'Hermanos' en la Biblia
Hermanos, oren por nosotros.
Saluden a todos los hermanos con beso santo.
Les encargo solemnemente por el Señor que se lea esta carta a todos los hermanos.
Siempre tenemos que dar gracias a Dios por ustedes, hermanos, como es justo, porque su fe aumenta grandemente, y el amor de cada uno de ustedes hacia los demás abunda {más y más.}
Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo y a nuestra reunión con El, les rogamos, hermanos,
Pero nosotros siempre tenemos que dar gracias a Dios por ustedes, hermanos amados por el Señor, porque Dios los ha escogido desde el principio para salvación mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad.
Así que, hermanos, estén firmes y conserven (retengan) las doctrinas que les fueron enseñadas, ya de palabra, ya por carta nuestra.
Finalmente, hermanos, oren por nosotros, para que la palabra del Señor se extienda rápidamente y sea glorificada, así como {sucedió} también con ustedes.
Ahora bien, hermanos, les mandamos en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que se aparten de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la doctrina que ustedes recibieron de nosotros.
Pero ustedes, hermanos, no se cansen de hacer el bien.
Al señalar estas cosas a los hermanos serás un buen ministro de Cristo Jesús, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido.
No reprendas con dureza al anciano, sino, {más bien,} exhórta{lo} como a padre; a los más jóvenes, como a hermanos,
Y los que tienen amos {que son} creyentes, no les falten el respeto, porque son hermanos, sino sírvanles aún mejor, ya que son creyentes y amados los que se benefician de su servicio. Enseña y predica estos {principios.}
Procura venir antes del invierno. Eubulo te saluda, también Pudente, Lino, Claudia y todos los hermanos.
Porque tanto el que santifica como los que son santificados, son todos de un {Padre}; por lo cual {El} no se avergüenza de llamarlos hermanos,
cuando dice: ``ANUNCIARE TU NOMBRE A MIS HERMANOS, EN MEDIO DE LA CONGREGACION TE CANTARE HIMNOS."
Por tanto, tenía que ser hecho semejante a Sus hermanos en todo, a fin de que llegara a ser un sumo sacerdote misericordioso y fiel en las cosas que a Dios atañen, para hacer propiciación por los pecados del pueblo.
Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, consideren a Jesús, el Apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra fe.
Tengan cuidado, hermanos, no sea que en alguno de ustedes haya un corazón malo de incredulidad, para apartarse del Dios vivo.
Y en verdad los hijos (descendientes) de Leví que reciben el oficio de sacerdote, tienen mandamiento en la Ley de recoger el diezmo del pueblo, es decir, de sus hermanos, aunque éstos son descendientes de Abraham.
Entonces, hermanos, puesto que tenemos confianza para entrar al Lugar Santísimo por la sangre de Jesús,
Les ruego, hermanos, que soporten la palabra de exhortación, pues les he escrito brevemente.
Tengan por sumo gozo, hermanos míos, cuando {se} hallen en diversas pruebas (tentaciones),
Amados hermanos míos, no se engañen.
{Esto lo} saben, mis amados hermanos. Pero que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la ira;
Hermanos míos, no tengan su fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo con {una actitud} de favoritismo.
Hermanos míos amados, escuchen: ¿No escogió Dios a los pobres de este mundo {para ser} ricos en fe y herederos del reino que El prometió a los que Lo aman?
¿De qué sirve, hermanos míos, si alguien dice que tiene fe, pero no tiene obras? ¿Acaso puede esa fe salvarlo?
Hermanos míos, que no se hagan maestros muchos {de ustedes}, sabiendo que recibiremos un juicio más severo (mayor condenación).
De la misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
¿Acaso, hermanos míos, puede una higuera producir aceitunas, o una vid higos? Tampoco {la fuente de agua} salada {puede} producir agua dulce.
Hermanos, no hablen mal los unos de los otros. El que habla mal de un hermano o juzga a su hermano, habla mal de la ley y juzga a la ley. Pero si tú juzgas a la ley, no eres cumplidor de la ley, sino juez {de ella.}
Por tanto, hermanos, sean pacientes hasta la venida del Señor. Miren {cómo} el labrador espera el fruto precioso de la tierra, siendo paciente en ello hasta que recibe {la lluvia} temprana y {la} tardía.
Hermanos, no se quejen unos contra otros, para que no sean juzgados. Ya el Juez está a las puertas.
Hermanos, tomen como ejemplo de paciencia y aflicción a los profetas que hablaron en el nombre del Señor.
Y sobre todo, hermanos míos, no juren, ni por el cielo, ni por la tierra, ni con ningún otro juramento. Antes bien, sea el sí de ustedes, sí, y su no, no, para que no caigan bajo juicio.
Hermanos míos, si alguien de entre ustedes se extravía de la verdad y alguien le hace volver,
Puesto que en obediencia a la verdad ustedes han purificado sus almas para un amor sincero de hermanos, ámense unos a otros entrañablemente, de corazón puro.
Honren a todos, amen a los hermanos, teman (reverencien) a Dios, honren al rey.
Pero resístanlo firmes en la fe, sabiendo que las mismas experiencias de sufrimiento se van cumpliendo en sus hermanos en {todo} el mundo.
Así que, hermanos, sean cada vez más diligentes para hacer firme su llamado y elección {de parte de Dios.} Porque mientras hagan (practiquen) estas cosas nunca caerán.
Hermanos, no se maravillen si el mundo los odia.
Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida porque amamos a los hermanos. El que no ama permanece en muerte.
En esto conocemos el amor: en que El puso Su vida por nosotros. También nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.
Pues me alegré mucho cuando {algunos} hermanos vinieron y dieron testimonio de tu {fidelidad a la} verdad, {esto es,} de cómo andas en la verdad.
Amado, estás obrando fielmente en lo que haces por los hermanos, y sobre todo {cuando se trata de} extraños.
Por esta razón, si voy, llamaré la atención a las obras que hace, acusándonos injustamente con palabras maliciosas. No satisfecho con esto, él mismo no recibe a los hermanos, se lo prohíbe a los que quieren {hacerlo} y {los} expulsa de la iglesia.
Y se les dio a cada uno de ellos una vestidura blanca, y se les dijo que descansaran un poco más de tiempo, hasta que se completara también {el número} {de} sus consiervos y {de} sus hermanos que habrían de ser muertos como ellos lo habían sido.
Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: ``Ahora ha venido la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad de Su Cristo (el Mesías), porque el acusador de nuestros hermanos, el que los acusa delante de nuestro Dios día y noche, ha sido arrojado.
Entonces caí a sus pies para adorarlo. Y me dijo: ``No hagas eso. Yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos que poseen el testimonio de Jesús; adora a Dios. El testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía."
Y me dijo: ``No hagas eso. Yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos los profetas y de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios."