'Oídos' en la Biblia
Abimelec se levantó muy de mañana, llamó a todos sus siervos y relató todas estas cosas a oídos de ellos; y los hombres se atemorizaron en gran manera.
Efrón estaba sentado entre los hijos de Het. Y Efrón, el Hitita, respondió a Abraham a oídos de los hijos de Het {y} de todos los que entraban por la puerta de su ciudad:
y a oídos del pueblo de aquella tierra le hablo a Efrón: ``Le ruego que me oiga. Le daré el precio del campo. Acépte{lo} de mí, para que pueda sepultar allí a mi difunta."
Abraham escuchó a Efrón. Y Abraham pesó la plata que {éste} había mencionado a oídos de los hijos de Het: 400 siclos de plata, medida comercial.
Entonces Judá se le acercó, y dijo: ``Oh señor mío, permita a su siervo hablar una palabra a los oídos de mi señor, y que no se encienda su ira contra su siervo, pues usted es como Faraón mismo.
Luego tomó el Libro del Pacto y {lo} leyó a oídos del pueblo, y ellos dijeron: ``Todo lo que el SEÑOR ha dicho haremos y obedeceremos."
El pueblo comenzó a quejarse en la adversidad a oídos del SEÑOR; y cuando el SEÑOR {lo} oyó, se encendió Su ira, y el fuego del SEÑOR ardió entre ellos y consumió un extremo del campamento.
"Y dile al pueblo: `Conságrense para mañana, y comerán carne, pues han llorado a oídos del SEÑOR, diciendo: `` ¡Quién nos diera de comer carne! Porque nos iba mejor en Egipto." El SEÑOR, pues, les dará carne y comerán.
"Diles: `Vivo Yo,' declara el SEÑOR, `{que} tal como han hablado a mis oídos, así haré Yo con ustedes.
Y comenzó su discurso (parábola), y dijo: ``Levántate, Balac, y escucha; Dame oídos, hijo de Zipor.
Entonces llamó Moisés a todo Israel y les dijo: ``Oye, oh Israel, los estatutos y ordenanzas que hablo hoy a oídos de ustedes, para que los aprendan y pongan por obra.
"Pero hasta el día de hoy el SEÑOR no les ha dado corazón para entender, ni ojos para ver, ni oídos para oír.
cuando todo Israel venga a presentarse delante del SEÑOR tu Dios en el lugar que El escoja, leerás esta ley delante de todo Israel, a oídos de ellos.
"Reúnan ante mí a todos los ancianos de sus tribus y a sus oficiales, para que hable estas palabras a sus oídos, y ponga a los cielos y a la tierra como testigos en su contra.
Entonces Moisés habló a oídos de toda la asamblea de Israel las palabras de este cántico hasta terminarlas.
Entonces llegó Moisés y habló todas las palabras de este cántico a oídos del pueblo, él, con Josué, hijo de Nun.
~`El que busca refugio huirá a una de estas ciudades, se presentará a la entrada de la puerta de la ciudad y expondrá su caso a oídos de los ancianos de la ciudad. {Estos} lo llevarán con ellos dentro de la ciudad y le darán un lugar para que habite en medio de ellos.
"Ahora pues, proclama a oídos del pueblo: `Cualquiera que tenga miedo y tiemble, que regrese y se vaya del Monte Galaad.'" Y 22,000 personas regresaron, pero quedaron 10,000.
``Hablen ahora a oídos de todos los habitantes de Siquem: ` ¿Qué es mejor para ustedes, que todos los hijos de Jerobaal, setenta hombres, reinen sobre ustedes, o que reine sobre ustedes un solo hombre?' Además, acuérdense que yo soy hueso y carne de ustedes."
Y los parientes de su madre hablaron todas estas palabras por él a oídos de todos los habitantes de Siquem. Y ellos se inclinaron a seguir a Abimelec, porque dijeron: ``Es pariente nuestro."
Y él dijo a su madre: ``Las 1,100 {monedas} de plata que te quitaron, acerca de las cuales proferiste una maldición a mis oídos, mira, esa plata está en mi poder; yo la tomé." ``Bendito sea mi hijo por el SEÑOR," le dijo su madre.
Y el SEÑOR dijo a Samuel: ``Estoy a punto de hacer una cosa en Israel la cual hará retumbar ambos oídos a todo aquél que la oiga.
Después que Samuel escuchó todas las palabras del pueblo, las repitió a oídos del SEÑOR.
Entonces los mensajeros fueron a Guibeá de Saúl y hablaron estas palabras a oídos del pueblo, y todo el pueblo alzó la voz y lloró.
Pero Samuel dijo: `` ¿Qué es este balido de ovejas en mis oídos y el mugido de bueyes que oigo?"
Así que los siervos de Saúl hablaron estas palabras a oídos de David. Pero David dijo: `` ¿Les parece poca cosa llegar a ser yerno del rey, siendo yo un hombre pobre y de poca estima?"
También Abner habló a oídos de {los de} Benjamín. Abner además fue a hablar a oídos de David en Hebrón de todo lo que parecía bien a Israel y a toda la casa de Benjamín.
"Oh Señor DIOS, por eso Tú eres grande; pues no hay nadie como Tú, ni hay Dios fuera de Ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos.
Respondió el hombre a Joab: ``Aunque yo recibiera 1,000 {monedas} de plata en la mano, no extendería la mano contra el hijo del rey. Porque ante nuestros oídos el rey te ordenó a ti, a Abisai y a Itai: `Protéjanme al joven Absalón.'
En mi angustia invoqué al SEÑOR, Sí, clamé a mi Dios; Desde Su templo oyó mi voz, Y mi clamor {llegó} a Sus oídos.
Entonces Eliaquim, hijo de Hilcías, Sebna y Joa dijeron al Rabsaces: ``Le rogamos que hable a sus siervos en Arameo, porque nosotros {lo} entendemos, y no nos hable en la lengua de Judá a oídos del pueblo que está sobre la muralla."
~`Porque estás lleno de ira contra Mí, Y porque tu arrogancia ha subido hasta Mis oídos, Pondré, pues, Mi argolla en tu nariz Y Mi freno en tus labios, Y te haré volver por el camino por donde viniste.
por tanto, así dice el SEÑOR, Dios de Israel: `Voy a traer {tal} calamidad sobre Jerusalén y Judá, que a todo el que oiga de ello le retumbarán ambos oídos.
"Oh SEÑOR, no hay nadie como Tú, ni hay Dios fuera de Ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos.
"De manera que ahora, en presencia de todo Israel, asamblea del SEÑOR, y a oídos de nuestro Dios, guarden y busquen todos los mandamientos del SEÑOR su Dios para que posean la buena tierra y {la} dejen como heredad a sus hijos después de ustedes para siempre.
``Ahora, oh Dios mío, Te ruego que Tus ojos estén abiertos y Tus oídos atentos a la oración {elevada} en este lugar.
"Ahora Mis ojos estarán abiertos y Mis oídos atentos a la oración que {se haga} en este lugar,
que estén atentos Tus oídos y abiertos Tus ojos para oír la oración de Tu siervo, que yo hago ahora delante de Ti día y noche por los Israelitas Tus siervos, confesando los pecados que los Israelitas hemos cometido contra Ti; sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado.
"También has puesto profetas para anunciar en Jerusalén {en} cuanto a ti: `Un rey está en Judá.' Y ahora llegarán a oídos del rey estos informes. Ahora pues, ven, consultemos juntos."
Y leyó en el libro frente a la plaza que {estaba} delante de la Puerta de las Aguas, desde el amanecer hasta el mediodía, en presencia de hombres y mujeres y de los que podían entender; y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al Libro de la Ley.
Aquel día leyeron del Libro de Moisés a oídos del pueblo; y se encontró escrito en él que los Amonitas y los Moabitas no debían entrar jamás en la asamblea de Dios,
Así que cuando el mandato y el decreto del rey fueron oídos, muchas jóvenes fueron reunidas en la fortaleza de Susa bajo la custodia de Hegai. Ester {también} fue llevada al palacio del rey, bajo la custodia de Hegai, encargado de las mujeres.
``Todo {esto} han visto mis ojos, Lo han escuchado mis oídos y lo han entendido.
Escuchen atentamente mis palabras, Y que mi declaración {llene} sus oídos.
Ruidos de espanto hay en sus oídos, Mientras está en paz, el destructor viene sobre él.
El Abadón (lugar de destrucción) y la muerte dicen: `Con nuestros oídos hemos oído su fama.'
Ciertamente has hablado a oídos míos, Y el sonido de {tus} palabras he oído:
El abre sus oídos para la instrucción, Y ordena que se vuelvan del mal.
En mi angustia invoqué al SEÑOR, Y clamé a mi Dios; Desde Su templo oyó mi voz, Y mi clamor delante de El llegó a Sus oídos.
Los ojos del SEÑOR están sobre los justos, Y Sus oídos {atentos} a su clamor.
Sacrificio y ofrenda de cereal no has deseado; Me has abierto los oídos; Holocausto y ofrenda por el pecado no has pedido.
Para el director del coro. Masquil de los hijos de Coré.Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído, Nuestros padres nos han contado La obra que hiciste en sus días, En los tiempos antiguos:
Mis ojos {satisfechos} han mirado a los que me acechaban, {Y} oyen mis oídos de los malhechores que se levantan contra mí.
Tienen oídos, y no oyen; Tienen nariz, y no huelen;
¡Señor, oye mi voz! Estén atentos Tus oídos A la voz de mis súplicas.
Tienen oídos, y no oyen; Tampoco hay aliento en su boca.
No hables a oídos del necio, Porque despreciará la sabiduría de tus palabras.
Aplica tu corazón a la instrucción Y tus oídos a las palabras del conocimiento.
A mis oídos el SEÑOR de los ejércitos {ha jurado:} ``Ciertamente muchas casas serán desoladas, Grandes y hermosas, {pero} sin moradores.
Haz insensible el corazón de este pueblo, Endurece sus oídos, Y nubla sus ojos, No sea que vea con sus ojos, Y oiga con sus oídos, Y entienda con su corazón, Y se arrepienta y sea curado."
El se deleitará en el temor del SEÑOR, Y no juzgará por lo que vean Sus ojos, Ni sentenciará por lo que oigan Sus oídos;
Tus oídos oirán detrás de ti estas palabras: ``Este es el camino, anden en él," ya sea que vayan a la derecha o a la izquierda.
No se cegarán entonces los ojos de los que ven, Y los oídos de los que oyen escucharán.
El que anda en justicia y habla con sinceridad, El que rehúsa la ganancia injusta, Y se sacude las manos para que no retengan soborno; El que se tapa los oídos para no oír del derramamiento de sangre, Y cierra los ojos para no ver el mal.
Entonces se abrirán los ojos de los ciegos, Y los oídos de los sordos se destaparán.
Entonces Eliaquim, Sebna y Joa dijeron al Rabsaces: ``Le rogamos que usted hable a sus siervos en Arameo porque nosotros {lo} entendemos, y no nos hable en la lengua de Judá (Hebreo) a oídos del pueblo que está sobre la muralla."
"A causa de tu furor contra Mí, Y porque tu arrogancia ha subido hasta Mis oídos, Pondré, pues, Mi garfio en tu nariz Y Mi freno en tu boca, Y te haré volver por el camino por donde viniste.
Tú has visto muchas cosas, pero no {las} observas. Los oídos están abiertos, pero nadie oye.
Saquen al pueblo ciego, aunque tiene ojos, Y a los sordos, aunque tienen oídos.
Sí, tú no {las} oíste, ni nunca {las} conociste. Ciertamente, no habían sido abiertos de antemano tus oídos, Porque Yo sabía que obrarías con mucha perfidia, Y rebelde te han llamado desde el seno materno.
``Ve y clama a los oídos de Jerusalén, diciendo: `Así dice el SEÑOR: ``De ti recuerdo el cariño de tu juventud, Tu amor de novia, De cuando Me seguías en el desierto, Por tierra no sembrada.
`Oigan ahora esto, pueblo necio e insensible, Que tienen ojos y no ven, Tienen oídos y no oyen.
¿A quiénes hablaré y advertiré, para que oigan? Sus oídos están cerrados, Y no pueden escuchar. La palabra del SEÑOR les es oprobio; No se deleitan en ella.
"Sin embargo, ellos no escucharon ni inclinaron sus oídos, sino que fueron tercos para no oír ni recibir corrección.
``Dirás: `Oigan la palabra del SEÑOR, reyes de Judá y habitantes de Jerusalén. Así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: ``Voy a traer tal calamidad sobre este lugar, que a todo el que oiga de ella le zumbarán los oídos.
Entonces los sacerdotes y los profetas hablaron a los jefes y a todo el pueblo, y les dijeron: `` ¡Sentencia de muerte para este hombre!, porque ha profetizado contra esta ciudad, como han oído con sus propios oídos."
"Pero sepan bien que si me matan, sangre inocente echarán sobre ustedes y sobre esta ciudad y sobre sus habitantes; porque en verdad el SEÑOR me ha enviado a ustedes para hablar en sus oídos todas estas palabras."
"Pero oye ahora esta palabra que voy a hablar a tus oídos y a oídos de todo el pueblo:
Y el sacerdote Sofonías leyó esta carta a oídos del profeta Jeremías.
"Ve, pues, y lee en el rollo que has escrito al dictado mío, las palabras del SEÑOR a oídos del pueblo, en la casa del SEÑOR un día de ayuno. También las leerás a oídos de todos {los de} Judá que vienen de sus ciudades.
Baruc leyó en el libro las palabras de Jeremías a oídos de todo el pueblo en la casa del SEÑOR, en la cámara de Gemarías, hijo del escriba Safán, en el atrio superior, a la entrada de la Puerta Nueva de la casa del SEÑOR.
Micaías les declaró todas las palabras que había oído cuando Baruc leyó en el libro a oídos del pueblo.
Entonces todos los oficiales enviaron a Jehudí, hijo de Netanías, hijo de Selemías, hijo de Cusi, a decir a Baruc: ``Toma en tu mano el rollo en el que has leído a oídos del pueblo y ven." Y Baruc, hijo de Nerías, tomó el rollo en su mano y fue a ellos.
Después de haber depositado el rollo en la cámara del escriba Elisama, los oficiales entraron al atrio donde estaba el rey, y contaron a oídos del rey todas las palabras.
"Por tanto, ciertamente Yo obraré con furor. Mi ojo no tendrá piedad, ni Yo perdonaré; y aunque griten a Mis oídos con gran voz, no los escucharé."
Entonces Dios gritó a mis oídos con gran voz, diciendo: ``Acérquense, verdugos de la ciudad, cada uno con su arma destructora en la mano."
``Hijo de hombre, tú habitas en medio de la casa rebelde; tienen ojos para ver y no ven, oídos para oír y no oyen, porque son una casa rebelde.
en ese día el que escape vendrá a ti con noticias para {tus} oídos?
Y el hombre me dijo: ``Hijo de hombre, mira con tus ojos, oye con tus oídos y presta atención a todo lo que te voy a mostrar; porque has sido traído aquí para que te sea mostrado. Declara todo lo que ves a la casa de Israel."
Y el SEÑOR me dijo: ``Hijo de hombre, pon atención, mira con tus ojos y oye con tus oídos todo lo que te digo acerca de todos los estatutos de la casa del SEÑOR y acerca de todas sus leyes; y fíjate bien en cuanto a la entrada del templo {y} a todas las salidas del santuario.
Verán las naciones y se avergonzarán De todo su poderío; Se pondrán la mano sobre la boca, Sus oídos se ensordecerán.
"Pero ellos rehusaron escuchar y volvieron la espalda rebelde y se taparon los oídos para no oír.
``Y al orar, no usen ustedes repeticiones sin sentido, como los Gentiles, porque ellos se imaginan que serán oídos por su palabrería.
PORQUE EL CORAZON DE ESTE PUEBLO SE HA VUELTO INSENSIBLE, Y CON DIFICULTAD OYEN CON SUS OIDOS; Y HAN CERRADO SUS OJOS; DE OTRO MODO, VERIAN CON LOS OJOS, OIRIAN CON LOS OIDOS, Y ENTENDERIAN CON EL CORAZON, Y SE CONVERTIRIAN, Y YO LOS SANARIA.'
"Pero dichosos los ojos de ustedes, porque ven, y sus oídos, porque oyen.
"Entonces LOS JUSTOS RESPLANDECERAN COMO EL SOL en el reino de su Padre. El que tiene oídos, que oiga.
"Y si esto llega a oídos del gobernador, nosotros lo convenceremos y les evitaremos dificultades."
Y añadió: ``El que tiene oídos para oír, que oiga."