271 casos

'Se' en la Biblia

Y su concubina, que se llamaba Reúma, dio a luz también a Teba, a Gaham, a Tahas y a Maaca.

Y se levantó Abraham de delante de su muerta, y habló a los hijos de Het, diciendo:

Y Abraham se levantó, y se inclinó al pueblo de aquella tierra, a los hijos de Het;

Este Efrón se hallaba entre los hijos de Het: y respondió Efrón heteo a Abraham, en oídos de los hijos de Het, de todos los que entraban por la puerta de su ciudad, diciendo:

Y Abraham se inclinó delante del pueblo de la tierra.

Entonces Abraham se convino con Efrón, y pesó Abraham a Efrón el dinero que dijo, oyéndolo los hijos de Het, cuatrocientos siclos de plata, de buena ley entre mercaderes.

Y el criado tomó diez camellos de los camellos de su señor, y se fue, pues tenía a su disposición todos los bienes de su señor: y puesto en camino, llegó a Mesopotamia, a la ciudad de Nacor.

Y la doncella era de muy hermoso aspecto, virgen, a la que varón no había conocido; la cual descendió a la fuente, y llenó su cántaro, y se volvía.

Y ella respondió: Bebe, señor mío; y se dio prisa a bajar su cántaro sobre su mano, y le dio a beber.

Y se dio prisa, y vació su cántaro en la pila, y corrió otra vez al pozo para sacar agua, y sacó para todos sus camellos.

Y Rebeca tenía un hermano que se llamaba Labán, el cual corrió afuera al hombre, a la fuente:

y Jehová ha bendecido mucho a mi amo, y él se ha engrandecido: y le ha dado ovejas y vacas, plata y oro, siervos y siervas, camellos y asnos.

Y aconteció que cuando el criado de Abraham oyó sus palabras, se inclinó a tierra, y adoró a Jehová.

Y bendijeron a Rebeca, y le dijeron: Nuestra hermana eres; sé madre de millares de millares, y tu generación posea la puerta de sus enemigos.

Se levantó entonces Rebeca y sus mozas, y subieron sobre los camellos, y siguieron al hombre; y el criado tomó a Rebeca, y se fue.

porque había preguntado al criado: ¿Quién es este varón que viene por el campo hacia nosotros? Y el siervo había respondido: Éste es mi señor. Ella entonces tomó el velo, y se cubrió.

Y cuando se cumplieron sus días para dar a luz, he aquí había mellizos en su vientre.

Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú su primogenitura.

Y hubo hambre en la tierra, además de la primera hambre que hubo en los días de Abraham; y se fue Isaac a Abimelec rey de los filisteos, en Gerar.

Y se le apareció Jehová, y le dijo: No desciendas a Egipto; habita en la tierra que yo te diré.

Y los hombres de aquel lugar le preguntaron acerca de su esposa; y él respondió: Es mi hermana; porque tuvo miedo de decir: Es mi esposa; pues se dijo: Los hombres del lugar me matarán por causa de Rebeca, pues ella era de hermoso aspecto.

Y el varón se enriqueció, y fue prosperado, y creció hasta hacerse muy poderoso.

E Isaac se fue de allí; y asentó sus tiendas en el valle de Gerar, y habitó allí.

Y se apartó de allí, y abrió otro pozo, y no riñeron sobre él; y llamó su nombre Rehobot, y dijo: Porque ahora nos ha hecho ensanchar Jehová y fructificaremos en la tierra.

Y se levantaron de madrugada, y juraron el uno al otro; e Isaac los despidió, y ellos partieron de él en paz.

Y aconteció que cuando Isaac envejeció, y sus ojos se oscurecieron quedando sin vista, llamó a Esaú, su hijo el mayor, y le dijo: Mi hijo. Y él respondió: Heme aquí.

Y Rebeca estaba oyendo, cuando hablaba Isaac a Esaú su hijo; y se fue Esaú al campo para cazar lo que había de traer.

Entonces Isaac dijo a su hijo: ¿Cómo es que la hallaste tan pronto, hijo mío? Y él respondió: Porque Jehová tu Dios hizo que se encontrase delante de mí.

Y se acercó Jacob a su padre Isaac; y él le palpó, y dijo: La voz es la voz de Jacob, mas las manos, son las manos de Esaú.

Y dijo: Acércamela, y comeré de la caza de mi hijo, para que te bendiga mi alma; y él se la acercó, y comió; le trajo también vino, y bebió.

Y él se acercó, y le besó; y olió Isaac el olor de sus vestiduras, y le bendijo, y dijo: Mira, el olor de mi hijo como el olor del campo que Jehová ha bendecido:

Pueblos te sirvan, y naciones se inclinen a ti: Sé señor de tus hermanos, e inclínense a ti los hijos de tu madre: Malditos los que te maldijeren, y benditos los que te bendijeren.

Y se estremeció Isaac en extremo, y dijo: ¿Quién es el que vino aquí, que tomó caza, y me trajo, y comí de todo antes que vinieses? Yo le bendije, y será bendito.

Y él respondió: Bien llamaron su nombre Jacob, que ya me ha suplantado dos veces; se apoderó de mi primogenitura, y he aquí ahora ha tomado mi bendición. Y dijo: ¿No has guardado bendición para mí?

Y fueron dichas a Rebeca las palabras de Esaú su hijo mayor: y ella envió y llamó a Jacob su hijo menor, y le dijo: He aquí, Esaú tu hermano se consuela acerca de ti con la idea de matarte.

Y mora con él algunos días, hasta que el enojo de tu hermano se mitigue;

hasta que se aplaque la ira de tu hermano contra ti, y se olvide de lo que le has hecho: yo enviaré entonces, y te traeré de allá: ¿por qué seré privada de vosotros ambos en un día?

y que Jacob había obedecido a su padre y a su madre, y se había ido a Padan-aram.

Y se fue Esaú a Ismael, y tomó para sí por esposa a Mahalat, hija de Ismael, hijo de Abraham, hermana de Nebaiot, además de sus otras esposas.

y encontró con un lugar, y durmió allí porque ya el sol se había puesto; y tomó una de las piedras de aquel paraje y la puso de cabecera, y se acostó en aquel lugar.

Y se juntaban allí todos los rebaños; y revolvían la piedra de sobre la boca del pozo, y abrevaban las ovejas; y volvían la piedra sobre la boca del pozo a su lugar.

Y ellos respondieron: No podemos, hasta que se junten todos los ganados, y remuevan la piedra de sobre la boca del pozo, para que abrevemos las ovejas.

Y sucedió que cuando Jacob vio a Raquel, hija de Labán hermano de su madre, y a las ovejas de Labán, el hermano de su madre, se acercó Jacob, y removió la piedra de sobre la boca del pozo, y abrevó el ganado de Labán hermano de su madre.

Y sucedió que a la noche tomó a Lea su hija, y se la trajo: y él entró a ella.

Y Labán respondió: No se hace así en nuestro lugar, que se dé la menor antes de la mayor.

Cumple la semana de ésta, y se te dará también la otra, por el servicio que hicieres conmigo otros siete años.

Y concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Ahora esta vez se unirá mi marido conmigo, porque le he dado a luz tres hijos: por tanto, llamó su nombre Leví.

Y Jacob se enojaba contra Raquel, y decía: ¿Soy yo en lugar de Dios, que te impidió el fruto de tu vientre?

Y cuando Jacob volvía del campo a la tarde, salió Lea a él, y le dijo: A mí has de entrar, porque a la verdad te he alquilado por las mandrágoras de mi hijo. Y se acostó con ella aquella noche.

Así responderá por mí mi justicia mañana cuando me viniere mi salario delante de ti; toda la que no fuere pintada ni manchada en las cabras y de color oscuro en las ovejas mías, se me ha de contar como de hurto.

Y se tomó Jacob varas de álamo verdes y de avellano, y de castaño, y descortezó en ellas mondaduras blancas, descubriendo así lo blanco de las varas.

Y sucedió que al tiempo que las ovejas se apareaban, alcé yo mis ojos y miré en sueños, y he aquí los machos que cubrían a las hembras eran listados, pintados y abigarrados.

¿No nos tiene ya como por extrañas, pues que nos vendió, y aun se ha comido del todo nuestro precio?

Entonces se levantó Jacob, y subió a sus hijos y a sus esposas sobre los camellos.

Huyó, pues, con todo lo que tenía; y se levantó, y pasó el río, y puso su rostro hacia el monte de Galaad.

Y tomó Raquel los ídolos, y los puso en una albarda de un camello, y se sentó sobre ellos; y buscó Labán por toda la tienda pero no los halló.

Y ella dijo a su padre: No se enoje mi señor, porque no me puedo levantar delante de ti; pues estoy con la costumbre de las mujeres. Y él buscó, pero no halló los ídolos.

Entonces Jacob se enojó, y discutió con Labán; y respondió Jacob y dijo a Labán: ¿Cuál es mi transgresión? ¿Cuál es mi pecado, para que con tanto ardor hayas venido en mi persecución?

Entonces Jacob tuvo gran temor, y se angustió; y dividió al pueblo que tenía consigo en dos campamentos, y las ovejas y las vacas y los camellos;

Y tú has dicho: Ciertamente yo te haré bien, y pondré tu simiente como la arena del mar, que no se puede contar por la multitud.

Y se levantó aquella noche, y tomó sus dos esposas, y sus dos siervas, y sus once hijos, y pasó el vado de Jaboc.

Y cuando vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba.

Y Él dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque como príncipe has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.

Por esto no comen los hijos de Israel, hasta hoy día, del tendón que se contrajo, el cual está en el encaje del muslo; porque tocó a Jacob este sitio de su muslo en el tendón que se contrajo.

Y él pasó delante de ellos, y se inclinó a tierra siete veces, hasta que llegó a su hermano.

Y luego se acercaron las siervas, ellas y sus niños, y se inclinaron.

Y Lea también se acercó con sus niños, y se inclinaron; y después llegó José y Raquel, y también se inclinaron.

Y Jacob se fue a Sucot, y edificó allí casa para sí, e hizo cabañas para su ganado; por tanto, llamó el nombre de aquel lugar Sucot.

Y cuando la vio Siquem, hijo de Hamor heveo, príncipe de aquella tierra, la tomó, y se acostó con ella, y la deshonró.

Y se dirigió Hamor padre de Siquem a Jacob, para hablar con él.

Y los hijos de Jacob vinieron del campo cuando lo supieron; y se entristecieron los varones, y se llenaron de ira, porque hizo vileza en Israel acostándose con la hija de Jacob, lo que no se debía haber hecho.

Y Hamor habló con ellos, diciendo: El alma de mi hijo Siquem se ha apegado a vuestra hija; os ruego que se la deis por esposa.

Mas con esta condición consentiremos con vosotros: Si habéis de ser como nosotros, que se circuncide todo varón de entre vosotros.

Mas con una condición consentirán estos hombres en habitar con nosotros, para que seamos un pueblo; si se circuncida en nosotros todo varón, así como ellos son circuncidados.

y todos sus bienes; se llevaron cautivos a todos sus niños y sus esposas, y saquearon todo lo que había en casa. 33 44

Entonces dijo Jacob a Simeón y a Leví: Me habéis turbado con hacerme abominable a los moradores de esta tierra, el cananeo y el ferezeo; y teniendo yo pocos hombres, se juntarán contra mí, y me herirán, y seré destruido yo y mi casa.

Entonces murió Débora, ama de Rebeca, y fue sepultada a las raíces de Betel, debajo de una encina: y se llamó su nombre Alon-Bacut.

Y se apareció otra vez Dios a Jacob, cuando se había vuelto de Padan-aram, y le bendijo.

Y le dijo Dios: Tu nombre es Jacob; no se llamará más tu nombre Jacob, sino Israel será tu nombre: y llamó su nombre Israel.

Y se fue de él Dios, del lugar donde con él había hablado.

Y Esaú tomó sus esposas, sus hijos y sus hijas, y todas las personas de su casa, y sus ganados, y todas sus bestias, y todos sus bienes que había adquirido en la tierra de Canaán, y se fue a otra tierra, lejos de su hermano Jacob.

He aquí que atábamos manojos en medio del campo, y he aquí que mi manojo se levantaba, y estaba derecho, y que vuestros manojos estaban alrededor, y se inclinaban al mío.

Y soñó aún otro sueño, y lo contó a sus hermanos, diciendo: He aquí que he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban a mí.

Y aquel hombre respondió: Ya se han ido de aquí; yo les oí decir: Vamos a Dotán. Entonces José fue tras de sus hermanos, y los halló en Dotán.

Y se sentaron a comer pan; y alzando los ojos miraron, y he aquí una compañía de ismaelitas que venía de Galaad, y sus camellos traían aromas y bálsamo y mirra, e iban para llevarlo a Egipto.

Y se levantaron todos sus hijos y todas sus hijas para consolarlo; pero él no quiso recibir consuelo, y dijo: Porque yo descenderé enlutado a mi hijo hasta la sepultura. Y lo lloró su padre.

Y aconteció en aquel tiempo, que Judá descendió de donde estaban sus hermanos, y se fue a un varón adulamita, que se llamaba Hira.

Reina Valera Gómez (© 2010)