61 casos en 6 traducciones

'Una' en la Biblia

¿No has hecho tú una valla alrededor de él, de su casa y de todo lo que tiene, por todos lados? Has bendecido el trabajo de sus manos y sus posesiones han aumentado en la tierra.

Y tomaba una teja para rascarse con ella, y estaba sentado en medio de ceniza.

Entonces se sentaron en el suelo con él por siete días y siete noches sin que nadie le dijera una palabra, porque veían que {su} dolor era muy grande.

Apodérense de él tinieblas y densa oscuridad, pósese sobre él una nube, llénelo de terror la negrura del día.

Una palabra me fue traída furtivamente, y mi oído percibió un susurro de ella.

{Algo} se detuvo, pero no pude reconocer su aspecto; una figura {estaba} delante de mis ojos, {hubo} silencio, después oí una voz:

¿He pecado? ¿Qué te he hecho a ti, oh guardián de los hombres? ¿Por qué has hecho de mí tu blanco, de modo que soy una carga para mí mismo?

se van entretejiendo sus raíces junto a una fuente, y enlazándose hasta un lugar pedregoso.

Una cosa resta es a saber que yo diga: Al perfecto y al impío él los consume.

Si El pasa, o encierra, o convoca una asamblea, ¿quién podrá estorbarle?

Aquel cuyos pies van á resbalar, Es como una lámpara despreciada de aquel que está á sus anchuras.

¿A la hoja arrebatada has de quebrantar? ¿Y a una arista seca has de perseguir?

al olor del agua reverdecerá y como una planta {joven} echará renuevos.

Han abierto contra mí su boca, con injurias me han abofeteado; a una se aglutinan contra mí.

Coloca, pues, contigo una fianza para mí; ¿quién hay que sea mi fiador?

Al que denuncie a {sus} amigos por una parte {del botín}, a sus hijos se les debilitarán los ojos.

Por el calcañar {lo} aprisiona un lazo, {y} una trampa se cierra sobre él.

Escondido está en la tierra un lazo para él, y una trampa le {aguarda} en la senda.

Vinieron sus tropas a una, y trillaron sobre mí su camino, y asentaron campamento en derredor de mi tienda.

Un inocente escapará de una isla (o de un reino ); y en la limpieza de tus manos será guardado.

Le alcanzan los terrores como una inundación; de noche le arrebata un torbellino.

Ciertamente hay una mina para la plata, y un lugar donde se refina el oro.

Una gran fuerza deforma mi vestidura, me aprieta como el cuello de mi túnica.

Porque eso sería una infamia, y una iniquidad {castigada por} los jueces;

Ciertamente yo lo llevaría sobre mi hombro, y me lo ceñiría como una corona.

No, no he permitido que mi boca peque pidiendo su vida en una maldición.

ciertamente yo la llevaría sobre mi hombro, y me la ceñiría como una corona.

En un sueño, en una visión nocturna, cuando un sueño profundo cae sobre los hombres, mientras dormitan en sus lechos,

Y si él diere reposo, ¿quién inquietará? Si escondiere el rostro, ¿quién lo mirará? Esto sobre una nación, y lo mismo sobre un hombre;

La una da nuevas de la otra; la una adquiere ira contra la que viene.

Tras él, ruge una voz; truena El con su majestuosa voz, y no retiene los relámpagos mientras se oye su voz.

Viniendo de la parte del norte la dorada claridad. En Dios hay una majestad terrible.

cuando hice de una nube su vestidura, y de espesa oscuridad sus pañales;

¿Haces aparecer una constelación a su tiempo, y conduces la Osa con sus hijos?

se olvida de que {algún} pie los puede aplastar, o una bestia salvaje los puede pisotear.

Una vez hablé, y no responderé; aun dos veces, mas no volveré a hablar.

¿Pondrás una soga en su nariz, o perforarás su quijada con gancho?

La una está tan cerca de la otra que el aire no puede penetrar entre ellas.

Unidas están una a la otra; se traban entre sí y no pueden separarse.

Su aliento enciende carbones, y una llama sale de su boca.

Su corazón es firme como una piedra, y fuerte como una pieza de la muela de abajo.

Hace hervir como una olla el mar profundo, y lo vuelve como una olla de ungüento.

Detrás de sí hace brillar una estela; se diría que el abismo es canoso.

Y vinieron a él todos sus hermanos, y todas sus hermanas, y todos los que antes le habían conocido, y comieron con él pan en su casa, y se condolieron de él, y le consolaron de todo aquel mal que el SEÑOR había traído sobre él. Y cada uno de ellos le dio una cordera, y un zarcillo de oro.

Y llamó el nombre de la una, Jemima, y el nombre de la segunda, Cesia, y el nombre de la tercera, Keren-hapuc.

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