'Me' en la Biblia
Y dícele: Todo esto te daré, si postrado me adorares.
No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos: mas el que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre lanzamos demonios, y en tu nombre hicimos mucho milagros?
Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé á un hombre prudente, que edificó su casa sobre la peña;
Y cualquiera que me oye estas palabras, y no las hace, le compararé á un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena;
Cualquiera pues que me confesare delante de los hombres, le confesaré yo también delante de mi Padre que está en los cielos.
Y cualquiera que me negare delante de los hombres, le negaré yo también delante de mi Padre que está en los cielos.
El que os recibe á vosotros, á mí recibe; y el que á mí recibe, recibe al que me envió.
Todas las cosas me son entregadas de mi Padre: y nadie conoció al Hijo, sino el Padre; ni al Padre conoció alguno, sino el Hijo, y aquel á quien el Hijo lo quisiere revelar.
Entonces dice: Me volvere á mi casa de donde salí: y cuando viene, la halla desocupada, barrida y adornada.
Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón lejos está de mí.
Mas en vano me honran, Enseñando doctrinas y mandamientos de hombres.
Entonces él, volviéndose, dijo á Pedro: Quítate de delante de mí, Satanás; me eres escándalo; porque no entiendes lo que es de Dios sino lo que es de los hombres.
Entonces llamándole su señor, le dice: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste:
Y él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno es bueno sino uno, es á saber, Dios: y si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.
Dícele el mancebo: Todo esto guardé desde mi juventud: ¿qué más me falta?
Y Jesús les dijo: De cierto os digo, que vosotros que me habéis seguido, en la regeneración, cuando se sentará el Hijo del hombre en el trono de su gloria, vosotros también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar á las doce tribus de Israel.
¿No me es lícito á mi hacer lo que quiero con lo mío? ó ¿es malo tu ojo, porque yo soy bueno?
Y respondiendo Jesús, les dijo: Yo también os preguntaré una palabra, la cual si me dijereis, también yo os diré con qué autoridad hago esto.
Mas Jesús, entendida la malicia de ellos, les dice: ¿Por qué me tentáis, hipócritas?
Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor.
Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; he aquí otros cinco talentos he ganado sobre ellos.
Y llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; he aquí otros dos talentos he ganado sobre ellos.
Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fuí huésped, y me recogisteis;
Desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; estuve en la cárcel, y vinisteis á mí.
Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber;
Fuí huésped, y no me recogisteis; desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis.
Porque siempre tendréis pobres con vosotros, mas á mí no siempre me tendréis.
Y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le señalaron treinta piezas de plata.
Y comiendo ellos, dijo: De cierto os digo, que uno de vosotros me ha de entregar.
Entonces él respondiendo, dijo: El que mete la mano conmigo en el plato, ése me ha de entregar.
Jesús le dice: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces.
Dícele Pedro. Aunque me sea menester morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.
Levantaos, vamos: he aquí ha llegado el que me ha entregado.
¿Acaso piensas que no puedo ahora orar á mi Padre, y él me daría más de doce legiones de ángeles?
En aquella hora dijo Jesús á las gentes: ¿Como á ladrón habéis salido con espadas y con palos á prenderme? Cada día me sentaba con vosotros enseñando en el templo, y no me prendisteis.
Y se acordó Pedro de las palabras de Jesús, que le dijo: Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliéndose fuera, lloró amargamente.
Y las dieron para el campo del alfarero, como me ordenó el Señor.
Y cerca de la hora de nona, Jesús exclamó con grande voz, diciendo: Eli, Eli, ¿lama sabachtani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?
Entonces Jesús les dice: No temáis: id, dad las nuevas á mis hermanos, para que vayan á Galilea, y allí me verán.
Y llegando Jesús, les habló, diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
Resultados de Búsqueda por Versiones
- J2000 (43)
- LBDA (40)
- NBLH (41)
- RV (42)
- SEV (43)
- RV1909 (41)
Resultados de Búsqueda por Libro
- Génesis (110)
- Éxodo (36)
- Levítico (13)
- Números (30)
- Deuteronomio (39)
- Josué (8)
- Jueces (45)
- Rut (12)
- 1 Samuel (63)
- 2 Samuel (67)
- 1 Reyes (50)
- 2 Reyes (28)
- 1 Crónicas (16)
- 2 Crónicas (16)
- Esdras (1)
- Nehemías (8)
- Ester (1)
- Job (107)
- Salmos (239)
- Proverbios (20)
- Eclesiastés (6)
- Cantares (12)
- Isaías (69)
- Jeremías (99)
- Lamentaciones (5)
- Ezequiel (42)
- Daniel (27)
- Oseas (7)
- Joel (1)
- Amós (9)
- Abdías (1)
- Jonás (5)
- Miqueas (4)
- Habacuc (5)
- Sofonías (3)
- Zacarías (17)
- Malaquías (6)
- Mateo (41)
- Marcos (19)
- Lucas (43)
- Juan (128)
- Hechos (49)
- Romanos (18)
- 1 Corintios (23)
- 2 Corintios (27)
- Gálatas (11)
- Efesios (4)
- Filipenses (11)
- Colosenses (4)
- 1 Tesalonicenses (1)
- 1 Timoteo (2)
- 2 Timoteo (12)
- Tito (1)
- Filemón (3)
- Hebreos (11)
- 2 Pedro (2)
- 2 Juan (1)
- 3 Juan (1)
- Judas (1)
- Apocalipsis (22)