'Calles' en la Biblia
No {lo} anunciéis en Gat, no lo proclaméis en las calles de Ascalón; para que no se regocijen las hijas de los filisteos, para que no se alegren las hijas de los incircuncisos.
Entonces los pulvericé, como polvo de la tierra, como lodo de las calles los trituré {y} los pisé.
Y {Ben-adad} le dijo: Devolveré las ciudades que mi padre tomó de tu padre, y te harás calles en Damasco, como mi padre hizo en Samaria. Y yo, {dijo Acab,} con este pacto te dejaré ir. Hizo, pues, pacto con él y lo dejó ir.
Su memoria perecerá de la tierra, y no tendrá nombre por las calles.
Y los molí como polvo delante del viento; los esparcí como lodo de las calles.
Tú lo has visto, oh SEÑOR; no calles: Señor, de mí no te alejes.
Oye mi oración, oh SEÑOR, y escucha mi clamor; no calles ante mis lágrimas; porque peregrino soy contigo, y advenedizo, como todos mis padres.
Hay destrucción en medio de ella, y la opresión y el engaño no se alejan de sus calles.
Oh Dios, no guardes silencio; no calles, oh Dios, ni te estés quieto.
Oh Dios de mi alabanza, no calles;
Esté cargado nuestro ganado, sin fracasos y sin pérdida, y no {haya} gritos en nuestras calles.
La sabiduría clama en las calles, alza su voz en las plazas;
clama en las esquinas de las {calles} concurridas; a la entrada de las puertas de la ciudad pronuncia sus discursos:
¿Se derramarán por fuera tus manantiales, {tus} arroyos de aguas por las calles?
{está} ya en las calles, ya en las plazas, y acecha por todas las esquinas.
Dice el perezoso: El león está fuera; En mitad de las calles seré muerto.
Dice el perezoso: El león está en el camino; el león está en las calles.
cuando también temerán de la altura, y de los terrores en el camino; y florecerá el almendro, y la langosta será una carga, y se perderá el apetito; porque el hombre va a su morada eterna, y los que endechan andarán al derredor de las calles.
Me levantaré ahora, y rodearé por la ciudad; por las calles y por las plazas buscaré al que ama mi alma; lo busqué, y no lo hallé.
Por esta causa se encendió el furor del SEÑOR contra su pueblo; y extendiendo contra él su mano, lo hirió; y se estremecieron los montes, y sus cadáveres fueron arrojados en medio de las calles. Con todo esto no ha cesado su furor, antes está su mano todavía extendida.
Le mandaré contra una gente falsa; y sobre el pueblo de mi ira le enviaré, para que quite despojos, y arrebate presa; y que lo ponga para ser hollado como lodo de las calles.
Se ceñirán de cilicio en sus plazas; en sus terrados y en sus calles todos aullarán, descendiendo en llanto.
Hay clamor por vino en las calles, toda alegría se convierte en tinieblas, desterrado está el júbilo de la tierra.
He aquí, sus valientes claman en las calles, los mensajeros de paz lloran amargamente.
Tus hijos han desfallecido, yacen en las esquinas de todas las calles como antílope en la red, llenos del furor del SEÑOR, de la reprensión de tu Dios.
Y los tuyos reedificarán las ruinas antiguas; levantarás los cimientos de generaciones pasadas, y te llamarán reparador de brechas, restaurador de calles donde habitar.
Recorred las calles de Jerusalén, y mirad ahora, e informaos; buscad en sus plazas, a ver si halláis {algún} hombre, si hay quien haga justicia, que busque la verdad, y yo la perdonaré.
¿No ves lo que estos hacen en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalem?
Y haré cesar de las ciudades de Judá, y de la calles de Jerusalem, voz de gozo y voz de alegría, voz de esposo y voz de esposa; porque la tierra será en desolación.
Porque la muerte ha subido por nuestras ventanas, ha entrado en nuestros palacios; para talar los niños de las calles, los jóvenes de las plazas.
Y Jehová me dijo: Pregona todas estas palabras en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalem, diciendo: Oid las palabras de este pacto, y ponedlas por obra.
Porque según el número de tus ciudades fueron tus dioses, oh Judá; y según el número de tus calles, oh Jerusalén, pusisteis los altares de confusión, altares para ofrecer sahumerios a Baal.
Y el pueblo a quien profetizan, echado será en las calles de Jerusalén por hambre y por espada; y no habrá quien los entierre, ellos, y sus mujeres, y sus hijos, y sus hijas; y sobre ellos derramaré su maldad.
Así dijo el SEÑOR: En este lugar, del cual decís que está desierto sin hombres y sin animales, en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, que están asoladas sin hombre y sin morador y sin animal, ha de oírse aún,
Derramóse por tanto mi saña y mi furor, y encendióse en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalem, y tornáronse en soledad y en destrucción, como hoy.
¿Os habéis olvidado de las maldades de vuestros padres, y de las maldades de los reyes de Judá, y de las maldades de sus mujeres, y de vuestras maldades, y de las maldades de vuestras mujeres, que hicieron en tierra de Judá y en las calles de Jerusalem?
sino que ciertamente cumpliremos toda palabra que ha salido de nuestra boca, y quemaremos sacrificios a la reina del cielo, derramándole libaciones, como hacíamos nosotros, nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén. Entonces teníamos bastante alimento, prosperábamos y no veíamos mal alguno.
En cuanto a los sacrificios que habéis quemado en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, vosotros y vuestros padres, vuestros reyes y vuestros príncipes y el pueblo de la tierra, ¿no se ha acordado el SEÑOR de ellos, y no ha venido {esto} a su mente?
Sobre todas las techumbres de Moab y en sus calles, todo él será llanto; porque yo quebranté á Moab como á vaso que no agrada, dice Jehová.
Por eso sus jóvenes caerán en sus calles, y todos los hombres de guerra serán silenciados en aquel día --declara el SEÑOR de los ejércitos.
Por tanto sus jóvenes caerán en sus calles, y todos sus hombres de guerra serán silenciados en aquel día --declara el SEÑOR.
Y caerán muertos en la tierra de los Caldeos, y alanceados en sus calles.
Mis ojos se consumen por las lágrimas, hierven mis entrañas; mi hiel se derrama por tierra, a causa de la destrucción de la hija de mi pueblo, cuando niños y lactantes desfallecen en las calles de la ciudad.
Lámed: Decían a sus madres: ¿Dónde está el trigo y el vino? Desfalleciendo como muertos en las calles de la ciudad, derramando sus almas en el regazo de sus madres.
Cof: Levántate, da voces en la noche, en el principio de las velas; derrama como agua tu corazón ante la presencia del Señor; alza tus manos a él por la vida de tus pequeñitos, que desfallecen de hambre en las entradas de todas las calles.
Sin: Niños y viejos yacían por tierra en las calles; mis vírgenes y mis jóvenes cayeron a espada. Mataste en el día de tu furor; degollaste, no perdonaste.
Alef: ¡Cómo se ha oscurecido el oro! ¡Cómo el buen oro se ha demudado! Las piedras del Santuario están esparcidas por las encrucijadas de todas las calles.
He: Los que comían delicadamente, asolados fueron en las calles. Los que se criaron en carmesí, abrazaron los estiércoles.
Chet: Oscura más que la negrura es la forma de ellos; no los conocen por las calles. Su piel está pegada a sus huesos, seco como un palo.
Nun: Titubearon ciegos en las calles, fueron contaminados en sangre, que no pudieran tocar sus vestiduras.
Tsade: Cazaron nuestros pasos, que no anduviéramos por nuestras calles. Se acercó nuestro fin, se cumplieron nuestros días; porque nuestro fin vino.
Arrojarán su plata por las calles, y su oro será desechado; su plata ni su oro, no podrá librarlos en el día del furor de Jehová; no saciarán su alma, ni henchirán sus entrañas: porque ha sido tropiezo para su maldad.
Habéis multiplicado vuestros muertos en esta ciudad, y habéis llenado de muertos sus calles.
Con las uñas de sus caballos hollará todas tus calles; á tu pueblo matará á cuchillo, y las estatuas de tu fortaleza caerán á tierra.
`Enviaré a ella pestilencia y sangre a sus calles; los heridos caerán en medio de ella por la espada {que está} sobre ella por todos lados; y sabrán que yo soy el SEÑOR.
Por tanto, así dijo el SEÑOR, el Dios de los ejércitos, el Señor: En todas las plazas habrá llanto, y en todas las calles dirán: ¡Ay! ¡ay! Y al labrador llamarán a lloro, y a endecha a los que endechar supieren.
Y mi enemiga lo verá, y la cubrirá vergüenza; la que me decía: ¿Dónde está el SEÑOR tu Dios? Mis ojos la verán; ahora será hollada como lodo de las calles.
Los carros harán locuras en las plazas, discurrirán por las calles; sus rostros como antorchas; correrán como relámpagos.
También ella fue llevada en cautiverio; también sus chiquitos fueron estrellados en las encrucijadas de todas las calles; y sobre sus honrados echaron suertes, y todos sus nobles fueron aprisionados con grillos.
Hice talar los gentiles; sus castillos están asolados; hice desiertas sus calles, hasta no quedar quien pase; sus ciudades están asoladas hasta no quedar hombre, hasta no quedar morador.
Así dice el SEÑOR de los ejércitos: ``Aún se sentarán ancianos y ancianas en las calles de Jerusalén, cada uno con su bastón en la mano por causa de sus muchos días.
Y las calles de la ciudad serán llenas de muchachos y muchachas, que jugarán en ellas.
Porque Tiro se edificó fortaleza, y amontonó plata como polvo, y oro como lodo de las calles,
Y serán como valientes, que en la batalla pisan al enemigo en el lodo de las calles; y pelearán, porque el SEÑOR será con ellos; y los que cabalgan en caballos serán avergonzados.
Por eso, cuando des limosna, no toques trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres. En verdad os digo {que ya} han recibido su recompensa.
Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en las sinagogas, y en las esquinas de las calles en pie, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo, que ya tienen su salario.
No contenderá, ni voceará; ni nadie oirá en las calles su voz.
Y dondequiera que entraba, en aldeas, o ciudades, o heredades, ponían en las calles a los que estaban enfermos, y le rogaban que les dejara tocar siquiera el borde de su vestido; y todos los que le tocaban eran salvos.
Mas en cualquier ciudad donde entréis, y no os recibieren, saliendo por sus calles, decid:
Entonces comenzaréis a decir: ``Comimos y bebimos en tu presencia, y enseñaste en nuestras calles;"
Y vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre de familia, dijo a su siervo: Ve presto por las plazas y por las calles de la ciudad, y mete acá los pobres, los mancos, y cojos, y ciegos.
Tanto que echaban los enfermos por las calles, y los ponían en camas y en lechos, para que viniendo Pedro, a lo menos su sombra tocara a alguno de ellos.
Entonces el Señor dijo de noche en visión a Pablo: No temas, sino habla, y no calles;