'Tú' en la Biblia
Yo recitaré el decreto. El SEÑOR me ha dicho: Mi hijo eres tú; yo te engendré hoy.
``Tú los quebrantarás con vara de hierro; los desmenuzarás como vaso de alfarero."
Mas tú, el SEÑOR, eres escudo por mí; mi gloria, y el que ensalza mi cabeza.
Levántate, SEÑOR; sálvame, Dios mío; porque tú heriste a todos mis enemigos en la quijada; los dientes de los malos quebraste.
Del SEÑOR es la salud: Sobre tu pueblo será tu bendición. (Selah.)
Respóndeme cuando llamo, oh Dios de mi justicia. Estando en angustia, tú me hiciste ensanchar; ten misericordia de mí, y oye mi oración.
Muchos dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? Alza sobre nosotros, oh SEÑOR, la luz de tu rostro.
Tú diste alegría en mi corazón, al tiempo que el grano y el mosto de ellos se multiplicó.
En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, SEÑOR, me harás estar confiado.
Porque tú no eres un Dios que ame la maldad: El malo no habitará junto a ti.
Y yo en la multitud de tu misericordia entraré en tu Casa; adoraré hacia el santo Templo tuyo con tu temor.
Guíame, SEÑOR, en tu justicia a causa de mis enemigos; endereza delante de mí tu camino.
Y se alegrarán todos los que esperan en ti; para siempre jubilarán, y los cubrirás; y se alegrarán en ti los que aman tu nombre.
Porque tú, oh SEÑOR, bendecirás al justo; lo cercarás de benevolencia como con un escudo.
SEÑOR, no me reprendas con tu furor, ni me castigues con tu ira.
Mi alma asimismo está muy conturbada; y tú, SEÑOR, ¿hasta cuándo?
Vuelve, oh SEÑOR, libra mi alma; sálvame por tu misericordia.
Levántate, oh SEÑOR, con tu furor; álzate a causa de las iras de mis angustiadores, y despierta en favor mío el juicio que mandaste.
Que te rodee la asamblea de los pueblos, y tú en lo alto regresa sobre ella.
Acabe la maldad de los impíos, mas establece tú al justo, pues el Dios justo prueba los corazones y las mentes.
Oh DIOS, Señor nuestro, ¡Cuán grande es tu nombre en toda la tierra, que has puesto tu alabanza sobre los cielos!
Por boca de los infantes y de los niños de pecho has establecido {tu} fortaleza, por causa de tus adversarios, para hacer cesar al enemigo y al vengativo.
Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú compusiste:
Tú le haces señorear sobre las obras de tus manos; todo lo has puesto bajo sus pies:
Oh DIOS, Señor nuestro, ¡Cuán grande es tu nombre en toda la tierra!
Me alegraré y me regocijaré en ti; cantaré a tu nombre, oh Altísimo;
Porque tú has mantenido mi derecho y mi causa; te sientas en el trono juzgando con justicia.
El enemigo ha llegado a {su} fin en desolación eterna, y tú has destruido {sus} ciudades; su recuerdo ha perecido con ellas.
Y en ti confiarán los que conocen tu nombre; por cuanto tú, oh SEÑOR, no desamparaste a los que te buscaron.
Ten misericordia de mí, SEÑOR. Mira mi aflicción que padezco de los que me aborrecen, tú que me levantas de las puertas de la muerte;
para que cuente yo todas tus alabanzas en las puertas de la hija de Sion, y me goce en tu salud.
Levántate, oh SEÑOR Dios, alza tu mano, no te olvides de los humildes.
¿Por qué ha despreciado el impío a Dios? Ha dicho en su corazón: Tú no {lo} requerirás.
Tú has visto; porque tú miras el trabajo, y el enojo, para dar justicia en tus manos; a ti se acoge el pobre, tú eres el amparo del huérfano.
Quiebra tú el brazo del impío y del malvado; persigue su maldad {hasta que} desaparezca.
El deseo de los humildes oíste, oh SEÑOR; tú dispones su corazón, y haces atento tu oído;
Tú, SEÑOR, los guardarás; guárdalos para siempre de esta generación.
¿Hasta cuándo, SEÑOR? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí?
Mas yo en tu misericordia he confiado; se alegrará mi corazón en tu salud.
El SEÑOR, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién residirá en el monte de tu santidad?
Di al SEÑOR: Señor tú eres mi bien; no tengo otro bien fuera de ti.
El SEÑOR es la porción de mi parte y de mi copa; tú sustentarás mi suerte.
Porque no dejarás mi alma en el Seol; ni darás tu Misericordioso para que vea corrupción.
Me harás saber la senda de la vida; plenitud de alegrías hay con tu rostro; deleites en tu diestra para siempre.
De delante de tu rostro salga mi juicio; vean tus ojos la rectitud.
Tú has probado mi corazón, me has visitado de noche; me has refinado, y nada inicuo hallaste; lo que pensé, no pasó mi boca.
Yo te he invocado, por cuanto tú me oyes, oh Dios: Inclina a mí tu oído, escucha mi palabra.
Haz maravillosas tus misericordias, salvador de los que en ti confían, de los que se levantan contra tu diestra.
Guárdame como a la niña de tu ojo, escóndeme bajo la sombra de tus alas,
Levántate, oh SEÑOR; prevén su encuentro, póstrale; libra mi alma del malo con tu espada;
de los hombres con tu mano, oh SEÑOR, de los hombres de mundo, cuya parte es en esta vida, y cuyo vientre está lleno de tu despensa: sacian a sus hijos, y dejan el resto a su familia.
Yo en justicia veré tu rostro; seré saciado cuando despertaré a tu semejanza.
Y aparecieron las honduras de las aguas, y se descubrieron los cimientos del mundo por tu reprensión, oh SEÑOR, por el soplo del viento de tu nariz.
Y tú salvarás al pueblo humilde, Y humillarás los ojos altivos.
Por tanto tú alumbrarás mi lámpara el SEÑOR mi Dios alumbrará mis tinieblas.
Me diste asimismo el escudo de tu salud; y tu diestra me sustentará, y tu mansedumbre me multiplicará.
Pues tú me has ceñido con fuerza para la batalla; has subyugado debajo de mí a los que contra mí se levantaron.
Tú me has librado de las contiendas del pueblo; me has puesto por cabeza de las naciones; pueblo que yo no conocía me sirve.
el que me libra de mis enemigos. Ciertamente tú me exaltas sobre los que se levantan contra mí; me rescatas del hombre violento.
Por tanto yo te confesaré entre los gentiles, oh SEÑOR, y cantaré a tu nombre.
Tu siervo es además amonestado con ellos; en guardarlos hay grande galardón.
Detén asimismo a tu siervo de las soberbias; que no se enseñoreen de mí; entonces seré perfecto, y estaré limpio de gran rebelión.
Tenga memoria de todos tus presentes, y reduzca a ceniza tu holocausto. (Selah.)
Te dé conforme a tu corazón, y cumpla todo tu consejo.
Nosotros nos alegraremos con tu salud, y portaremos la bandera en el nombre de nuestro Dios; cumpla el SEÑOR todas tus peticiones.
SEÑOR, en tu fortaleza se alegrará el Rey y en tu salud se gozará mucho.
Tú le has dado el deseo de su corazón, y no le has negado la petición de sus labios. (Selah)
Vida te pidió {y} tú se la diste, largura de días eternamente y para siempre.
Grande es su gloria en tu salud; honra y hermosura has puesto sobre él.
Porque lo has bendecido para siempre; lo llenaste de alegría con tu rostro.
Alcanzará tu mano a todos tus enemigos; tu diestra alcanzará a los que te aborrecen.
Los pondrás como horno de fuego en el tiempo de tu ira; el SEÑOR los deshará en su furor, y fuego los consumirá.
Por tanto tú los pondrás aparte; con tu arco apuntarás a sus rostros.
Ensálzate, oh SEÑOR, con tu fortaleza; cantaremos y alabaremos tu valentía.
Tú empero eres santo, tú que habitas entre las alabanzas de Israel.
En ti esperaron nuestros padres; esperaron, y tú los salvaste.
Pero tú eres el que me sacó del vientre, el que me haces esperar en ti desde que estaba a los pechos de mi madre.
Sobre ti fui echado desde la matriz; desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.
Mas tú, SEÑOR, no te alejes; fortaleza mía, apresúrate para mi ayuda.
Sálvame de la boca del león, porque tú me has escuchado de los cuernos de los unicornios.
Anunciaré tu nombre a mis hermanos; en medio de la congregación te alabaré.
Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno; porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me confortarán.
Tú preparas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos; has ungido mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
Esta es la generación de los que le buscan, de los que buscan tu rostro, oh Jacob. (Selah.)
He Encamíname en tu verdad, y enséñame; porque tú eres el Dios de mi salud; a ti he esperado todo el día.
Acuérdate, oh SEÑOR, de tu compasión y de tus misericordias, que son eternas.
Zain De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes; conforme a tu misericordia acuérdate de mí, por tu bondad, oh SEÑOR.
Caf Por tu Nombre, oh SEÑOR, perdona también mi iniquidad; porque es grande.
Porque tu misericordia está delante de mis ojos, y en tu verdad ando.
Lavaré en inocencia mis manos, y andaré alrededor de tu altar, oh SEÑOR:
SEÑOR, la habitación de tu Casa he amado, y el lugar del tabernáculo de tu gloria.
Mi corazón me ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh SEÑOR.
No escondas tu rostro de mí, no apartes con ira a tu siervo; mi ayuda has sido; no me dejes y no me desampares, Dios de mi salud.
Enséñame, oh SEÑOR, tu camino, y guíame por senda de rectitud, a causa de mis enemigos.
Aguarda al SEÑOR; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera al SEÑOR.
A ti llamaré, oh SEÑOR, fuerza mía; no te desentiendas de mí; para que no sea yo, dejándome tú, semejante a los que descienden al sepulcro.
Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a ti, cuando alzo mis manos al oráculo de tu santidad.
Salva a tu pueblo, y bendice a tu heredad; y pastoréalos y ensálzalos para siempre.
porque tú, SEÑOR, por tu benevolencia has asentado mi monte con fortaleza. Escondiste tu rostro, fui conturbado.
¿Qué provecho hay en mi muerte, cuando yo descendiere al hoyo? ¿Te alabará el polvo? ¿Anunciará tu verdad?
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