207 casos

'De' en la Biblia

Porque ¿A cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi Hijo eres tú, hoy yo te he engendrado, Y otra vez: Yo seré a él Padre, y él me será a mí Hijo?

Testificó sin embargo uno en cierto lugar, diciendo: ¿Qué es el hombre, que te acuerdas de él? ¿O el hijo del hombre, que lo visitas?

Tú lo hiciste un poco menor que los ángeles, lo coronaste de gloria y de honra, y lo pusiste sobre las obras de tus manos;

A causa de lo cual me enemisté con esta generación, y dije: Siempre yerran ellos de corazón, y no han conocido mis caminos.

Porque algunos de los que habían salido de Egipto con Moisés, habiendo oído, provocaron; aunque no todos.

Temamos, pues, alguna vez, que dejando la promesa de la entrada en su Reposo, parezca alguno de vosotros haberse apartado.

Porque en un cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día.

Así pues, resta que algunos han de entrar en él, y que aquellos a quienes primero fue anunciado, no entraron por causa de la incredulidad,

Porque si Jesús les hubiera dado el Reposo, no hablaría después de otro día.

Porque el que ha entrado en su Reposo, también él ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas.

Porque todo sumo sacerdote es tomado de los hombres, constituido en lugar de los hombres en lo que a Dios toca, para que ofrezca presentes y sacrificios por los pecados;

por causa de la cual debe, así también por sí mismo, como por el pueblo, ofrecer por los pecados.

Y aunque era el Hijo (de Dios,) por lo que padeció aprendió la obediencia;

Porque debiendo ser ya maestros de otros , si miramos el tiempo, tenéis necesidad de volver a ser enseñados, de cuáles sean los primeros elementos de las palabras de Dios, y sois hechos tales que tenéis necesidad de leche, y no de mantenimiento firme.

de la doctrina de los bautismos, y de la imposición de manos, y de la resurrección de los muertos, y del juicio eterno.

y que así mismo gustaron la buena palabra de Dios, y las virtudes del siglo venidero,

y recayeron, sean renovados de nuevo por arrepentimiento colgando en el madero otra vez para sí mismos al Hijo de Dios, y exponiéndolo a vituperio.

Porque la tierra que embebe el agua que muchas veces vino sobre ella, y que engendra hierba a su tiempo a aquellos de los cuales es labrada, recibe bendición de Dios.

Pero de vosotros, oh amados, esperamos mejores cosas que éstas y más cercanas a la salud, aunque hablamos así.

Porque los hombres ciertamente por el mayor que ellos juran; y el fin de todas sus controversias es el juramento para confirmación.

Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, el cual salió a recibir a Abraham que volvía de la matanza de los reyes, y lo bendijo,

al cual asimismo dio Abraham la décima parte de todo, primeramente él se interpreta Rey de justicia; y luego también Rey de Salem, que es, Rey de paz;

Mirad, pues, cuán grande sea éste, al cual aun Abraham el patriarca haya dado la décima parte de los despojos.

Que ciertamente los que de los hijos de Leví toman el sacerdocio, tienen mandamiento de tomar del pueblo los diezmos según la Ley, es a saber, de sus hermanos aunque también ellos hayan salido de los lomos de Abraham.

Mas aquel cuya genealogía no es contada en ellos, tomó de Abraham los diezmos, y bendijo al que tenía las promesas.

Que sin contradicción alguna, lo que es menos es bendecido de lo que es más.

porque aún Leví estaba en los lomos de su padre, cuando Melquisedec salió a recibirlo.

Pues si la perfección era por el sacerdocio levítico (porque bajo él recibió el pueblo la Ley) ¿qué necesidad había aún de que se levantase otro sacerdote según el orden de Melquisedec, y que no fuese llamado según el orden de Aarón?

Pues traspasado el sacerdocio, necesario es que se haga también traspasamiento de la Ley.

Porque aquel del cual esto se dice, de otra tribu es, de la cual nadie presidió el altar.

Porque manifiesto es que el Señor nuestro nació de la tribu de Judá, de la cual nada habló Moisés tocante al sacerdocio.

el cual no es hecho conforme a la ley del mandamiento carnal, sino por virtud de vida indisoluble;

porque el testimonio es de esta manera: Que tú eres Sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec.

porque los otros ciertamente sin juramento fueron hechos sacerdotes; mas éste, con juramento por el que le dijo: Juró el Señor, y no se arrepentirá, que Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.

Porque la ley constituye sacerdotes a hombres débiles; mas la palabra del juramento después de la ley, al Hijo, hecho perfecto eternalmente.

ministro del Santuario, y de aquel verdadero Tabernáculo que el Señor asentó, y no al hombre.

(Los cuales sirven de ejemplo y sombra de las cosas celestiales, como fue respondido a Moisés cuando había de hacer el Tabernáculo: Mira, dice: haz todas las cosas conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte).

Porque reprendiéndolos dice: He aquí, vienen días, dice el Señor, y consumaré para con la casa de Israel y para con la casa de Judá un nuevo testamento;

no como el testamento que hice a vuestros padres el día que los tomé por la mano que los sacaría de la tierra de Egipto; porque ellos no permanecieron en mi testamento, y yo los menosprecié a ellos, dice el Señor;

por lo cual este es el testamento que ordenaré a la Casa de Israel después de aquellos días, dice el Señor: Daré mis leyes en el alma de ellos, y sobre el corazón de ellos las escribiré; y seré a ellos por Dios, y ellos me serán a mí por pueblo.

Sagradas Escrituras (1569)