'Deseo' en la Biblia
A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera tus dolores y tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y a tu marido será tu deseo, y él se enseñoreará de ti.
Cierto que si bien hicieres, será acepto; y si no hicieres bien, a las puertas duerme el pecado, y a ti será su deseo, mas tú debes enseñorearte de él.
Y dijo Abraham a Dios: Deseo que Ismael viva delante de ti.
Y dijo Labán: Mira, Deseo que fuera como tú dices.
Y ya que te ibas, porque tenías deseo de la casa de tu padre, ¿por qué me hurtaste mis dioses?
Sucedió después de estas cosas que la mujer de su amo miró a José con deseo y {le} dijo: Acuéstate conmigo.
El enemigo dijo: ``Perseguiré, alcanzaré, repartiré el despojo; se cumplirá mi deseo contra ellos; sacaré mi espada, los destruirá mi mano."
Y el vulgo que había en medio tuvo un vivo deseo, y volvieron, y aun lloraron los hijos de Israel, y dijeron: Quién nos diera á comer carne!
Con todo, podrás matar y comer carne en todas tus poblaciones conforme al deseo de tu alma, según la bendición del SEÑOR tu Dios que él te habrá dado; el inmundo y el limpio la comerá, como la de corzo o de ciervo.
Cuando el SEÑOR tu Dios ensanchare tu término, como él te ha dicho, y tú dijeres: Comeré carne, porque deseó tu alma comerla, conforme a todo el deseo de tu alma comerás carne.
Y cuando el levita saliere de alguna de tus ciudades de todo Israel, donde hubiere peregrinado, y viniere con todo el deseo de su alma al lugar que el SEÑOR escogiere,
Cuando entrares en la viña de tu prójimo, comerás uvas hasta saciar tu deseo; mas no pondrás en tu vaso.
Entonces los ancianos de su ciudad lo llamarán y le hablarán. Y {si} él persiste y dice: ``No deseo tomarla",
¡Deseo que fueran sabios, si fueran prudentes entenderían su postrimería!
Y les dijo Gedeón: Deseo haceros una petición, que cada uno me dé los zarcillos de su despojo. (Porque traían zarcillos de oro, que eran ismaelitas.)
Y de las asnas que se te perdieron hoy hace tres días, pierde cuidado de ellas, porque se han hallado. Mas ¿por quién es todo el deseo de Israel, sino por ti y por toda la casa de tu padre?
Por tanto, rey, desciende ahora presto, según todo el deseo de tu alma, y nosotros lo entregaremos en la mano del rey.
Así todo el pueblo y todo Israel comprendió aquel día que no había sido el deseo del rey de que se diera muerte a Abner, hijo de Ner.
Y el rey David deseó ver a Absalón; porque ya estaba consolado acerca de Amnón que había muerto.
No así mi casa para con Dios: Sin embargo él ha hecho conmigo pacto perpetuo, Ordenado en todas las cosas, y será guardado; Bien que toda esta mi salud, y todo mi deseo No lo haga él florecer todavía.
Y David tuvo deseo, y dijo: ¡Quién me diera a beber del agua del pozo de Belén, que está a la puerta!
Mis siervos {las} bajarán desde el Líbano hasta el mar; y haré de ellas balsas {para ir} por mar hasta el lugar adonde me indiques, y allí haré que las desaten y tú te {las} llevarás. Entonces cumplirás mi deseo dando alimento a mi casa.
(Hiram, rey de Tiro, había proporcionado a Salomón maderas de cedro y de ciprés y oro conforme a todo su deseo), que el rey Salomón dio a Hiram veinte ciudades en la tierra de Galilea.
asimismo todas las ciudades donde Salomón tenía municiones, y las ciudades de los carros, y las ciudades de la gente de a caballo, y todo lo que Salomón deseó edificar en Jerusalén, en el Líbano, y en toda la tierra de su señorío.
pero el rey Joram había regresado a Jezreel para ser curado de las heridas que los arameos le habían hecho cuando peleó contra Hazael, rey de Aram. Y Jehú dijo: Si es vuestro deseo, que nadie se escape ni salga de la ciudad para ir a anunciar{lo} en Jezreel.
David deseó entonces, y dijo: ¡Quién me diera a beber de las aguas del pozo de Belén, que está a la puerta!
Y dijo Dios a Salomón: Por cuanto esto fue el deseo de tu corazón, que no pediste riquezas, hacienda, o gloria, ni la vida de los que te quieren mal, ni pediste muchos días, sino que has pedido para ti sabiduría y ciencia para poder juzgar a mi pueblo, sobre el cual te he puesto por rey,
Y mientras bebían el vino en el banquete, el rey dijo a Ester: ¿Cuál es tu petición?, pues te será concedida. ¿Y cuál es tu deseo? Aun hasta la mitad del reino, se te dará.
Respondió Ester, y dijo: Mi petición y mi deseo es:
También el segundo día, mientras bebían vino en el banquete, el rey dijo a Ester: ¿Cuál es tu petición, reina Ester? Te será concedida. ¿Cuál es tu deseo? Hasta la mitad del reino se te dará.
Respondió la reina Ester, y dijo: Si he hallado gracia ante tus ojos, oh rey, y si le place al rey, que me sea concedida la vida según mi petición, y la de mi pueblo según mi deseo;
Pero quiero hablar al Todopoderoso, y deseo argumentar con Dios.
Sólo dos cosas {deseo} que hagas conmigo, y no me esconderé de tu rostro:
También yo hablaría como vosotros. Deseo que vuestra alma estuviera en lugar de la mía, que yo os tendría compañía en las palabras, y sobre vosotros movería mi cabeza.
¡Deseo que pudiera disputar el hombre con Dios, como puede con su prójimo!
Pero si él se determina en una cosa, ¿quién lo apartará? Su alma deseó, e hizo.
Si he impedido a los pobres {su} deseo, o he hecho desfallecer los ojos de la viuda,
¡Quién me diera alguien que me oyese! He aquí mi deseo es que el Omnipotente me respondiese, y que mi adversario hubiese escrito un libro.
Si algo tienes que decir, respóndeme; habla, porque deseo justificarte.
Deseo yo que Job sea probado ampliamente, para que haya respuestas contra los hombres inicuos.
Por cuanto se alabó el malo del deseo de su alma, y diciendo bien al robador, blasfema del SEÑOR.
El deseo de los humildes oíste, oh SEÑOR; tú dispones su corazón, y haces atento tu oído;
Que te conceda el deseo de tu corazón, y cumpla todos tus anhelos.
El deseo de su corazón le diste, y no le negaste lo que sus labios pronunciaron. (Selah.)
No digan en su corazón: ¡Ea, nuestro deseo es cumplido! No digan: ¡Lo hemos devorado!
Porque me ha librado de toda angustia, y sobre mis enemigos vieron mis ojos el deseo de El.
El Dios de mi misericordia me encontrará en el camino; Dios me hará ver en mis enemigos mi deseo.
¿Por qué os levantáis, oh montes altos? Éste es el monte que Dios deseó para su morada; ciertamente Jehová habitará en él para siempre.
¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra.
Y comieron, y se llenaron bien; les cumplió pues su deseo.
No habían quitado de sí su deseo, aun estaba su vianda en su boca,
Y miraron mis ojos mi deseo sobre mis enemigos; oyeron mis oídos mi deseo de los que se levantaron contra mí, de los malignos.
Se entregaron a un deseo desordenado en el desierto; y tentaron a Dios en la soledad.
Sámec Asentado está su corazón, no temerá, Ayin hasta que vea en sus enemigos su deseo.
Resh Lo verá el impío, y se despechará; Sin crujirá los dientes, y se carcomerá; Tau el deseo de los impíos perecerá.
El SEÑOR está por mí entre los que me ayudan; por tanto yo veré mi deseo en los que me aborrecen.
¡Deseo que fueran ordenados mis caminos a guardar tus estatutos!
CAF Desfalleció de deseo mi alma por tu salvación, esperando a tu palabra.
Porque el SEÑOR ha elegido a Sion; la deseó por habitación para sí.
Pe Abres tu mano, y sacias el deseo de todo viviente.
Resh Cumplirá el deseo de los que le temen; y su clamor oirá, y los salvará.
Lo que el impío teme vendrá sobre él, y el deseo de los justos será concedido.
El deseo de los justos solamente es bueno; mas la esperanza de los impíos es enojo.
Del fruto de su boca el hombre comerá el bien, pero el deseo de los pérfidos es la violencia.
La esperanza que se prolonga, es tormento del corazón; mas árbol de vida es el deseo cumplido.
El deseo cumplido deleita el alma; pero apartarse del mal es abominación a los locos.
El que vive aislado busca {su propio} deseo, contra todo consejo se encoleriza.
El deseo del hombre es su bondad; y mejor es ser pobre que mentiroso.
El deseo del perezoso le mata, porque sus manos no quieren trabajar.
Y sale el sol, y se pone el sol, y con deseo retorna a su lugar donde vuelve a nacer.
Todo el trabajo del hombre es para su boca, y con todo eso su deseo no se sacia.
Más vale gozar del bien presente que el deseo errante. Y también esto es vanidad y aflicción de espíritu.
Yo soy de mi amado, y su deseo tiende hacia mí.
Se pasmó mi corazón, el horror me ha asombrado; la noche de mi deseo se me tornó en espanto.
Aun en el camino de tus juicios, oh SEÑOR, te esperamos, a tu nombre y a tu memoria es el deseo del alma.
Con mi alma te deseo en la noche, y entre tanto que me dure el espíritu en medio de mí, madrugaré a buscarte; porque desde que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia.
¡Deseo que miraras tú a mis mandamientos! Fuera entonces tu paz como un río, y tu justicia como las ondas del mar.
así será mi palabra que sale de mi boca, no volverá a mí vacía sin haber realizado lo que deseo, y logrado {el propósito} para el cual la envié.
y si te ofreces al hambriento, y sacias el deseo del afligido, entonces surgirá tu luz en las tinieblas, y tu oscuridad {será} como el mediodía.
Y el SEÑOR te guiará continuamente, saciará tu deseo en los lugares áridos y dará vigor a tus huesos; serás como huerto regado y como manantial cuyas aguas nunca faltan.
asna montés acostumbrada al desierto, que respira según el deseo de su alma; ¿de su lujuria quién la detendrá? Todos los que la buscaren no se cansarán; la hallarán en su mes.
ahora os habéis vuelto atrás y profanado mi nombre, y cada uno ha tomado de nuevo a su siervo y cada uno a su sierva, a quienes habíais dejado libres según su deseo, y los habéis reducido a servidumbre como siervos y como siervas.'"
Mas a aquellos cuyo corazón anda tras el deseo de sus contaminaciones y de sus abominaciones, yo tornaré su camino sobre sus cabezas, dijo el Señor DIOS.
`Y he aquí, yo extendí mi mano contra ti y disminuí tus raciones. Y te entregué al deseo de las que te odiaban, las hijas de los filisteos, que se avergonzaban de tu conducta deshonesta.
Y entraron á ella los hombres de Babilonia á la cama de los amores, y contamináronla con su fornicación; y ella también se contaminó con ellos, y su deseo se hartó de ellos.
Por tanto, Aholiba, así dijo el Señor DIOS: He aquí que yo despierto tus amantes contra ti, de los cuales se hartó tu deseo, y yo les haré venir contra ti en derredor;
Porque así dijo el Señor DIOS: He aquí, yo te entrego en mano de aquellos que tú aborreciste, en mano de aquellos de los cuales se hartó tu deseo;
Hijo de hombre, he aquí que yo te quito por muerte el deseo de tus ojos; no endeches, ni llores, ni corran tus lágrimas.
Di a la Casa de Israel: Así dijo el Señor Dios: He aquí yo profano mi santuario, la gloria de vuestra fortaleza, el deseo de vuestros ojos, y el regalo de vuestra alma; vuestros hijos y vuestras hijas que dejasteis, caerán a espada.
Y tú, hijo de hombre, el día que yo quitare de ellos su fortaleza, el gozo de su gloria, el deseo de sus ojos, y el cuidado de sus almas, sus hijos y sus hijas,
Y el rey les dijo: He tenido un sueño, y mi espíritu se ha turbado por {el deseo de} entender el sueño.
Entonces tuve deseo de saber la verdad acerca de la cuarta bestia, que tan diferente era de todas las otras, espantosa en gran manera, que tenía dientes de hierro, y sus uñas eran de bronce, que devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies;
Y los castigaré como deseo; y pueblos se juntarán sobre ellos cuando sean atados en sus dos surcos.
Pero ahora se han juntado muchas naciones contra ti, y dicen: Sea profanada, y vean nuestros ojos su deseo sobre Sion.
¡Ay de mí! Que he venido a ser como cuando han cogido los frutos del verano, como cuando han rebuscado después de la vendimia, que no queda racimo para comer; mi alma deseó los primeros frutos.
~`Y haré temblar a todas las naciones; vendrán entonces los tesoros (vendrá el deseo) de todas las naciones, y Yo llenaré de gloria esta casa,' dice el SEÑOR de los ejércitos.
Pero cuando iba a cumplir la edad de cuarenta años, sintió en su corazón el deseo de visitar a sus hermanos, los hijos de Israel.
Y Pablo dijo: ¡Deseo delante de Dios que por poco o por mucho, no solamente tú, sino también todos los que hoy me oyen, fuerais hechos tales cual yo soy, excepto estas prisiones!
Porque deseo veros, para repartir con vosotros algún don espiritual, para confirmaros;
Pues no hago el bien que deseo, sino que el mal que no quiero, eso practico.