'No' en la Biblia
El buey conoce á su dueño, y el asno el pesebre de su señor: Israel no conoce, mi pueblo no tiene entendimiento.
Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa ilesa, sino herida, hinchazón y podrida llaga: no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.
Si Jehová de los ejércitos no hubiera hecho que nos quedasen muy cortos residuos, como Sodoma fuéramos, y semejantes á Gomorra.
¿Para qué á mí, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Harto estoy de holocaustos de carneros, y de sebo de animales gruesos: no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos.
No me traigáis más vano presente: el perfume me es abominación: luna nueva y sábado, el convocar asambleas, no las puedo sufrir: son iniquidad vuestras solemnidades.
Cuando extendiereis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos: asimismo cuando multiplicareis la oración, yo no oiré: llenas están de sangre vuestras manos.
Si no quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos á espada: porque la boca de Jehová lo ha dicho.
Tus príncipes, prevaricadores y compañeros de ladrones: todos aman las dádivas, y van tras las recompensas: no oyen en juicio al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda.
Y el fuerte será como estopa, y lo que hizo como centella; y ambos serán encendidos juntamente, y no habrá quien apague.
Y juzgará entre las gentes, y reprenderá á muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces: no alzará espada gente contra gente, ni se ensayarán más para la guerra.
Su tierra está llena de plata y oro, sus tesoros no tienen fin. También está su tierra llena de caballos; ni sus carros tienen número.
Y hase inclinado el hombre, y el varón se ha humillado: por tanto no los perdonarás.
El jurará aquel día, diciendo: No tomaré ese cuidado; porque en mi casa ni hay pan, ni qué vestir: no me hagáis príncipe del pueblo.
La apariencia del rostro de ellos los convence: que como Sodoma predican su pecado, no lo disimulan. Ay del alma de ellos! porque allegaron mal para sí.
¿Qué más se había de hacer á mi viña, que yo no haya hecho en ella? ¿Cómo, esperando yo que llevase uvas, ha llevado uvas silvestres?
Haré que quede desierta; no será podada ni cavada, y crecerá el cardo y las espinas: y aun á las nubes mandaré que no derramen lluvia sobre ella.
Y en sus banquetes hay arpas, vihuelas, tamboriles, flautas, y vino; y no miran la obra de Jehová, ni consideran la obra de sus manos.
Por tanto mi pueblo fué llevado cautivo, porque no tuvo ciencia: y su gloria pereció de hambre, y su multitud se secó de sed.
Por esta causa se encendió el furor de Jehová contra su pueblo, y extendió contra él su mano, é hirióle; y se estremecieron los montes, y sus cadáveres fueron arrojados en medio de las calles. Con todo esto no ha cesado su furor, antes está su mano todaví
No habrá entre ellos cansado, ni que vacile; ninguno se dormirá ni le tomará sueño; á ninguno se le desatará el cinto de los lomos, ni se le romperá la correa de sus zapatos.
Y dijo: Anda, y di á este pueblo: Oid bien, y no entendáis; ved por cierto, mas no comprendáis.
Engruesa el corazón de aqueste pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus ojos; porque no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón entienda, ni se convierta, y haya para él sanidad.
ACONTECIO en los días de Achâz hijo de Jotham, hijo de Uzzías, rey de Judá, que Rezín rey de Siria, y Peca hijo de Remalías, rey de Israel, subieron á Jerusalem para combatirla; mas no la pudieron tomar.
Y dile: Guarda, y repósate; no temas, ni se enternezca tu corazón á causa de estos dos cabos de tizón que humean, por el furor de la ira de Rezín y del Siro, y del hijo de Remalías.
El Señor Jehová dice así: No subsistirá, ni será.
Entretanto la cabeza de Ephraim es Samaria, y la cabeza de Samaria el hijo de Remalías. Si vosotros no creyereis, de cierto no permaneceréis.
Y respondió Achâz: No pediré, y no tentaré á Jehová.
Y á todos los montes que se cavaban con azada, no llegará allá el temor de los espinos y de los cardos: mas serán para pasto de bueyes, y para ser hollados de los ganados.
Tomad consejo, y será deshecho; proferid palabra, y no será firme: porque Dios con nosotros.
Porque Jehová me dijo de esta manera con mano fuerte, y enseñóme que no caminase por el camino de este pueblo, diciendo:
No digáis, Conjuración, á todas las cosas á que este pueblo dice, Conjuración, ni temáis lo que temen, ni tengáis miedo.
Y si os dijeren: Preguntad á los pythones y á los adivinos, que susurran hablando, responded: ¿No consultará el pueblo á su Dios? ¿Apelará por los vivos á los muertos?
A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme á esto, es porque no les ha amanecido.
AUNQUE no será esta oscuridad tal como la aflicción que le vino en el tiempo que livianamente tocaron la primera vez á la tierra de Zabulón, y á la tierra de Nephtalí; y después cuando agravaron por la vía de la mar, de esa parte del Jordán, en Galilea de
Aumentando la gente, no aumentaste la alegría. Alegraránse delante de ti como se alegran en la siega, como se gozan cuando reparten despojos.
Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán término, sobre el trono de David, y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.
Mas el pueblo no se convirtió al que lo hería, ni buscaron á Jehová de los ejércitos.
Por tanto, el Señor no tomará contentamiento en sus mancebos, ni de sus huérfanos y viudas tendrá misericordia: porque todos son falsos y malignos, y toda boca habla despropósitos. Con todo esto no ha cesado su furor, antes todavía su mano extendida.
Por la ira de Jehová de los ejércitos se oscureció la tierra, y será el pueblo como pábulo del fuego: el hombre no tendrá piedad de su hermano.
Cada uno hurtará á la mano derecha, y tendrá hambre; y comerá á la izquierda, y no se hartará: cada cual comerá la carne de su brazo:
Aunque él no lo pensará así, ni su corazón lo imaginará de esta manera; sino que su pensamiento será desarraigar y cortar gentes no pocas.
Porque él dice: Mis príncipes ¿no son todos reyes?
¿No es Calno como Carchêmis, Hamath como Arphad, y Samaria como Damasco?
Como hice á Samaria y á sus ídolos, ¿no haré también así á Jerusalem y á sus ídolos?
Y halló mi mano como nido las riquezas de los pueblos; y como se cogen los huevos dejados, así me apoderé yo de toda la tierra; y no hubo quien moviese ala, ó abriese boca y graznase.
¿Gloriaráse el hacha contra el que con ella corta? ¿se ensoberbecerá la sierra contra el que la mueve? como si el bordón se levantase contra los que lo levantan; como si se levantase la vara: ¿no es leño?
Por tanto el Señor Jehová de los ejércitos dice así: Pueblo mío, morador de Sión, no temas de Assur. Con vara te herirá, y contra ti alzará su palo, á la manera de Egipto:
Y harále entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oyeren sus oídos;
No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como cubren la mar las aguas.
Y se disipará la envidia de Ephraim, y los enemigos de Judá serán talados. Ephraim no tendrá envidia contra Judá, ni Judá afligirá á Ephraim;
He aquí Dios es salud mía; aseguraréme, y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH Jehová, el cual ha sido salud para mí.
Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros no derramarán su lumbre; y el sol se oscurecerá en naciendo, y la luna no echará su resplandor.
He aquí que yo despierto contra ellos á los Medos, que no curarán de la plata, ni codiciarán oro.
Y con arcos tirarán á los niños, y no tendrán misericordia de fruto de vientre, ni su ojo perdonará á hijos.
Y en sus palacios gritarán gatos cervales, y chacales en sus casas de deleite: y abocado está á venir su tiempo, y sus días no se alargarán.
Aun las hayas se holgaron de ti, y los cedros del Líbano, diciendo: Desde que tú pereciste, no ha subido cortador contra nosotros.
No serás contado con ellos en la sepultura: porque tú destruiste tu tierra, mataste tu pueblo. No será nombrada para siempre la simiente de los malignos.
Aparejad sus hijos para el matadero por la maldad de sus padres: no se levanten, ni posean la tierra, é hinchan la haz del mundo de ciudades.
No te alegres tú, Filistea toda, por haberse quebrado la vara del que te hería; porque de la raíz de la culebra saldrá basilisco, y su fruto, ceraste volador.
Aulla, oh puerta; clama, oh ciudad; disuelta estás toda tú, Filistea: porque humo vendrá de aquilón, no quedará uno solo en sus asambleas.
Reune consejo, haz juicio; pon tu sombra en medio del día como la noche: esconde los desterrados, no entregues á los que andan errantes.
Oído hemos la soberbia de Moab, por extremo soberbio; su soberbia y su arrogancia, y su altivez; mas sus mentiras no serán firmes.
Quitado es el gozo y la alegría del campo fértil; en las viñas no cantarán, ni se regocijarán; no pisará vino en los lagares el pisador: la canción he hecho cesar.
Y acaecerá, que cuando Moab pareciere que está cansado sobre los altos, entonces vendrá á su santuario á orar, y no le valdrá.
Empero ahora Jehová ha hablado, diciendo: Dentro de tres años, como años de mozo de soldada, será abatida la gloria de Moab, con toda su grande multitud: y los residuos serán pocos, pequeños, y no fuertes.
Las ciudades de Aroer desamparadas, en majadas se tornarán; dormirán allí, y no habrá quien los espante.
Y no mirará á los altares que hicieron sus manos, ni mirará á lo que hicieron sus dedos, ni á los bosques, ni á las imágenes del sol.
Porque te olvidaste del Dios de tu salud, y no te acordaste de la roca de tu fortaleza; por tanto plantarás plantas hermosas, y sembrarás sarmiento extraño.
Al tiempo de la tarde he aquí turbación; y antes de la mañana ya no es. Esta es la parte de los que nos huellan, y la suerte de los que nos saquean.
Las verduras de junto al río, de junto á la ribera del río, y toda sementera del río, se secarán, se perderán, y no serán.
Y no aprovechará á Egipto cosa que haga la cabeza ó la cola, el ramo ó el junco.
Tú, llena de alborotos, ciudad turbulenta, ciudad alegre; tus muertos no son muertos á cuchillo, ni muertos en guerra.
Por esto dije: Dejadme, lloraré amargamente; no os afanéis por consolarme de la destrucción de la hija de mi pueblo.
E hicisteis foso entre los dos muros con las aguas de la pesquera vieja: y no tuvisteis respeto al que la hizo, ni mirasteis de lejos al que la labró.
Esto fué revelado á mis oídos de parte de Jehová de los ejércitos: Que este pecado no os será perdonado hasta que muráis, dice el Señor Jehová de los ejércitos.
¿No era ésta vuestra ciudad alegre, su antigüedad de muchos días? Sus pies la llevarán á peregrinar lejos.
Pasa cual río de tu tierra, oh hija de Tarsis; porque no tendrás ya más fortaleza.
Y dijo: No te alegrarás más, oh tú, oprimida virgen hija de Sidón. Levántate para pasar á Chîttim; y aun allí no tendrás reposo.
Mira la tierra de los Caldeos; este pueblo no era; Assur la fundó para los que habitaban en el desierto: levantaron sus fortalezas, edificaron sus palacios; él la convirtió en ruinas.
Mas su negociación y su ganancia será consagrada á Jehová: no se guardará ni se atesorará, porque su negociación será para los que estuvieren delante de Jehová, para que coman hasta hartarse, y vistan honradamente.
No beberán vino con cantar: la bebida será amarga á los que la bebieren.
Quebrantada está la ciudad de la vanidad; toda casa se ha cerrado, porque no entre nadie.
Que tornaste la ciudad en montón, la ciudad fuerte en ruina: el alcázar de los extraños que no sea ciudad, ni nunca jamás sea reedeficada.
Alcanzará piedad el impío, y no aprenderá justicia; en tierra de rectitud hará iniquidad, y no mirará á la majestad de Jehová.
Jehová, bien que se levante tu mano, no ven: verán al cabo, y se avergonzarán los que envidian á tu pueblo; y á tus enemigos fuego los consumirá.
Muertos son, no vivirán: han fallecido, no resucitarán: porque los visitaste, y destruiste, y deshiciste toda su memoria.
Porque he aquí que Jehová sale de su lugar, para visitar la maldad del morador de la tierra contra él; y la tierra descubrirá sus sangres, y no más encubrirá sus muertos.
No hay en mí enojo. ¿Quién pondrá contra mí en batalla espinas y cardos? Yo los hollaré, quemarélos juntamente.
De esta manera pues será purgada la iniquidad de Jacob; y éste será todo el fruto, la remoción de su pecado, cuando tornare todas las piedras del altar como piedras de cal desmenuzadas, y no se levantarán los bosques, ni las imágenes del sol.
Cuando sus ramas se secaren, serán quebradas; mujeres vendrán á encenderlas: porque aquél no es pueblo de entendimiento; por tanto su Hacedor no tendrá de él misericordia, ni se compadecerá de él el que lo formó.
Porque todas las mesas están llenas de vómito y suciedad, hasta no haber lugar limpio.
A los cuales él dijo: Este es el reposo: dad reposo al cansado; y éste es el refrigerio: mas no quisieron oir.
Porque habéis dicho: Concierto tenemos hecho con la muerte, é hicimos acuerdo con la sepultura; cuando pasare el turbión del azote, no llegará á nosotros, pues que hemos puesto nuestra acogida en la mentira, y en la falsedad nos esconderemos:
Por tanto, el Señor Jehová dice así: He aquí que yo fundo en Sión una piedra, piedra de fortaleza, de esquina, de precio, de cimiento estable: el que creyere, no se apresure.
Y será anulado vuestro concierto con la muerte, y vuestro acuerdo con el sepulcro no será firme: cuando pasare el turbión del azote, seréis de él hollados.
Porque la cama es tan angosta que no basta, y la cubierta estrecha para recoger.
Ahora pues, no os burléis, porque no se aprieten más vuestras ataduras: porque consumación y acabamiento sobre toda la tierra he oído del Señor Jehová de los ejércitos.
Después que hubiere igualado su superficie, ¿no derramará la neguilla, sembrará el comino, pondrá el trigo por su orden, y la cebada en su señal, y la avena en su término?
Que la neguilla no se trillará con trillo, ni sobre el comino rodará rueda de carreta; sino que con un palo se sacude la neguilla, y el comino con una vara.
El pan se trilla; mas no siempre lo trillará, ni lo comprimirá con la rueda de su carreta, ni lo quebrantará con los dientes de su trillo.
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