2665 casos

'Le' en la Biblia

Entonces {Jesús,} tomándolo aparte de la multitud, a solas, le metió los dedos en los oídos, y escupiendo, le tocó la lengua {con la saliva;}

y levantando los ojos al cielo, suspiró profundamente y le dijo*: ¿Effatá!, esto es: ¿Abrete!

Sus discípulos le respondieron: ¿Dónde podrá alguien {encontrar lo suficiente para} saciar de pan a éstos aquí en el desierto?

Suspirando profundamente en su espíritu, dijo*: ¿Por qué pide señal esta generación? En verdad os digo que no se le dará señal a esta generación.

cuando partí los cinco panes entre los cinco mil? ¿Cuántas cestas llenas de pedazos recogisteis? Y ellos le dijeron*: Doce.

Y cuando {partí} los siete {panes} entre los cuatro mil, ¿cuántas canastas llenas de los pedazos recogisteis? Y ellos le dijeron*: Siete.

Llegaron* a Betsaida, y le trajeron* un ciego y le rogaron* que lo tocara.

Tomando de la mano al ciego, lo sacó fuera de la aldea; y después de escupir en sus ojos y de poner las manos sobre él, le preguntó: ¿Ves algo?

Y le respondieron, diciendo: {Unos,} Juan el Bautista; y otros, Elías; pero otros, uno de los profetas.

Y les decía estas palabras claramente. Y Pedro le llevó aparte y comenzó a reprenderle.

Y le preguntaron, diciendo: ¿Por qué dicen los escribas que Elías debe venir primero?

Pero yo os digo que Elías ya ha venido, y le hicieron cuanto quisieron, tal como está escrito de él.

Enseguida, cuando toda la multitud vio a Jesús, quedó sorprendida, y corriendo hacia El, le saludaban.

Y uno de la multitud le respondió: Maestro, te traje a mi hijo que tiene un espíritu mudo,

{Jesús} preguntó al padre: ¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto? Y él respondió: Desde su niñez.

Y se le acercaron {algunos} fariseos, {y} para ponerle a prueba, le preguntaban si era lícito a un hombre divorciarse de su mujer.

Cuando salía para seguir su camino, vino uno corriendo, y arrodillándose delante de El, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?

Y él le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud.

E iban por el camino subiendo a Jerusalén, y Jesús iba delante de ellos; y estaban perplejos, y los que le seguían tenían miedo. Y tomando aparte de nuevo a los doce, comenzó a decirles lo que le iba a suceder:

He aquí, subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, y le condenarán a muerte y le entregarán a los gentiles.

Y se burlarán de El y le escupirán, le azotarán y le matarán, y tres días después resucitará.

Y se le acercaron* Jacobo y Juan, los dos hijos de Zebedeo, diciéndole: Maestro, queremos que hagas por nosotros lo que te pidamos.

Ellos le dijeron: Concédenos que en tu gloria nos sentemos uno a tu derecha y el otro a {tu} izquierda.

Y ellos le dijeron: Podemos. Y Jesús les dijo: La copa que yo bebo, beberéis; y seréis bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado,

Y dirigiéndose a él, Jesús {le} dijo: ¿Qué deseas que haga por ti? Y el ciego le respondió: Raboní, que recobre la vista.

Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha sanado. Y al instante recobró la vista, y le seguía por el camino.

Los que iban delante y los que le seguían, gritaban: ¿Hosanna! BENDITO EL QUE VIENE EN EL NOMBRE DEL SEÑOR;

Y {Jesús,} hablando {a la higuera,} le dijo: Nunca jamás coma nadie fruto de ti. Y sus discípulos {le} estaban escuchando.

Entonces Pedro, acordándose, le dijo*: Rabí, mira, la higuera que maldijiste se ha secado.

En verdad os digo que cualquiera que diga a este monte: ``Quítate y arrójate al mar", y no dude en su corazón, sino crea que lo que dice va a suceder, le será {concedido.}

Llegaron* de nuevo a Jerusalén; y cuando {Jesús} andaba por el templo, se le acercaron* los principales sacerdotes, los escribas y los ancianos,

y le dijeron: ¿Con qué autoridad haces estas cosas, o quién te dio la autoridad para hacer esto?

Y ellos discurrían entre sí, diciendo: Si decimos: ``Del cielo", El dirá: ``Entonces, ¿por qué no le creísteis?"

Todavía le quedaba uno, un hijo amado; y les envió a este último, diciendo: ``Respetarán a mi hijo."

Y cuando ellos llegaron*, le dijeron*: Maestro, sabemos que eres veraz y que no buscas el favor de nadie, porque eres imparcial, y enseñas el camino de Dios con verdad. ¿Es lícito pagar impuesto al César, o no?

{Se lo} trajeron, y El les dijo*: ¿De quién es esta imagen y la inscripción? Y ellos le dijeron: Del César.

Y en cuanto a que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés, {en el pasaje} sobre la zarza {ardiendo,} cómo Dios le habló, diciendo: ``YO SOY EL DIOS DE ABRAHAM, Y EL DIOS DE ISAAC, Y EL DIOS DE JACOB"?

Cuando uno de los escribas se acercó, los oyó discutir, y reconociendo que les había contestado bien, le preguntó: ¿Cuál mandamiento es el más importante de todos?

Y el escriba le dijo: Muy bien, Maestro; con verdad has dicho que EL ES UNO, Y NO HAY OTRO ADEMAS DE EL;

Viendo Jesús que él había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y después de eso, nadie se aventuraba a hacerle más preguntas.

David mismo le llama ``Señor." ¿En qué sentido es, pues, su hijo? Y la gran multitud le escuchaba con gusto.

Cuando salía del templo, uno de sus discípulos le dijo*: Maestro, ¡mira qué piedras y qué edificios!

Y Jesús le dijo: ¿Ves estos grandes edificios? No quedará piedra sobre piedra que no sea derribada.

Y estando El sentado en el monte de los Olivos, frente al templo, Pedro, Jacobo, Juan y Andrés le preguntaban en privado:

Entonces, si alguno os dice: ``Mirad, aquí {está} el Cristo", o: ``Mirad, allí {está}", no {le} creáis.

Faltaban dos días para la Pascua y para {la fiesta} de los panes sin levadura; y los principales sacerdotes y los escribas buscaban cómo prenderle con engaño y matar{le};

El primer día {de la fiesta} de los panes sin levadura, cuando se sacrificaba {el cordero de} la Pascua, sus discípulos le dijeron*: ¿Dónde quieres que vayamos y hagamos los preparativos para que comas la Pascua?

Porque el Hijo del Hombre se va tal y como está escrito de El; pero ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Mejor {le fuera} a ese hombre no haber nacido.

Entonces Pedro le dijo: Aunque todos se aparten, yo, sin embargo, no {lo haré.}

Y el que le entregaba les había dado una señal, diciendo: Al que yo bese, ése es; prendedle y llevadle con seguridad.

Y habiendo llegado, inmediatamente se acercó a El diciendo: ¡Rabí! Y le besó.

Pero uno de los que estaban allí, sacando la espada, hirió al siervo del sumo sacerdote y le cortó la oreja.

Cierto joven le seguía, vestido {sólo} con una sábana sobre {su cuerpo} desnudo; y lo prendieron*;

Pedro le siguió de lejos hasta dentro del patio del sumo sacerdote; estaba sentado con los alguaciles, calentándose al fuego.

Nosotros le oímos decir: ``Yo destruiré este templo hecho por manos, y en tres días edificaré otro no hecho por manos."

Habéis oído la blasfemia; ¿qué os parece? Y todos le condenaron, {diciendo} que era reo de muerte.

Y comenzaron algunos a escupirle, a cubrirle el rostro y a darle de puñetazos, y a decirle: ¡Profetiza! Y los alguaciles le recibieron a bofetadas.

Y los principales sacerdotes le acusaban de muchas cosas.

De nuevo Pilato le preguntó, diciendo: ¿No respondes nada? Mira de cuántas cosas te acusan.

Pero los principales sacerdotes incitaron a la multitud para {que le pidiera} que en vez {de Jesús} les soltara a Barrabás.

Ellos le respondieron a gritos: ¡Crucifícale!

Entonces los soldados le llevaron dentro del palacio, es decir, al Pretorio, y convocaron* a toda la cohorte {romana}.

Le vistieron* de púrpura, y después de tejer una corona de espinas, se la pusieron;

Le golpeaban la cabeza con una caña y le escupían, y poniéndose de rodillas le hacían reverencias.

Le llevaron* al lugar {llamado} Gólgota, que traducido significa: Lugar de la Calavera.

Cuando le crucificaron*, se repartieron* sus vestidos, echando suertes sobre ellos {para decidir} lo que cada uno tomaría.

Y los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza y diciendo: ¡Bah! Tú que destruyes el templo y en tres días lo reedificas,

Que este Cristo, el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, para que veamos y creamos. Y los que estaban crucificados con El {también} le insultaban.

Entonces uno corrió y empapó una esponja en vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber, diciendo: Dejad, veamos si Elías viene a bajarle.

las cuales cuando {Jesús} estaba en Galilea, le seguían y le servían; y {había} muchas otras que habían subido con El a Jerusalén.

vino José de Arimatea, miembro prominente del concilio, que también esperaba el reino de Dios; y llenándose de valor, entró adonde estaba Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús.

Pilato se sorprendió de que ya hubiera muerto, y llamando al centurión, le preguntó si ya estaba muerto.

Y comprobando esto por medio del centurión, le concedió el cuerpo a José,

quien compró un lienzo de lino, y bajándole {de la cruz,} le envolvió en el lienzo de lino y le puso en un sepulcro que había sido excavado en la roca; e hizo rodar una piedra a la entrada del sepulcro.

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