'Pero' en la Biblia
Pero Abner, hijo de Ner, comandante del ejército de Saúl, había tomado a Isboset, hijo de Saúl, y lo llevó a Mahanaim.
Abner le dijo: ``Desvíate a tu derecha o a tu izquierda, apodérate de uno de los jóvenes y toma para ti sus despojos." Pero Asael no quería dejar de perseguirlo.
Pero él rehusó apartarse; por tanto, Abner lo hirió en el estómago con la parte trasera de la lanza, y la lanza le salió por la espalda; allí cayó, y allí mismo murió. Y todos los que venían al lugar donde Asael había caído y muerto, se detenían.
Pero Joab y Abisai persiguieron a Abner, y cuando el sol se ponía, llegaron a la colina de Amma, que está frente a Gía junto al camino del desierto de Gabaón.
Pero los siervos de David habían herido de Benjamín y de los hombres de Abner, a 360 hombres, {los cuales} murieron.
Hubo larga guerra entre la casa de Saúl y la casa de David; pero David se iba fortaleciendo, mientras que la casa de Saúl se iba debilitando.
Y David respondió: ``Muy bien. Haré pacto contigo, pero una cosa demando de ti: No verás mi rostro a menos de que cuando vengas a verme traigas a Mical, la hija de Saúl."
Pero su esposo fue con ella, llorando mientras iba, y la siguió hasta Bahurim. Entonces Abner le dijo: ``Ve, vuélvete." Y Paltiel se volvió.
Sucedió que los siervos de David y Joab vinieron de hacer una incursión trayendo consigo mucho botín; pero Abner no estaba con David en Hebrón, porque él lo había despedido y se había ido en paz.
Y saliendo Joab de donde estaba David, envió mensajeros tras Abner, y lo hicieron volver desde el pozo de Sira; pero David no {lo} sabía.
Entonces todo el pueblo se llegó a David para persuadirlo a que comiera pan mientras aún era de día. Pero David juró: ``Así me haga Dios y aun más, si pruebo pan o cosa alguna antes de ponerse el sol."
Jonatán, hijo de Saúl, tenía un hijo lisiado de los pies. {Este} tenía cinco años cuando de Jezreel llegaron las noticias {de la muerte} de Saúl y Jonatán, y su nodriza lo tomó y huyó, pero sucedió que en su prisa por huir, él se cayó y quedó cojo. Su nombre {era} Mefiboset.
Y David dio una orden a los jóvenes, y ellos los mataron y les cortaron las manos y los pies y {los} colgaron junto al estanque en Hebrón. Pero tomaron la cabeza de Isboset y {la} sepultaron en el sepulcro de Abner, en Hebrón.
Pero cuando llegaron a la era de Nacón, Uza extendió {la mano} hacia el arca de Dios, y la sostuvo porque los bueyes casi {la} volcaron.
Pero al regresar David para bendecir su casa, Mical, hija de Saúl, salió al encuentro de David, y {le} dijo: `` ¡Cómo se ha distinguido hoy el rey de Israel! Se descubrió hoy ante los ojos de las criadas de sus siervos, como se descubriría sin decoro un insensato."
"Y aún seré menos estimado que esto, y seré humillado ante mis propios ojos, pero con las criadas de quienes has hablado, ante ellas seré honrado."
el rey dijo al profeta Natán: ``Mira, yo habito en una casa de cedro, pero el arca de Dios mora en medio de cortinas."
pero Mi misericordia no se apartará de él, como {la} aparté de Saúl a quien quité de delante de ti.
David le tomó 1,700 hombres de a caballo y 20,000 soldados de a pie. David desjarretó los caballos de los carros, pero dejó {suficientes} de ellos para 100 carros.
Pero Mefiboset moraba en Jerusalén, porque siempre comía a la mesa del rey. Estaba lisiado de ambos pies.
Y David dijo: ``Seré bondadoso con Hanún, hijo de Nahas, tal como su padre fue bondadoso conmigo." Entonces David envió algunos de sus siervos para consolarlo por {la muerte de} su padre. Pero cuando los siervos de David llegaron a la tierra de los Amonitas,
Pero los Arameos huyeron delante de Israel, y David mató a 700 hombres de los carros de los Arameos, y a 40,000 hombres de a caballo, e hirió a Sobac, comandante de su ejército, el cual murió allí.
Aconteció que en la primavera, en el tiempo cuando los reyes salen {a la batalla,} David envió a Joab y con él a sus siervos y a todo Israel, y destruyeron a los Amonitas y sitiaron a Rabá. Pero David permaneció en Jerusalén.
Pero Urías durmió a la entrada de la casa del rey con todos los siervos de su señor, y no bajó a su casa.
Y David lo convidó a comer y a beber con él, y lo embriagó. Al anochecer {Urías} salió a acostarse en su cama con los siervos de su señor, pero no descendió a su casa.
Y el mensajero dijo a David: ``Los hombres prevalecieron contra nosotros y salieron al campo contra nosotros, pero los rechazamos hasta la entrada de la puerta.
"Pero los arqueros tiraron contra sus siervos desde la muralla; y algunos de los siervos del rey han muerto, y también su siervo Urías el Hitita ha muerto."
Cuando pasó el luto, David mandó traerla a su casa, y ella fue su mujer; y dio a luz un hijo. Pero lo que David había hecho fue malo a los ojos del SEÑOR.
Pero el pobre no tenía más que una corderita Que él había comprado y criado, La cual había crecido junto con él y con sus hijos. Comía de su pan, bebía de su copa y dormía en su seno, Y era como una hija para él.
`En verdad, tú lo hiciste en secreto, pero Yo haré esto delante de todo Israel y a plena luz del sol.'"
Los ancianos de su casa se pusieron a su lado para levantarlo del suelo, pero él no quiso, y no comió con ellos.
Pero viendo David que sus siervos susurraban entre sí, comprendió que el niño había muerto, y dijo a sus siervos: `` ¿Ha muerto el niño?" ``Ha muerto," respondieron ellos.
Así que sus siervos le dijeron: `` ¿Qué es esto que ha hecho? Mientras el niño vivía, usted ayunaba y lloraba, pero cuando el niño murió, se levantó y comió pan."
"Pero ahora que ha muerto, ¿por qué he de ayunar? ¿Podré hacer que vuelva? Yo iré a él, pero él no volverá a mí."
Pero Amnón tenía un amigo que se llamaba Jonadab, hijo de Simea, hermano de David; y Jonadab era un hombre muy astuto.
Y tomando la sartén, {las} sirvió delante de él, pero él rehusó comer. Y Amnón dijo: ``Que salgan todos de aquí." Y todos salieron de allí.
Pero ella le respondió: ``No, hermano mío, no abuses de mí, porque tal cosa no se hace en Israel; no cometas esta terrible ofensa (infamia).
Pero él no quiso escucharla; como era más fuerte que ella, la forzó, y se acostó con ella.
Pero ella le respondió: ``No, porque esta injusticia {que me haces,} echándome fuera, es mayor que la otra que me has hecho." Pero él no quiso oírla.
Pero Absalón no le habló a Amnón ni bien ni mal; pues odiaba a Amnón, porque había violado a su hermana Tamar.
Pero el rey respondió a Absalón: ``No, hijo mío, no debemos ir todos, para no ser carga para ti." Y aunque le insistió, no quiso ir, pero lo bendijo.
Pero cuando Absalón le insistió, dejó ir con él a Amnón y a todos los hijos del rey.
Y la mujer de Tecoa dijo al rey: ``Oh rey mi señor, la iniquidad sea sobre mí y sobre la casa de mi padre, pero el rey y su trono sean sin culpa."
"Pues ciertamente moriremos; somos como el agua derramada en tierra que no se vuelve a recoger. Pero Dios no quita la vida, sino designa medios para que el desterrado no sea alejado de él.
su siervo Joab ha hecho esto con el fin de cambiar el aspecto de las cosas. Pero mi señor es sabio, como {con} la sabiduría del ángel de Dios, para saber todo lo que hay en la tierra."
Pero el rey dijo: ``Que vuelva a su casa y no vea mi rostro." Y Absalón volvió a su casa, y no vio el rostro del rey.
Entonces Absalón mandó a buscar a Joab para enviarlo al rey, pero él no quiso venir. Y por segunda vez envió por él, pero no quiso venir.
Entonces Absalón le decía: ``Mira, tu causa es buena y justa, pero nadie te va a escuchar de parte del rey."
Pero Absalón envió espías por todas las tribus de Israel y dijo: ``Tan pronto oigan el sonido de la trompeta, entonces dirán: `Absalón es rey en Hebrón.'"
Pero Itai respondió al rey: ``Vive el SEÑOR y vive mi señor el rey, ciertamente dondequiera que esté mi señor el rey, ya sea para muerte o para vida, allí también estará su siervo."
"Pero si El dijera así: `No me complazco en ti,' mira, aquí estoy, que haga conmigo lo que bien le parezca."
"Pero si regresas a la ciudad, y dices a Absalón: `Seré su siervo, oh rey; como en el pasado he sido siervo de su padre, así ahora seré su siervo,' entonces hará nulo el consejo de Ahitofel en favor mío.
Pero el rey dijo: `` ¿Qué tengo yo que ver con ustedes, hijos de Sarvia? Si él maldice, y si el SEÑOR le ha dicho: `Maldice a David,' ¿quién, pues, le dirá: ` ¿Por qué has hecho esto?'"
"Pero yo aconsejo que todo Israel se reúna con usted, desde Dan hasta Beerseba, abundantes como la arena que está a la orilla del mar, y que usted personalmente vaya al combate.
Pero un muchacho los vio y avisó a Absalón; así que los dos salieron rápidamente y fueron a la casa de un hombre en Bahurim que tenía un pozo en su patio, al cual descendieron.
Pero el pueblo dijo: ``No debe salir; porque si tenemos que huir, no harán caso de nosotros. Aunque muera la mitad de nosotros, no harán caso de nosotros. Pero usted vale {por} diez mil de nosotros; ahora pues, será mejor que usted {esté listo} para ayudarnos desde la ciudad."
Pero Joab le dijo: ``Tú no eres el hombre para llevar hoy las noticias; las llevarás otro día. No llevarás noticias hoy, porque el hijo del rey ha muerto."
Pero {él dijo: ``}Pase lo que pase, correré." Entonces le dijo: ``Corre." Y Ahimaas corrió por el camino de la llanura, y pasó al Cusita.
`` ¿Le va bien al joven Absalón?" preguntó el rey. Y Ahimaas respondió: ``Cuando Joab envió al siervo del rey y a su siervo, vi un gran tumulto, pero no supe qué {era}."
Entonces el rey se levantó y se sentó a la puerta. Y cuando avisaron a todo el pueblo, diciendo: ``Miren, el rey está sentado a la puerta," entonces todo el pueblo vino delante del rey. Pero {los de} Israel habían huido, cada uno a su tienda.
Y todo el pueblo reñía en todas las tribus de Israel, diciendo: ``El rey nos ha librado de mano de nuestros enemigos y nos ha salvado de mano de los Filisteos, pero ahora ha huido de la tierra {por causa} de Absalón.
Pero Abisai, hijo de Sarvia, respondió: `` ¿No ha de morir Simei por esto, porque maldijo al ungido del SEÑOR?"
"Además, ha calumniado a su siervo ante mi señor el rey; pero mi señor el rey es como el ángel de Dios; haga, pues, lo que le parezca bien.
Pero Barzilai respondió al rey: `` ¿Cuánto tiempo me queda de vida para que yo suba con el rey a Jerusalén?
Pero los hombres de Israel respondieron a los hombres de Judá: ``Nosotros tenemos diez partes en el rey, y por eso también tenemos más {derecho} que ustedes sobre David. ¿Por qué, pues, nos han despreciado? ¿No fue nuestro consejo el primero que se dio para hacer volver a nuestro rey?" Pero las palabras de los hombres de Judá fueron más duras que las palabras de los hombres de Israel.
Y todos los hombres de Israel dejaron de seguir a David, {y} siguieron a Seba, hijo de Bicri; pero los hombres de Judá permanecieron fieles a su rey, desde el Jordán hasta Jerusalén.
Cuando David llegó a su casa en Jerusalén, el rey tomó las diez mujeres, las concubinas que había dejado para guardar la casa, las puso bajo custodia y les dio alimento, pero no se llegó a ellas. Ellas estuvieron encerradas hasta el día de su muerte, viviendo como viudas.
Amasa fue para convocar a {los hombres de} Judá, pero tardó más que el tiempo que él le había señalado.
Pero Amasa no se protegió de la espada que estaba en la mano de Joab y éste lo hirió en el vientre con ella y derramó sus entrañas por tierra, sin {herirlo} de nuevo, y murió. Entonces Joab y Abisai su hermano siguieron tras Seba, hijo de Bicri.
Y llamó el rey a los Gabaonitas y les habló. (Los Gabaonitas no eran de los Israelitas, sino del remanente de los Amorreos, y los Israelitas habían hecho un pacto con ellos, pero Saúl había procurado matarlos en su celo por los Israelitas y los de Judá.)
Pero el rey perdonó a Mefiboset, hijo de Jonatán, hijo de Saúl, a causa del pacto del SEÑOR que había entre ellos, entre David y Jonatán, hijo de Saúl.
pero Abisai, hijo de Sarvia, vino en su ayuda, e hirió al Filisteo y lo mató. Entonces los hombres de David le juraron: ``Nunca más saldrá a la batalla con nosotros, para que no apague la lámpara de Israel."
Se enfrentaron a mí el día de mi infortunio, Pero el SEÑOR fue mi sostén.
Salvas al pueblo afligido, Pero Tus ojos están sobre los altivos {A quienes} Tú humillas.
Clamaron, pero no hubo quién {los} salvara; {Aun} al SEÑOR {clamaron,} mas no les respondió.
Pero los indignos, todos ellos serán arrojados como espinos, Porque no pueden ser tomados con la mano;
El se levantó e hirió a los Filisteos hasta que su mano se cansó y se quedó pegada a la espada; aquel día el SEÑOR concedió una gran victoria. El pueblo volvió en pos de él, {pero} sólo para despojar {a los muertos.}
Pero él se puso en medio del terreno, lo defendió e hirió a los Filisteos; y el SEÑOR le concedió una gran victoria.
Entonces los tres valientes se abrieron paso por el campamento de los Filisteos, y sacando agua del pozo de Belén que {estaba} junto a la puerta, {se la} llevaron y {la} trajeron a David. Pero él no quiso beberla, sino que la derramó para el SEÑOR,
El {era} el más distinguido de los treinta, por eso llegó a ser su jefe; pero no igualó a los tres {primeros.}
También mató a un Egipcio, un hombre de apariencia {impresionante.} El Egipcio {tenía} una lanza en la mano, pero {Benaía} descendió a él con un palo, y arrebatando la lanza de la mano del Egipcio, lo mató con su propia lanza.
Fue el más distinguido entre los treinta, pero no igualó a los tres; y David lo puso sobre su guardia.
Pero Joab respondió al rey: ``Que el SEÑOR su Dios añada al pueblo cien veces más de lo que son, mientras {todavía} vean los ojos de mi señor el rey; pero, ¿por qué se complace mi señor el rey en esto?"
Después que David contó el pueblo le pesó en su corazón. Y David dijo al SEÑOR: ``He pecado en gran manera por lo que he hecho. Pero ahora, oh SEÑOR, Te ruego que quites la iniquidad de Tu siervo, porque he obrado muy neciamente."
David respondió a Gad: ``Estoy muy angustiado. Te ruego que nos dejes caer en manos del SEÑOR porque grandes son Sus misericordias, pero no caiga yo en manos de hombre."
Entonces David habló al SEÑOR, cuando vio al ángel que hería al pueblo, y dijo: ``Yo soy el que ha pecado, y yo soy el que ha hecho mal; pero estas ovejas, ¿qué han hecho? Te ruego que Tu mano caiga sobre mí y sobre la casa de mi padre."
Pero el rey dijo a Arauna: ``No, sino que ciertamente por precio te {lo} compraré, pues no ofreceré al SEÑOR mi Dios holocausto que no me cueste nada." Y David compró la era y los bueyes por cincuenta siclos (570 gramos) de plata.