'De' en la Biblia
``Vanidad de vanidades," dice el Predicador, ``Vanidad de vanidades, todo es vanidad."
¿Qué provecho {recibe} el hombre de todo el trabajo Con que se afana bajo el sol?
El sol sale y el sol se pone, A su lugar se apresura. De allí {vuelve} a salir.
Todas las cosas son fatigosas, El hombre no puede expresar{las.} No se sacia el ojo de ver, Ni se cansa el oído de oír.
¿Hay algo de que se pueda decir: ``Mira, esto es nuevo?" Ya existía en los siglos Que nos precedieron.
No hay memoria de las cosas primeras Ni tampoco de las postreras que sucederán; No habrá memoria de ellas Entre los que vendrán después.
Y apliqué mi corazón a buscar e investigar con sabiduría todo lo que se ha hecho bajo el cielo. Tarea dolorosa dada por Dios a los hijos de los hombres para ser afligidos con ella.
Yo me dije: ``Yo he engrandecido y aumentado en sabiduría más que todos los que estuvieron antes de mí sobre Jerusalén; mi corazón ha contemplado mucha sabiduría y conocimiento."
Y apliqué mi corazón a conocer la sabiduría y a conocer la locura y la insensatez. Me di cuenta de que esto también es correr tras el viento.
Dije de la risa: ``Es locura;" y del placer: `` ¿Qué logra esto?"
Consideré en mi corazón estimular mi cuerpo con el vino, mientras mi corazón {me} guiaba con sabiduría, y echar mano de la insensatez, hasta que pudiera ver qué hay de bueno bajo el cielo que los hijos de los hombres hacen en los contados días de su vida.
me hice jardines y huertos, y planté en ellos toda clase de árboles frutales;
me hice estanques de aguas para regar el bosque con árboles en pleno crecimiento.
Reuní también plata y oro para mí y el tesoro de los reyes y de las provincias. Me proveí de cantores y cantoras, y de los placeres de los hombres, de muchas concubinas.
Y de todo cuanto mis ojos deseaban, nada les negué, ni privé a mi corazón de ningún placer, porque mi corazón gozaba de todo mi trabajo. Esta fue la recompensa de toda mi labor.
Asimismo aborrecí todo {el fruto de} mi trabajo con que me había afanado bajo el sol, el cual tendré que dejar al hombre que vendrá después de mí.
¿Y quién sabe si será sabio o necio? Sin embargo, él tendrá dominio sobre todo el fruto de mi trabajo con que me afané obrando sabiamente bajo el sol. También esto es vanidad.
Por tanto me desesperé en gran manera {por todo el fruto} de mi trabajo con que me había afanado bajo el sol.
Pues, ¿qué recibe el hombre de todo su trabajo y del esfuerzo de su corazón con que se afana bajo el sol?
Porque durante todos sus días su tarea es dolorosa y penosa; ni aun de noche descansa su corazón. También esto es vanidad.
No hay nada mejor para el hombre que comer y beber y decirse que su trabajo es bueno. Yo he visto que también esto es de la mano de Dios.
Porque a la persona que Le agrada, El le ha dado sabiduría, conocimiento y gozo; pero al pecador le ha dado la tarea de recoger y amontonar para dárselo al que agrada a Dios. Esto también es vanidad y correr tras el viento.
Tiempo de nacer, y tiempo de morir; Tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado;
Tiempo de matar, y tiempo de curar; Tiempo de derribar, y tiempo de edificar;
Tiempo de llorar, y tiempo de reír; Tiempo de lamentarse, y tiempo de bailar;
Tiempo de lanzar piedras, y tiempo de recoger piedras; Tiempo de abrazar, y tiempo de rechazar el abrazo;
Tiempo de buscar, y tiempo de dar por perdido; Tiempo de guardar, y tiempo de desechar;
Tiempo de rasgar, y tiempo de coser; Tiempo de callar, y tiempo de hablar;
Tiempo de amar, y tiempo de odiar; Tiempo de guerra, y tiempo de paz.
¿Qué saca el trabajador de aquello en que se afana?
He visto la tarea que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que en ella se ocupen.
además, {sé} que todo hombre que coma y beba y vea lo bueno en todo su trabajo, que eso es don de Dios.
Sé que todo lo que Dios hace será perpetuo; No hay nada que añadirle Y no hay nada que quitarle. Dios ha obrado {así} Para que delante de El teman (reverencien) {los hombres}.
Aun he visto más bajo el sol: {Que} en el lugar del derecho está la impiedad, Y en el lugar de la justicia está la iniquidad.
Me dije también en cuanto a los hijos de los hombres: ``Ciertamente Dios los ha probado para que vean que son como los animales."
Porque la suerte de los hijos de los hombres y la suerte de los animales es la misma: como muere el uno así muere el otro. Todos tienen un mismo aliento {de vida;} el hombre no tiene ventaja sobre los animales, porque todo es vanidad.
¿Quién sabe si el aliento {de vida} del hombre asciende hacia arriba y el aliento {de vida} del animal desciende hacia abajo, a la tierra?
He visto que no hay nada mejor para el hombre que gozarse en sus obras, porque ésa es su suerte. Porque ¿quién le hará ver lo que ha de suceder después de él?
Entonces yo me volví y observé todas las opresiones que se cometen bajo el sol: Y {vi} las lágrimas de los oprimidos, Y no tenían quien {los} consolara; En mano de sus opresores estaba el poder, Y no tenían quien {los} consolara.
He visto que todo trabajo y toda {obra} hábil que se hace, es {el resultado de} la rivalidad entre el hombre y su prójimo. También esto es vanidad y correr tras el viento.
Más vale una mano llena de descanso Que dos puños llenos de trabajo y correr tras el viento.
Había un {hombre} solo, sin sucesor, Que no tenía hijo ni hermano, Sin embargo, no había fin a todo su trabajo. En verdad, sus ojos no se saciaban de las riquezas, {Y nunca se preguntó:} `` ¿Para quién trabajo yo Y privo a mi vida del placer?" También esto es vanidad y tarea penosa.
Porque si uno de ellos cae, el otro levantará a su compañero; Pero ¡ay del que cae cuando no hay otro que lo levante!
Y si alguien puede prevalecer contra el que está solo, Dos lo resistirán. Un cordel de tres {hilos} no se rompe fácilmente.
Porque ha salido de la cárcel para reinar, Aunque nació pobre en su reino.
No tenía fin la multitud de todos los que lo seguían, {y ni} aun los que vendrán después estarán contentos con él; pues también esto es vanidad y correr tras el viento.
Guarda tus pasos cuando vas a la casa de Dios, y acércate a escuchar en vez de ofrecer el sacrificio de los necios, porque éstos no saben que hacen el mal.
No te des prisa en hablar, Ni se apresure tu corazón a proferir palabra delante de Dios. Porque Dios está en el cielo y tú en la tierra; Por tanto sean pocas tus palabras.
Porque los sueños vienen de la mucha tarea, Y la voz del necio de las muchas palabras.
No permitas que tu boca te haga pecar, y no digas delante del mensajero {de Dios} que fue un error. ¿Por qué ha de enojarse Dios a causa de tu voz y destruir la obra de tus manos?
Si ves la opresión del pobre y la negación del derecho y de la justicia en la provincia, no te sorprendas del hecho, porque un oficial vigila sobre {otro} oficial, y {hay oficiales} superiores sobre ellos.
Con todo, es de beneficio para el país que el rey mantenga cultivado el campo.
El que ama el dinero no se saciará de dinero, Y el que ama la abundancia no {se saciará de} ganancias. También esto es vanidad.
Como salió del vientre de su madre, desnudo, Así volverá, yéndose tal como vino. Nada saca del fruto de su trabajo Que pueda llevarse en la mano.
Además todos los días {de su vida} come en tinieblas, Con mucha molestia, enfermedad y enojo.
Esto es lo que yo he visto que es bueno y conveniente: comer, beber y gozarse uno de todo el trabajo en que se afana bajo el sol en los contados días de la vida que Dios le ha dado; porque ésta es su recompensa.
Igualmente, a todo hombre a quien Dios ha dado riquezas y bienes, lo ha capacitado también para comer de ellos, para recibir su recompensa y regocijarse en su trabajo: esto es don de Dios.
Pues él no se acordará mucho de los días de su vida, porque Dios lo mantiene ocupado con alegría {en} su corazón.
un hombre a quien Dios ha dado riquezas, bienes y honores, y nada le falta a su alma de todo lo que desea, pero que Dios no le ha capacitado para disfrutar de ellos, porque un extraño los disfruta. Esto es vanidad y penosa aflicción.
Si un hombre engendra cien {hijos} y vive muchos años, por muchos que sean sus años, si su alma no se ha saciado de cosas buenas, y tampoco halla sepultura, {entonces} digo: ``Mejor es el abortivo que él,
"Aunque el hombre viva dos veces mil años, pero no disfruta de cosas buenas, ¿no van todos al mismo lugar?"
Porque, ¿quién sabe lo que es bueno para el hombre durante {su} vida, en los contados días de su vana vida? Los pasará como una sombra. Pues, ¿quién hará saber al hombre lo que sucederá después de él bajo el sol?
Mejor es el buen nombre que el buen ungüento, Y el día de la muerte que el día del nacimiento.
Mejor es ir a una casa de luto Que ir a una casa de banquete, Porque aquello (la muerte) es el fin de todo hombre, Y al que vive {lo} hará reflexionar en su corazón.
El corazón de los sabios está en la casa del luto, Mientras que el corazón de los necios está en la casa del placer.
Mejor es oír la reprensión del sabio Que oír la canción de los necios.
Porque como crepitar de espinos bajo la olla, Así es la risa del necio. Y también esto es vanidad.
Mejor es el fin de un asunto que su comienzo; Mejor es la paciencia de espíritu que la arrogancia de espíritu.
No te apresures en tu espíritu a enojarte, Porque el enojo se anida en el seno de los necios.
Porque la sabiduría protege {como} el dinero protege; Pero la ventaja del conocimiento es que la sabiduría preserva la vida de sus poseedores.
Considera la obra de Dios: Porque ¿quién puede enderezar lo que El ha torcido?
Alégrate en el día de la prosperidad, Y en el día de la adversidad considera: Dios ha hecho tanto el uno como el otro Para que el hombre no descubra nada {que suceda} después de él.
He visto todo durante mi vida de vanidad: Hay justo que perece en su justicia, Y hay impío que alarga {su vida} en su perversidad.
No seas demasiado justo, Ni seas sabio en exceso. ¿Por qué has de destruirte?
No seas demasiado impío, Ni seas necio. ¿Por qué has de morir antes de tu tiempo?
Bueno es que retengas esto Sin soltar aquello de tu mano; Porque el que teme a Dios se sale con todo ello.
Porque tú también te das cuenta Que muchas veces has maldecido a otros de la misma manera.
Todo esto probé con sabiduría, {y} dije: ``Seré sabio"; pero eso estaba lejos de mí.
Dirigí mi corazón a conocer, A investigar y a buscar la sabiduría y la razón, Y a reconocer la maldad de la insensatez Y la necedad de la locura.
Y hallé más amarga que la muerte A la mujer cuyo corazón es lazos y redes, Cuyas manos son cadenas. El que agrada a Dios escapará de ella, Pero el pecador será por ella apresado.
¿Quién es como el sabio? ¿Y quién {otro} sabe la explicación de un asunto? La sabiduría del hombre ilumina su rostro Y hace que la dureza de su rostro cambie.
Yo digo: ``Guarda el mandato del rey por causa del juramento de Dios.
"No te apresures a irte de su presencia. No te unas a una causa impía, porque él hará todo lo que le plazca."
El que guarda el mandato {real} no experimenta ningún mal; Porque el corazón del sabio conoce el tiempo y el modo {de hacerlo}.
Si nadie sabe qué sucederá, ¿Quién le anunciará cómo ha de suceder?
No hay hombre que tenga potestad para refrenar el viento con el viento, Ni potestad sobre el día de la muerte. No se da licencia en tiempo de guerra, Ni la impiedad salvará a los que la practican.
Porque la sentencia contra una mala obra no se ejecuta enseguida, el corazón de los hijos de los hombres está en ellos entregado enteramente a hacer el mal.
Pero no le irá bien al impío, ni alargará sus días como una sombra, porque no teme ante la presencia de Dios.
Hay una vanidad que se hace sobre la tierra: hay justos a quienes les sucede conforme a las obras de los impíos, y hay impíos a quienes les sucede conforme a las obras de los justos. Digo que también esto es vanidad.
Por tanto yo alabé el placer, porque no hay nada bueno para el hombre bajo el sol sino comer, beber y divertirse, y esto le acompañará en sus afanes en los días de su vida que Dios le haya dado bajo el sol.
Cuando apliqué mi corazón a conocer la sabiduría y a ver la tarea que ha sido hecha sobre la tierra (aunque uno no durmiera ni de día ni de noche),
y vi toda la obra de Dios, decidí que el hombre no puede descubrir la obra que se ha hecho bajo el sol. Aunque el hombre busque con afán, no {la} descubrirá; y aunque el sabio diga que {la} conoce, no puede descubrir{la}.
Pues bien, he tomado todas estas cosas en mi corazón y declaro todo esto: que los justos y los sabios y sus hechos están en la mano de Dios. Los hombres no saben ni de amor ni de odio, aunque todo está delante de ellos.
Este mal hay en todo lo que se hace bajo el sol: que hay una misma suerte para todos. Además, el corazón de los hijos de los hombres está lleno de maldad y hay locura en su corazón toda su vida. Después {se van} a los muertos.
Porque los que viven saben que han de morir, Pero los muertos no saben nada, Ni tienen ya ninguna recompensa, Porque su recuerdo está olvidado.
Goza de la vida con la mujer que amas todos los días de tu vida fugaz que El te ha dado bajo el sol, todos los días de tu vanidad. Porque ésta es tu parte en la vida y en el trabajo con que te afanas bajo el sol.
Todo lo que tu mano halle para hacer, haz{lo} según tus fuerzas; porque no hay actividad ni propósito ni conocimiento ni sabiduría en el Seol (región de los muertos) adonde vas.
Vi además que bajo el sol No es de los ligeros la carrera, Ni de los valientes la batalla; Y que tampoco de los sabios es el pan, Ni de los entendidos las riquezas, Ni de los hábiles el favor, Sino que el tiempo y la suerte les llegan a todos.