'Fruto' en la Biblia
Y dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé simiente; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su simiente esté en él, sobre la tierra: y fué así.
Y produjo la tierra hierba verde, hierba que da simiente según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya simiente está en él, según su género: y vió Dios que era bueno.
Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda hierba que da simiente, que está sobre la haz de toda la tierra; y todo árbol en que hay fruto de árbol que da simiente, seros ha para comer.
Y la mujer respondió á la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto comemos;
Mas del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, porque no muráis.
Y vió la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable á los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dió también á su marido, el cual comió así como ella.
Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda á Jehová.
Y destruyó las ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra.
Y Jacob se enojaba contra Rachêl, y decía: ¿Soy yo en lugar de Dios, que te impidió el fruto de tu vientre?
La cual cubrirá la faz de la tierra, de modo que no pueda verse la tierra; y ella comerá lo que quedó salvo, lo que os ha quedado del granizo; comerá asimismo todo árbol que os produce fruto en el campo:
Y cubrió la faz de todo el país, y oscurecióse la tierra; y consumió toda la hierba de la tierra, y todo el fruto de los árboles que había dejado el granizo; que no quedó cosa verde en árboles ni en hierba del campo, por toda la tierra de Egipto.
Y cuando hubiereis entrado en la tierra, y plantareis todo árbol de comer, quitaréis su prepucio, lo primero de su fruto: tres años os será incircunciso: su fruto no se comerá.
Y el cuarto año todo su fruto será santidad de loores á Jehová.
Mas al quinto año comeréis el fruto de él, para que os haga crecer su fruto: Yo Jehová vuestro Dios.
Empero á los quince del mes séptimo, cuando hubiereis allegado el fruto de la tierra, haréis fiesta a Jehová por siete días: el primer día será sábado; sábado será también el octavo día.
Y tomaréis el primer día gajos con fruto de árbol hermoso, ramos de palmas, y ramas de árboles espesos, y sauces de los arroyos; y os regocijaréis delante de Jehová vuestro Dios por siete días.
Y á tu animal, y á la bestia que hubiere en tu tierra, será todo el fruto de ella para comer.
Y la tierra dará su fruto, y comeréis hasta hartura, y habitaréis en ella con seguridad.
Entonces yo os enviaré mi bendición el sexto año, y hará fruto por tres años.
Y sembraréis el año octavo, y comeréis del fruto añejo; hasta el año noveno, hasta que venga su fruto comeréis del añejo.
Yo daré vuestra lluvia en su tiempo, cy la tierra rendirá sus producciones, y el árbol del campo dará su fruto;
Y vuestra fuerza se consumirá en vano; que vuestra tierra no dará su esquilmo, y los árboles de la tierra no darán su fruto.
Y todas las décimas de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová son: es cosa consagrada á Jehová.
Y cuál sea el terreno, si es pingüe ó flaco, si en él hay ó no árboles: y esforzaos, y coged del fruto del país. Y el tiempo era el tiempo de las primeras uvas.
Y anduvieron y vinieron á Moisés y á Aarón, y á toda la congregación de los hijos de Israel, en el desierto de Parán, en Cades, y diéronles la respuesta, y á toda la congregación, y les mostraron el fruto de la tierra.
Y le contaron, y dijeron: Nosotros llegamos á la tierra á la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; y este es el fruto de ella.
Y les dirás: Cuando ofreciereis lo mejor de ellos, será contado á los Levitas por fruto de la era, y commo fruto del lagar.
Y tomaron en sus manos del fruto del país, y nos lo trajeron, y diéronnos cuenta, y dijeron: Es buena la tierra que Jehová nuestro Dios nos da.
Y te amará, y te bendecirá, y te multiplicará, y bendecirá el fruto de tu vientre, y el fruto de tu tierra, y tu grano, y tu mosto, y tu aceite, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas, en la tierra que juró á tus padres que te daría.
Y así se encienda el furor de Jehová sobre vosotros, y cierre los cielos, y no haya lluvia, ni la tierra dé su fruto, y perezcáis presto de la buena tierra que os da Jehová.
No sembrarás tu viña de varias semillas, porque no se deprave la plenitud de la semilla que sembraste, y el fruto de la viña.
Y ahora, he aquí, he traído las primicias del fruto de la tierra que me diste, oh Jehová. Y lo dejarás delante de Jehová tu Dios, é inclinarte has delante de Jehová tu Dios.
Bendito el fruto de tu vientre, y el fruto de tu bestia, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas.
Y te hará Jehová sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, y en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, en el país que juró Jehová á tus padres que te había de dar.
Maldito el fruto de tu vientre, y el fruto de tu tierra, y la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas.
El fruto de tu tierra y todo tu trabajo comerá pueblo que no conociste; y nunca serás sino oprimido y quebrantado todos los días.
Toda tu arboleda y el fruto de tu tierra consumirá la langosta.
Y comerá el fruto de tu bestia y el fruto de tu tierra, hasta que perezcas: y no te dejará grano, ni mosto, ni aceite, ni la cría de tus vacas, ni los rebaños de tus ovejas, hasta destruirte.
Y comerás el fruto de tu vientre, la carne de tus hijos y de tus hijas que Jehová tu Dios te dió, en el cerco y en al apuro con que te angustiará tu enemigo.
Y hacerte ha Jehová tu Dios abundar en toda obra de tus manos, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, para bien: porque Jehová volverá á gozarse sobre ti para bien, de la manera que se gozó sobre tus padres;
Y al otro día de la pascua comieron del fruto de la tierra los panes sin levadura, y en el mismo día espigas nuevas tostadas.
Y el maná cesó el día siguiente, desde que comenzaron á comer del fruto de la tierra: y los hijos de Israel nunca más tuvieron maná, sino que comieron de los frutos de la tierra de Canaán aquel año.
Y respondió la higuera: ¿Tengo de dejar mi dulzura y mi buen fruto, por ir á ser grande sobre los árboles?
Y esto te será por señal Ezechîas: Este año comerás lo que nacerá de suyo, y el segundo año lo que nacerá de suyo; y el tercer año haréis sementera, y segaréis, y plantaréis viñas, y comeréis el fruto de ellas.
Y lo que hubiere escapado, lo que habrá quedado de la casa de Judá, tornará á echar raíz abajo, y hará fruto arriba.
Y de las viñas Simi Ramathita; y del fruto de las viñas para las bodegas, Zabdías Siphmita;
He aquí que hoy somos siervos, henos aquí, siervos en la tierra que diste á nuestros padres para que comiesen sus fruto y su bien.
Y se multiplica su fruto para los reyes que has puesto sobre nosotros por nuestros pecados, quienes se enseñorean sobre nuestros cuerpos, y sobre nuestras bestias, conforme á su voluntad, y estamos en grande angustia.
Y que cada año traeríamos las primicias de nuestra tierra, y las primicias de todo fruto de todo árbol, á la casa de Jehóva:
Que traeríamos también las primicias de nuestras masas, y nuestras ofrendas, y del fruto de todo árbol, del vino y del aceite, á los sacerdotes, á las cámaras de la casa de nuestro Dios, y el diezmo de nuestra tierra á los Levitas; y que los Levitas recib
Y será como el árbol plantado junto á arroyos de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.
Su fruto destruirás de la tierra, Y su simiente de entre los hijos de los hombres.
Entonces dirá el hombre: Ciertamente hay fruto para el justo; Ciertamente hay Dios que juzga en la tierra.
La tierra dará su fruto: Nos bendecirá Dios, el Dios nuestro.
Será echado un puño de grano en tierra, en las cumbres de los montes; Su fruto hará ruido como el Líbano, Y los de la ciudad florecerán como la hierba de la tierra.
Jehová dará también el bien; Y nuestra tierra dará su fruto.
El que riega los montes desde sus aposentos: Del fruto de sus obras se sacia la tierra.
Y comieron toda la hierba de su país, Y devoraron el fruto de su tierra.
Y siembran campos, y plantan viñas, Y rinden crecido fruto.
He aquí, heredad de Jehová son los hijos: Cosa de estima el fruto del vientre.
Tu mujer será como parra que lleva fruto á los lados de tu casa; Tus hijos como plantas de olivas alrededor de tu mesa.
En verdad juró Jehová á David, No se apartará de ellos: Del fruto de tu vientre pondré sobre tu trono.
Los montes y todos los collados; El árbol de fruto, y todos los cedros;
Comerán pues del fruto de su camino, Y se hartarán de sus consejos.
Mejor es mi fruto que el oro, y que el oro refinado; Y mi rédito mejor que la plata escogida.
La obra del justo es para vida; Mas el fruto del impío es para pecado.
El fruto del justo es árbol de vida: Y el que prende almas, es sabio.
Desea el impío la red de los malos: Mas la raíz de los justos dará fruto.
El hombre será harto de bien del fruto de su boca: Y la paga de las manos del hombre le será dada.
Del fruto de su boca el hombre comerá bien: Mas el alma de los prevaricadores hallará mal.
En toda labor hay fruto: Mas la palabra de los labios solamente empobrece.
Del fruto de la boca del hombre se hartará su vientre; Hartaráse del producto de sus labios.
El que guarda la higuera, comerá su fruto; Y el que guarda á su señor, será honrado.
Consideró la heredad, y compróla; Y plantó viña del fruto de sus manos.
Dadle el fruto de sus manos, Y alábenla en las puertas sus hechos.
El que ama el dinero, no se hartará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad.
Como el manzano entre los árboles silvestres, Así es mi amado entre los mancebos: Bajo la sombra del deseado me senté, Y su fruto fué dulce en mi paladar.
Salomón tuvo una viña en Baal-hamón, La cual entregó á guardas, Cada uno de los cuales debía traer mil monedas de plata por su fruto.
Mi viña, que es mía, está delante de mí: Las mil serán tuyas, oh Salomón, Y doscientas, de los que guardan su fruto.
En aquel tiempo el renuevo de Jehová será para hermosura y gloria, y el fruto de la tierra para grandeza y honra, á los librados de Israel.
Mas acontecerá que después que el Señor hubiere acabado toda su obra en el monte de Sión, y en Jerusalem, visitaré sobre el fruto de la soberbia del corazón del rey de Asiria, y sobre la gloria de la altivez de sus ojos.
Y con arcos tirarán á los niños, y no tendrán misericordia de fruto de vientre, ni su ojo perdonará á hijos.
No te alegres tú, Filistea toda, por haberse quebrado la vara del que te hería; porque de la raíz de la culebra saldrá basilisco, y su fruto, ceraste volador.
Porque antes de la siega, cuando el fruto fuere perfecto, y pasada la flor fueren madurando los frutos, entonces podará con podaderas los ramitos, y cortará y quitará las ramas.
Días vendrán cuando Jacob echará raíces, florecerá y echará renuevos Israel, y la haz del mundo se henchirá de fruto.
De esta manera pues será purgada la iniquidad de Jacob; y éste será todo el fruto, la remoción de su pecado, cuando tornare todas las piedras del altar como piedras de cal desmenuzadas, y no se levantarán los bosques, ni las imágenes del sol.
Entonces dará el Señor lluvia á tu sementera, cuando la tierra sembrares; y pan del fruto de la tierra; y será abundante y pingüe; tus ganados en aquel tiempo serán apacentados en anchas dehesas.
Y esto te será por señal: Comerás este año lo que nace de suyo, y el año segundo lo que nace de suyo: y el año tercero sembraréis y segaréis, y plantaréis viñas, y comeréis su fruto.
Y el residuo de la casa de Judá que hubiere escapado, tornará á echar raíz abajo, y hará fruto arriba.
Crío fruto de labios: Paz, paz al lejano y al cercano, dijo Jehová; y sanarélo.
Y edificarán casas, y morarán en ellas; plantarán viñas, y comerán el fruto de ellas.
Y os metí en tierra de Carmelo, para que comieseis su fruto y su bien: mas entrasteis, y contaminasteis mi tierra, é hicisteis mi heredad abominable.
Oye, tierra. He aquí yo traigo mal sobre este pueblo, el fruto de sus pensamientos; porque no escucharon á mis palabras, y aborrecieron mi ley.
Oliva verde, hermosa en fruto y en parecer, llamó Jehová tu nombre. A la voz de gran palabra hizo encender fuego sobre ella, y quebraron sus ramas.
Y yo como cordero inocente que llevan á degollar, pues no entendía que maquinaban contra mí designios, diciendo: Destruyamos el árbol con su fruto, y cortémoslo de la tierra de los vivientes, y no haya más memoria de su nombre.
Plantástelos, y echaron raíces; progresaron, é hicieron fruto; cercano estás tú en sus bocas, mas lejos de sus riñones.
Porque él será como el árbol plantado junto á las aguas, que junto á la corriente echará sus raices, y no verá cuando viniere el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de hacer fruto.
Yo Jehová, que escudriño el corazón, que pruebo los riñones, para dar á cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.
Yo os visitaré conforme al fruto de vuestras obras, dice Jehová, y haré encender fuego en su breña, y consumirá todo lo que está alrededor de ella.
Edificad casas, y morad; y plantad huertos, y comed del fruto de ellos;
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