'No' en la Biblia
Porque hermanos, no queremos que ignoréis de nuestra tribulación que nos fué hecha en Asia; que sobremanera fuimos cargados sobre nuestras fuerzas de tal manera que estuviésemos en duda de la vida.
Mas nosotros tuvimos en nosotros mismos respuesta de muerte, para que no confiemos en nosotros mismos, sino en Dios que levanta los muertos:
Porque nuestra gloria es esta: el testimonio de nuestra conciencia, que con simplicidad y sinceridad de Dios, no con sabiduría carnal, mas con la gracia de Dios, hemos conversado en el mundo, y muy más con vosotros.
Porque no os escribimos otras cosas de las que leéis, ó también conocéis: y espero que aun hasta el fin las conoceréis:
Así que, pretendiendo esto, ¿usé quizá de liviandad? ó lo que pienso hacer, ¿piénsolo según la carne, para que haya en mí Sí y No?
Antes, Dios fiel sabe que nuestra palabra para con vosotros no es Sí y No.
Porque el Hijo de Dios, Jesucristo, que por nosotros ha sido entre vosotros predicado, por mí y Silvano y Timoteo, no ha sido Sí y No; mas ha sido Sí en él.
Mas yo llamo á Dios por testigo sobre mi alma, que por ser indulgente con vosotros no he pasado todavía á Corinto.
No que nos enseñoreemos de vuestra fe, mas somos ayudadores de vuestro gozo: porque por la fe estáis firmes.
ESTO pues determiné para conmigo, no venir otra vez á vosotros con tristeza.
Y esto mismo os escribí, porque cuando llegare no tenga tristeza sobre tristeza de los que me debiera gozar; confiando en vosotros todos que mi gozo es el de todos vosotros.
Porque por la mucha tribulación y angustia del corazón os escribí con muchas lágrimas; no para que fueseis contristados, mas para que supieseis cuánto más amor tengo para con vosotros.
Que si alguno me contristó, no me contristó á mí, sino en parte, por no cargaros, á todos vosotros.
Así que, al contrario, vosotros más bien lo perdonéis y consoléis, porque no sea el tal consumido de demasiada tristeza.
Porque no seamos engañados de Satanás: pues no ignoramos sus maquinaciones.
No tuve reposo en mi espíritu, por no haber hallado á Tito mi hermano: así, despidiéndome de ellos, partí para Macedonia.
Porque no somos como muchos, mercaderes falsos de la palabra de Dios: antes con sinceridad, como de Dios, delante de Dios, hablamos en Cristo.
Siendo manifiesto que sois letra de Cristo administrada de nosotros, escrita no con tinta, mas con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón.
No que seamos suficientes de nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra suficiencia es de Dios;
El cual asimismo nos hizo ministros suficientes de un nuevo pacto: no de la letra, mas del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica.
Y si el ministerio de muerte en la letra grabado en piedras, fué con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudiesen poner los ojos en la faz de Moisés á causa de la gloria de su rostro, la cual había de perecer,
¿Cómo no será más bien con gloria el ministerio del espíritu?
Porque aun lo que fué glorioso, no es glorioso en esta parte, en comparación de la excelente gloria.
Y no como Moisés, que ponía un velo sobre su faz, para que los hijos de Israel no pusiesen los ojos en el fin de lo que había de ser abolido.
Empero los sentidos de ellos se embotaron; porque hasta el día de hoy les queda el mismo velo no descubierto en la lección del antiguo testamento, el cual por Cristo es quitado.
POR lo cual teniendo nosotros esta administración según la misericordia que hemos alcanzado, no desmayamos;
Antes quitamos los escondrijos de vergüenza, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por manifestación de la verdad encomendándonos á nosotros mismos á toda conciencia humana delante de Dios.
En los cuales el dios de este siglo cegó los entendimientos de los incrédulos, para que no les resplandezca la lumbre del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.
Porque no nos predicamos á nosotros mismos, sino á Jesucristo, el Señor; y nosotros vuestros siervos por Jesús.
Tenemos empero este tesoro en vasos de barro, para que la alteza del poder sea de Dios, y no de nosotros:
Estando atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperamos;
Perseguidos, mas no desamparados; abatidos, mas no perecemos;
Por tanto, no desmayamos: antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior empero se renueva de día en día.
No mirando nosotros á las cosas que se ven, sino á las que no se ven: porque las cosas que se ven son temporales, mas las que no se ven son eternas.
PORQUE sabemos, que si la casa terrestre de nuestra habitación se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna en los cielos.
Puesto que en verdad habremos sido hallados vestidos, y no desnudos.
Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo, gemimos agravados; porque no quisiéramos ser desnudados; sino sobrevestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida.
(Porque por fe andamos, no por vista;)
No nos encomendamos pues otra vez á vosotros, sino os damos ocasión de gloriaros por nosotros, para que tengáis qué responder contra los que se glorían en las apariencias, y no en el corazón.
Y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, mas para aquel que murió y resucitó por ellos.
De manera que nosotros de aquí adelante á nadie conocemos según la carne: y aun si á Cristo conocimos según la carne, empero ahora ya no le conocemos.
Porque ciertamente Dios estaba en Cristo reconciliando el mundo á sí, no imputándole sus pecados, y puso en nosotros la palabra de la reconciliación.
Al que no conoció pecado, hizo pecado por nosotros, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
Y ASI nosotros, como ayudadores juntamente con él, os exhortamos también á que no recibáis en vano la gracia de Dios,
No dando á nadie ningún escándalo, porque el ministerio nuestro no sea vituperado:
En castidad, en ciencia, en longanimidad, en bondad, en Espíritu Santo, en amor no fingido;
Como ignorados, mas conocidos; como muriendo, mas he aquí vivimos; como castigados, mas no muertos;
Como doloridos, mas siempre gozosos; como pobres, mas enriqueciendo á muchos; como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo.
No estáis estrechos en nosotros, mas estáis estrechos en vuestras propias entrañas.
No os juntéis en yugo con los infieles: porque ¿qué compañía tienes la justicia con la injusticia? ¿y qué comunión la luz con las tinieblas?
Por lo cual Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré,
No para condenar os lo digo; que ya he dicho antes que estáis en nuestros corazones, para morir y para vivir juntamente.
Y no sólo con su venida, sino también con la consolación con que él fué consolado acerca de vosotros, haciéndonos saber vuestro deseo grande, vuestro lloro, vuestro celo por mí, para que así me gozase más.
Porque aunque os contristé por la carta, no me arrepiento, bien que me arrepentí; porque veo que aquella carta, aunque por algún tiempo os contristó,
Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habéis sido contristados según Dios, para que ninguna pérdida padecieseis por nuestra parte.
Porque el dolor que es según Dios, obra arrepentimiento saludable, de que no hay que arrepentirse; mas el dolor del siglo obra muerte.
Así que, aunque os escribí, no fué por causa del que hizo la injuria, ni por causa del que la padeció, mas para que os fuese manifiesta nuestra solicitud que tenemos por vosotros delante de Dios.
Pues si algo me he gloriado para con él de vosotros, no he sido avergonzado; antes, como todo lo que habíamos dicho de vosotros era con verdad, así también nuestra gloria delante de Tito fué hallada verdadera.
Y no como lo esperábamos, mas aun á sí mismos se dieron primeramente al Señor, y á nosotros por la voluntad de Dios.
No hablo como quien manda, sino para poner á prueba, por la eficacia de otros, la sinceridad también de la caridad vuestra.
Y en esto doy mi consejo; porque esto os conviene á vosotros, que comenzasteis antes, no sólo á hacerlo, mas aun á quererlo desde el año pasado.
Porque si primero hay la voluntad pronta, será acepta por lo que tiene, no por lo que no tiene.
Porque no digo esto para que haya para otros desahogo, y para vosotros apretura;
Como está escrito: El que recogió mucho, no tuvo más; y el que poco, no tuvo menos.
Y no sólo esto, mas también fué ordenado por las iglesias el compañero de nuestra peregrinación para llevar esta gracia, que es administrada de nosotros para gloria del mismo Señor, y para demostrar vuestro pronto ánimo:
Procurando las cosas honestas, no sólo delante del Señor, mas aun delante de los hombres.
Mas he enviado los hermanos, porque nuestra gloria de vosotros no sea vana en esta parte; para que, como lo he dicho, estéis apercibidos;
No sea que, si vinieren conmigo Macedonios, y os hallaren desapercibidos, nos avergoncemos nosotros, por no decir vosotros, de este firme gloriarnos.
Por tanto, tuve por cosa necesaria exhortar á los hermanos que fuesen primero á vosotros, y apresten primero vuestra bendición antes prometida para que esté aparejada como de bendición, y no como de mezquindad.
Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ó por necesidad; porque Dios ama el dador alegre.
Porque la suministración de este servicio, no solamente suple lo que á los santos falta, sino también abunda en muchos hacimientos de gracias á Dios:
Ruego pues, que cuando estuviere presente, no tenga que ser atrevido con la confianza con que estoy en ánimo de ser resuelto para con algunos, que nos tienen como si anduviésemos según la carne.
Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne.
(Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas;)
Porque aunque me glorié aun un poco de nuestra potestad (la cual el Señor nos dió para edificación y no para vuestra destrucción), no me avergonzaré;
Porque no parezca como que os quiero espantar por cartas.
Porque no osamos entremeternos ó compararnos con algunos que se alaban á sí mismos: mas ellos, midiéndose á sí mismos por sí mismos, y comparándose consigo mismos no son juiciosos.
Nosotros empero, no nos gloriaremos fuera de nuestra medida, sino conforme á la medida de la regla, de la medida que Dios nos repartió, para llegar aun hasta vosotros.
Porque no nos extendemos sobre nuestra medida, como si no llegásemos hasta vosotros: porque también hasta vosotros hemos llegado en el evangelio de Cristo:
No gloriándonos fuera de nuestra medida en trabajos ajenos; mas teniendo esperanza del crecimiento de vuestra fe, que seremos muy engrandecidos entre vosotros, conforme á nuestra regla.
Porque no el que se alaba á sí mismo, el tal es aprobado; mas aquel á quien Dios alaba.
Porque aunque soy basto en la palabra, empero no en la ciencia: mas en todo somos ya del todo manifiestos á vosotros.
Es la verdad de Cristo en mí, que esta gloria no me será cerrada en las partes de Acaya.
¿Por qué? ¿porque no os amo? Dios lo sabe.
Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se transfigura en ángel de luz.
Así que, no es mucho si también sus ministros se transfiguran como ministros de justicia; cuyo fin será conforme á sus obras.
Lo que hablo, no lo hablo según el Señor, sino como en locura, con esta confianza de gloria.
¿Quién enferma, y yo no enfermo? ¿Quién se escandaliza, y yo no me quemo?
El Dios y Padre del Señor nuestro Jesucristo, que es bendito por siglos, sabe que no miento.
CIERTO no me es conveniente gloriarme; mas vendré á las visiones y á las revelaciones del Señor.
Conozco á un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé: Dios lo sabe) fué arrebatado hasta el tercer cielo.
Y conozco tal hombre, (si en el cuerpo, ó fuera del cuerpo, no lo sé: Dios lo sabe,)
Que fué arrebatado al paraíso, donde oyó palabras secretas que el hombre no puede decir.
Por lo cual si quisiere gloriarme, no seré insensato: porque diré verdad: empero lo dejo, porque nadie piense de mí más de lo que en mí ve, ú oye de mí.
Y porque la grandeza de las revelaciones no me levante descomedidamente, me es dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera.
Porque ¿qué hay en que habéis sido menos que las otras iglesias, sino en que yo mismo no os he sido carga? Perdonadme esta injuria.
He aquí estoy aparejado para ir á vosotros la tercera vez, y no os seré gravoso; porque no busco vuestras cosas, sino á vosotros: porque no han de atesorar los hijos para los padres sino los padres para los hijos.
Mas sea así, yo no os he agravado: sino que, como soy astuto, os he tomado por engaño.
Rogué á Tito, y envié con él al hermano. ¿Os engañó quizá Tito? ¿no hemos procedido con el mismo espíritu y por las mismas pisadas?
Porque temo que cuando llegare, no os halle tales como quiero, y yo sea hallado de vosotros cual no queréis; que haya entre vosotros contiendas, envidias, iras, disensiones, detracciones, murmuaciones, elaciones, bandos:
Resutados de la Búsqueda continuados...
Resultados de Búsqueda por Versiones
- J2000 (106)
- LBDA (109)
- NBLH (109)
- RV (106)
- SEV (106)
- RV1909 (107)
Resultados de Búsqueda por Libro
- Génesis (253)
- Éxodo (215)
- Levítico (199)
- Números (158)
- Deuteronomio (321)
- Josué (86)
- Jueces (133)
- Rut (25)
- 1 Samuel (200)
- 2 Samuel (128)
- 1 Reyes (152)
- 2 Reyes (174)
- 1 Crónicas (51)
- 2 Crónicas (141)
- Esdras (24)
- Nehemías (59)
- Ester (26)
- Job (266)
- Salmos (414)
- Proverbios (209)
- Eclesiastés (64)
- Cantares (16)
- Isaías (326)
- Jeremías (457)
- Lamentaciones (45)
- Ezequiel (244)
- Daniel (78)
- Oseas (49)
- Joel (11)
- Amós (55)
- Abdías (6)
- Jonás (9)
- Miqueas (27)
- Nahúm (10)
- Habacuc (13)
- Sofonías (13)
- Hageo (7)
- Zacarías (39)
- Malaquías (18)
- Mateo (258)
- Marcos (157)
- Lucas (259)
- Juan (316)
- Hechos (171)
- Romanos (152)
- 1 Corintios (170)
- 2 Corintios (107)
- Gálatas (51)
- Efesios (25)
- Filipenses (17)
- Colosenses (16)
- 1 Tesalonicenses (28)
- 2 Tesalonicenses (16)
- 1 Timoteo (31)
- 2 Timoteo (16)
- Tito (13)
- Filemón (3)
- Hebreos (97)
- Santiago (44)
- 1 Pedro (27)
- 2 Pedro (17)
- 1 Juan (42)
- 2 Juan (7)
- 3 Juan (6)
- Judas (5)
- Apocalipsis (77)