'Le' en la Biblia
Y he aquí, una mujer le sale al encuentro, con atavío de ramera y astuta de corazón,
Y trabó de él, y lo besó; y con descaro le dijo:
Lo que el impío teme, eso le vendrá; mas a los justos les será dado lo que desean.
El peso falso abominación es a Jehová; mas la pesa cabal le agrada.
Abominación son a Jehová los perversos de corazón; mas los íntegros de camino le son agradables.
El que procura el bien buscará favor; mas el que busca el mal, éste le vendrá.
El hombre será saciado de bien del fruto de su boca; y la paga de las manos del hombre le será dada.
Busca el escarnecedor la sabiduría, y no la halla; mas al hombre entendido la sabiduría le es fácil.
Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte.
El escarnecedor no ama al que le reprende; ni se junta con los sabios.
El alma del que trabaja, trabaja para sí; porque su boca le anima.
El hombre malo lisonjea a su prójimo, y le hace andar por camino no bueno:
El que responde palabra antes de oír, le es necedad y vergüenza.
El don del hombre le ensancha el camino, y le lleva delante de los grandes.
Todos los hermanos del pobre le aborrecen: ¡Cuánto más sus amigos se alejarán de él! Buscará la palabra, y no la hallará.
El deseo del perezoso le mata, porque sus manos rehúsan trabajar;
Al que piensa hacer el mal, le llamarán hombre de malos pensamientos.
no sea que Jehová lo mire, y le desagrade, y aparte de sobre él su enojo.
El que dijere al malo: Justo eres, los pueblos lo maldecirán, y le detestarán las naciones;
No digas: Como me hizo, así le haré; Pagaré al hombre según su obra.
Cuando hablare amigablemente, no le creas; porque siete abominaciones hay en su corazón.
El que bendice a su amigo en alta voz, madrugando de mañana, por maldición se le contará.
El hombre que hace violencia con sangre de persona, huirá hasta la fosa, y nadie le detendrá.
El hombre de mal ojo se apresura a ser rico; y no sabe que le ha de venir pobreza.
La soberbia del hombre le abate; pero al humilde de espíritu sustenta la honra.
Palabras del rey Lemuel; la profecía con que le enseñó su madre.
Le dará ella bien y no mal, todos los días de su vida.