'Misma' en la Biblia
y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la Roca espiritual que los seguía, y la Roca era Cristo.
La naturaleza misma ¿no os enseña que es deshonroso al varón traer el cabello largo?
No toda carne es la misma carne; pues una carne es la de los hombres, y otra carne la de los animales, y otra la de los peces, y otra la de las aves.
Por tanto, nosotros todos, mirando con cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados en la misma imagen, de gloria en gloria, como por el Espíritu del Señor.
Mas gracias sean dadas a Dios, que puso en el corazón de Tito la misma solicitud por vosotros.
Finalmente, hermanos, gozaos, sed perfectos, tened consolación, sed de una misma mente, tened paz; y el Dios de amor y paz será con vosotros.
Un cuerpo, y un Espíritu, como sois también llamados en una misma esperanza de vuestro llamamiento.
completad mi gozo, que sintáis lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa.
Pero en aquello a que hemos llegado, andemos por una misma regla, sintamos una misma cosa.
el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo hecho la expiación de nuestros pecados por sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,
Y deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma diligencia hasta el fin, para la plena certeza de la esperanza:
Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan.
Por fe habitó en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa:
Por fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir simiente; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó ser fiel el que lo había prometido.
Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.
De una misma boca proceden maldición y bendición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
¿Echa alguna fuente por una misma abertura agua dulce y amarga?
Pero los cielos que son ahora, y la tierra, son reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos.
Pero la unción que vosotros habéis recibido de Él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que alguien os enseñe; sino que como la unción misma os enseña acerca de todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, y así como os ha enseñado, vosotros permaneceréis en Él.
Todos dan testimonio de Demetrio, y aun la misma verdad; y también nosotros damos testimonio; y vosotros sabéis que nuestro testimonio es verdadero.
Como Sodoma y Gomorra, y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que ellos, habiéndose dado a la fornicación e ido en pos de carne extraña, fueron puestas por ejemplo; sufriendo el castigo del fuego eterno.
De la misma manera también estos soñadores mancillan la carne, rechazan la autoridad y maldicen a las potestades superiores.
Y si alguno quisiere dañarles, sale fuego de la boca de ellos, y devora a sus enemigos; y si alguno quisiere hacerles daño, debe morir él de la misma manera.