'Sed' en la Biblia
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia: porque ellos serán hartos.
Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.
He aquí, yo os envío como á ovejas en medio de lobos: sed pues prudentes como serpientes, y sencillos como palomas.
Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fuí huésped, y me recogisteis;
Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber;
Sed pues misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.
Y respondiendo el príncipe de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiese curado en sábado, dijo á la compañía: Seis días hay en que es necesario obrar: en estos, pues, venid y sed curados, y no en días de sábado.
Respondió Jesús y díjole: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá á tener sed;
Mas el que bebiere del agua que yo le daré, para siempre no tendrá sed: mas el agua que yo le daré, será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.
La mujer le dice: Señor, dame esta agua, para que no tenga sed, ni venga acá á sacar la.
Y Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida: el que á mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
Mas en el postrer día grande de la fiesta, Jesús se ponía en pie y clamaba, diciendo: Si alguno tiene sed, venga á mí y beba.
Después de esto, sabiendo Jesús que todas las cosas eran ya cumplidas, para que la Escritura se cumpliese, dijo: Sed tengo.
Y con otras muchas palabras testificaba y exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación.
Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber: que haciendo esto, ascuas de fuego amontonas sobre su cabeza.
Hasta esta hora hambreamos, y tenemos sed, y estamos desnudos, y somos heridos de golpes, y andamos vagabundos;
Sed sin ofensa á Judíos, y á Gentiles, y á la iglesia de Dios;
SED imitadores de mí, así como yo de Cristo.
Hermanos, no seáis niños en el sentido, sino sed niños en la malicia: empero perfectos en el sentido.
En trabajo y fatiga, en muchas vigilias, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez;
Hermanos, os ruego, sed como yo, porque yo soy como vosotros: ningún agravio me habéis hecho.
Antes sed los unos con los otros benignos, misericordiosos, perdónandoos los unos á los otros, como también Dios os perdonó en Cristo.
SED, pues, imitadores de Dios como hijos amados:
Y no os embriaguéis de vino, en lo cual hay disolución; mas sed llenos de Espíritu;
Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad los que así anduvieren como nos tenéis por ejemplo.
Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, á la cual asimismo sois llamados en un cuerpo; y sed agradecidos.
Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos.
Sino como aquel que os ha llamado es santo, sed también vosotros santos en toda conversación:
Porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
Vosotros también, como piedras vivas, sed edificados una casa espitirual, y un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, agradables á Dios por Jesucristo.
Sed pues sujetos á toda ordenación humana por respeto á Dios: ya sea al rey, como á superior,
Siervos, sed sujetos con todo temor á vuestros amos; no solamente á los buenos y humanos, sino también á los rigurosos.
ASIMISMO vosotras, mujeres, sed sujetas á vuestros maridos; para que también los que no creen á la palabra, sean ganados sin palabra por la conversación de sus mujeres,
Y finalmente, sed todos de un mismo corazón, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables;
Mas el fin de todas las cosas se acerca: sed pues templados, y velad en oración.
Igualmente, mancebos, sed sujetos á los ancianos; y todos sumisos unos á otros, revestíos de humildad; porque Dios resiste á los soberbios, y da gracia á los humildes.
Sed templados, y velad; porque vuestro adversario el diablo, cual león rugiente, anda alrededor buscando á quien devore:
No tendrán más hambre, ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni otro ningún calor.
Y díjome: Hecho es. Yo soy Alpha y Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré de la fuente del agua de vida gratuitamente.
Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga: y el que quiere, tome del agua de la vida de balde.
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