ellos el polvo de sus pies, vinieron a Iconio.
Con todo eso se detuvieron allí mucho tiempo, hablando con libertad en el Señor, el cual daba testimonio a la palabra de su gracia, dando que señales y milagros eran hechos por las manos de ellos.
entendiéndolo ellos, huyeron a Listra y Derbe, ciudades de Licaonia, y por toda la tierra de alrededor.
Y el sacerdote de Júpiter, que estaba delante de la ciudad de ellos, trayendo toros y guirnaldas delante de las puertas, quería con el pueblo sacrificarles.
y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis esto? Nosotros también somos hombres semejantes a vosotros, que os anunciamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, y el mar, y todo lo que está en ellos;
Y habiendo llegado, y reunida la Iglesia, relataron cuán grandes cosas había hecho Dios con ellos, y cómo había abierto a los gentiles la puerta de la fe.
Así que, suscitada una disensión y contienda no pequeña a Pablo y a Bernabé contra ellos, determinaron que subieran Pablo y Bernabé a Jerusalén, y algunos otros de ellos, a los apóstoles y a los ancianos, sobre esta cuestión.
Ellos, pues, habiendo sido acompañados de algunos de la Iglesia, pasaron por Fenicia y Samaria, contando la conversión de los gentiles; y daban gran gozo a todos los hermanos.
Y llegados a Jerusalén, fueron recibidos por la Iglesia y por los apóstoles y por los ancianos; y refirieron todas las cosas que Dios había hecho con ellos.
y ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos, purificando con la fe sus corazones.
Antes por la gracia del Señor Jesús, el Cristo, creemos que seremos salvos, como también ellos.
Entonces toda la multitud calló, y oyeron a Bernabé y a Pablo, que contaban cuán grandes maravillas y señales Dios había hecho por ellos entre los gentiles.
Y después que ellos callaron, Jacobo respondió, diciendo: Varones hermanos, oídme:
Simón ha contado cómo Dios primero visitó a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para su Nombre;
Entonces pareció bien a los apóstoles y a los ancianos, con toda la Iglesia, enviar varones escogidos de entre ellos a Antioquía con Pablo y Bernabé; a Judas que tenía por sobrenombre Barsabás, y a Silas, varones principales entre los hermanos;
y escribir por mano de ellos: Los apóstoles y los ancianos y los hermanos, a los hermanos de los gentiles que están en Antioquía, y en Siria, y en Cilicia, salud:
Ellos entonces despedidos, descendieron a Antioquía; y juntando la multitud, dieron la carta.
Judas y Silas, como ellos también eran profetas, consolaron y confirmaron a los hermanos con abundancia de palabra.
Bernabé quería llevar también con ellos a Juan, llamado Marcos,
mas a Pablo no le parecía bien llevar consigo al que se había apartado de ellos desde Panfilia, y no había ido con ellos a la obra.
Y hubo tal contención entre ellos, que se apartaron el uno del otro; y Bernabé tomando a Marcos, navegó a Chipre.
Pero cuando sus amos vieron que se les había ido la esperanza de ganancia para ellos, prendieron a Pablo y a Silas, y {los} arrastraron hasta la plaza, ante las autoridades.
Y se agolpó el pueblo contra ellos; y los magistrados rompiéndoles sus ropas, les mandaron azotar con varas.
Y ellos dijeron: Cree en el Señor Jesús, el Cristo, y serás salvo tú, y tu casa.
Entonces Pablo les dijo: Azotados públicamente sin ser condenados, siendo hombres romanos, nos echaron en la cárcel; y ¿ahora nos echan encubiertamente? No, de cierto, sino vengan ellos y sáquennos.
Y Pablo, como acostumbraba, entró a ellos, y por tres sábados disputó con ellos de las Escrituras,
Y algunos de ellos creyeron, y se juntaron con Pablo y con Silas; y de los griegos que adoraban grande multitud, y mujeres nobles no pocas.
y Jasón los ha recibido, y todos ellos actúan contra los decretos del César, diciendo que hay otro rey, Jesús.
Resutados de la Búsqueda continuados...
Resultados de Búsqueda por Versiones
Resultados de Búsqueda por Libro
- Génesis (129)
- Éxodo (101)
- Levítico (68)
- Números (183)
- Deuteronomio (97)
- Josué (83)
- Jueces (86)
- Rut (4)
- 1 Samuel (69)
- 2 Samuel (38)
- 1 Reyes (60)
- 2 Reyes (87)
- 1 Crónicas (73)
- 2 Crónicas (101)
- Esdras (26)
- Nehemías (71)
- Ester (15)
- Job (54)
- Salmos (154)
- Proverbios (16)
- Eclesiastés (19)
- Cantares (3)
- Isaías (117)
- Jeremías (189)
- Lamentaciones (11)
- Ezequiel (219)
- Daniel (36)
- Oseas (38)
- Joel (5)
- Amós (6)
- Abdías (2)
- Jonás (7)
- Miqueas (13)
- Nahúm (2)
- Habacuc (3)
- Sofonías (8)
- Hageo (2)
- Zacarías (29)
- Malaquías (4)
- Mateo (127)
- Marcos (101)
- Lucas (149)
- Juan (68)
- Hechos (168)
- Romanos (28)
- 1 Corintios (22)
- 2 Corintios (17)
- Gálatas (7)
- Efesios (6)
- Filipenses (1)
- Colosenses (3)
- 1 Tesalonicenses (5)
- 2 Tesalonicenses (1)
- 1 Timoteo (3)
- 2 Timoteo (3)
- Tito (1)
- Hebreos (28)
- Santiago (3)
- 1 Pedro (11)
- 2 Pedro (10)
- 1 Juan (2)
- 3 Juan (3)
- Judas (4)
- Apocalipsis (45)
Artículos Relacionados
- Afligidos, deber para con ellos
- Aquellos en contra de la verdad
- Aquellos que rasgaron la ropa
- Aquellos que vieron Visiones
- Aquellos que vieron a Dios
- Bendiciones para aquellos que ayudan a los pobres
- Comodidad, aquellos en necesidad
- Cuellos
- Dios puso atención a ellos
- Golpiza creyentes
- Intentar matar a personas específicas
- La gente abandona a las personas
- La gente ellos mismos contaminantes
- Los camellos
- Montar camellos
- Muchos en la Iglesia
- Perdonar a aquellos enemigos
- Sellos
- Aquellos a quienes Dios da
- Aquellos demonizados
- Aquellos en paz
- Aquellos que Jesús sanó
- Aquellos que aman a Dios
- Aquellos que amaron
- Aquellos que ayudan a los pobres
- Aquellos que buscan personas
- Aquellos que celan del pueblo
- Aquellos que cometieron adulterio
- Aquellos que creyeron en Cristo
- Aquellos que dieron una comida
- Aquellos que engañaron
- Aquellos que envidiaron
- Aquellos que esperan a Dios
- Aquellos que fueron ignorantes
- Aquellos que le temen a Dios
- Aquellos que le tienen envidia al pueblo
- Aquellos que no hablaron
- Aquellos que no han sido salvados
- Aquellos que no temen
- Aquellos que serán cortados de Israel
- Aquellos que son mentirosos
- Aquellos que trabajaron arduamente
- Aquellos que tuvieron fe
- Aquellos que vuelan
- Aquellos sometidos al pueblo
- La protección de los cabellos
- Las señales y maravillas del Evangelio
- Los apóstoles en acción
- Los juicios de los sellos