'Del' en la Biblia
a la Iglesia de Dios que está en Corinto, santificados en Cristo Jesús, llamados santos, y a todos los que invocan el Nombre del Señor nuestro, Jesús el Cristo, en cualquier lugar, Señor de ellos y nuestro;
Gracia y paz tengáis de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesús el Cristo.
con lo cual el testimonio del Cristo ha sido confirmado en vosotros,
de tal manera que nada os falte en ningún don, esperando la manifestación del Señor nuestro, Jesús el Cristo;
Todavía, hermanos, os ruego por el Nombre del Señor nuestro, Jesús el Cristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, antes seáis perfectos, unidos en un mismo entendimiento y en un mismo parecer.
Porque no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el Evangelio; no en sabiduría de palabras, para que no sea hecho vano el madero del Cristo.
Porque la Palabra del madero a la verdad es locura a los que se pierden; mas a los que se salvan, es a decir, a nosotros, es potencia de Dios.
¿Qué es del sabio? ¿Qué del escriba? ¿Qué del filósofo de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría de este mundo?
antes lo que es la locura del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo que es la flaqueza del mundo escogió Dios, para avergonzar lo fuerte;
y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios; y lo que no es, para deshacer lo que es,
Y ni mi palabra ni mi predicación fue en palabras persuasivas de humana sabiduría, sino en demostración del Espíritu y de potencia;
sino como está escrito: COSAS QUE OJO NO VIO, NI OIDO OYO, NI HAN ENTRADO AL CORAZON DEL HOMBRE, {son} LAS COSAS QUE DIOS HA PREPARADO PARA LOS QUE LE AMAN.
Pero Dios nos {las} reveló por medio del Espíritu, porque el Espíritu todo lo escudriña, aun las profundidades de Dios.
Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del mismo hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas que son de Dios, sino el Espíritu de Dios.
Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que es venido de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado;
lo cual también hablamos, no con doctas palabras de humana sabiduría, sino con doctrina del Espíritu Santo, acomodando lo espiritual por medio de lo espiritual.
Pero el hombre animal no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque le son locura; y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.
Porque ¿quién conoció el entendimiento del Señor? ¿Quién le instruyó? Mas nosotros tenemos el entendimiento de Cristo.
porque todavía son carnales. Pues habiendo celos y discusiones entre ustedes, ¿no son carnales y andan como hombres {del mundo}?
Porque cuando uno dice: ``Yo soy de Pablo," y otro: ``Yo soy de Apolos," ¿no son {como} hombres {del mundo}?
Si la obra de alguien es consumida {por el fuego,} sufrirá pérdida; sin embargo, él será salvo, aunque así como a través del fuego.
y vosotros del Cristo; y el Cristo de Dios.
Téngannos los hombres por ministros del Cristo, y dispensadores de los misterios de Dios.
Esto, hermanos, lo he aplicado en sentido figurado a mí mismo y a Apolos por amor a vosotros, para que en nosotros aprendáis a no sobrepasar lo que está escrito, para que ninguno de vosotros se vuelva arrogante a favor del uno contra el otro.
Nosotros locos por amor del Cristo, y vosotros prudentes en el Cristo; nosotros flacos, y vosotros fuertes; vosotros nobles, y nosotros viles.
Somos blasfemados, y rogamos: hemos venido á ser como la hez del mundo, el desecho de todos hasta ahora.
Porque aunque tengáis innumerables maestros en Cristo, sin embargo no {tenéis} muchos padres; pues en Cristo Jesús yo os engendré por medio del evangelio.
En el Nombre del Señor nuestro, Jesús el Cristo, juntaos vosotros y mi espíritu, con la facultad del Señor nuestro, Jesús el Cristo,
el tal sea entregado a Satanás para muerte de la carne, para que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús.
no del todo con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con los ladrones, o idólatras; pues en tal caso os sería necesario salir del mundo.
Y esto érais algunos; mas ya sois lavados, mas ya sois santificados, mas ya sois justificados en el Nombre del Señor Jesús, y en el Espíritu del Dios nuestro.
Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre hiciere, fuera del cuerpo está; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.
¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, (el cual está) en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
No os privéis el uno del otro, excepto de común acuerdo {y} por cierto tiempo, para dedicaros a la oración; volved después a juntaros a fin de que Satanás no os tiente por causa de vuestra falta de dominio propio.
Mas a los que están juntos en matrimonio, denuncio, no yo, sino el Señor; Que la mujer no se aparte del marido;
Porque el que en el Señor es llamado siendo siervo, liberto es del Señor; asimismo también el que es llamado siendo libre, siervo es del Cristo.
Pero de las vírgenes no tengo mandamiento del Señor; mas doy mi parecer, como hombre que ha alcanzado misericordia del Señor para ser fiel.
Quisiera, pues, que estuvierais sin congoja. El soltero tiene cuidado de las cosas que son del Señor, cómo ha de agradar al Señor;
pero el que se casó tiene cuidado de las cosas que son del mundo, cómo ha de agradar a su mujer.
Hay diferencia entre la mujer casada y la virgen, La mujer no casada tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en el cuerpo como en el espíritu; mas la casada tiene cuidado de las cosas que son del mundo, cómo ha de agradar a su marido.
nosotros, sin embargo, no tenemos más que un Dios, el Padre, del cual son todas las cosas, y nosotros en él; y un Señor, Jesús, el Cristo, por el cual son todas las cosas, y nosotros por él.
Mas no en todos hay esta ciencia, porque algunos con conciencia del ídolo hasta ahora, las comen como sacrificado a ídolos; y su conciencia, siendo flaca, es contaminada.
¿No tenemos potestad de traer con nosotros una hermana por mujer también como los otros apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas?
¿Quién jamás peleó a sus expensas? ¿Quién planta viña, y no come de su fruto? ¿O quién apacienta el ganado, y no come de la leche del ganado?
Si otros tienen en vosotros esta potestad, ¿por qué no nosotros? Mas no usamos de esta potestad; antes lo sufrimos todo, para no dar alguna interrupción al curso del Evangelio del Cristo.
¿No sabéis que los que obran en lo sagrado, comen del santuario; y que los que sirven al altar, del altar participan?
Así también ordenó el Señor a los que anuncian el Evangelio, que vivan del Evangelio.
Por lo cual, si lo hago de voluntad, recompensa tendré; mas si por fuerza, la dispensación del evangelio me ha sido encomendada.
¿Qué premio, pues, tendré? Que predicando el Evangelio, ponga el Evangelio del Cristo de balde, por no hacer mal uso de mi potestad en el Evangelio.
Y esto hago por causa del Evangelio, por hacerme juntamente participante de él.
Mas no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron a través del mar;
La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la confraternidad de la sangre del Cristo? El pan que partimos, ¿no es la confraternidad del cuerpo del Cristo?
Mirad a Israel según la carne; los que comen de los sacrificios ¿no son partícipes del altar?
No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis ser partícipes de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios.
Ninguno busque su propio bien, sino el del otro.
porque del Señor es la tierra y su plenitud.
Mas si alguien os dijere: Esto fue sacrificado a los ídolos, no lo comáis, por causa de aquel que lo declaró, y por causa de la conciencia; porque del Señor es la tierra y su plenitud.
La conciencia, digo, no la tuya, sino la del otro. Pues ¿por qué ha de ser juzgada mi libertad por otra conciencia?
Sed imitadores de mí, así como yo del Cristo.
Mas quiero que sepáis, que el Cristo es la cabeza de todo varón; y el varón la cabeza de la mujer; y Dios la cabeza del Cristo.
Porque el varón no ha de cubrir la cabeza, porque es imagen y gloria de Dios; mas la mujer es gloria del varón.
Porque el varón no es sacado de la mujer, sino la mujer del varón.
Porque tampoco el varón es creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón.
Sin embargo, en el Señor, ni la mujer es independiente del hombre, ni el hombre independiente de la mujer.
Porque como la mujer salió del varón, así también el varón nace por la mujer; todo, sin embargo, sale de Dios.
De manera que cuando os juntáis en uno, esto no es comer la Cena del Señor.
Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó el pan;
Porque todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.
De manera que, cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.
Por tanto, pruébese cada hombre a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa.
Porque el que come y bebe indignamente, juicio come y bebe para sí, no discerniendo el cuerpo del Señor.
Mas siendo juzgados, somos castigados del Señor, para que no seamos condenados con el mundo.
Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.
Porque de la manera que el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, empero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un cuerpo, así también Cristo.
Pues por un mismo Espíritu todos fuimos bautizados en un solo cuerpo, ya judíos o griegos, ya esclavos o libres, y a todos se nos dio a beber del mismo Espíritu.
Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo?
Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo?
Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿qué sería del oído? Si todo fuera oído, ¿qué sería del olfato?
Y si todos fueran un solo miembro, ¿qué sería del cuerpo?
Antes, los miembros del cuerpo que parecen más flacos, son mucho más necesarios;
y los miembros del cuerpo que estimamos ser más viles, a éstos vestimos más honrosamente; y los que en nosotros son indecentes, tienen más honestidad.
Así también vosotros; pues que anheláis las cosas del Espíritu, procurad ser excelentes para la edificación de la Iglesia.
De otra manera, si bendices {sólo} en el espíritu, ¿cómo dirá el Amén a tu acción de gracias el que ocupa el lugar del que no tiene {ese} don, puesto que no sabe lo que dices?
Si alguno, a su parecer, es profeta, o espiritual, reconozca lo que os escribo, porque son mandamientos del Señor.
Hay, asimismo, cuerpos celestiales y cuerpos terrestres, pero la gloria del celestial es una, y la del terrestre es otra.
Una es la gloria del sol, y otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas; porque una estrella es diferente de otra en gloria.
El primer hombre, es de la tierra, terrenal; el segundo hombre es el Señor, del cielo.
Y como trajimos la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial.
Ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y la potencia del pecado, la ley.
Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es vano.
Y si llegare Timoteo, mirad que esté con vosotros seguramente; porque también hace la obra del Señor como yo.
Acerca del hermano Apolos, mucho le he rogado que fuera a vosotros con algunos hermanos; mas en ninguna manera tuvo voluntad de ir por ahora; pero irá cuando tuviere oportunidad.
La gracia del Señor Jesús el Cristo sea con vosotros.
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