'Hablar' en la Biblia
Cuando terminó de hablar con él, Dios ascendió dejando a Abraham.
Y Abraham respondió: ``Ahora que me he atrevido a hablar al Señor, yo que soy polvo y ceniza.
Y {Abraham} dijo: ``Ahora me he atrevido a hablar al Señor. Tal vez se hallen allí veinte." Y El respondió: ``No {la} destruiré por consideración a los veinte."
Tan pronto como acabó de hablar con Abraham, el SEÑOR se fue, y Abraham volvió a su lugar.
Y sucedió que antes de haber terminado de hablar, Rebeca, hija de Betuel, hijo de Milca, mujer de Nacor, hermano de Abraham, salió con el cántaro sobre su hombro.
``Antes de que yo hubiera terminado de hablar en mi corazón, Rebeca salió con su cántaro al hombro, y bajó a la fuente y sacó {agua,} y yo le dije: `Le ruego que me dé de beber.'
Hamor, padre de Siquem, salió a {donde} Jacob para hablar con él.
Entonces el jefe de los coperos habló a Faraón: ``Quisiera hablar hoy de mis faltas.
Entonces dijo Judá: `` ¿Qué podemos decir a mi señor? ¿Qué podemos hablar y cómo nos justificaremos? Dios ha descubierto la iniquidad de sus siervos. Así que somos esclavos de mi señor, tanto nosotros como aquél en cuyo poder fue encontrada la copa."
Entonces Judá se le acercó, y dijo: ``Oh señor mío, permita a su siervo hablar una palabra a los oídos de mi señor, y que no se encienda su ira contra su siervo, pues usted es como Faraón mismo.
"Ahora pues, ve, y Yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que has de hablar."
"Pues desde que vine a Faraón a hablar en Tu nombre, él ha hecho mal a este pueblo, y Tú no has hecho nada por librar a Tu pueblo."
``Será holocausto continuo por las generaciones de ustedes a la entrada de la tienda de reunión, delante del SEÑOR, donde Yo me encontraré con ustedes, para hablar allí contigo.
Cuando el SEÑOR terminó de hablar con Moisés sobre el Monte Sinaí, le dio las dos tablas del testimonio, tablas de piedra, escritas por el dedo de Dios.
" ¿Por qué han de hablar los Egipcios, diciendo: `Con malas {intenciones} los ha sacado, para matarlos en los montes y para exterminarlos de la superficie de la tierra'? Vuélvete del ardor de Tu ira, y desiste de {hacer} daño a Tu pueblo.
Y el SEÑOR acostumbraba hablar con Moisés cara a cara, como habla un hombre con su amigo. Cuando {Moisés} regresaba al campamento, su joven ayudante Josué, hijo de Nun, no se apartaba de la tienda.
Cuando Moisés acabó de hablar con ellos, puso un velo sobre su rostro.
Pero siempre que Moisés entraba a la presencia del SEÑOR para hablar con El, se quitaba el velo hasta que salía. Siempre que él salía, decía a los Israelitas lo que el SEÑOR le había {ordenado}.
Los Israelitas veían que la piel del rostro de Moisés resplandecía, y Moisés volvía a ponerse el velo sobre su rostro hasta que entraba a hablar con Dios.
Y al entrar Moisés en la tienda de reunión para hablar con el Señor, oyó la voz que le hablaba desde encima del propiciatorio que {estaba} sobre el arca del testimonio, de entre los dos querubines. Así El le habló.
Cara a cara hablo con él, Abiertamente y no en dichos oscuros, Y él contempla la imagen del SEÑOR. ¿Por qué, pues, no temieron Hablar contra Mi siervo, contra Moisés?"
Y aconteció que cuando terminó de hablar todas estas palabras, la tierra debajo de ellos se partió,
Y él le respondió: `` ¿No debo tener cuidado de hablar lo que el SEÑOR pone en mi boca?"
y si te lo dicen y has oído {hablar} de ello, harás una investigación minuciosa. Y si es verdad y es cierto el hecho que esta abominación ha sido cometida en Israel,
`Y sucederá que a cualquiera que no oiga Mis palabras que él ha de hablar en Mi nombre, Yo mismo le pediré cuenta.
`Pero el profeta que hable con orgullo en Mi nombre una palabra que Yo no le haya mandado hablar, o que hable en el nombre de otros dioses, ese profeta morirá.'
"Y cuando los oficiales acaben de hablar al pueblo, nombrarán capitanes de tropas {que irán} a la cabeza del pueblo.
``Presten atención, oh cielos, y déjenme hablar; Y oiga la tierra las palabras de mi boca.
Cuando terminó Moisés de hablar todas estas palabras a todo Israel,
Ellos le dijeron: ``Tus siervos han venido de un país muy lejano a causa de la fama del SEÑOR tu Dios. Porque hemos oído hablar de El, de todo lo que hizo en Egipto,
Pero Gaal volvió a hablar y dijo: ``Veo gente que baja de la parte más alta de la tierra, y una compañía viene por el camino de la encina de los adivinos."
Al terminar de hablar, arrojó la quijada de su mano, y llamó a aquel lugar Ramat Lehi (Alto de la Quijada).
y les preguntó: `` ¿Por qué hacen estas cosas, las cosas malas de que oigo {hablar a} todo este pueblo?
Y respondió uno de los mancebos: ``Yo he visto a un hijo de Isaí, el de Belén, que sabe tocar, es poderoso y valiente, un hombre de guerra, prudente en su hablar, hombre bien parecido y el SEÑOR está con él."
Y aconteció que cuando David acabó de hablar con Saúl, el alma de Jonatán quedó ligada al alma de David, y Jonatán lo amó como a sí mismo.
También Abner habló a oídos de {los de} Benjamín. Abner además fue a hablar a oídos de David en Hebrón de todo lo que parecía bien a Israel y a toda la casa de Benjamín.
Apenas había acabado de hablar, los hijos del rey llegaron, alzaron su voz y lloraron. También el rey y todos sus siervos lloraron muy amargamente.
Entonces la mujer, con su sabiduría, fue {a hablar} a todo el pueblo; y ellos le cortaron la cabeza a Seba, hijo de Bicri, y se {la} arrojaron a Joab. El, pues, tocó la trompeta y se retiraron de la ciudad, cada uno a su tienda. Joab también regresó al rey en Jerusalén.
Pero el Rabsaces les dijo: `` ¿Acaso me ha enviado mi señor para hablar estas palabras {sólo} a tu señor y a ti, y no a los hombres que están sentados en la muralla, {condenados} a comer sus propios excrementos y beber su propia orina con ustedes?"
Envió entonces a Eliaquim, mayordomo de la casa {real,} con el escriba Sebna y los ancianos de los sacerdotes, cubiertos de cilicio, {para hablar} con el profeta Isaías, hijo de Amoz.
También Senaquerib escribió cartas para insultar al SEÑOR, Dios de Israel, y para hablar contra El, en que decía: ``Como los dioses de las naciones de las tierras no han librado a sus pueblos de mi mano, así el Dios de Ezequías no librará a Su pueblo de mi mano."
De sus hijos, la mitad hablaban la lengua de Asdod, y ninguno de ellos podía hablar la lengua de Judá, sino la lengua de su propio pueblo.
``Si alguien tratara de hablarte, ¿te pondrías impaciente? Pero ¿quién puede abstenerse de hablar?
Cállense delante de mí para que yo pueda hablar; Y que venga lo que {venga} sobre mí.
Los príncipes dejaban de hablar Y ponían la mano sobre su boca;
Eliú había esperado para hablar a Job porque {los otros} eran de más edad que él.
Déjenme hablar para que encuentre alivio, Déjenme abrir los labios y responder.
Pon atención, Job, escúchame; Guarda silencio y déjame hablar.
¿Habrá que contarle que yo quiero hablar? ¿O debe un hombre decir que quiere ser tragado?
No dejaré de hablar de sus miembros, Ni de su gran poder, ni de su agraciada figura.
Guarda tu lengua del mal Y tus labios de hablar engaño.
Pero al impío Dios le dice: `` ¿Qué derecho tienes tú de hablar de Mis estatutos, Y de tomar Mi pacto en tus labios?
Has mantenido {abiertos} mis párpados; Estoy tan turbado que no puedo hablar.
En todo trabajo hay ganancia, Pero el vano hablar {conduce} sólo a la pobreza.
Tiempo de rasgar, y tiempo de coser; Tiempo de callar, y tiempo de hablar;
No te des prisa en hablar, Ni se apresure tu corazón a proferir palabra delante de Dios. Porque Dios está en el cielo y tú en la tierra; Por tanto sean pocas tus palabras.
Abrí yo a mi amado, Pero mi amado se había retirado, se había ido. Tras su hablar salió mi alma. Lo busqué, y no lo hallé; Lo llamé, y no me respondió.
El corazón de los imprudentes discernirá la verdad, Y la lengua de los tartamudos se apresurará a hablar claramente.
Pues el necio habla necedades, Y su corazón se inclina hacia el mal, Para practicar la impiedad y hablar falsedad contra el SEÑOR, Para mantener con hambre al hambriento Y para privar de bebida al sediento.
Pero el Rabsaces dijo: `` ¿Acaso me ha enviado mi señor para hablar estas palabras {sólo} a tu señor y a ti, {y} no a los hombres que están sentados en la muralla, {condenados} a comer sus propios excrementos y a beber su propia orina con ustedes?"
Entonces invocarás, y el SEÑOR responderá; Clamarás, y El dirá: `Aquí estoy.' Si quitas de en medio de ti el yugo, El amenazar con el dedo y el hablar iniquidad,
Transgredir y negar al SEÑOR, Apartarse de nuestro Dios, Hablar de opresión y rebelión, Concebir y proferir en el corazón palabras mentirosas.
No se oirá {hablar} más de violencia en tu tierra, {Ni} de desolación, ni de destrucción dentro de tus límites; Sino que llamarás a tus murallas salvación y a tus puertas alabanza.
Entonces dije: `` ¡Ah, Señor DIOS! No sé hablar, Porque soy joven."
Cada uno engaña a su prójimo, Y no habla la verdad, Han enseñado sus lenguas a hablar mentiras; Se afanan por cometer iniquidad.
"En un momento Yo puedo hablar contra una nación o contra un reino, de arrancar, de derribar y de destruir;
"O en otro momento, puedo hablar acerca de una nación o de un reino, de edificar y de plantar;
¿Acaso se debe pagar el bien con el mal? Pues ellos han cavado una fosa para mí. Recuerda cómo me puse delante de Ti Para hablar bien en favor de ellos, Para apartar de ellos Tu furor.
"Pero sepan bien que si me matan, sangre inocente echarán sobre ustedes y sobre esta ciudad y sobre sus habitantes; porque en verdad el SEÑOR me ha enviado a ustedes para hablar en sus oídos todas estas palabras."
"Pero oye ahora esta palabra que voy a hablar a tus oídos y a oídos de todo el pueblo:
Pero tan pronto como Jeremías terminó de hablar a todo el pueblo todas las palabras del SEÑOR su Dios, es decir, todas estas palabras con las cuales el SEÑOR su Dios le había enviado,
"Si no me declaran el sueño, hay una sola sentencia para ustedes. Porque se han concertado para hablar delante de mí palabras falsas y perversas hasta que cambie la situación. Por tanto, díganme el sueño para que yo sepa que me pueden dar su interpretación."
Oí entonces hablar a un santo, y otro santo dijo al que hablaba: `` ¿Hasta cuándo durará la visión del sacrificio continuo, de la transgresión que espanta, y de que el lugar santo y el ejército sean pisoteados?"
" ¿Cómo podrá, pues, este siervo de mi señor hablar con uno como mi señor? Porque a mí en este momento no me queda fuerza alguna, ni tampoco me queda aliento."
Entonces volvió a hablar Hageo: `` `Así es este pueblo y así es esta nación delante de Mí,' declara el SEÑOR, `y así es toda obra de sus manos; y lo que aquí ofrecen, inmundo es.