'Su' en la Biblia
Pero aconteció que mientras Zacarías ejercía su ministerio sacerdotal delante de Dios según el orden {indicado} a su grupo,
"Tendrás gozo y alegría y muchos se regocijarán por su nacimiento,
porque él será grande delante del Señor. No beberá vino ni licor, y será lleno del Espíritu Santo aun desde el vientre de su madre,
y hará volver a muchos de los Israelitas al Señor su Dios.
"Así que te quedarás mudo, y no podrás hablar hasta el día en que todo esto acontezca, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su debido tiempo."
El pueblo estaba esperando a Zacarías y se extrañaba de su tardanza en el templo.
Cuando se cumplieron los días de su servicio sacerdotal, regresó a su casa.
Después de estos días, Elisabet su mujer concibió, y se recluyó por cinco meses, diciendo:
"Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios Le dará el trono de Su padre David;
y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y Su reino no tendrá fin."
El ángel le respondió: ``El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Niño que nacerá será llamado Hijo de Dios.
"Tu parienta Elisabet en su vejez también ha concebido un hijo; y éste es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril.
Entonces María dijo: ``Aquí tienes a la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra." Y el ángel se fue de su presencia.
Cuando Elisabet oyó el saludo de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo,
"Porque ha mirado la humilde condición de {esta} su sierva; Pues desde ahora en adelante todas las generaciones me tendrán por bienaventurada.
"Porque grandes cosas me ha hecho el Poderoso; Y santo es Su nombre.
"Y DE GENERACION EN GENERACION ES SU MISERICORDIA PARA LOS QUE LE TEMEN.
"Ha hecho proezas con Su brazo; Ha esparcido a los soberbios en el pensamiento de sus corazones.
"Ha ayudado a Israel, Su siervo, Para recuerdo de Su misericordia
Tal como dijo a nuestros padres, A Abraham y a su descendencia (simiente) para siempre."
María se quedó con Elisabet como tres meses y {después} regresó a su casa.
Cuando a Elisabet se le cumplió el tiempo de su alumbramiento, dio a luz un hijo.
Y sus vecinos y parientes oyeron que el Señor había demostrado (engrandecido) Su gran misericordia hacia ella, y se regocijaban con ella.
Al octavo día vinieron para circuncidar al niño, y lo iban a llamar Zacarías según el nombre de su padre.
El pidió una tablilla y escribió lo siguiente: ``Su nombre es Juan." Y todos se maravillaron.
Al instante le fue abierta su boca y {suelta} su lengua, y comenzó a hablar dando alabanza a Dios.
Y vino temor sobre todos los que vivían a su alrededor; y todas estas cosas se comentaban en toda la región montañosa de Judea.
Todos los que {las} oían {las} guardaban en su corazón, diciendo: `` ¿Qué, pues, llegará a ser este niño?" Porque la mano del Señor ciertamente estaba con él.
Su padre Zacarías fue lleno del Espíritu Santo, y profetizó diciendo:
``Bendito {sea} el Señor, Dios de Israel, Porque {nos} ha visitado y ha traído redención para Su pueblo,
Y nos ha levantado un cuerno de salvación En la casa de David Su siervo,
Para mostrar misericordia a nuestros padres, Y para recordar Su santo pacto,
Para dar a Su pueblo el conocimiento de la salvación Por el perdón de sus pecados,
Todos se dirigían a inscribirse en el censo, cada uno a su ciudad.
Sucedió que mientras estaban ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento.
Y dio a luz a su Hijo primogénito; Lo envolvió en pañales y Lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.
Pero María atesoraba todas estas cosas, reflexionando sobre ellas en su corazón.
Simeón los bendijo, y dijo a Su madre María: ``Este {Niño} ha sido puesto para caída y levantamiento de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción,
Y había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Ella era de edad muy avanzada, y había vivido con {su} marido siete años después de su matrimonio,
Habiendo ellos cumplido con todo conforme a la Ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret.
Todos los que Le oían estaban asombrados de Su entendimiento y de Sus respuestas.
Cuando Sus padres Lo vieron, se quedaron maravillados; y Su madre Le dijo: ``Hijo, ¿por qué nos has tratado de esta manera? Mira, Tu padre y yo Te hemos estado buscando llenos de angustia."
Descendió con sus padres y vino a Nazaret, y continuó sujeto a ellos. Y Su madre atesoraba todas estas cosas (las palabras) en su corazón.
En el año quince del imperio de Tiberio César, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, y Herodes (Antipas, hijo de Herodes el Grande) tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tetrarca de la región de Iturea y Traconite, y Lisanias tetrarca de Abilinia,
También {algunos} soldados le preguntaban: ``Y nosotros, ¿qué haremos?" ``A nadie quiten dinero por la fuerza," les dijo, ``ni {a nadie} acusen falsamente, y conténtense con su salario."
"El bieldo está en Su mano para limpiar completamente Su era y recoger el trigo en Su granero; pero quemará la paja en un fuego que no se apaga."
Pero Herodes (Antipas) el tetrarca (de Galilea), siendo reprendido por él por causa de Herodías, mujer de su hermano (Felipe), y por todas las maldades que Herodes había hecho,
Cuando Jesús comenzó {Su ministerio}, tenía unos treinta años, siendo, como se suponía, hijo de José, {quien era hijo} de Elí,
``Todo este dominio y su gloria Te daré," Le dijo el diablo; ``pues a mí me ha sido entregado, y a quien quiero se lo doy.
Jesús llegó a Nazaret, donde había sido criado, y según Su costumbre, entró en la sinagoga el día de reposo, y se levantó a leer.
Todos hablaban bien de El y se maravillaban de las palabras llenas de gracia que salían de Su boca, y decían: `` ¿No es éste el hijo de José?"
Y Jesús añadió: ``En verdad les digo, que ningún profeta es bien recibido en su propia tierra.
y levantándose, echaron a Jesús fuera de la ciudad, y Lo llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad para tirar a Jesús desde allí.
Todos se admiraban de Su enseñanza porque Su mensaje (palabra) era con autoridad.
Y Su fama se divulgaba por todos los lugares de aquella región.
Estando Jesús en una de las ciudades, {había allí} un hombre lleno de lepra, y cuando vio a Jesús, cayó sobre su rostro y Le rogó: ``Señor, si quieres, puedes limpiarme."
Su fama se difundía cada vez más, y grandes multitudes se congregaban para oír{ a Jesús} y ser sanadas de sus enfermedades.
Al instante se levantó delante de ellos, tomó {la camilla} en que había estado acostado, y se fue a su casa glorificando a Dios.
Leví Le ofreció un gran banquete en su casa, y había un grupo grande de recaudadores de impuestos y de otros que estaban sentados {a la mesa} con ellos.
Después de mirarlos a todos a su alrededor, dijo al hombre: ``Extiende tu mano." Y él lo hizo {así,} y su mano quedó sana.
Simón, a quien también llamó Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo (Santiago) y Juan; Felipe y Bartolomé;
Volviendo su vista hacia Sus discípulos, decía: ``Bienaventurados {ustedes} los pobres, porque de ustedes es el reino de Dios.
"Bienaventurados son ustedes cuando los hombres los aborrecen, cuando los apartan de sí, los colman de insultos y desechan su nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre.
"Alégrense en ese día y salten {de gozo,} porque su recompensa es grande en el cielo, pues sus padres trataban de la misma manera a los profetas.
"Pero ¡ay de ustedes los ricos! Porque ya están recibiendo todo su consuelo.
"Antes bien, amen a sus enemigos, y hagan bien, y presten no esperando nada a cambio, y su recompensa será grande, y serán hijos del Altísimo; porque El es bondadoso para con los ingratos y perversos.
"Sean ustedes misericordiosos, así como su Padre es misericordioso.
"Un discípulo no está por encima de su maestro; pero todo {discípulo,} después de que se ha preparado bien, será como su maestro.
"Pues cada árbol por su fruto se conoce. Porque {los hombres} no recogen higos de los espinos, ni vendimian uvas de una zarza.
"El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo que es bueno; y el {hombre} malo, del mal {tesoro} saca lo que es malo; porque de la abundancia del corazón habla su boca.
Cuando terminó todas Sus palabras (todo Su discurso) al pueblo que Le oía, Jesús se fue a Capernaúm.
Al oír {hablar} de Jesús, el centurión envió a El unos ancianos de los Judíos, pidiendo que viniera y salvara (sanara) a su siervo.
Y cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, sacaban fuera a un muerto, hijo único de su madre, y ella era viuda; y un grupo numeroso de la ciudad estaba con ella.
El que había muerto se incorporó y comenzó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre.
El temor se apoderó de todos, y glorificaban a Dios, diciendo: ``Un gran profeta ha surgido entre nosotros." También decían: ``Dios ha visitado a Su pueblo."
y poniéndose detrás {de El} a Sus pies, llorando, comenzó a regar Sus pies con lágrimas y {los} secaba con los cabellos de su cabeza, besaba Sus pies y {los} ungía con el perfume.
``El sembrador salió a sembrar su semilla. Al sembrarla, una parte cayó junto al camino, y fue pisoteada y las aves del cielo se la comieron.
"La {semilla} que cayó entre los espinos, son los que han oído, y al continuar su camino son ahogados por las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, y su fruto no madura.
"Pero la {semilla} en la tierra buena, son los que han oído la palabra con corazón recto y bueno, y la retienen, y dan fruto con {su} perseverancia.
Salió entonces {la gente} a ver qué había sucedido; y vinieron a Jesús, y encontraron al hombre de quien habían salido los demonios, sentado a los pies de Jesús, vestido y en su cabal juicio, y se llenaron de temor.
Entonces llegó un hombre llamado Jairo, que era un oficial de la sinagoga. Cayendo a los pies de Jesús, Le rogaba que entrara a su casa;
se acercó a Jesús por detrás y tocó el borde de Su manto, y al instante cesó el flujo de su sangre.
Entonces le volvió a ella su espíritu y se levantó al instante, y Jesús mandó que le dieran de comer.
"En cualquier casa donde entren, quédense allí, y sea de allí {su} salida.
Y a todos les decía: ``Si alguien quiere seguirme, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame.
"Porque el que quiera salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por causa de Mí, ése la salvará.
"Porque el que se avergüence de Mí y de Mis palabras, de éste se avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga en Su gloria, y {la} del Padre, y {la} de los santos ángeles.
Mientras oraba, la apariencia de Su rostro se hizo otra, y Su ropa {se hizo} blanca {y} resplandeciente.
Cuando éste se acercaba, el demonio lo derribó y lo hizo caer con convulsiones. Pero Jesús reprendió al espíritu inmundo, y sanó al muchacho y se lo devolvió a su padre.
Entonces Jesús, sabiendo lo que pensaban en sus corazones, tomó a un niño y lo puso a Su lado.
Sucedió que cuando se cumplían los días de Su ascensión, Jesús, con determinación, afirmó Su rostro para ir a Jerusalén.
Y les decía: ``La cosecha es mucha, pero los obreros pocos; rueguen, por tanto, al Señor de la cosecha que envíe obreros a Su cosecha.
"Permanezcan entonces en esa casa, comiendo y bebiendo lo que les den; porque el obrero es digno de su salario. No se pasen de casa en casa.
`Hasta el polvo de su ciudad que se pega a nuestros pies, nos lo sacudimos {en protesta} contra ustedes; pero sepan esto: que el reino de Dios se ha acercado.'
"Acercándose, le vendó sus heridas, derramando aceite y vino sobre {ellas;} y poniéndolo sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un mesón y lo cuidó.
Mientras iban ellos de camino, Jesús entró en cierta aldea; y una mujer llamada Marta Lo recibió en su casa.
Ella tenía una hermana que se llamaba María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba Su palabra.
"Les digo que aunque no se levante a darle {algo} por ser su amigo, no obstante, por su importunidad (insistencia) se levantará y le dará cuanto necesite.
"O supongan que a uno de ustedes que es padre, su hijo le pide pan, ¿acaso le dará una piedra? O si {le pide} un pescado, ¿acaso le dará una serpiente en lugar del pescado?
"Pues si ustedes siendo malos, saben dar buenas dádivas a sus hijos, ¿cuánto más {su} Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se Lo pidan?"